Con 40 a?os, tengo que volver a vivir con mis padres: sue?os adultos truncados por la vivienda
El precio del alquiler y las hipotecas, unido a la precariedad laboral, azotan la vida de muchas personas que regresan al nido familiar
Deshacer el camino andado para regresar a casa de los padres. Es la realidad, casi siempre dura, a la que se enfrentan muchos espa?oles que en alg¨²n momento celebraron la gesta de emanciparse. El fen¨®meno no es desconocido, pero la vuelta al nido se intensifica en tiempos dif¨ªciles y estos lo son. Los boomerang kids vuelven a la casa familiar por no poder asumir el alquiler o la hipoteca, por querer mantener su nivel de consumo y bienestar y para preparar un nuevo intento de salida.
Las transiciones a la vida adulta son cada vez m¨¢s fragmentadas y reversibles. ¡°Se trata de personas que no son tan j¨®venes, son treinta?eros que en su momento iniciaron un proyecto de vida en pareja o compartiendo piso con amigos o gente desconocida, y cuyos empleos, muchas veces precarios, no permiten una emancipaci¨®n individual¡±, resume el soci¨®logo Mariano Urraco, profesor en la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA). Aunque no existe una estad¨ªstica que contabilice cu¨¢ntas personas son, Urraco constata la existencia de estas din¨¢micas indeseables que est¨¢n directamente relacionadas con la precariedad, con la falta de recursos para mantenerse por s¨ª solos. Tambi¨¦n da cuenta de que hay otras muchas personas que paran el golpe con la ayuda de sus progenitores: les llenan la nevera o les ceden un piso, por ejemplo.
La subida sin tregua del precio del alquiler, el paro, los contratos indefinidos a tiempo parcial y los bajos salarios explican el drama del colectivo en Espa?a. Sin olvidar el aumento del coste de la vida y el alza de tipos de inter¨¦s, que han empeorado notablemente las opciones de ser independientes. ¡°Los j¨®venes han visto reducido su poder adquisitivo en un 34% en los ¨²ltimos 25 a?os, y aproximadamente un 23% desde el inicio de la crisis econ¨®mica de 2008¡å, comenta David Veloso Larraz, director general del Instituto de la Juventud (Injuve).
Hace tiempo que tener trabajo dej¨® de ser suficiente. ¡°Pese a que el salario medio de una persona joven subi¨® un 4,6%, hasta 1.089 euros netos al mes, el alquiler lo hizo un 7,5%. As¨ª, la renta media se establec¨ªa en 912 euros¡±, se?ala Juan Antonio B¨¢ez, vicepresidente del Consejo de la Juventud de Espa?a (CJE), con datos del segundo semestre de 2022. Esto supone el 83,7% del sueldo. Pero igual de importante es pagar los recibos del agua, la luz o el gas, por lo que la cuenta total asciende a 1.053 euros al mes, el 96,6% del salario. Es decir, apenas restan 37 euros para comprar comida y ropa y gastar en ocio. Inviable. Como si se tratara de una maldici¨®n eterna, ¡°estamos viendo personas de 35 o 40 a?os que se ven obligados a vivir como j¨®venes de 25¡å, dice B¨¢ez. Y expone otro motivo del rebrote de la reversibilidad residencial: ¡°Las comunidades aut¨®nomas no han ingresado el bono joven al alquiler de 250 euros para menores de 35 a?os a muchos solicitantes¡±.
Ana Pastor, auxiliar de enfermer¨ªa de 40 a?os, logr¨® emanciparse a los 27 en Madrid, donde reside. Y, como es habitual a esas edades, lo hizo compartiendo piso con tres amigos. Despu¨¦s con su pareja, con quien rompi¨® hace tres a?os. Termina entonces la aventura. ¡°Con 1.200 euros no se puede vivir en Madrid¡±, sentencia. Ahora reside con su padre y ahorra todo lo que puede ¡°para poder alquilar un piso yo sola, sin depender de amigos o pareja¡±. Adem¨¢s, est¨¢ estudiando Imagen para el Diagn¨®stico para incrementar sus ingresos. ¡°Ganar¨¦ entre 1.600 o 1.700 euros al mes¡±.
¡ª?Y comprar piso?
¡ªNo, comprar no puedo. Ni me lo planteo.
La emancipaci¨®n se lleva a cabo mayoritariamente a trav¨¦s del alquiler. ¡°Para los menores de 30 a?os emancipados, el alquiler es la opci¨®n claramente mayoritaria (53,4%) desde hace una d¨¦cada. Para los de edades comprendidas entre 30 y 34, el alquiler ha pasado de representar el 24,9% al 39,8%, 15 puntos porcentuales m¨¢s, y las cesiones de viviendas de familiares han avanzado del 6,3% al 13,2%; mientras, la vivienda en propiedad ha ca¨ªdo del 68,7% al 47%, m¨¢s de 20 puntos porcentuales¡±, recoge el informe Esenciales, perteneciente al programa conjunto de investigaci¨®n en socioeconom¨ªa entre la Fundaci¨®n BBVA y el Ivie.
