Vivir del miedo de los dem¨¢s o c¨®mo la vigilancia entra en la era de la tecnolog¨ªa
Securitas se consolida en Espa?a como una de las primeras empresas de seguridad e incorpora cada vez m¨¢s servicios digitales a su cartera
El negocio vinculado a los servicios privados de seguridad no para de crecer. En Espa?a hay 1.571 empresas vinculadas a este sector y en conjunto facturan 5.100 millones de euros. Uno de los actores m¨¢s potentes es la multinacional sueca Securitas, un gigante de la seguridad mundial, con casi 10.000 millones en ventas globalmente. Aterriz¨® en Espa?a en 1992 y lo hizo comprando una empresa de vigilancia, con la idea de abrir nuevos mercados en lengua espa?ola. Y ah¨ª sigue tres d¨¦cadas despu¨¦s, como una de las cuatro primeras empresas del pa¨ªs, junto a Eulen, Ilunion y Prosegur, creciendo desde 2019 a dos d¨ªgitos, como explica por videoconferencia Zacar¨ªas Erimias, consejero delegado de Securitas Seguridad Espa?a.
¡°Somos una multinacional presente en 50 pa¨ªses y Espa?a es el puente con Latinoam¨¦rica¡±, dice. Por eso, org¨¢nicamente, la compa?¨ªa engloba a Espa?a con Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Per¨², Portugal y Uruguay. Con ocho l¨ªneas de negocio y m¨¢s de 19.000 empleados en el pa¨ªs, la facturaci¨®n de 2022, que no adelanta por ser una empresa cotizada, estar¨¢ por encima de los 634 millones de un a?o antes.
Cuando Erimias, asturiano de nacimiento, se hizo cargo del proyecto, en 2014, el 90% de Securitas se basaba en la vigilancia convencional. ¡°A partir de ese momento empezamos a desarrollar nuestras capacidades tecnol¨®gicas, tambi¨¦n con adquisiciones¡±. En 2020, un mes antes de que llegaran los confinamientos, firmaban en el notario la compra de Techco Security, la tercera mayor empresa espa?ola en sistemas de seguridad electr¨®nica para la empresa. Ese movimiento estrat¨¦gico les hizo avanzar en otras divisiones de componente tecnol¨®gico. ¡°Hemos intentado modernizar la l¨ªnea tradicional y reducirla, porque necesitamos que nuestra propuesta de valor sea un poco distinta. Lo que antes supon¨ªa la mayor¨ªa del negocio, ahora es un 51%¡±. Sus clientes son, b¨¢sicamente, industrias, bancos y pymes. No son, pese a que compartan nombre, vendedores de alarmas para el hogar. El grupo sueco vendi¨® esa rama a principios de la d¨¦cada pasada a los fondos Bain Capital y Hellman & Friedman, pero bajo la condici¨®n de seguir compartiendo la marca (los otros, con el apellido de Direct). ?Hay interferencias o confusiones indeseadas? ¡°Somos empresas diferentes, con diferentes accionistas desde hace 16 a?os. Tenemos una buena relaci¨®n con ellos, hay un tipo de servicio en el que colaboramos, y es en la reacci¨®n a las alarmas. Cuando una alarma se produce y se comprueba que hay una incidencia, quien acude a verificar esa alarma es un vigilante de seguridad nuestro acompa?ado por la Polic¨ªa. Pero no estamos en su nicho de negocio porque no hacemos esas instalaciones¡±, contesta el ejecutivo.
La mayor¨ªa de su plantilla se encuadra en la vigilancia, un colectivo que cobra en funci¨®n del convenio sectorial. Recientemente, se ha renovado con una propuesta de incremento salarial de un 16% (6% en 2023, 4% en 2024, 3% en 2025 y 3% en 2026), pero parece que no es una profesi¨®n de moda a juzgar por los lamentos del directivo. ¡°Hay d¨¦ficit profesional de vigilantes, trabajamos en ello para ser capaces de ser atractivos para la gente joven. Tenemos que conseguirlo a trav¨¦s de la formaci¨®n reglada¡±. Y cada vez demandan m¨¢s otro tipo de perfiles, como matem¨¢ticos, ingenieros o analistas de datos. Su centro de innovaci¨®n en Madrid cuenta con 30 personas. ¡°Nuestras mayores inversiones est¨¢n concentradas ah¨ª. En Suecia tenemos un n¨²cleo que absorbe las innovaciones de cada pa¨ªs para despu¨¦s ponerlas en com¨²n¡±, cuenta.
