Berl¨ªn, tenemos un problema: por qu¨¦ la locomotora de Europa no carbura
La guerra de Ucrania y la crisis energ¨¦tica destapan las carencias de la econom¨ªa alemana, que se encamina a la recesi¨®n
La visita de Olaf Scholz a China acompa?ado de varios pesos pesados del empresariado del DAX ¡ªel principal ¨ªndice burs¨¢til alem¨¢n¡ª se ha examinado con lupa dentro y fuera de Alemania. Se ha dicho que Berl¨ªn va por libre. Que el canciller contin¨²a la pol¨ªtica del business first (los negocios primero) de su predecesora, Angela Merkel. Que Alemania ...
La visita de Olaf Scholz a China acompa?ado de varios pesos pesados del empresariado del DAX ¡ªel principal ¨ªndice burs¨¢til alem¨¢n¡ª se ha examinado con lupa dentro y fuera de Alemania. Se ha dicho que Berl¨ªn va por libre. Que el canciller contin¨²a la pol¨ªtica del business first (los negocios primero) de su predecesora, Angela Merkel. Que Alemania no ha aprendido nada de su dependencia de Rusia. Que vuelve a tropezar en la misma piedra al priorizar los lazos econ¨®micos con una autocracia. Scholz se defiende asegurando que nadie est¨¢ planteando que Europa se desvincule de China, la mayor potencia exportadora del mundo. Y que favorecer las relaciones con el gigante asi¨¢tico no significa darle carta blanca ni ignorar qu¨¦ pretende con su estrategia pol¨ªtica y econ¨®mica: crear dependencias a¨²n mayores en las empresas extranjeras y aumentar su influencia global.
La discusi¨®n sobre la pol¨ªtica china de Scholz llega en un momento de gran incertidumbre para la econom¨ªa alemana, con una inflaci¨®n disparada a cifras que no se ve¨ªan desde finales de la II Guerra Mundial y la inminencia de una recesi¨®n que quiz¨¢ no sea tan profunda como algunos vaticinaron, pero que sacudir¨¢ los cimientos de su modelo econ¨®mico. La invasi¨®n rusa de Ucrania ha dejado al descubierto la enorme dependencia energ¨¦tica de Mosc¨². El gas barato que flu¨ªa por los gasoductos impulsados por los predecesores de Scholz ha sido ¡°la base de la competitividad global de la industria alemana¡±, como reconoci¨® sin ambages hace unos d¨ªas el consejero delegado de BASF, Martin Bruderm¨¹ller. Con ese grifo cerrado, y los precios de octubre un 11,6% por encima de los de hace un a?o, Alemania se enfrenta a un cambio de paradigma. Toca repensar el modelo para ajustarlo a la nueva realidad.
De momento, la econom¨ªa alemana aguanta el tipo. Los institutos econ¨®micos y el propio Gobierno pronosticaban que la recesi¨®n asomar¨ªa en el tercer trimestre, pero la oficina federal de estad¨ªstica sorprendi¨® esta semana con el dato de que el PIB creci¨® un 0,3%, impulsado por el consumo privado. Un alivio pasajero, coinciden los expertos, porque la temida recesi¨®n llegar¨¢, si no a finales de a?o, a principios del que viene. Alexander Kritikos, investigador del Instituto Econ¨®mico Alem¨¢n (DIW), recuerda que en diciembre empezar¨¢ a notarse el efecto del millonario paquete de ayudas que el Gobierno alem¨¢n ha puesto sobre la mesa para aliviar los costes de la energ¨ªa a hogares y empresas. ¡°La energ¨ªa bajar¨¢ de precio a partir de entonces y eso reducir¨¢ la tendencia negativa para el cuarto trimestre¡±, apunta.
El fondo, llamado ¡°escudo de protecci¨®n¡±, de 200.000 millones de euros con el que Alemania paliar¨¢ los efectos de la crisis y la inflaci¨®n empezar¨¢ a gastarse pagando la factura del gas de diciembre a todos los consumidores minoristas. Es una medida de emergencia, con un coste estimado de 9.000 millones, que se adelanta a los topes o frenos a los precios del gas y la electricidad que entran en vigor el pr¨®ximo a?o: los clientes pagar¨¢n el 80% de su consumo anual previsto de gas a 12 c¨¦ntimos por kilovatio hora (9 c¨¦ntimos para los consumidores de calefacci¨®n) a partir de febrero. Lo que exceda lo subvencionar¨¢ el Gobierno. Lo mismo ocurrir¨¢ con la electricidad, que desde enero costar¨¢ a hogares y peque?as y medianas empresas 40 c¨¦ntimos el kilovatio hora.
