El pr¨®ximo Gobierno deber¨¢ apretarse el cintur¨®n
Sea del color que sea el nuevo Ejecutivo, sus Presupuestos estar¨¢n condicionados por el regreso de la Uni¨®n Europea a la disciplina fiscal
En junio de 2018, el Gobierno de Pedro S¨¢nchez tomaba posesi¨®n tras una moci¨®n de censura que desaloj¨® del poder a Mariano Rajoy. Nuevo ejecutivo, nuevas caras. Y tambi¨¦n nuevos objetivos que, apenas unas semanas despu¨¦s, la flamante ministra de Econom¨ªa, Nadia Calvi?o, expon¨ªa ante sus entonces 27 colegas de la Uni¨®n Europea (UE) en Luxemburgo. Bregada en las batallas comunitarias, Calvi?o era recibida entre aplausos por sus hom¨®logos al reafirmarse en su compromiso de sanear unas cuentas que todav¨ªa entonces ten¨ªan las cicatrices de la crisis financiera. Pero a la vez, una de sus primeras decisiones consist¨ªa en darse un margen de 6.000 millones al modificar el objetivo de d¨¦ficit para ese a?o y elevarlo en cinco d¨¦cimas respecto a lo acordado con la Comisi¨®n Europea.
Bruselas nunca dijo ni s¨ª ni no. ¡°Lo que importa es que Espa?a recupera credibilidad¡±, afirm¨® el entonces comisario de Econom¨ªa, Pierre Moscovici. Al Ejecutivo comunitario le bastaba con que el nuevo Gobierno redujera su d¨¦ficit por debajo del 3% y saliera por fin del brazo correctivo comunitario. Espa?a era el ¨²ltimo pa¨ªs que quedaba en ese instrumento que durante la d¨¦cada pasada fue sin¨®nimo de tijeretazos sociales y subidas de impuestos.
El territorio en el que pod¨ªan moverse las finanzas espa?olas, pues, estaba claro. Espa?a se pod¨ªa desplazar por la banda izquierda o la derecha, incluso lograr m¨¢s tiempo de descuento. Pero todo deb¨ªa producirse dentro de ese terreno de juego. Y en una tesitura parecida se encontrar¨¢ el Gobierno que salga de las elecciones del 23-J, con independencia de su color. Los pr¨®ximos Presupuestos estar¨¢n ya condicionados por el regreso de la Uni¨®n Europea a la disciplina fiscal. Despu¨¦s de tres a?os en los que estas reglas permanecieron suspendidas de facto, Bruselas vuelve a reclamar a sus socios para que regresen al equilibrio de las cuentas despu¨¦s de haber tenido que endeudarse a gran escala para salvar empresas y puestos de trabajo durante las sucesivas crisis que atraviesa el mundo desde marzo de 2020.
Espa?a, de hecho, hab¨ªa abandonado el procedimiento de d¨¦ficit excesivo poco antes del estallido de la pandemia. Sin embargo, el hundimiento de la econom¨ªa y el aumento del gasto p¨²blico para afrontar las emergencias econ¨®mica y sanitaria elevaron el desfase presupuestario por encima del 10% en 2020, mientras que la deuda p¨²blica escalaba m¨¢s all¨¢ del 120%. Espa?a cerr¨® 2022 con una rebaja notable: el d¨¦ficit se redujo hasta el 4,8% y la deuda en el 113,2%. Aun as¨ª, ambos par¨¢metros est¨¢n fuera de las exigencias del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que fija un tope del 3% para el agujero presupuestario y del 60% para la deuda p¨²blica. Por ello, Bruselas ya ha avisado a Espa?a tras examinar el Plan de Estabilidad: ¡°La Comisi¨®n indic¨® que propondr¨ªa al Consejo la apertura, en la primavera de 2024, de procedimientos de d¨¦ficit excesivos basados en el d¨¦ficit, sobre la base de los datos de ejecuci¨®n de 2023. Espa?a debe tener en cuenta esta informaci¨®n en la ejecuci¨®n de su presupuesto de 2023 y en la preparaci¨®n del proyecto de plan presupuestario para 2024¡å.
