¡®Funkos¡¯: los juguetes con los que no se juega y valen m¨¢s de 500 millones de euros

Los antiguos griegos llamaron al conjunto de proporciones ideales canon. Una estatua del escultor cl¨¢sico Lisipo (390 a. C.) tiene una altura proporcional a siete veces el tama?o de su cabeza y esa delicada proporci¨®n represent¨® durante siglos el ideal de belleza. Un funko mide unos 10 cent¨ªmetros, tiene una cabeza varias veces m¨¢s grande que su cuerpo y un ¨¦xito comercial que podr¨ªa ser la envidia hasta del mism¨ªsimo escultor de la corte de Alejandro Magno: en su ¨²ltimo ejercicio completo (2021), Funko Inc., que cotiza en el mercado Nasdaq, tuvo unas ventas de 1.029 millones de d¨®lares (944 millones de euros), un 57% m¨¢s que en 2000, y gan¨® 67,88 millones.

Los funkos son juguetes con los que no se juega. Seg¨²n los datos de la compa?¨ªa, sus principales compradores tienen una media de edad de 35 a?os. Son objetos de colecci¨®n, pero tambi¨¦n cuentan con un alto n¨²mero de compradores ocasionales: del total de sus clientes, un 36% son coleccionistas, un 33% se declaran aficionados ocasionales y un 31% son compradores activos, es decir, los adquieren para regalar y poseen m¨¢s de uno.

La compa?¨ªa estadounidense, que vale en Bolsa 559 millones de d¨®lares (512 millones de euros), cuenta con m¨¢s de 1.000 licencias activas que le dan permiso para reproducir y comercializar personajes de Harry Potter, Disney, WWE, Fortnite, DC o Marvel, entre otros. Fueron precisamente estas dos ¨²ltimas las que le permitieron reproducir las figuras de superh¨¦roes con las que despeg¨® la compa?¨ªa hace una d¨¦cada, durante la Convenci¨®n Internacional de C¨®mics de San Diego (EE UU).

Aunque la de la compa?¨ªa es una historia de ¨¦xito, en los ¨²ltimos tiempos no ha podido esquivar la coyuntura econ¨®mica adversa. En su ¨²ltima presentaci¨®n de resultados, correspondiente al tercer trimestre de 2022, los ingresos entre julio y septiembre batieron r¨¦cord (374 millones, un 36,6% m¨¢s), pero el mercado esperaba cifras a¨²n mayores. Por otro lado, los altos costes pasaron factura al beneficio neto. Como consecuencia de esta desaceleraci¨®n, los gestores de la empresa se vieron obligados a rebajar en noviembre las previsiones de resultados para el ejercicio en su conjunto. La horquilla de facturaci¨®n pas¨® de 1.329 y 1.380 millones en ingresos a una ligeramente m¨¢s cauta, que oscila entre los 1.319 y 1.360 millones. Este profit warning afect¨® a la cotizaci¨®n de la empresa. Cuando se supo la alerta de menores resultados, la acci¨®n pas¨® de cambiarse a 19,50 d¨®lares a hacerlo a 7,92. Tras tocar suelo, los t¨ªtulos fueron remontando lentamente (ahora valen 11,83 d¨®lares), pero en los ¨²ltimos 12 meses acumulan una p¨¦rdida del 31% de su valor burs¨¢til.

Negocios se ha puesto en contacto con la compa?¨ªa para valorar este rev¨¦s, pero ning¨²n portavoz quiso hacer comentarios. Cuando se publicaron los resultados del tercer trimestre, desde Funko atribuyeron la desaceleraci¨®n de sus cuentas a un aumento en las inversiones ¡°materiales¡± y a una subida en los gastos, que hab¨ªan afectado a su rentabilidad. Adem¨¢s de los emblem¨¢ticos mu?ecos cabezones, Funko tambi¨¦n ha apostado por una l¨ªnea de ropa y accesorios y por una apertura al mundo de los NFT o tokens no fungibles, vinculando sus productos f¨ªsicos con el entorno digital.