Berl¨ªn hace exhibici¨®n de margen fiscal para aliviar a las familias y alejar el fantasma de la desindustrializaci¨®n. Tras muchos a?os de super¨¢vit presupuestario, su d¨¦ficit es manejable y permite hacer los grandes desembolsos que empezaron ya con la pandemia. Pero cada vez son m¨¢s las empresas que tienen problemas para pagar la factura energ¨¦tica y crece el temor a los ceses de actividad y a que las compa?¨ªas decidan trasladar su producci¨®n a donde la energ¨ªa les salga m¨¢s barata. Hay consenso en que la crisis tiene que acelerar la transformaci¨®n a una econom¨ªa clim¨¢ticamente neutra, pero es un proceso largo que requiere adaptaci¨®n adem¨¢s de voluntad pol¨ªtica, recuerda Christoph M. Schmidt, presidente del Instituto Leibniz de Investigaci¨®n Econ¨®mica (RWI). Tanto Alemania como el resto de Europa van a ser dependientes de las importaciones de energ¨ªa a gran escala, independientemente de los esfuerzos para descarbonizar la econom¨ªa, a?ade este experto.
La producci¨®n interna con energ¨ªas renovables nunca ser¨¢ suficiente, de ah¨ª los esfuerzos que est¨¢ haciendo el Gobierno para establecer acuerdos con otros pa¨ªses y planificar infraestructuras que conecten las redes energ¨¦ticas europeas. El apoyo pol¨ªtico al gasoducto MidCat a trav¨¦s de los Pirineos, finalmente desechado a causa de la oposici¨®n francesa, iba en esa direcci¨®n. No habr¨¢ MidCat, pero s¨ª BarMar, un tubo submarino ideado para transportar hidr¨®geno verde y conectar los puertos de Barcelona y Marsella. ¡°La energ¨ªa renovable tendr¨¢ que proceder de pa¨ªses con amplia disponibilidad de sol y viento, como en el norte de ?frica u Ocean¨ªa, en forma de hidr¨®geno verde y sus derivados. Si no nos aseguramos estas importaciones, veremos acelerarse la ya amenazante desindustrializaci¨®n en algunos sectores¡±, pronostica Schmidt.
Previsiones
El suministro de energ¨ªa barata ha sido determinante para el ¨¦xito de algunas industrias, como la qu¨ªmica o la de los fertilizantes, coinciden los expertos, pero no tanto para el sector manufacturero en general. ¡°No creo que el gas ruso barato haya sido el factor decisivo del ¨¦xito econ¨®mico alem¨¢n¡±, apunta el economista Guntram Wolff, exdirector del centro de pensamiento bruselense Bruegel y ahora al frente del Consejo Alem¨¢n de Relaciones Exteriores (DGAP). Los datos lo demuestran, asegura: ¡°Se ha conseguido reducir el consumo entre un 10% y un 20% sin provocar el colapso de la econom¨ªa alemana¡±. Cuando empez¨® la invasi¨®n muchos pron¨®sticos hablaban de una contracci¨®n del 10% del PIB: ¡°Y ahora hemos visto que algunas de las empresas que alertaban de un desastre incluso han tenido beneficios¡±. La previsi¨®n m¨¢s reciente del Gobierno alem¨¢n, del mes de octubre, estima una ca¨ªda del PIB en el conjunto del a?o 2023 del 0,4%.
Alemania ha conseguido sobrellevar el cierre del grifo del gas ruso mejor de lo que se preve¨ªa. Encara la temporada de fr¨ªo con los dep¨®sitos llenos al 99% y con suministro alternativo garantizado desde Noruega, Pa¨ªses Bajos y B¨¦lgica. Un octubre desacostumbradamente c¨¢lido ha permitido que las calefacciones ¡ªaproximadamente la mitad de los hogares alemanes se calientan con gas¡ª todav¨ªa no se hayan puesto en marcha. De depender en un 55% de las importaciones rusas en febrero, se pas¨® al 9% en septiembre. El gas ruso no fluye desde ese mes por la principal canalizaci¨®n, el gasoducto Nord Stream 1 ¡ªdestruido posteriormente por un misterioso sabotaje¡ª, pero Alemania ha seguido recibiendo peque?as cantidades de Rusia a trav¨¦s de otros conductos y ha llenado al m¨¢ximo unas reservas que le dan entre dos meses y medio y tres meses de margen.
