Espa?a ante la desglobalizaci¨®n
La econom¨ªa se est¨¢ beneficiando del acortamiento de las cadenas de suministro, pero falta un salto cualitativo
Una de las sorpresas de la recuperaci¨®n pospand¨¦mica, que no parece desmentirse desde la invasi¨®n de Ucrania, es el dinamismo de las exportaciones. Se tem¨ªa que la desorganizaci¨®n de las cadenas productivas junto con la crisis energ¨¦tica, mermar¨ªan el potencial industrial, tanto por la multiplicaci¨®n de retrasos en la llegada de suministros como por el riesgo de p¨¦rdida de competitividad. Es un hecho que los precios de producci¨®n se est¨¢n encareciendo a un ritmo endiablado que nos retrotrae varias d¨¦cadas (el indicador de precios industriales no energ¨¦ticos para el mes de abril se increment¨® casi un 16%, la tasa m¨¢s alta desde 1980), y la disponibilidad de suministros es un quebradero de cabeza para las empresas (el indicador PMI de retrasos de abastecimiento se situ¨® en abril en niveles preocupantes).
Sin embargo, las ventas en el exterior muestran un auge que resiste los embates de la guerra. Durante el primer trimestre crecieron casi un 24% en relaci¨®n con el mismo periodo de 2021, y ya se sit¨²an un 14% por encima de los valores de la era precovid. Estos resultados mejoran netamente la media europea (con tasas del 20% y 11%, respectivamente). De las cuatro grandes econom¨ªas, la espa?ola es la que m¨¢s avanza en t¨¦rminos de cuota de mercado en el exterior. Y las informaciones disponibles para el mes de marzo no alteran a tendencia pese al contexto b¨¦lico y sus derivadas.
Las exportaciones de servicios no tur¨ªsticos tambi¨¦n evolucionan favorablemente, a la vez que el turismo extranjero est¨¢ de vuelta. Con todo, el tir¨®n del sector exterior est¨¢ compensando la debilidad de la demanda interna, lastrada por el recorte de poder adquisitivo de los hogares provocado por la inflaci¨®n y las incertidumbres geopol¨ªticas que empa?an el horizonte de la inversi¨®n. Fruto de ello, la econom¨ªa todav¨ªa creci¨® en el primer trimestre mientras que otras, como la alemana, est¨¢n atenazadas por la recesi¨®n.
Este providencial viento de cola podr¨ªa estar reflejando un cambio en el proceso de globalizaci¨®n: las empresas europeas buscan una mayor seguridad en las cadenas de valor, y por tanto est¨¢n repensando el entramado de relaciones con sus proveedores. Otro factor crucial es el encarecimiento del transporte internacional, tanto por la disrupci¨®n de los sistemas de log¨ªstica (agravada en tiempos recientes por el cuasi cierre de algunos de los principales puertos del este de China) como por la escala de precios energ¨¦ticos. El resultado natural es un acercamiento de la producci¨®n a los lugares de consumo.
Prueba de ello, los intercambios entre pa¨ªses de la UE est¨¢n en plena expansi¨®n mientras que el comercio con el resto del mundo se estanca, evidenciando una cierta ¡°desglobalizaci¨®n¡±. De momento Espa?a se est¨¢ beneficiando del cambio de pauta de los procesos productivos, incrementando su presencia en el mercado europeo. Las ventas hacia los otros pa¨ªses miembros progresan a un ritmo elevado, llevando el saldo con la eurozona hasta un super¨¢vit de 9.100 millones de euros, frente a 5.400 millones de hace un a?o (datos para el primer trimestre).
Est¨¢ por ver si este giro, con beneficios evidentes en t¨¦rminos de crecimiento, se mantendr¨¢ en el tiempo y si sirve para mejorar nuestro modelo productivo. Ya hace lustros que la productividad apenas avanza mientras que, descontando la inflaci¨®n, la remuneraci¨®n media por asalariado se sit¨²a en niveles similares a principios de siglo. El sector automotriz, la principal excepci¨®n a la actual bonanza exportadora, ser¨¢ un bar¨®metro del cambio de modelo: esta industria es una de las m¨¢s expuestas a la doble transici¨®n tecnol¨®gica y energ¨¦tica.
Sin duda el Plan de recuperaci¨®n toca las teclas acertadas para dar el salto cualitativo, con inversiones previstas en el desarrollo del veh¨ªculo el¨¦ctrico, cadena agroalimentaria, energ¨ªas renovables o semiconductores. Pero hoy por hoy no parece que los proyectos se est¨¦n ejecutando a un ritmo suficiente ni con la coherencia necesaria para aprovechar la oportunidad.
Remuneraci¨®n
Según se desprende de las últimas previsiones de la Comisión Europea, la remuneración media por asalariado se reducirá este año en un 2,8% en términos reales (descontando la evolución del deflactor del consumo privado). Este sería el mayor recorte de poder adquisitivo desde 2012 (-3,4%). La Comisión también anticipa que la inflación generará una disminución de la remuneración media en términos reales en todos los países miembros sin excepción. Este movimiento al unísono en toda la Unión Europea no tiene precedentes desde que existen datos comparables, a mediados de los años 90.
Raymond Torres es director de coyuntura de Funcas. En Twitter: @RaymondTorres_
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