Sobre el terreno, ambas opciones se han encarecido tanto, que solo queda un camino: compartir piso. Y tampoco sale gratis: una habitaci¨®n cuesta de media en Espa?a 445 euros al mes, mientras que hace ocho a?os eran 258 euros, seg¨²n Fotocasa.
Cuando acaba la aventura
Patricia ?lvarez comparti¨® con su pareja vida y gastos hasta hace dos a?os en un estudio de 20 metros en el distrito de Carabanchel (Madrid) por el que pagaban 600 euros. Tras la ruptura, esta peluquera de 34 a?os no tuvo m¨¢s remedio que desandar sus pasos y regresar a casa de sus padres. ¡°En ese momento ganaba el salario m¨ªnimo. Ahora me ha subido a 1030 euros al mes, pero los alquileres han aumentado mucho m¨¢s¡±, explica. ¡°Veo imposible poder alquilar yo sola, tendr¨ªa que irme a Toledo¡±, sentencia. Y lo razona: ¡°Por menos de 850 euros no encuentras nada en Hortaleza, donde trabajo, y adem¨¢s los caseros te piden un mont¨®n de garant¨ªas¡±. Patricia vive al d¨ªa, no puede ahorrar por arrastrar algunos pr¨¦stamos y se muestra pesimista con su futuro: O la vivienda se adapta a los salarios o al rev¨¦s¡±.
Tambi¨¦n Romina Da Graca, de 35 a?os, reside con sus padres desde hace tres, cuando se separ¨® de su marido. ¡°Pag¨¢bamos 450 euros por un estudio al lado de El Corte Ingl¨¦s, pero ahora no existen esos precios. Te piden 650 euros o por ah¨ª, no puedo pagar un alquiler completo¡±, cuenta esta argentina que trabaja en una panader¨ªa de Vigo y asume los gastos del alquiler a medias con sus progenitores. Es consciente de que con su sueldo de 1.200 euros al mes su ¨²nica opci¨®n es compartir piso con m¨¢s gente. Quiz¨¢ m¨¢s adelante pueda hacerlo en solitario, aunque eso suponga hacer alg¨²n sacrificio. ¡°Tomar¨¦ menos caf¨¦s¡±, asume.
La vuelta a casa de los padres suele ser vivido con grandes dosis de frustraci¨®n. ¡°Sientes como si te cayeras al vac¨ªo¡±, dice Pastor. ¡°Hoy est¨¢ visto como un fracaso, como una derrota, pero a medida que se generalice este fen¨®meno se ir¨¢ viendo cada vez con menos estigma social¡±, discurre Urraco. El soci¨®logo no descarta que este fen¨®meno se institucionalice y que la gente vaya y venga de casa de sus padres m¨¢s de una vez. El director general del Injuve incide en el impacto que tiene sobre la salud mental de los j¨®venes. ¡°Existe el riesgo de que se lo tomen como un fracaso y asuman la culpa por sus propias decisiones, cuando la realidad es que el sistema econ¨®mico en el que vivimos funciona sobre la base una competencia salvaje, donde prima la inmediatez y el negocio¡±.
Bel¨¦n Rup¨¦rez, madrile?a de 34 a?os y profesora de un colegio de educaci¨®n infantil, cree que lo peor es la p¨¦rdida de independencia. ¡°Un poco de frustraci¨®n sientes, pero no lo llevo mal¡±. Celebra tener un contrato indefinido desde 2019 que le genera unos ingresos de 1.700 euros al mes. Primero se independiz¨® con una amiga en 2017 en un piso por el que pagaban a medias 775 euros mensuales. Despu¨¦s, la ¡°amiga compr¨® casa con su novio y vivir sola era inviable¡±. Cuenta: ¡°La opci¨®n que vi m¨¢s f¨¢cil fue la de volver a casa de mis padres¡±. Esto fue en 2019 y desde entonces consigue ahorrar, pero sin privaciones. ¡°Salgo, voy de viaje¡¡±. ¡°El objetivo es comprar un piso y tener algo m¨ªo¡±, expone.
No es un pensamiento minoritario. Muchos quieren ser propietarios. ¡°Ese af¨¢n que supuestamente se atribuye a los j¨®venes de que quieren vivir sin ataduras es hacer de la necesidad virtud. La mayor¨ªa querr¨ªa tener una vivienda en propiedad, del mismo modo que querr¨ªa tener un trabajo vitalicio como el de sus padres¡±, opina Urraco.