Con la energ¨ªa como punto d¨¦bil, el Gobierno ha tenido que tomar decisiones chocantes para una coalici¨®n de la que forman parte Los Verdes. Se han vuelto a poner en funcionamiento antiguas centrales de carb¨®n para producir electricidad y ahorrar gas, y el plazo para cerrar las tres ¨²ltimas centrales nucleares del pa¨ªs se ha ampliado hasta abril de 2023. Dos nuevas terminales de gas natural licuado (GNL) en la costa del mar del Norte podr¨ªan empezar a operar antes de finales de a?o. Alemania hab¨ªa fiado su seguridad energ¨¦tica enteramente a los gasoductos rusos. No ten¨ªa ninguna regasificadora en su territorio y ni siquiera entraba en sus planes construir estas infraestructuras que permiten recibir gas por barco. Espa?a cuenta con seis.
¡°En retrospectiva, es f¨¢cil concluir que la fuerte dependencia del gas ruso fue un error estrat¨¦gico¡±, se?ala Schmidt, que hasta 2020 fue presidente del Consejo Alem¨¢n de Expertos Econ¨®micos. Al mismo tiempo, Alemania decidi¨® desmantelar sus centrales nucleares, acelerar la salida del carb¨®n y prohibir la extracci¨®n de sus reservas nacionales de gas mediante la controvertida t¨¦cnica del fracking. ¡°Alemania b¨¢sicamente se despoj¨® a s¨ª misma de alternativas viables¡±, a?ade. La dependencia de China, siendo tambi¨¦n preocupante, se sit¨²a en otro plano, en su opini¨®n. No participar en el gigantesco mercado chino ¡°tampoco parece muy sensato¡±. La clave es evitar las dependencias estrat¨¦gicas, coincide con ¨¦l Kritikos.
La industria est¨¢ de acuerdo en que ¡°no es deseable ni sensato desvincularse de China, aunque se est¨¦ convirtiendo en un competidor sist¨¦mico¡±, asegura Siegfried Russwurm, presidente de la Asociaci¨®n de la Industria Alemana (BDI, por sus siglas en alem¨¢n), uno de los poderes f¨¢cticos del sector. El mercado chino es, sencillamente, demasiado grande como para ignorarlo. Pero la industria sabe que la guerra en Ucrania ha cambiado para siempre las reglas del juego. ¡°Las empresas ya est¨¢n diversificando sus mercados de venta y aprovisionamiento y desarrollando nuevas alianzas¡±, responde a Negocios en un correo electr¨®nico. Llevar¨¢ tiempo, asegura, y requerir¨¢ ¡°la voluntad de la UE de invertir en los mercados a largo plazo y ayudar a construirlos¡±.
La dependencia que m¨¢s preocupa a la industria y al Gobierno alemanes es la de las materias primas. La transformaci¨®n del sector automovil¨ªstico hacia el coche el¨¦ctrico, la tarea pendiente de la digitalizaci¨®n y la transici¨®n clim¨¢tica (turbinas e¨®licas, paneles solares¡) dependen de los metales y las tierras raras que solo se encuentran en un pu?ado de regiones del planeta. Alemania importa la mayor¨ªa de ellas de China, donde se extraen y se procesan. Pero es un problema que comparte con la Uni¨®n Europea. De las 30 materias primas que Bruselas califica como ¡°cr¨ªticas¡±, la mayor¨ªa llega de China, que en el pasado ya ha aprovechado su cuasi monopolio en algunas de ellas para ejercer presi¨®n pol¨ªtica.
¡°Tenemos que reducir r¨¢pidamente las dependencias unilaterales¡±, concede Russwurm, cuya organizaci¨®n ha publicado recientemente un documento estrat¨¦gico que anima a ¡°redefinir¡± la relaci¨®n con China. La discusi¨®n sobre c¨®mo lidiar con el mayor socio comercial de Alemania llena p¨¢ginas de peri¨®dicos y papers de economistas estos d¨ªas. El viaje a Pek¨ªn de Scholz y la controvertida venta del 25,9% de una terminal del puerto de Hamburgo a la naviera china Cosco han puesto de actualidad el dilema: ?deben desvincularse las empresas de los reg¨ªmenes autocr¨¢ticos? ?En qu¨¦ grado?
Incluso el presidente alem¨¢n, Frank-Walter Steinmeier, que en calidad de jefe del Estado ejerce una funci¨®n protocolaria y de representaci¨®n, se ha pronunciado sobre la cuesti¨®n: ¡°Hay que reducir dentro de lo posible las dependencias unilaterales. Esto se aplica a China en particular¡±, dijo hace unos d¨ªas, en plena tormenta por el apoyo del canciller a la entrada de capital chino en Hamburgo.