Una inversi¨®n

Los coleccionistas m¨¢s entregados tambi¨¦n ven este producto como una inversi¨®n. Juan L¨®pez atesora en su casa de Madrid, perfectamente ordenadas, 1.500 figuras de distinta tem¨¢tica que tienen un valor estimado de 35.000 euros. Todo comenz¨® con un regalo ¡°all¨¢ por 2015¡å, comenta. L¨®pez relata que llegaron a sus manos dos funkos de Lobezno y desde entonces se dedica a completar su colecci¨®n adquiriendo los productos ¡°sobre todo por internet¡±. El m¨¢s caro de su colecci¨®n es un personaje de manga de la serie Death Note llamado Night, que le cost¨® 210 euros.

El precio habitual de estos peque?os va desde los 12 euros en adelante. Un objeto de coleccionistas que, en principio, es asequible. Aunque se complica si se trata de una edici¨®n limitada o una pieza rara. Lo cuenta Alberto Gracia, que regenta Atl¨¢ntica 3.0, una de las primeras tiendas de Espa?a especializada en estos mu?ecos. El mercado de segunda mano y reventa tiene mucho peso y al final ¡°la disponibilidad es lo que marca el precio¡±, afirma. Portales de venta online como Wallapop son un espacio habitual de compraventa, aunque los principales problemas que se puede encontrar el comprador en estas plataformas son la especulaci¨®n en los precios y las falsificaciones.

Tasar las colecciones es dif¨ªcil porque los precios var¨ªan mucho. Para estimar su valor, hay p¨¢ginas en internet y una aplicaci¨®n m¨®vil de la propia compa?¨ªa. ¡°Los coleccionistas utilizamos esas plataformas que dan estimaciones, pero el precio no es real porque el que manda es el mercado de segunda mano. Puedes tener un funko tasado por 50 euros en esas plataformas y no encontrarlo a la venta por menos de 200 en segunda mano¡±, apunta L¨®pez.

Cuando, aun as¨ª, el precio es un problema, hay otra alternativa. En un rinc¨®n de Atl¨¢ntica 3.0 hay un cartel que indica ¡°Funkos enfermitos¡±. Son productos con defectos en la caja que tienen un descuento especial. No son aptos para los coleccionistas m¨¢s exigentes, pero s¨ª para el amplio porcentaje de compradores ocasionales que pueden adquirirlos a un precio muy rebajado.

?xito comercial

El ¨¦xito comercial de estas figuras va m¨¢s all¨¢ del coleccionismo. ¡°Cuando un conocido no sabe qu¨¦ narices regalarte, siempre hay un funko que encaja con alguno de tus gustos¡±, comenta el profesor de dise?o de la Universidad Complutense ?ngel Serrano.

El fil¨®sofo griego Plat¨®n sosten¨ªa en el Filebo que ¡°la conservaci¨®n de la medida y la proporci¨®n es siempre bella¡±. Un funko es un peque?o mu?eco de vinilo que no cumple ninguno de estos requisitos: no es realista ni proporcionado. Hay algo que se les escapaba a los cl¨¢sicos y que, seg¨²n el profesor Serrano, explica el ¨¦xito de ventas de esta empresa: son cuquis.

Para explicarlo, Serrano alude al libro El poder de lo cuqui, del profesor de Filosof¨ªa del King¡¯s College de Londres Simon May. En esta obra, May explica que el fen¨®meno cuqui va m¨¢s all¨¢ de una est¨¦tica infantil: es un refugio, un descanso que nos muestra una realidad m¨¢s simplificada y c¨®moda. ¡°Los funkos son redondeados, de rasgos sencillos, peque?os y recuerdan a los dibujos de nuestra infancia¡±. Su otro gran acierto comercial es haber unificado bajo una misma est¨¦tica tem¨¢ticas muy dispares y de gran consumo: ¡°Puedes tener funkos de pel¨ªculas, de personajes de manga, de cantantes¡­ Son objetos que en principio son de concepto no coleccionable, pero que al estar unificados bajo la misma est¨¦tica se vuelven una colecci¨®n¡±, apunta Serrano.

No contaban los griegos con que en el camino de la bella proporci¨®n se cruzase lo cuqui. El lema de Funko, compa?¨ªa fundada en 1998 en Everett (Washington, EE UU) reza: ¡°Todo el mundo es fan de algo¡±. Sus m¨¢s de 1.000 licencias para reproducir personajes de distintos ¨¢mbitos hacen que casi cualquiera pueda encontrar un producto que encaje con sus aficiones. Incluso para los que no est¨¢n dispuestos a esperar a hacerse famosos y que Funko les solicite una licencia, es posible personalizar una de estas figuras y hacerse a uno mismo parte de la colecci¨®n.