Los versos sueltos de la pol¨ªtica monetaria: China y Turqu¨ªa bajan los tipos cuando el resto los sube
En medio de una tendencia generalizada de encarecer el precio del dinero, Pek¨ªn y Ankara van por libre
Desde Espa?a cuesta creerlo, pero en este momento hay un pa¨ªs m¨¢s preocupado por la ralentizaci¨®n de la actividad que por la subida de los precios. Un pa¨ªs donde los principales bancos bajaron a mediados de septiembre el inter¨¦s que pagan a los dep¨®sitos y donde en agosto las autoridades ya hab¨ªan reducido en 15 puntos b¨¢sicos el tipo preferencial para los pr¨¦stamos de cinco a?os.
El pa¨ªs se llama China y la raz¨®n de su pol¨ªtica monetaria a contracorriente es la gigantesca crisis que sufre su sector de la construcci¨®n. Seg¨²n un informe de The Economist con los datos de julio, los inicios de obras se han desplomado un 45% interanual y la venta de casas nuevas ha retrocedido un 29%. Un problema que ser¨ªa grave en la econom¨ªa de cualquier pa¨ªs y que en China puede ser letal: la construcci¨®n explica, como m¨ªnimo, el 20% de su PIB.
No es el ¨²nico problema. Seg¨²n el expresidente de Morgan Stanley en Asia y actual profesor de Yale, Stephen Roach, las restricciones que lastran a la econom¨ªa china tambi¨¦n tienen que ver con una pol¨ªtica de cero covid que deja a los consumidores en casa o con miedo a gastar; con una regulaci¨®n contra las empresas de internet que ha terminado provocando despidos en Tencent y AliBaba; y con la desaceleraci¨®n del comercio global provocada por los altos tipos de inter¨¦s con que Europa y EE UU est¨¢n combatiendo la inflaci¨®n.
Aunque vaya en sentido contrario a la Reserva Federal y al Banco Central Europeo, la decisi¨®n china de reducir los tipos en solo 15 puntos b¨¢sicos no parece el colmo de la osad¨ªa, especialmente si se trata de resucitar a un sector tan importante como la construcci¨®n. Pero la timidez de su pol¨ªtica monetaria tiene una raz¨®n de peso: no pasarse con la reanimaci¨®n y volver a alimentar la temida burbuja inmobiliaria.
La construcci¨®n en China ven¨ªa creciendo a pasos de gigante desde los a?os noventa, impulsada por un ¨¦xodo a la ciudad de magnitudes hist¨®ricas (la poblaci¨®n urbana del pa¨ªs pas¨® de 415 millones en 1998 a 900 millones a finales de 2021). Espoleado a¨²n m¨¢s por los est¨ªmulos fiscales con que Pek¨ªn sali¨® de la crisis financiera de 2008, el sector empez¨® a incorporar demasiado riesgo con un esquema parecido al de la estafa piramidal: en su af¨¢n por captar mercado, las promotoras destinaban los adelantos que les entregaban los compradores de viviendas a nuevos proyectos de construcci¨®n que no ten¨ªan nada que ver con esos compradores.
La rueda gir¨® hasta que en agosto de 2020 el Gobierno de Xi Jinping decidi¨® poner freno a la especulaci¨®n inmobiliaria introduciendo las llamadas ¡°tres l¨ªneas rojas¡± de m¨¢ximos en los ratios de deuda y m¨ªnimos en los de liquidez. Xi fren¨® la especulaci¨®n, pero gener¨® un problema nuevo: sin dinero, muchas constructoras detuvieron sus proyectos por la incapacidad de cumplir con sus pagos; los gobiernos locales se quedaron sin el dinero de la venta de terrenos (hasta un tercio de sus ingresos); y muchos de esos compradores que pagaban por adelantado dejaron de cumplir con sus cuotas en proyectos donde no hab¨ªa nadie trabajando.