El principal dique es el ahorro previo. ¡°Con un sueldo medio es dif¨ªcil hacer frente a la entrada¡±, sentencia Rup¨¦rez. Son 49.852 euros de media, el equivalente a 3,8 a?os completos de sueldo de alguien que tuviera menos de 30 a?os, seg¨²n el CJE. ¡°Existen investigaciones que concluyen que ¨²nicamente un 13% de las personas que viven de alquiler tienen ahorros para afrontar el desembolso inicial que supondr¨ªa una compra¡±, dice Veloso Larraz. En consecuencia, ¡°el acceso a la vivienda, tanto de alquiler como en propiedad, se perfila hoy en d¨ªa como un problema de primer orden¡±, a?ade. El soci¨®logo Mariano Urraco apunta en la misma direcci¨®n: ¡°Bien porque se cobrase m¨¢s o bien porque las cosas costasen menos, antes se pod¨ªan plantear alternativas sin tener que recurrir a otras personas. La situaci¨®n de los j¨®venes de hoy no tiene nada que ver con la que vivieron sus padres¡±.
Emancipaci¨®n tard¨ªa
M¨¢s desoladora, si cabe, es la situaci¨®n de los j¨®venes que ni siquiera han podido dar el salto del nido. El porcentaje de poblaci¨®n joven que se emancipa en Espa?a se ha estancado. El CJE registra la edad media de emancipaci¨®n m¨¢s alta de los ¨²ltimos 20 a?os: 30,3 a?os. ¡°Las personas j¨®venes en Espa?a no pueden emanciparse hasta que dejan de ser j¨®venes¡±, sostiene Juan Antonio B¨¢ez. Mientras que en Espa?a la emancipaci¨®n fue del 15,9%, en la Uni¨®n Europea la tasa media de emancipaci¨®n fue del 31,9%, el doble. Ni siquiera tener estudios superiores garantiza poder salir de la casa familiar, seg¨²n el CJE, que considera como poblaci¨®n joven a todas aquellas personas que tienen entre 16 y 29 a?os.
Si se ampl¨ªa el an¨¢lisis a los que tienen hasta 34 a?os, el resultado es que ¡°en 2022 el 69,1% de los j¨®venes espa?oles de 16 a 34 a?os segu¨ªa viviendo en el hogar familiar. Es un porcentaje 10 puntos superior al de hace 10 a?os porque han ido retrasando su emancipaci¨®n del hogar familiar en las ¨²ltimas d¨¦cadas¡±, seg¨²n los datos del informe de BBVA y el Ivie. Mientras en 2008 el 42,1% de los j¨®venes de 16 a 34 a?os estaban emancipados, en 2022 el porcentaje hab¨ªa ca¨ªdo al 30,9%.
El profesor em¨¦rito de la Universidad de Valencia y director de investigaci¨®n del Ivie, Francisco P¨¦rez, se?ala que ¡°los principales motivos del retraso en la emancipaci¨®n son la prolongaci¨®n de sus a?os de formaci¨®n para cursar estudios superiores y las dificultades para alcanzar la autonom¨ªa econ¨®mica. Y se debe tanto a los problemas para acceder a un empleo estable y suficientemente remunerado como a disponer de una vivienda asequible¡±. La prolongaci¨®n de los estudios se refleja en que, hasta que concluye la etapa en las que la mayor¨ªa de los j¨®venes estudia, la emancipaci¨®n es muy escasa. En 2022, entre los j¨®venes menores de 24 a?os, la tasa de emancipaci¨®n era solo del 7,3% (menos de la mitad que la de 2008). Pero una vez superada esa edad, la emancipaci¨®n solo avanza lentamente porque tambi¨¦n lo hace la independencia econ¨®mica. Entre las edades comprendidas entre 25 y 29 a?os apenas supera el 36%. Para el grupo de 30 a 34 a?os tampoco alcanza el 70% (69,8%).
Las consecuencias de que haya muchas personas que siguen viviendo en casa de sus padres despu¨¦s de cumplir 30 a?os son evidentes. ¡°Son negativas en aspectos muy relevantes, como la natalidad y la clarificaci¨®n de sus expectativas acerca de sus proyectos de vida. No son buenas noticias para una sociedad que aspire a ser vista como inclusiva y capaz de ofrecer oportunidades a las nuevas generaciones¡±, indica el profesor P¨¦rez. El director general del Injuve a?ade: ¡°El hecho de que no existan certezas para un ciclo vital condiciona por completo los propios proyectos de vida. Cuando se tienen dificultades para llegar a fin de mes o se necesita cambiar los h¨¢bitos b¨¢sicos de consumo, dif¨ªcilmente se podr¨¢ pensar en adquirir una vivienda o en formar una familia, con todos los gastos que ello implica¡±.
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