Un gran centro de servicios remoto en el Ensanche de Vallecas (Madrid), donde trabajan 360 profesionales, monitoriza toda la actividad de la compa?¨ªa y en especial su servicio Mobile, dedicado a hacer rondas de comprobaci¨®n en naves, comercio o instalaciones de sus clientes, sobre todo durante las noches y fines de semana.
Su ambici¨®n es crecer cada a?o dos d¨ªgitos en facturaci¨®n, pero ?c¨®mo hacerlo en un pa¨ªs con una criminalidad tan baja como la espa?ola? ¡°Nuestra actividad est¨¢ m¨¢s relacionada con la actividad de los clientes y no con la delincuencia que se produce en la v¨ªa p¨²blica. Suceden cosas inesperadas y cada vez con m¨¢s frecuencia. Todo lo hacemos bas¨¢ndonos en un an¨¢lisis de riesgos, huimos de servicios est¨¢ndar. Es muy dif¨ªcil que cada negocio soporte los mismos riesgos, incluso industrias que est¨¢n en el mismo pol¨ªgono pueden tener riesgos distintos. Es muy importante conocer a los clientes para diagnosticar el servicio que les podemos ofrecer y actualizar ese cat¨¢logo de riesgos¡±. La vigilancia de explosivos o el servicio de escoltas, por ejemplo, est¨¢ en franco retroceso porque el mapa del terrorismo ha cambiado. Se eleva ahora el riesgo cibern¨¦tico ¡ªtienen un acuerdo estrat¨¦gico con S21Sec¡ª y se abren espacios virtuales: ¡°Este a?o, una de nuestras mayores inversiones ser¨¢ en la puesta en marcha de un showroom en el metaverso¡±. En prevenci¨®n de incendios, adem¨¢s del dise?o de los planes, la ingenier¨ªa y las labores de extinci¨®n, cuentan con dispositivos que se instalan en campo abierto y que son capaces de detectar fuego incipiente, ¡°los llamamos narices¡±.
Mercado atomizado
La modernizaci¨®n, sin embargo, no parece haber llegado a todo su sector. ¡°Est¨¢ muy atomizado, con un exceso de oferta, en muchos casos poco profesional. En los ¨²ltimos 10 a?os, seis de las principales empresas del sector han quebrado, eso no sucede en ninguna actividad¡±, lamenta Erimias. ?A qu¨¦ responde? ¡°Seguramente, a una actividad comercial muy agresiva, econ¨®micamente poco viable, o a unas miras cortoplacistas. En esta evoluci¨®n, nosotros hemos tenido que renunciar o disminuir nuestro negocio con la Administraci¨®n p¨²blica¡±. La tiran¨ªa del dinero. ¡°Por razones que todos conocemos, le da mucha importancia al precio, y las compa?¨ªas que cumplimos estrictamente con legislaci¨®n, costes laborales, impuestos¡, cuando analizamos el concurso p¨²blico, nos resulta muy dif¨ªcil encontrar el equilibrio entre el recurso, la calidad del servicio y el m¨ªnimo beneficio industrial que cualquier sociedad an¨®nima persigue¡±.
Pese a que un tercio de la seguridad privada en Espa?a la paga la Administraci¨®n, han decidido solo acudir a las ofertas que vean viables. ¡°La calidad exige una dotaci¨®n de recursos, formaci¨®n, reciclaje¡¡±. Han aumentado sus precios y no temen una mala reacci¨®n del mercado. ¡°Si somos capaces de hacer bien las cosas, puede ser que nuestra propuesta encaje bien en entornos inflacionistas¡±. Por ahora, el 90% de sus clientes son fieles; ¡°la rotaci¨®n del otro 10% la considero natural y hasta sana¡±. No lo es tanto la residual presencia de mujeres. ¡°Es una asignatura pendiente. En el sector en general est¨¢ alineada a la que hay en las fuerzas de seguridad, entre un 13% y un 15%. Est¨¢n subrepresentadas¡±.
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