Seg¨²n Roach, si la bajada de tipos no es muy significativa no es por miedo a la inflaci¨®n en China (alcanz¨® en julio un m¨¢ximo interanual del 2,7%, pero en la medici¨®n de agosto ya se hab¨ªa reducido al 2,5%), sino para evitar el endeudamiento excesivo y la creaci¨®n de burbujas. ¡°Nadie puede saber a¨²n si la bajada bastar¨¢ para devolverle la vida a la construcci¨®n o si simplemente har¨¢ m¨¢s lenta su ca¨ªda, pero est¨¢ claro que el riesgo de no hacerlo era mayor¡±, explic¨® la exsubdirectora gerente del FMI y actual profesora de Stanford, Anne Krueger. ¡°Teniendo en cuenta la preocupaci¨®n que hay en China por el tema inmobiliario, una subida de precios por debajo del 3% no es un riesgo lo suficientemente importante¡±.
Control de capitales
Seg¨²n Keun Lee, vicepresidente del Consejo Asesor Econ¨®mico de la presidencia surcoreana, Pek¨ªn puede darse el lujo de bajar tipos gracias al control que ejercen sobre los mercados financieros, que reduce el riesgo de fuga de capitales. Que hagan pol¨ªtica monetaria y no fiscal para reavivar la econom¨ªa tambi¨¦n se debe, en su opini¨®n, a que en estos a?os de pandemia ¡°ya gastaron un mont¨®n de recursos del Gobierno central y de los gobiernos locales¡±.
El pr¨®ximo 16 de octubre comenzar¨¢ el congreso del Partido Comunista del que Xi conf¨ªa en salir como presidente para un tercer mandato de cinco a?os. La crisis en el sector de la construcci¨®n, los despidos en las tecnol¨®gicas y el bajo nivel de consumo provocado por la pol¨ªtica de cero covid no son los ¨²nicos problemas que pueden afearle la ceremonia. Este verano ha sido el m¨¢s caluroso y seco de los ¨²ltimos 60 a?os en Sichuan, lo que ha multiplicado la demanda de electricidad por refrigeraci¨®n y dejado a las presas sin el agua necesaria para generar toda la energ¨ªa que requiere la producci¨®n industrial de la provincia.
Otro conflicto que empieza a tomar forma es el de los pr¨¦stamos de dudoso cobro concedidos a pa¨ªses emergentes dentro del programa chino Una ruta, un cintur¨®n. ¡°Ya hay signos de que [en China] est¨¢n tratando de ser m¨¢s flexibles con estas deudas, porque el ambiente global se est¨¢ moviendo en una direcci¨®n no favorable para China y el pa¨ªs ya est¨¢ enfrentando cr¨ªticas globales¡±, dice Keun Lee. ¡°Ya ha habido alg¨²n reconocimiento de que es un problema que va a haber que solucionar¡±.
El caso turco
Otro país que está abaratando el precio del dinero es Turquía, que a finales de septiembre volvió a reducir su tipo de referencia pasándolo del 13% al 12%. Pero cualquier semejanza con el caso chino es pura casualidad. En Ankara, la inflación sí es un tema preocupante, con el IPC disparándose un 80% en la última medición interanual de agosto. La explicación para bajar los tipos del presidente, Recep Tayyip Erdogan, tiene la siguiente lógica: el dinero más barato facilitará la vida de las empresas, que, por ese motivo, aumentarán su producción y aliviarán, con el exceso de stock, la presión sobre los precios. El problema es que la explicación, por el momento, solo funciona en su cabeza, como confirman los precios y la depreciación cambiaria: si el 1 de enero bastaba con 13 liras turcas para comprar un dólar, a finales de septiembre ya había sobrepasado las 18 liras.
Habría sido aún mayor de no ser por las intervenciones oficiales en el mercado de divisas. Pero según la académica turca de la Universidad de Maryland ?ebnem Kalemli-Özcan, el tiempo para experimentos está agotándose. “Aún pueden pedir prestado y por eso tienen reservas, pero se terminará en cuanto haya un default soberano, corporativo o de los bancos”, advierte.
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