Un pacto de Estado para el campo y la alimentaci¨®n
Todos deber¨ªamos trabajar con una visi¨®n: promover una cadena interconectada de la granja a la mesa
Cesta de la compra por las nubes, tope a los alimentos, intermediarios que especulan, escasez de leche, marco regulatorio y fiscal asfixiante¡ El sector agroalimentario suele aparecer en el centro de pol¨¦micas que empobrecen su verdadero potencial. Tenemos un tri¨¢ngulo virtuoso que conforman el sector alimentario, la gastronom¨ªa y el turismo. En su base, la agroalimentaci¨®n supone el 9,2% del PIB con 140.000 millones de euros de cifra de negocios. ?Qu¨¦ sector agroalimentario queremos en Espa?a? Un pacto de Estado de alimentaci¨®n ser¨ªa un objetivo inicial b¨¢sico.
Podr¨ªamos partir, por ejemplo, de una unificaci¨®n ministerial que coordinara todas las acciones y estrategias alimentarias. En la actualidad, hasta cuatro ministerios ostentan competencias en materia de alimentaci¨®n, seguridad alimentaria, nutrici¨®n, sostenibilidad, comercio exterior alimentario o industria agroalimentaria, dificultando una gesti¨®n transversal. No se trata de recentralizar o simplificar est¨¦rilmente lo de por s¨ª complejo, sino de crear una estructura ¨¢gil dotada de mecanismos eficaces de cooperaci¨®n interministerial y p¨²blico-privada que saquen superior partido a los criterios especializados. La gesti¨®n actual separada en Espa?a de grandes pol¨ªticas comunitarias como el Pacto Verde Europeo o la Pol¨ªtica Agraria Comunitaria requiere igualmente una mayor integraci¨®n.
Y no puedo evitar mencionar el nuevo impuesto al pl¨¢stico cuya entrada en vigor en Espa?a est¨¢ fijada para enero de 2023. Estamos activamente comprometidos con la econom¨ªa circular, pero este gravamen en un momento de crisis puede tener un impacto muy negativo en la econom¨ªa, por lo que ser¨ªa adecuado su aplazamiento.
El pacto de Estado deber¨ªa promover una cadena interconectada de la granja a la mesa. Todos deber¨ªamos trabajar con esta visi¨®n y los ciudadanos valorar en su justa medida que los alimentos que compran proceden de un trabajo coordinado, una cadena en la que todos han de recibir su justa retribuci¨®n y evitar posiciones dominantes. Otro de los puntos es la necesaria amplificaci¨®n de una colaboraci¨®n p¨²blico-privada que realmente maximice las oportunidades. Por ejemplo, con foros agroalimentarios en los que participen los principales actores: empresas, organizaciones no gubernamentales, consumidores, organizaciones agrarias¡ Todo ello con la Administraci¨®n dirigiendo la batuta. M¨¢s complicado a¨²n es el reto de revitalizar nuestro entorno rural en el que tambi¨¦n la agroalimentaci¨®n juega un papel decisivo. Debemos seguir atrayendo poblaci¨®n en el campo, pero para retener a los j¨®venes necesitamos unos medios que hoy en d¨ªa no son suficientes.
Todo ello solo podremos conseguirlo unidos, solo las pol¨ªticas largoplacistas dan una prioridad constructiva y ¨¦tica a la alimentaci¨®n. Es hora de decidir qu¨¦ sector agroalimentario queremos, pues a miles de familias les va el futuro en ello. Es hora de tener un pacto de Estado.
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