Un a?o de menos a m¨¢s
La extensi¨®n de ¨®micron y la inflaci¨®n generan obst¨¢culos pero la econom¨ªa ha aprendido a superarlos
Todos los astros parec¨ªan haberse alineado para impulsar la recuperaci¨®n total de la econom¨ªa espa?ola en un horizonte pr¨®ximo. Al cierre del a?o, el sentimiento empresarial se manten¨ªa en cotas positivas (en diciembre super¨® en 8,5 puntos porcentuales la media de la serie que arranca en 2000), mientras que las carteras de pedidos auguraban una buena a?ada. Y la pujanza del mercado laboral ha superado las expectativas, quebrando la espiral de destrucci¨®n de puestos de trabajo de las anteriores recesiones.
Pero el escenario se ha complicado con la aparici¨®n de la versi¨®n ¨®micron de la crisis sanitaria, y sus reverberaciones en la actividad y en los precios. No solo porque la multiplicaci¨®n de bajas laborales causadas por las infecciones ralentiza la actividad en los sectores del comercio presencial, de la agricultura o de la industria que no pueden recurrir al teletrabajo. El principal escollo radica en la nueva oleada de retrasos en los suministros, que sin duda provocar¨¢ nuevos cuellos de botella en sectores como el automotriz, que ve¨ªan la luz al final del t¨²nel. Por tanto, todo apunta a que los motores de la recuperaci¨®n de la actividad no funcionar¨¢n a pleno rendimiento, al menos hasta que la situaci¨®n sanitaria se despeje y posteriormente se relaje la presi¨®n sobre los canales de abastecimiento.
Las perspectivas de inflaci¨®n tambi¨¦n desmienten la visi¨®n de transitoriedad del BCE. Lejos de amainar, el IPC acelera su escalada hasta el 6,7% en diciembre, propulsado por el encarecimiento de la energ¨ªa y sus efectos colaterales en los productos m¨¢s intensivos en electricidad o expuestos a la crisis de suministros ¡ªdescontando la energ¨ªa y los elementos m¨¢s vol¨¢tiles, el IPC subyacente se acelera hasta el 2,1%¡ª. El fen¨®meno atraviesa toda la eurozona, pero con especial ah¨ªnco en algunos de los pa¨ªses m¨¢s al¨¦rgicos a la inflaci¨®n: en Alemania el IPC alcanza el 5,7% y todav¨ªa el 3,9% en t¨¦rminos subyacentes, y algo parecido ocurre en Holanda y otros autodenominados ¡°frugales¡± (la inflaci¨®n supera el 10% en algunos b¨¢lticos). Sin duda, el precio del gas y de la electricidad deber¨ªa relajarse tras el invierno por la menor demanda. Pero el retorno al objetivo del 2% antes de finales de a?o se complica y, por tanto, no es descartable que los halcones redoblen la presi¨®n sobre el BCE para dar una vuelta de tuerca adicional a la pol¨ªtica monetaria.
En cualquier caso, los mercados ya empiezan a reflejar el giro que desde EE UU se extiende a Europa, en consonancia con la correlaci¨®n hist¨®rica entre las dos zonas monetarias. As¨ª pues, el alza del rendimiento de los bonos del Tesoro americano a 10 a?os se est¨¢ contagiando a la deuda europea: la referencia alemana roza valores positivos por primera vez en tres a?os, arrastrando el resto de tipos de inter¨¦s de la eurozona. Es decir, si bien el BCE promete condiciones m¨¢s acomodaticias que la Reserva Federal, un desacoplamiento completo no es veros¨ªmil en un mundo financiero de vasos comunicantes donde el d¨®lar mantiene su liderazgo por su condici¨®n de principal moneda de reserva.
Todo ello podr¨ªa redundar en un nuevo a?o econ¨®mico que ir¨ªa de menos a m¨¢s, de manera similar a lo acontecido en el anterior ejercicio: la doble crisis energ¨¦tica y de suministros frenar¨¢ la capacidad productiva en los pr¨®ximos meses, antes de suavizarse y dar paso a una recuperaci¨®n m¨¢s robusta en la segunda parte del a?o, liderada por el efecto demanda embalsada, todav¨ªa muy abundante, un previsible rebote del turismo extranjero y un mayor despliegue del plan de recuperaci¨®n. Para el conjunto del a?o, el crecimiento podr¨ªa sorprender al alza, gracias a la mayor adaptabilidad de la econom¨ªa ante las diferentes olas de virus. Tendremos por tanto una oportunidad ¨²nica de aplicar pol¨ªticas expansivas que sirvan para potenciar la sostenibilidad de nuestra econom¨ªa. Algo todav¨ªa posible en 2022, en un entorno fiscal y monetario irrepetible.
Eurozona
Los principales indicadores de coyuntura apuntan a una incipiente ralentización de la actividad en la eurozona, pero también a una leve moderación del brote inflacionario. Tanto el índice PMI de gestores de compra como el de sentimiento económico estimado por la Comisión Europea se redujeron en diciembre. Pero en ambos casos los valores se mantienen en terreno expansivo (PMI superior a 50, y sentimiento económico un 15,3% por encima de la media desde 2000). El IPC de la eurozona se incrementó un 5% en términos interanuales, una décima más que en noviembre.
Raymond Torres es director de coyuntura de Funcas. En Twitter: @RaymondTorres_
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