Objetivo optimista
El Gobierno se ha comprometido con Bruselas a reducir el d¨¦ficit al 3% en 2024, pero las principales firmas de an¨¢lisis y organismos consideran que a la previsi¨®n le sobra optimismo. La presi¨®n fiscal ha marcado m¨¢ximos desde la pandemia ¡ªescal¨® hasta el 43% del PIB en 2022 desde el 39,2% de 2019, recortando a la mitad la brecha con la zona euro¡ª, impulsada por una recaudaci¨®n r¨¦cord de impuestos. Aupada por la inflaci¨®n y pese a las rebajas aprobadas para mitigar el golpe de la inflaci¨®n, marc¨® un m¨¢ximo el a?o pasado. Este ejercicio se espera un nuevo r¨¦cord, aunque ya se vislumbran se?ales de ralentizaci¨®n. El gasto p¨²blico, que protagoniz¨® un gran repunte con la covid, hasta superar el 50% del PIB, tambi¨¦n est¨¢ disparado. El Ejecutivo estima que su peso se ir¨¢ reduciendo, en parte de forma autom¨¢tica, por la retirada de las ayudas antiinflaci¨®n. Pero hay partidas que crecer¨¢n de forma inevitable, desde las pensiones a la sanidad.
En sus recomendaciones, la Comisi¨®n Europea marca un l¨ªmite del 2,6% para el crecimiento del gasto primario en vistas a mejorar el saldo estructural de 9.000 millones de euros. Y, ya concretando, pide al Gobierno que empiece la retirada de las medidas para combatir la inflaci¨®n, que cifra en 0,6 puntos porcentuales del PIB. A la vez, Espa?a se ha comprometido a un paquete de reformas e inversiones que tiene en marcha para recibir los 140.000 millones en pr¨¦stamos y subvenciones del fondo europeo de recuperaci¨®n Next Generation EU. Entre estas hay actuaciones futuras, como la reforma fiscal, pero tambi¨¦n otras ya ejecutadas como la de las pensiones o los cambios en la legislaci¨®n del mercado de trabajo.
Una de las piedras en el zapato de las cuentas espa?olas es el d¨¦ficit estructural, que ronda el 4% del PIB ¨Cunos 50.000 millones de euros¨C y que nunca se ha conseguido eliminar. ¡°Ning¨²n pa¨ªs del entorno tiene cifras parecidas. Puede deberse a que la presi¨®n fiscal ha tocado techo, mientras las presiones de gasto se mantienen vigentes, o a nuestra estructura descentralizada, que centrifuga el gasto¡±, reflexiona Diego Mart¨ªnez L¨®pez, profesor de Econom¨ªa en la Universidad Pablo Olavide e investigador del centro de estudios Fedea. El diagn¨®stico es complicado, as¨ª como su soluci¨®n, m¨¢xime a la v¨ªspera de una cita electoral en la cual lo m¨¢s probable es que nadie saque mayor¨ªa absoluta. ¡°Los gobiernos de coalici¨®n o d¨¦biles, como ya estamos viendo en la Administraci¨®n regional, suelen generar burbujas de gasto. El problema no es tanto el presente, sino soportar las presiones de incremento de gasto a futuro¡±, a?ade.
Las comunidades aut¨®nomas son las responsables de prestar la sanidad, la educaci¨®n y los servicios sociales, partidas que empujan el gasto constantemente al alza. Durante la pandemia, los Gobiernos regionales han contado con las transferencias extras que el Estado les ha brindado con fondos propios y de la UE, y que ahora van desapareciendo aunque parte de los desembolsos que financian se han cronificado.
