El misterio del pollo frito en Oriente Pr¨®ximo
Jud¨ªos y ¨¢rabes han acogido con desigual entusiasmo la llegada de franquicias de Kentucky Fried Chicken desde los a?os ochenta
En 2013, en lo m¨¢s duro del bloqueo israel¨ª y egipcio a Gaza, cientos de t¨²neles daban un respiro a la Franja, conect¨¢ndola subterr¨¢neamente con el Sina¨ª. Todo entraba por all¨ª de contrabando: desde alimentos y tabaco hasta armas, material de construcci¨®n, ganado y coches (s¨ª, coches). A un joven de Gaza se le ocurri¨® entonces montar Yamama (paloma, en ¨¢rabe), una especie de predecesor de Glovo en versi¨®n f¨ªsica con el que traer Kentucky Fried Chicken (KFC) desde el local accesible m¨¢s cercano... en Egipto.
Cuando juntaba unos 30 pedidos, un mensajero recog¨ªa el pollo reci¨¦n salido de la freidora, hac¨ªa 50 kil¨®metros en taxi, cruzaba bajo tierra la frontera, tomaba otro taxi y lo entregaba. Un conocido me cont¨® que, cuatro horas despu¨¦s, las patatas fritas estaban ya revenidas y el pollo, fr¨ªo, pero la sensaci¨®n de libertad era impagable. Un cubo de 12 piezas val¨ªa unos 120 shekels, 30 euros al cambio actual. Ahora que apenas hay t¨²neles, algunos pedidos los traen los 18.000 gazat¨ªes con permiso de trabajo en Israel al terminar el d¨ªa.
La an¨¦cdota da cuenta de la popularidad de KFC en Palestina y, en general, del pollo frito en el mundo ¨¢rabe, donde proliferan las tiendas de imitaci¨®n, como la tambi¨¦n verde y blanca cafeter¨ªa de Ramala Stars & Bucks (sic). KFC fue, precisamente, el primer restaurante estadounidense en Siria, en 2006, con la apertura econ¨®mica de Bachar El Asad. Cerr¨® dos a?os m¨¢s tarde.
Cisjordania tampoco es precisamente sin¨®nimo de inversi¨®n segura. Adem¨¢s de los puestos militares de control y un sistema de carreteras complejo, los soldados israel¨ªes hacen a veces redadas en ciudades con presencia de KFC. La multinacional lleva all¨ª, sin embargo, desde 2011, con casi una veintena de locales, pese a que intentaron boicotearla por el apoyo ¨Dpol¨ªtico, econ¨®mico y militar¨D de Estados Unidos a Israel. M¨¢s recientemente se ha sumado Popeyes, con franquicias en lugares que ocupan m¨¢s titulares en la secci¨®n de Internacional que en el suplemento de Negocios, como Nablus o Yen¨ªn.
Ese mismo 2013 en el que KFC ya hab¨ªa puesto un pie en Ramala y su pollo iba de Egipto a Gaza a precio de oro, sus franquicias acababan de echar el cierre en Israel en n¨²meros rojos. Solo sobreviv¨ªa una, justo en una ciudad ¨¢rabe, Umm El Fahem. La multinacional ya fracas¨® en dos asaltos previos a ese mercado, en los ochenta y los noventa, igual que Dunkin¡¯ Donuts o Starbucks.
Rebozado con soja
En 2020, inici¨® un cuarto intento que resuelve ¨Den parte¨D el misterio del pollo frito. Y el ama de llaves parecen ser las normas de la alimentaci¨®n jud¨ªa, la kashrut, que proh¨ªben mezclar carne y l¨¢cteos. KFC hab¨ªa sustituido previamente en el rebozado los polvos a base de leche por unos de soja, adem¨¢s de comprar pollos sacrificados seg¨²n el ritual jud¨ªo, para obtener el certificado del Rabinato. Fue entonces cuando ¡°las ventas empezaron a desplomarse y el negocio dej¨® de ser econ¨®micamente viable¡±, confes¨® el due?o de la franquicia, Udi Shamai, al diario econ¨®mico israel¨ª Globes. ¡°El producto era menos bueno¡±. La cifra de negocio pas¨® de 4,6 millones a un mill¨®n, seg¨²n la empresa de investigaci¨®n de mercados Euromonitor.
Por eso, esta vez ha optado por atenerse a la receta original, aunque suponga renunciar al 40% de la poblaci¨®n que come kosher fuera de casa. No parece irle mal. Lleva ya 15 sucursales, con planes para abrir 100 antes de 2025 en un mercado peque?o (casi 10 millones de personas) y complejo (burocracia, oligopolios, especificidades culturales¡). Los emplazamientos no son casuales. La conquista comenz¨® cerca de la Bas¨ªlica de la Anunciaci¨®n de Nazaret, la mayor ciudad ¨¢rabe del pa¨ªs. Es decir: palestinos igual de locos por el pollo frito (solo que con ciudadan¨ªa israel¨ª), peregrinos cristianos y turistas.
El resto de franquicias est¨¢n mayoritariamente en otras localidades ¨¢rabes o en las que pueblan jud¨ªos seculares, muchos de los cuales ven aburrida la comida kosher. El director general de KFC en Israel, Omer Zeidner, ha dejado claro que no ha sido una decisi¨®n ¡°ideol¨®gica¡±, sino que el acuerdo de cielos abiertos entre UE e Israel (con la entrada de aerol¨ªneas de bajo coste) ha acostumbrado a cada vez m¨¢s israel¨ªes a la receta original durante sus viajes.
Sigue toda la informaci¨®n de Econom¨ªa y Negocios en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.