Credit Suisse debe dar un golpe de efecto
El banco tiene que acometer una reestructuraci¨®n profunda que le ayude a recuperar la confianza del mercado
Por lo general, los bancos suizos tienen fama de ser s¨®lidos y predecibles. En los ¨²ltimos 18 meses, Credit Suisse ha brindado a sus clientes e inversores todo lo contrario. Su presidente, Axel Lehmann, puede salvar la situaci¨®n reduciendo a la mitad el tama?o de su banco de inversi¨®n, propenso a los accidentes, y recortando los costes. Para reducirlo, necesitar¨¢ m¨¢s capital. La forma m¨¢s limpia y m¨¢s r¨¢pida de hacerlo es recurrir a los accionistas.
La deuda y las acciones del banco con sede en Z¨²rich cayeron en picado el lunes, impulsadas por rumores infundados en las redes sociales de que podr¨ªa quebrar. No hay motivos para pensar que la quiebra de la entidad sea probable, y la venta masiva de acciones revirti¨® r¨¢pidamente el martes y los d¨ªas siguientes, reacci¨®n apoyada tambi¨¦n en el anuncio de la entidad de que va a recomprar hasta 3.000 millones de euros de su propia deuda. Pero el precio de sus acciones y sus arriesgados bonos siguen siendo una se?al de peligro. Las acciones de Credit Suisse est¨¢n valoradas en unos 11.000 millones de d¨®lares tras perder m¨¢s de un 50% de su valor desde comienzos de a?o. Uno de sus t¨ªtulos de nivel 1 (una forma de deuda que puede convertirse en capital) rinde casi el 15%, frente al 10% de este verano. El banco de inversi¨®n ha acumulado p¨¦rdidas por valor de 4.500 millones de d¨®lares desde principios de 2021, mientras que destacados br¨®kers y gestores de altos patrimonios se est¨¢n marchando.
Por este motivo, Lehmann, que tiene previsto anunciar su nueva estrategia el 27 de octubre, tiene que tomar medidas radicales. Una de las prioridades es convertir el banco de inversi¨®n en un negocio m¨¢s estable y ¡°ligero de capital¡± centrado en operaciones y captaci¨®n de fondos, en lugar de negociar t¨ªtulos de deuda. Hacer esto ser¨¢ costoso. Supongamos que Credit Suisse reduce la negociaci¨®n de cr¨¦ditos y la mitad de los otros negocios de renta fija, coloc¨¢ndolos en un ¡°banco malo¡±, y as¨ª dejar atr¨¢s una unidad m¨¢s peque?a centrada en bonos m¨¢s seguros y divisas. Utilizando los c¨¢lculos de RBC sobre el balance de la divisi¨®n, eso implicar¨ªa desprenderse de 24.000 millones de d¨®lares de activos ponderados por riesgo.
La ¨²ltima vez que Credit Suisse cre¨® un banco malo, las p¨¦rdidas antes de impuestos de la unidad ascendieron a una quinta parte de los activos ponderados por el riesgo de los que se desprendi¨®. Un resultado similar esta vez reducir¨ªa los fondos propios del banco en 4.700 millones de d¨®lares. Sin embargo, la medida tambi¨¦n liberar¨ªa 3.200 millones de d¨®lares de capital, utilizando el coeficiente de capital ordinario de nivel 1 del 13,5% del banco. En conjunto, el golpe neto al capital ser¨ªa de 1.500 millones de d¨®lares.
Pero eso solo ser¨ªa el principio. Lehmann tambi¨¦n ha prometido recortar hasta 1.500 millones de d¨®lares de costes en todo el grupo, en parte simplificando los procesos tecnol¨®gicos de su parte administrativa. Los analistas de KBW consideran que los bancos de inversi¨®n suelen incurrir en gastos de reestructuraci¨®n equivalentes a tres cuartas partes de los recortes previstos. Esto reducir¨ªa otros 1.100 millones de d¨®lares de los fondos propios del banco.
Por ¨²ltimo, poner a Credit Suisse en una posici¨®n m¨¢s segura significa construir un colch¨®n para futuros litigios u otros cargos, incluyendo cualquier multa o acuerdos relacionados con el colapsado fondo de cobertura Archegos Capital Management y el prestamista de la cadena de suministro Greensill Capital. RBC cifra los gastos totales por litigios en 2.000 millones de d¨®lares entre 2023 y 2025. Si a?adimos esto a los costes de reestructuraci¨®n y los costes del banco malo, el impacto total en el capital ser¨ªa de 4.700 millones de d¨®lares.
Lehmann se resiste a pedir a los accionistas una inyecci¨®n de efectivo equivalente a dos quintas partes de la capitalizaci¨®n burs¨¢til de la empresa. Por eso est¨¢ considerando la posibilidad de vender negocios, seg¨²n personas pr¨®ximas a la entidad. El candidato obvio es el grupo de productos titulizados de Credit Suisse, uno de los pocos puntos brillantes de su banco de inversi¨®n. Una venta a valor contable podr¨ªa recaudar 2.700 millones de d¨®lares, suponiendo que los fondos propios sean el 13,5% de los activos ponderados por riesgo. Entre los posibles postores se encuentran Apollo Global Management y BNP Paribas. Pero, dada la volatilidad de los mercados de cr¨¦dito, no ser¨ªa prudente apostar por una venta r¨¢pida.
Credit Suisse podr¨ªa imitar a Deutsche Bank, que recaud¨® efectivo sacando a Bolsa una participaci¨®n minoritaria de su negocio de gesti¨®n de patrimonio en 2018. Pero la unidad de Credit Suisse acarrea la mancha de la saga de Greensill, la empresa de factoring que salpic¨® al banco en su ca¨ªda. La venta de acciones de su unidad nacional suiza, valorada en 10.000 millones de d¨®lares seg¨²n los analistas de JP Morgan, podr¨ªa anunciar una ruptura de Credit Suisse. Adem¨¢s, toda oferta p¨²blica de venta estar¨ªa a merced de la volatilidad de los mercados.
Pedir dinero
Por tanto, la forma m¨¢s limpia de poner fin a los problemas de Credit Suisse ser¨ªa pedir el dinero a los principales accionistas, como el fondo soberano de Qatar. Para soltar 4.700 millones de d¨®lares, tendr¨ªan que creer que el valor del banco acabar¨¢ aumentando al menos en la misma cantidad. Esto implica una capitalizaci¨®n de mercado de al menos 15.800 millones de d¨®lares. Suponiendo que el valor contable tangible de Credit Suisse despu¨¦s de la petici¨®n de efectivo fuera aproximadamente el mismo que el actual, el banco tendr¨ªa que cotizar a un tercio del valor contable, frente a un cuarto en la actualidad.
Eso seguir¨ªa siendo una fracci¨®n del valor que los inversores atribuyen a su eterno rival suizo, UBS.
El mayor riesgo es que Lehmann evite tomar medidas audaces y opte por reducir m¨ªnimamente el banco de inversi¨®n. Eso ser¨ªa un error. Sin una reestructuraci¨®n importante, los costes de financiaci¨®n de Credit Suisse seguir¨ªan siendo elevados y sus clientes patrimoniales estar¨ªan nerviosos. El banco seguir¨ªa siendo vulnerable a futuras perturbaciones del mercado. Cualquier cambio en Credit Suisse ser¨¢ lento y complicado. Pero el primer paso para lograr una soluci¨®n satisfactoria es recuperar el apoyo de los inversores.
PARA M?S INFORMACI?N: BREAKINGVIEWS.REUTERS.COM. Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducci¨®n es responsabilidad de EL PA?S
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