Para la pr¨®xima legislatura tambi¨¦n queda pendiente la reforma del sistema de financiaci¨®n auton¨®mico. Los t¨¦cnicos coinciden en que el modelo actual, que hubiera tenido que renovarse en 2014, funciona bien en ¨¦pocas de expansi¨®n econ¨®mica, pero ha generado distorsiones entre territorios. Tambi¨¦n creen que el momento es propicio, porque todo cambio es mejor efectuarlo cuando la econom¨ªa crece. Menos acuerdo hay en la arena pol¨ªtica. El PP se ha hecho con grandes cuotas de poder en las ¨²ltimas elecciones auton¨®micas, lo que dificultar¨ªa la reforma en caso de una victoria de la izquierda en los comicios generales. ¡°Se necesita capacidad de acuerdo entre los grandes partidos a escala nacional y al mismo tiempo contentar a los diferentes Gobiernos auton¨®micos con la dificultad que supone Catalu?a, que sigue planteando reivindicaciones dif¨ªcilmente aceptables por las dem¨¢s¡±, analiza Santiago Lago, catedr¨¢tico de la Universidad de Vigo. ¡°Adem¨¢s, una cosa son los bloques y otra es la polarizaci¨®n. Esta ¨²ltima no ayuda nada¡±.
Ese es el marco en el que deber¨¢n moverse las promesas que los partidos pol¨ªticos han empezado a formular ya antes del arranque de la campa?a. Las formaciones que acuden a las elecciones todav¨ªa no han concretado sus programas electorales. El PP, no obstante, ya ha anunciado una bajada de impuestos para las rentas de menos de 40.000 euros en sus primeros cien d¨ªas de mandato. Tambi¨¦n asegur¨® que derogar¨¢ la reforma laboral que logr¨® sacar adelante el Gobierno con el apoyo de los agentes sociales, aunque esta semana ha rectificado. Los socialistas, hasta ahora m¨¢s centrados en los derechos laborales, les han recordado que sus promesas pueden darse de bruces con la realidad, puesto que algunas de las reformas son una exigencia de Bruselas para desbloquear recursos del fondo de recuperaci¨®n.
El vicepresidente econ¨®mico del PP, Juan Bravo, matiz¨® en distintas ocasiones que la rebaja de impuestos est¨¢ supeditada a c¨®mo se encuentren las cuentas cuando ¨Cy si¨C su partido llega a gobernar. No ser¨ªa la primera vez que las promesas en materia fiscal lanzadas durante la campa?a electoral no se mantienen. Pas¨® con el socialista Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, que asegur¨® que reducir¨ªa impuestos y tuvo que recular, y despu¨¦s con Mariano Rajoy, que adem¨¢s ejecut¨® el mayor recorte del gasto p¨²blico de la democracia.
La pol¨ªtica fiscal del pr¨®ximo gobierno se desplegar¨¢, adem¨¢s, en plena operaci¨®n de reducci¨®n de balance por parte del BCE. Con la pandemia, Fr¨¢ncfort prorrog¨® su pol¨ªtica de compra masiva de bonos y de tipos ultrabajos. La situaci¨®n ahora es muy diferente. La instituci¨®n que preside Christine Lagarde dio un golpe de tim¨®n en su pol¨ªtica monetaria para contener la inflaci¨®n: el precio del dinero ha pasado del 0% al 4% y el instituto monetario ha empezado ya a soltar lastre. El rendimiento de la deuda soberana, que lleg¨® a ser negativo, ha ido escalando. Y lo ha hecho m¨¢s en la ¨²ltima semana despu¨¦s de la l¨ªnea dura adoptada por Lagarde en la cumbre de banqueros centrales de Sintra (Portugal). Las primas de riesgo, sin embargo, se han mantenido estables, tambi¨¦n la de Espa?a. ¡°No tendr¨ªa por qu¨¦ dispararse. El crecimiento y la inflaci¨®n han contribuido a reducir el nivel de endeudamiento¡±, recuerda Antoni Garrido, de la Universidad de Barcelona.