La revista Der Spiegel desvela esta semana un episodio esclarecedor. El ministro de Econom¨ªa y Clima, Robert Habeck, reunido con directivos de las grandes empresas alemanas, les advirti¨® hace unas semanas contra la ¡°ingenuidad¡± en sus tratos con China. Seg¨²n la publicaci¨®n, a los empresarios no les sent¨® bien el consejo, lo que demostrar¨ªa que Gobierno y empresas no est¨¢n en la misma onda. La industria automotriz y la qu¨ªmica son las que m¨¢s dependen del pa¨ªs asi¨¢tico. Volkswagen tiene 30 f¨¢bricas y m¨¢s de 90.000 trabajadores en China y vende all¨ª uno de cada tres veh¨ªculos.
A pesar de las crecientes tensiones mundiales por las reivindicaciones de Pek¨ªn sobre Taiw¨¢n, Mercedes-Benz, Volkswagen y BMW, los tres grandes fabricantes de coches alemanes, han incrementado sus inversiones en investigaci¨®n y desarrollo en ese pa¨ªs, seg¨²n un trabajo reciente del Instituto Mercator de Estudios sobre China (Merics). M¨¢s del 55% de los veh¨ªculos el¨¦ctricos que se producen en el mundo se venden en China. Los terremotos geopol¨ªticos tampoco disuaden a BASF, que va a invertir 10.000 millones de euros en una planta qu¨ªmica de ¨²ltima generaci¨®n en el sur del pa¨ªs dise?ada para funcionar enteramente con energ¨ªa renovable.
Lazos comerciales
La invasi¨®n rusa de Ucrania ha demostrado que el c¨¦lebre Wandel durch Handel ¡ªcambio a trav¨¦s del comercio¡ª que con tanta fe defendi¨® Alemania durante d¨¦cadas es historia. Los pol¨ªticos alemanes, incluida Angela Merkel, ¡°asumieron que los fuertes lazos comerciales podr¨ªan evitar que un conflicto se intensificara¡±, recuerda Daniela Schwarzer, directora de la Open Society Foundations. Ahora todo son lamentos respecto a Rusia porque se ha demostrado que basaron sus decisiones ¡°en ilusiones en lugar de pensar en el peor escenario y preparar para ello a Alemania y a Europa¡±. Como econom¨ªa impulsada por las exportaciones, Alemania se ha beneficiado m¨¢s que otros pa¨ªses de la globalizaci¨®n en las ¨²ltimas d¨¦cadas. Ahora tambi¨¦n podr¨ªa resultar m¨¢s perjudicada que otros si la desglobalizaci¨®n avanza.
Pese a los pron¨®sticos que indican que la inflaci¨®n y la crisis energ¨¦tica provocar¨¢n que Alemania entre en recesi¨®n el a?o que viene, otros indicadores han permitido al Gobierno dar buenas noticias estos ¨²ltimos d¨ªas. El ministro de Finanzas, el liberal Christian Lindner, actualiz¨® los datos de recaudaci¨®n fiscal, que aumentar¨¢ en 126.400 millones de euros entre 2022 y 2026. Las familias no han restringido su consumo tanto como se preve¨ªa, a lo que se suma que el encarecimiento de los bienes por la inflaci¨®n engorda los impuestos que se pagan por ellos. En los primeros nueve meses del a?o el Estado ingres¨® un 10% m¨¢s de IVA. Pese a ello, Lindner no ve margen para aumentar el gasto p¨²blico y pretende mantener la disciplina presupuestaria. En 2023 quiere volver a cumplir con la regla del freno de deuda, suspendida desde la pandemia.
El buen estado del mercado laboral alem¨¢n, con un desempleo en septiembre del 5,4%, tambi¨¦n ha ayudado a la recaudaci¨®n. Los sindicatos est¨¢n pidiendo aumentos salariales que compensen la p¨¦rdida de poder adquisitivo a la que se enfrentan muchos empleados debido a las altas tasas de inflaci¨®n. ¡°Se necesitan urgentemente para evitar dificultades sociales¡±, asegura Yasmin Fahimi, presidenta de la Federaci¨®n Alemana de Sindicatos (DGB, en sus siglas en alem¨¢n). Las negociaciones de convenios colectivos tan importantes como el del sector p¨²blico amenazan con calentar el oto?o con protestas. El sindicato Ver.di pide un alza salarial del 10,5% y amenaza con llamar a la huelga si el Gobierno federal no responde.
