Los artistas estrenan un nuevo contrato laboral

Dos de cada tres puestos de trabajo en el sector cultural en Espa?a son asalariados, seg¨²n datos del Ministerio de Cultura y Deporte. Un trabajo, el de artista, golpeado duramente por la covid-19, que ha puesto de manifiesto, una vez m¨¢s, las debilidades estructurales de esta industria. ¡°La situaci¨®n de muchos artistas ha pasado de ser precaria a insostenible, poniendo en peligro la diversidad de la creaci¨®n¡±, alerta la Unesco en un reciente informe. En este contexto, y con la reforma laboral en marcha, el mundo del espect¨¢culo estrena un nuevo contrato art¨ªstico para ofrecer amparo y certidumbre a los trabajadores.

Y es que, entre otras cuestiones, hab¨ªa prisa por dar soluci¨®n a los profesionales que viven de bolos penalizados por la reforma laboral. La norma que actualiza el r¨¦gimen laboral especial de los artistas, el real decreto-ley 5/2022, de 22 de marzo, indulta los contratos de menos de 30 d¨ªas, tan frecuentes en el mundo art¨ªstico, del pago de la cotizaci¨®n adicional reglada. Como explica Manuel L¨®pez, abogado que particip¨® en la gestaci¨®n del decreto y director de Sympathy for the Lawyer, ¡°ten¨ªamos hasta el 31 de marzo para disponer de una soluci¨®n que permitiera seguir contratando y evitar un colapso del sector cultural¡±.

La nueva tipolog¨ªa no restringe el uso de los contratos temporales; ahora bien, el empresario que los utilice debe justificar muy bien la necesidad estacional. Y en todo caso, tendr¨¢ que hacer fijo al artista si enlaza bolos durante m¨¢s de 18 meses en dos a?os. La otra gran novedad es que se mejora la indemnizaci¨®n por finalizaci¨®n de contrato. La compensaci¨®n m¨ªnima para los colectivos es ahora la proporcional a 12 d¨ªas de salario por a?o trabajado frente a los 7 anteriores, o de 20 en caso de que el proyecto exceda de 18 meses.

El peso de las mujeres

Es una regulaci¨®n largamente esperada, pero que ha quedado algo corta por las prisas. As¨ª lo cree Patricia Gabeiras, socia fundadora de Gabeiras & Asociados y part¨ªcipe en algunas reuniones del estatuto: ¡°Hay cuestiones t¨¦cnica y jur¨ªdicamente mejorables¡±. Se trata, en todo caso, de una regulaci¨®n provisional a la espera de una norma definitiva, que, seg¨²n la abogada, ¡°deber¨ªa contemplar con mayor claridad que la regla general en el ¨¢mbito cultural es la contrataci¨®n temporal¡±. Es hora, adem¨¢s, de incorporar ¡°perspectiva de g¨¦nero¡± en un sector donde el 48,1% del trabajo est¨¢ realizado por mujeres, seg¨²n la Unesco. Por ejemplo, con una norma espec¨ªfica para que las bailarinas o trapecistas embarazadas queden ¡°autom¨¢ticamente en situaci¨®n de riesgo por embarazo¡±.

Aunque la intermitencia sea la t¨®nica para muchos artistas, hay otros tantos que aspiran a un puesto fijo que les d¨¦ la estabilidad necesaria. Un sue?o que a menudo choca con la escasez de plazas y las irregularidades laborales. Algunas llegan a denunciarse a la Inspecci¨®n de Trabajo. Es el caso judicializado del coro del Teatro Real que, a pesar de anunciarse con este nombre, est¨¢ compuesto por cantantes de la empresa adjudicataria Intermezzo. En 2019, a ra¨ªz de una denuncia, la Inspecci¨®n mult¨® a ambas compa?¨ªas con 50.000 euros por cesi¨®n ilegal de trabajadores. Seg¨²n el acta, Intermezzo, que ha declinado realizar declaraciones, se limita a ceder y pagar a los cantantes que, realmente, est¨¢n a las ¨®rdenes del Teatro Real. Es la fundaci¨®n p¨²blica la que organiza su trabajo, fija los horarios de ensayo y les dirige. De avalarse en v¨ªa judicial, afirma Ana Ercoreca, inspectora y presidenta del Sindicato de Inspectores de Trabajo y Seguridad Social (SITSS), los coristas ¡°tendr¨¢n derecho a que les hagan fijos en el Real, si as¨ª lo deciden¡±. Y conseguir las mismas condiciones laborales que los de plantilla, que, seg¨²n una cantante que no revela su nombre por miedo a las listas negras, son ¡°muy distintas¡±.

Fuera de estos supuestos abusos en la subcontrataci¨®n, hay otros casos en los que es necesario contar con varias empresas especializadas para montar, por ejemplo, un festival organizado por un ayuntamiento. Como explica L¨®pez, la nueva regulaci¨®n permite que estas hagan contratos laborales art¨ªsticos al ser ¡°m¨¢s ¨¢gil¡±.

El abogado no cree que vaya a existir especial conflictividad en el uso de los contratos temporales. La ley lo delimita para cubrir una o varias actuaciones, una temporada, el tiempo que una obra permanezca en cartel, o el que duren las distintas fases de la producci¨®n. Sin embargo, advierte, habr¨¢ que hilar m¨¢s fino en la contrataci¨®n de los t¨¦cnicos (iluminadores, montadores¡­) y auxiliares (sastrer¨ªa, peluquer¨ªa, maquillaje¡­). Y es que, se?ala Gabeiras, en respuesta a las reivindicaciones del sector, ahora siguen el mismo r¨¦gimen que los artistas ¡°siempre que no se trate de actividades que se desarrollen de forma estructural o permanente por la empresa, aunque sean de modo c¨ªclico¡±.

Para C¨¦sar Casares, secretario general de Conarte (Confederaci¨®n de Artistas Trabajadores del Espect¨¢culo), el reci¨¦n estrenado decreto es un paso m¨¢s en la l¨ªnea del informe del Estatuto del Artista aprobado por unanimidad en el Congreso en 2018. Sin embargo, lamenta, a¨²n queda mucho por andar. Es vital, subraya, garantizar jubilaciones dignas: ¡°Es inadmisible que un primer bailaor con 60 a?os tenga 12 cotizados por culpa de la intermitencia¡±. Hay que apuntalar, agrega, un sistema de transici¨®n profesional. Seg¨²n afirma, ¡°el 85 % de los bailarines que siguen estos programas encuentran trabajo en el primer a?o¡±. Casares tambi¨¦n aboga por una ¡°ventanilla ¨²nica¡± en la Inspecci¨®n para tutelar al sector. A este respecto, Ercoreca recuerda la importancia de denunciar los abusos y que el tr¨¢mite es confidencial.