Para este a?o, el Gobierno ha presupuestado 30.178 millones de euros para devolver los intereses de la deuda. Se trata del 7% de todas las cuentas p¨²blicas. El Ejecutivo ha minimizado el impacto de la abrupta subida de tipos con una pol¨ªtica de gesti¨®n de la deuda prudente, consistente en aprovechar la ¨¦poca de tipos bajos y endeudarse a m¨¢s largo plazo. Aun as¨ª, sin el respaldo del BCE, el Gobierno deber¨¢ no perder de vista los mercados. ¡°En el futuro habr¨¢ m¨¢s condicionantes que proceder¨¢n de la pol¨ªtica econ¨®mica. No solo derivados del coste de la deuda, puesto que el Gobierno tendr¨¢ que acudir a ellos para financiar el d¨¦ficit. Los mercados marcan tambi¨¦n el l¨ªmite de lo que consideran aceptable. Y si una determinada pol¨ªtica se considera que no es acertada, eso tiene una traducci¨®n inmediata, como vimos durante la crisis del Reino Unido¡±, apunta Raymond Torres, director de coyuntura en Funcas.
La exprimera ministra brit¨¢nica, Liz Truss, fue castigada por los mercados y finalmente dimiti¨® tras proponer una dr¨¢stica bajada de impuestos en paralelo a un ingente aumento del gasto. ¡°Una rebaja de impuestos en este momento no ser¨ªa la mejor medicina, porque el sector p¨²blico en momentos de crisis tiene que jugar un papel importante. No se trata de tener un sector p¨²blico grande, sino fuerte¡±, subraya Jes¨²s Ruiz-Huerta, catedr¨¢tico en la Universidad Rey Juan Carlos. Ruiz-Huerta lider¨® el comit¨¦ de expertos que el a?o pasado present¨® una propuesta de reforma fiscal integral a petici¨®n del Ministerio de Hacienda, siendo este uno de los hitos comprometidos con Bruselas. Finalmente, el Gobierno aplaz¨® la reforma completa ante las turbulencias causadas por el conflicto en Ucrania. En su lugar, aprob¨® varios ajustes, incluidos nuevos impuestos temporales. Ante la actual situaci¨®n de incertidumbre pol¨ªtica y econ¨®mica, el economista recuerda que cuando Enrique Fuentes Quintana [ministro de Econom¨ªa con Adolfo Su¨¢rez] lleg¨® al Gobierno en 1977 se encontr¨® con una elevada incertidumbre pol¨ªtica y una inflaci¨®n de doble d¨ªgito que minaba el bienestar de los ciudadanos. Contener la subida de precios se convirti¨® en su prioridad. ¡°Cualquier reforma que se ponga en marcha necesita una planificaci¨®n sensata y una aplicaci¨®n gradual¡±, a?ade el economista
Espa?a deber¨¢ empezar ya a arbitrar, al asumir la presidencia rotatoria de la UE, en el debate sobre la reforma de las reglas fiscales, con los halcones, encabezados por el ministro alem¨¢n Christian Lindner buscando apretar las tuercas. La Comisi¨®n Europea, sin embargo, est¨¢ pensando en fijar un terreno de juego lo suficientemente amplio para evitar volver a cometer errores pasados. El objetivo es poner el foco en la reducci¨®n de deuda a medio plazo mediante una regla de gasto. Eso debe proteger a las haciendas estatales de ejecutar los recortes salvajes del pasado, que se cebaron con los servicios p¨²blicos y la inversi¨®n. ¡°Todos los Estados miembros deben continuar protegiendo la inversi¨®n financiada con fondos nacionales y asegurar el uso efectivo del fondo de recuperaci¨®n y resiliencia y otros fondos de la UE¡±, sostiene la comunicaci¨®n publicada por Bruselas el pasado marzo que fija las orientaciones para las haciendas nacionales. Y en concreto, establece dos objetivos clave para los pa¨ªses: las transiciones verde y digital. ¡°Las pol¨ªticas fiscales deben asegurar el apoyo a esas transiciones¡±, determina Bruselas.