¡°Muchas empresas alemanas pueden pagar salarios m¨¢s altos. Algunas obtienen grandes beneficios y est¨¢n pagando dividendos r¨¦cord¡±, asegura en un correo electr¨®nico la l¨ªder de los sindicatos alemanes, que justifica tambi¨¦n desde un punto de vista macroecon¨®mico la subida. ¡°Los aumentos salariales son muy importantes para estabilizar la demanda¡±, recuerda, en un momento en que las previsiones muestran un claro descenso del consumo el a?o que viene. ¡°El aumento de los salarios ayudar¨¢ a evitar una recesi¨®n m¨¢s profunda¡±, argumenta. Lindner ya ha advertido de que las subidas quedar¨¢n por debajo de la inflaci¨®n. El economista Kritikos calcula que ser¨¢n, como m¨ªnimo, de un 5%.
La inflaci¨®n se ha convertido en el mayor dolor de cabeza del Gobierno de coalici¨®n. ¡°Es el mayor peligro para nuestros cimientos econ¨®micos y puede hacer que esos cimientos se erosionen¡±, asegur¨® Lindner en la ¨²ltima reuni¨®n del Foro Monetario Internacional y el Banco Mundial en Washington. Alemania est¨¢ a favor de seguir subiendo los tipos de inter¨¦s en la zona euro para luchar contra el fuerte aumento de los precios porque sabe que puede contrarrestar sus efectos negativos gracias a su poder¨ªo fiscal. El presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, asegur¨® en una entrevista con EL PA?S y el Frankfurter Allgemeine que ¡°la inflaci¨®n es persistente¡± y para superarla la pol¨ªtica monetaria ¡°debe ser a¨²n m¨¢s persistente¡±. ¡°Estoy convencido de que este no es el final de las alzas de tasas¡±, predijo.
El resto de Europa mira a Berl¨ªn
<p>El resto de las capitales europeas miran de reojo a la situación de Alemania, la mayor economía de la zona euro. Lo que ocurra en la economía del motor industrial del continente impacta de lleno en sus propios balances. Lo decía hace unos días la vicepresidenta primera del Gobierno español, Nadia Calviño: la recesión en Alemania “no es una buena noticia para España”. La ministra de Economía recordó el dicho “cuando Alemania estornuda, Europa se constipa”: la posible entrada de la locomotora europea en números rojos despierta los temores a que arrastre con ella al resto de la eurozona, especialmente a los países con una economía más imbricada con la alemana.
<p>"Todos los demás países europeos se enfrentan a los mismos vientos en contra que Alemania: precios más altos de la energía, alta inflación e interrupción de la cadena de suministro global. La diferencia es que están menos expuestos que Alemania", sintetiza Carsten Brzeski, economista jefe de ING. El experto apunta a otro factor, el de Alemania como el gran motor económico de Europa. "Alemania en recesión significa menos comercio, menos turismo y menos crecimiento en los otros países. En la década de los 2000, el resto de Europa podía desacoplarse de la desaceleración alemana, ya que entonces el crecimiento estaba impulsado por las bajas tasas de interés y la puesta al día tras la entrada en el euro. Estos factores compensatorios no ayudarán esta vez", pronostica.
<p>Aunque el PIB alemán ha sorteado los datos negativos en el tercer trimestre, con un sorpresivo crecimiento del 0,3%, Alemania sigue siendo uno de los focos de la crisis energética en Europa que se prolongará todo el año que viene. “Tras el ligero aumento registrado en el segundo trimestre de 2022 (0,1%), la economía alemana logró mantenerse a pesar de las difíciles condiciones marco de la economía mundial, con la persistente pandemia de covid, las interrupciones de la cadena de suministro, el aumento de los precios y la guerra de Ucrania”, destaca esta semana la oficina federal de estadística, Destatis.</p>
<p>La economía germana ha permanecido a flote gracias al consumo privado, asegura este organismo. El gasto de los hogares, con un remanente de ahorro que creció durante los años más duros de la pandemia, no ha disminuido pese al encarecimiento de la cesta de la compra y de la factura eléctrica, pero la confianza del consumidor alemán está cayendo a mínimos históricos.</p>
<p>“Alemania sigue siendo la mayor economía de Europa. Si consigue superar la crisis con éxito, será una buena noticia para toda Europa”, asegura Christoph M. Schmidt, presidente del Instituto Leibniz de Investigación Económica (RWI). Alemania es el principal mercado para las otras tres grandes economías del euro, Francia, Italia y España, y tiene dependencias muy llamativas con algunos de sus vecinos, como la República Checa. Si el consumo alemán se debilita, las exportaciones de todos sus socios se verán afectadas.
</p>Las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), publicadas en octubre, hablan de que la economía alemana caerá un 0,3% el próximo año. El organismo multilateral cree que la eurozona en su conjunto salvará por los pelos la recesión en 2023 con un crecimiento de solo el 0,5%.</p>