Una espiral maldita llamada inflaci¨®n
Los precios desbocados centran la preocupaci¨®n de reguladores y empresas por el deterioro de las rentas reales y la confianza
Cuando Espa?a transitaba de la dictadura franquista a la democracia y se firmaron los Pactos de la Moncloa hab¨ªa una constante que galopaba como los cuatros jinetes del apocalipsis, la inflaci¨®n. Cifras de hasta el 30% martirizaban a los gobernantes, mientras los trabajadores exig¨ªan la adaptaci¨®n de los salarios. El tiempo pas¨® y se fueron arreglando las cosas, m¨¢s cuando Espa?a entr¨® en la Uni¨®n Europea (entonces CEE) y cuando se comprometi¨® a rebajar los precios al 2% de acuerdo al tratado de Maastricht para adoptar la moneda ¨²nica. Ahora ha vuelto aquel fantasma, que no afecta solo a Espa?a. Es un problema que se ha desatado con la fuerza de la gravedad por toda Europa tras la invasi¨®n rusa de Ucrania y la crisis energ¨¦tica. La cuesti¨®n es peliaguda, como se puso de manifiesto en el tradicional curso sobre econom¨ªa organizado en la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo (UIMP) de Santander por la Asociaci¨®n de Periodistas de Informaci¨®n Econ¨®mica (APIE) bajo el patrocinio del BBVA.
Rusia y Ucrania son de los principales productores de determinadas materias primas, energ¨¦ticas y no energ¨¦ticas, y Europa tiene una elevada dependencia de las importaciones de algunos de estos productos (Rusia represent¨® alrededor del 20% y el 35% de las importaciones de petr¨®leo y gas del ¨¢rea del euro en 2020, que en Espa?a no llega al 6%). La exposici¨®n comercial directa es moderada (m¨¢s modesta en Espa?a); pero los efectos indirectos pueden ser elevados, particularmente en el contexto de las sanciones. La dependencia financiera, por su parte, es muy reducida; pero se observa un incremento de la volatilidad y de aumento de la tensi¨®n de las condiciones de financiaci¨®n.
En ese contexto, los hogares y empresas experimentar¨¢n dificultades para anticipar los desarrollos econ¨®micos futuros, en particular sobre sus rentas, lo que pesar¨¢ sobre sus decisiones de consumo e inversi¨®n, seg¨²n destac¨® el gobernador del Banco de Espa?a, Pablo Hern¨¢ndez de Cos. La situaci¨®n ha producido un deterioro de los indicadores de confianza, seg¨²n el supervisor, que en menos de medio a?o ha cambiado sus previsiones a medida que el conflicto se va alargando. Ha pasado del 5,4% de crecimiento del PIB en 2022 que vaticinaba en diciembre de 2021 al 4,1% de este mes de junio y de un aumento del IPC (?ndice de Precios al Consumo) del 3,7% al 7,2% en el mismo periodo.
Para el sector bancario espa?ol, el gobernador prev¨¦ que mantendr¨ªa una capacidad de resistencia adecuada ante los riesgos macrofinancieros extremos identificados. No obstante, pide un comportamiento prudente al sector y plantea la necesidad de abordar los desaf¨ªos estructurales que ya exist¨ªan, en particular, el ajuste de la capacidad y la creciente competencia de empresas tecnol¨®gicas, as¨ª como los efectos negativos de los riesgos clim¨¢ticos.
Las cifras y los cambios de previsiones traen por la calle de la amargura al Gobierno, que no deja de barajar e idear f¨®rmulas para hacer frente a la situaci¨®n. ¡°Tenemos que encontrar el instrumento, el veh¨ªculo fiscal, financiero y legal m¨¢s adecuado para repartir de forma justa el impacto negativo de esta crisis¡±, sostuvo el mi¨¦rcoles la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calvi?o, en la ronda de preguntas a las que atendi¨® telem¨¢ticamente despu¨¦s de no haber podido celebrar la rueda de prensa prevista en la inauguraci¨®n del curso. Calvi?o reconoci¨® que el Ejecutivo trabaja con un nuevo escenario de inflaci¨®n m¨¢s alta y durante m¨¢s tiempo.
Por videoconferencia tambi¨¦n particip¨® el mi¨¦rcoles el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, quien descart¨® cualquier expectativa positiva. La subida de precios en la zona euro se mantendr¨¢ por encima del 8% al menos hasta el oto?o, dijo desde Fr¨¢ncfort. ¡°Si nos encontramos con efectos de segunda ronda, esto llevar¨¢ a que la inflaci¨®n sea m¨¢s extensa y afecte a m¨¢s componentes del IPC y a que la respuesta de la pol¨ªtica monetaria sea diferente¡±, a?adi¨®.
Esta situaci¨®n presiona al BCE para abordar una subida de tipos de inter¨¦s de 0,25 puntos el pr¨®ximo mes y otra (podr¨ªa ser de 0,50) en septiembre. A partir de ah¨ª, ¡°miraremos la evoluci¨®n real de la inflaci¨®n, nuestras proyecciones y actuaremos en consecuencia¡±, manifest¨® el vicepresidente del eurobanco. ¡°No sabemos a d¨®nde pueden llegar los tipos, depender¨¢ de los datos¡±, advirti¨®. En definitiva, no hay techo previsto, que depende de la evoluci¨®n mientras se vislumbra la efervescencia entre halcones y palomas sobre la cifra en que se situar¨¢ la tasa neutral, es decir, la que no expande la econom¨ªa, pero tampoco la contrae.
Guindos tambi¨¦n habl¨® del programa para evitar la fragmentaci¨®n de la deuda de los pa¨ªses comunitarios y subray¨® que no debe interferir en la normalizaci¨®n de la pol¨ªtica monetaria ni en la lucha contra la inflaci¨®n. En ese sentido, considera que servir¨¢ para ampliar las opciones del banco: ¡°Contar con un instrumento antifragmentaci¨®n es liberar a la pol¨ªtica monetaria para poder actuar con m¨¢s contundencia contra la inflaci¨®n¡±.
Desde una perspectiva distinta, los sindicatos reclaman, adem¨¢s de potenciar la pol¨ªtica industrial, la revalorizaci¨®n salarial para lo que plantean a la patronal CEOE volver a la mesa de negociaci¨®n. El punto de desencuentro est¨¢ en la cl¨¢usula de garant¨ªa salarial, lo que para la organizaci¨®n presidida por Antonio Garamendi supondr¨ªa cronificar la alta inflaci¨®n. En resumen, la conflictividad est¨¢ servida, seg¨²n reconocieron los secretarios generales de UGT y CC OO, Pepe ?lvarez y Unai Sordo.
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