¡°La reforma busca cambiar la gobernanza del Pacto de Estabilidad y Crecimiento para que las reglas sean m¨¢s individualizadas y dentro de un periodo de tiempo. Claro que hay una condicionalidad, y bendita sea: pone las cosas claras en la direcci¨®n correcta, esta vez con sensatez¡±, apunta Matilde Mas, catedr¨¢tica de la Universidad de Valencia y directora de Proyectos Internacionales de Ivie, quien considera que el pr¨®ximo Ejecutivo heredar¨¢ una situaci¨®n econ¨®mica y financiera razonablemente buena. ¡°No hereda un muerto¡±, sostiene. Coincide Alicia Garc¨ªa Herrero, economista jefa de Natixis para Asia-Pac¨ªfico. ¡°Alemania va a apretar, pero no creo que vayamos m¨¢s all¨¢ de la propuesta de la Comisi¨®n. Y para cuando se apliquen las reglas lo peor ya habr¨¢ pasado y hay situaciones peores que la de Espa?a¡±, afirma.
El ex economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, resum¨ªa en un tuit el sentir de buena parte de las instituciones comunitarias. ¡°Hay una hermosa caricatura sobre la Tierra arrasada en 2050. Y un anciano le dice a un joven: s¨ª, la mala noticia es que la Tierra es inhabitable. Pero la buena es que la deuda est¨¢ por debajo del 60%¡±, ironizaba. ¡°Ese comentario lo sintetiza muy bien. Es cierto que Espa?a tiene una posici¨®n de partida compleja por su d¨¦ficit estructural, pero tambi¨¦n que Bruselas va a ser m¨¢s flexible para gastar m¨¢s en la industria verde y digital¡±, afirma Garrido, de la Universidad de Barcelona.
La Comisi¨®n ya se hab¨ªa fijado la necesidad de avanzar hacia esas dos transiciones al comienzo de su mandato. En el ¨¢rea digital, Bruselas se propuso no perder el tren de la revoluci¨®n digital en la industria y plantar cara a EE UU en el terreno de los datos. La UE ya no aspira a poder tener los datos que generan todos sus ciudadanos, pero s¨ª a un trozo de pastel similar al tama?o de su econom¨ªa, del 16,5% del PIB mundial. Seg¨²n un estudio del think tank CEPS, solo un 4% de los datos del continente est¨¢n albergados en servidores europeos. La pandemia, el gran atasco global y la guerra de Ucrania han impuesto nuevas necesidades, como la industria de los chips. De nuevo, la Comisi¨®n se ha propuesto que el Viejo Continente en 2030 alcance el 20% de un mercado dominado por los asi¨¢ticos. La invasi¨®n rusa, adem¨¢s, ha puesto sobre la mesa la necesidad de acelerar el segundo gran plan de Bruselas: la transici¨®n energ¨¦tica. Es un paso necesario que sin embargo dejar¨¢ unos perdedores a los que hay que compensar si se quiere evitar una fractura social.
M¨¢s armas
No es el ¨²nico gasto que Espa?a debe afrontar para cumplir sus compromisos exteriores. La OTAN sigue presionando para que los aliados aumenten su gasto en defensa hasta el 2% del PIB dados los mayores desaf¨ªos que afronta. No son solo amenazas tradicionales, como la guerra en Ucrania. Tambi¨¦n se trata de otras guerras de diferente intensidad, desde las cibern¨¦ticas hasta las llamadas amenazas h¨ªbridas. Espa?a se ha comprometido a llegar a esa meta de forma progresiva, hasta 2029. Ahora el peso de ese gasto ronda el 1,2%, despu¨¦s de que el Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez elevase el gasto en ese departamento en un 26,3%, lo cual suscit¨® malestar entre Unidas Podemos, los socios minoritarios del Gobierno.
