Las pajitas de papel por las que Miquel y Costas se da a la bebida
El rentable grupo catal¨¢n entra en el negocio de la sustituci¨®n del pl¨¢stico de un solo uso
Jordi Mercader Barata es el principal ejecutivo y miembro de una de las familias propietarias de un hist¨®rico fabricante de papeles que ya hace unos lustros decidi¨® que solo se dedicar¨ªa a productos especiales para no tener que luchar en territorio de todos. Gracias a ese foco, Grupo Miquel y Costas logra unos m¨¢rgenes fuera del alcance del resto de sus competidores, la mayor¨ªa m¨¢s grandes en vol¨²menes. Ha sido as¨ª y no de otra manera como ha conseguido que de cada seis euros facturados uno se convierta en beneficio neto. Por ello sorprende todav¨ªa m¨¢s la respuesta de Mercader cuando se le pregunta sobre su ¨²ltima innovaci¨®n.
Desde hace d¨¦cadas, Miquel y Costas fabrica el papel de liar tabaco Smoking, la ¨²nica marca con la que mantienen una relaci¨®n directa con el consumidor final. Tambi¨¦n elaboran con alta tecnolog¨ªa el papel de las boquillas de los cigarrillos adapt¨¢ndose a las diferentes caracter¨ªsticas que demandan los fabricantes, o papel industrial como el que se utiliza en la fabricaci¨®n de bater¨ªas. Han hecho tambi¨¦n las finas hojas para Biblias, o las bolsitas de t¨¦, e incluso el papel de seda que envuelve prendas de ropa, sobre todo de marcas de lujo.
Mercader sostiene en sus manos el ¨²ltimo producto: una bolsa repleta de anodinas pajitas para bebidas. Unas blancas, otras negras; todas de papel. La compa?¨ªa ha dise?ado el material con el que se fabrican. Doble capa de papel de 60 gramos por metro cuadrado, resistencia a la humedad, al calor, al fr¨ªo y al ¨¢cido carb¨®nico que llevan refrescos como la coca-cola. No fueron validadas hasta que resistieron, sin deshacerse, 24 horas sumergidas. ?Se puede saber qu¨¦ margen les da ese papel? ¡°No¡±, responde Mercader, persona m¨¢s bien t¨ªmida, pero que no da excesivas muestras de incomodidad por la contundencia de su negativa.
No es casual que la empresa empezara a vender ese producto hace un a?o, cuando entr¨® en vigor la directiva que proh¨ªbe la venta de art¨ªculos de pl¨¢stico de un solo uso. Adi¨®s a los platos o cubiertos fabricados con derivados del petr¨®leo en un intento de frenar el inabarcable auge de residuos. Tambi¨¦n quedaban fuera de juego las pajitas que acostumbraban a ofrecer bares, cocteler¨ªas u horchater¨ªas en sus bebidas. Pero Mercader subraya que la empresa no quer¨ªa hacer una pajita cualquiera, sino una de calidad y, sobre todo, de color, porque su tecnolog¨ªa les permite fabricarlas sin necesidad de ninguna impresi¨®n posterior. El color ya va en el gramaje original. ¡°Lo que queremos hacer es crecer de la mano de las pajitas de colores, que es lo que nos permite Clariana. Las blancas son solo un complemento¡±.
La Clariana a la que se refiere es una filial comprada en 2018. Con f¨¢brica en Vila-real (Castell¨®n), era el fabricante l¨ªder en Espa?a de papeles de color, b¨¢sicamente de cartulinas. El papel de las pajitas se fabrica en esas instalaciones porque la compa?¨ªa vio que hab¨ªa capacidad ociosa para hacerlo tras desarrollar el producto, y ahora, seg¨²n apunta Mercader, ¡°comienza a ser un negocio interesante¡±, aunque muy residual teniendo en cuenta los 300 millones de facturaci¨®n de la compa?¨ªa.
El gran interrogante es si la empresa ha visto un fil¨®n en el negocio que ya se ha abierto con el veto legal al pl¨¢stico de un solo uso. ¡°Veremos mucha capacidad de crecimiento¡±, apunta, aunque no acaba de concretar en qu¨¦ tipo de productos. Se?ala como objetivo el sector agro?ali?men?ta?rio, en el que la introducci¨®n del color, por ejemplo, ser¨ªa adecuada para las bandejas que los supermercados utilizan para las carnes, ya que permite retener mejor el jugo que puedan desprender. Lo que s¨ª tiene claro es que Clariana no puede jugar a vol¨²menes, ni le interesa, por lo que prev¨¦n centrarse en productos muy espec¨ªficos.
Desde la segunda mitad de la d¨¦cada de 2000, la compa?¨ªa ha iniciado una paulatina retirada de la industria del tabaco, aunque ese negocio absorbe todav¨ªa el 44% de su producci¨®n. En 2003 supon¨ªa el 85%; en 2008, el 72%, y en 2013, el 57%. Los productos industriales han ido tomando el relevo. Hist¨®ricamente las exportaciones han tenido un peso relevante, que ya superan el 80%.
La compa?¨ªa tiene un plan de negocio hasta 2023 que no desvela. ¡°A nuestros accionistas lo que les aseguramos es un proyecto industrial que ninguna inversi¨®n va a poner en riesgo¡±, defiende. Y los beneficios que acaba convirtiendo en dividendos. El pasado ejercicio gan¨® 50,7 millones de euros (un 13% m¨¢s) con una facturaci¨®n de 301,3 millones (un 10% de crecimiento). Su deuda con entidades de cr¨¦dito se redujo en casi 10 millones, hasta los 58, lo que da muestra de su capacidad de generar caja.
Una gran inversi¨®n
Ahora Miquel y Costas est¨¢ embarcado en un proceso de inversi¨®n de 80 millones de euros hasta 2023. La mayor parte ir¨¢ destinada a la modificaci¨®n de una m¨¢quina de su planta en La Pobla de Claramunt en la que se producen papeles especiales para la industria de la alimentaci¨®n, las bater¨ªas de autom¨®vil y el laminado decorativo que se utiliza en el parqu¨¦. Mercader explica que la inversi¨®n es de tales dimensiones que evit¨® abrir un concurso entre diferentes proveedores a la b¨²squeda de una oferta econ¨®mica. Para ampliar sus capacidades prefirieron dirigirse a un proveedor en concreto con el que trabajan habitualmente y le dijeron: ¡°No ten¨¦is competidor, compet¨ªs con vosotros mismos. Si lo que nos ofrec¨¦is ¡ªproducto y precio¡ª encaja con nuestro plan de negocio, lo haremos, si no esperaremos a m¨¢s adelante¡±.
De momento ha encajado, si bien Mercader reconoce que espera un regreso de las vacaciones estivales ¡°muy complicado¡±. La compa?¨ªa lleva tiempo repercutiendo los incrementos de los costes a sus clientes y asegura no haber perdido ninguno por el camino. ¡°Ninguno importante¡±, matiza, tras la primera respuesta. Los beneficios logrados en la primera parte del a?o se han reducido a la mitad de lo que fueron en 2021.
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