A los nuevos retos se a?aden los antiguos. Y hay uno que destaca sobre todos los dem¨¢s: las pensiones, la partida m¨¢s grande de todo el presupuesto de gasto del Estado con 190.000 millones de euros previstos para 2023. ¡°Los pol¨ªticos saben que el mayor grupo de votantes son los mayores¡±, comenta Jos¨¦ Ignacio Conde-Ruiz, catedr¨¢tico en la Universidad Complutense de Madrid y subdirector de Fedea. El desaf¨ªo m¨¢s visible es el demogr¨¢fico. La longevidad es cada vez mayor y los nacimientos se han desplomado. Adem¨¢s, los nuevos jubilados perciben pensiones m¨¢s elevadas por haber cobrado, de media, salarios m¨¢s altos.
El encaje de bolillos que ha presentado el Ejecutivo con su reforma de pensiones pasa por blindar la actualizaci¨®n de las prestaciones al IPC e incorporar cambios que elevan los ingresos. Entre ellos est¨¢ el destope de las cotizaciones m¨¢ximas y el mecanismo de equidad intergeneracional, una cotizaci¨®n extra que se ajustar¨¢ si el gasto se desv¨ªa de las previsiones. Con estas medidas, el Gobierno espera moderar la subida del coste de las pensiones del 12% del PIB actual a una media del 14% hasta 2050.
Conde-Ruiz, como muchos otros economistas y organismos, cree que la reforma ser¨¢ insuficiente para contener el gasto. Defiende que la prestaci¨®n se calcule sobre el total de la vida laboral, que el sistema se ajuste a la esperanza de vida y se dediquen recursos a pol¨ªticas de crecimiento de largo plazo enfocadas a los j¨®venes. ¡°Uno de los retos del pr¨®ximo Gobierno es la mejora de las pol¨ªticas activas¡±, dice el economista. ¡°Cuanto m¨¢s altos son los salarios y la tasa productividad, mejor es para el sistema de pensiones¡±.
Olga Cant¨®, catedr¨¢tica de Econom¨ªa en la Universidad de Alcal¨¢, coincide en que el debate sobre las pensiones no debe abordarse solo desde el punto de vista demogr¨¢fico. Considera que hay que invertir en los j¨®venes y apostar por la educaci¨®n. ¡°Con un mercado de trabajo sin mejores salarios es muy complicado financiar las pensiones de hoy. La pregunta es c¨®mo aumentar la productividad¡±, lanza. Y a?ade que las diferencias intergeneracionales est¨¢n tambi¨¦n en la fiscalidad del capital y de la riqueza. ¡°No se trata solo de los j¨®venes, sino de qu¨¦ j¨®venes. Va a haber una transmisi¨®n del patrimonio muy desigual en el futuro¡±.
El empleo ha resistido a la pandemia gracias al apoyo p¨²blico y la afiliaci¨®n a la Seguridad Social est¨¢ ahora en m¨¢ximos. Pero la tasa de paro es la m¨¢s elevada de la UE (13,3%), el nivel de desempleo juvenil es sangrante y los salarios est¨¢n estancados. Muchos de los pobres de hoy en d¨ªa tienen trabajo y una vivienda en propiedad, pero no llegan a fin de mes. ¡°Y los m¨¢s pobres de Espa?a son los m¨¢s j¨®venes. Se incorporan tarde al mercado laboral y pasan mucho tiempo en la precariedad¡±, se?ala Nuria Badenes Pl¨¢, investigadora del Instituto de Estudios Fiscales. ¡°Uno de los grandes errores es que no se hace una pol¨ªtica fiscal integrada. No se puede poner un remiendo y dejar un agujero por otro lado¡±, advierte.
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