¡°?Est¨¢is locos? ?Abrir una tienda de helados en San Sebasti¨¢n?¡± Loco Polo desafi¨® a los bancos, factura 2,8 millones y vende hasta en Om¨¢n

Uno tras otro, ocho bancos les dijeron que era ¡°una locura¡± montar una tienda de polos helados en San Sebasti¨¢n. ¡°Y con el noveno, al final nos plantamos. Le dijimos que nos ten¨ªa que dar el dinero, y a base de ser un poco cabezones lo conseguimos¡±, cuenta ??igo Galdona, cofundador de Loco Polo. As¨ª abri¨® sus puertas en 2017 el primer local de esta cadena que hoy cuenta con once tiendas y que factura 2,8 millones de euros.

Antes de materializarla con aquella primera apertura, Galdona llevaba m¨¢s de dos a?os d¨¢ndole vueltas a la idea, que hab¨ªa visto en Brasil a trav¨¦s de internet. Ten¨ªa claro que su c¨®mplice para esta aventura ten¨ªa que ser su amigo de la infancia Oier Almandoz. ¡°?ramos dos perfiles muy diferentes que nos complement¨¢bamos muy bien. As¨ª como a ¨¦l se le da mejor la parte operativa y productiva, a m¨ª se me da mejor un poco lo que es estrategia, el producto y comercializaci¨®n¡±, comenta el cofundador por videollamada.

Esta no era la primera vez que Galdona emprend¨ªa. Tras acabar sus estudios mont¨® un peque?o negocio de eventos y, despu¨¦s, la sede barcelonesa de un restaurante de San Sebasti¨¢n. ¡°Y de ah¨ª transform¨¦ la agencia de eventos en una agencia de viajes gastron¨®micos, orientados a la alta cocina¡±, relata. No fue el descontento o el fracaso lo que lo llev¨® a su siguiente proyecto, sino el deseo de ir m¨¢s all¨¢. Estaba, dice, muy contento con la agencia, que era un negocio rentable, pero el de los polos era m¨¢s escalable. ¡°Ten¨ªamos claro que nos met¨ªamos a esta aventura con la idea de crecer a futuro y a d¨ªa de hoy estamos peleando por hacer ese sue?o realidad¡±.

Creatividad y errores

Construyeron Loco Polo a base de creatividad y muchas horas de prueba y error. ¡°Problemas no creo que tuvi¨¦ramos muchos. Torpezas todas las del mundo. Nos equivoc¨¢bamos un mont¨®n. De hecho, si miras los primeros polos eran rid¨ªculos¡±, rememora Galdona. Tras contratar a un experto en helader¨ªa y pasteler¨ªa para que les ense?ase, comenzaron a hacer tiradas de cuatro a ocho polos para aprender. ¡°Cuando tienes que hacer, de repente, de un mismo sabor, 500 polos, no sabes por d¨®nde empezar porque, aunque sea lo mismo, la receta sea igual y dem¨¢s, la forma de producirlos no es lo mismo¡±.

Para evitar el previsible frenazo de ventas en ¨¦pocas fr¨ªas tambi¨¦n se han atrevido con la reposter¨ªa y sirven caf¨¦.

Galdona se considera un tipo ¡°bastante pesado y muy pregunt¨®n¡± y recuerda aquel dicho de que preguntando se llega a Roma. En Italia, se?ala, a¨²n no han desembarcado, pero s¨ª en Espa?a, Francia y Om¨¢n. ¡°Para nosotros fue una aventura total mandar un contenedor de polos a Om¨¢n desde San Sebasti¨¢n. Es todo un reto¡±, asegura este donostiarra de 36 a?os. Sus polos se elaboran en un obrador en la ciudad y se env¨ªan a los puntos de venta con mayor o menor frecuencia dependiendo de la capacidad de almacenaje de cada uno.

La compa?¨ªa, con un equipo que var¨ªa en n¨²mero y que este verano estaba en torno a las 90 personas, ha sido rentable desde sus inicios, salvo el primer a?o de la covid-19, cuando aprovecharon para mejorar procesos y recetas y dedicarle tiempo a las cosas que el d¨ªa a d¨ªa hab¨ªa ido desplazando. Hasta este a?o han operado con recursos propios, lo que, dice Galdona, limit¨® su crecimiento y operativa. La reciente entrada de un inversor extranjero les ha permitido reforzar el proyecto, tanto en personal como en maquinaria y comunicaci¨®n. ¡°El objetivo este a?o es darle forma a todo lo que tenemos pendiente desde hace seis a?os para ya el a?o que viene empezar a crecer de verdad¡±, asegura.

Adem¨¢s de tiendas, tanto propias como franquicias, cuentan con alrededor de ocho puestos ef¨ªmeros y unos 200 peque?os espacios en forma de neveras colocadas en establecimientos como chiringuitos de playa o campings. Sobre lo que viene, Galdona habla, entre otros aspectos, de Loco Bom, un bomb¨®n de polo, con palo y que se conserva hasta cuatro horas fuera del congelador. Esta, dice, es la apuesta m¨¢s fuerte de la compa?¨ªa en lo que a inversi¨®n e ilusi¨®n se refiere y creen que les permitir¨¢ desligarse de la estacionalidad: ¡°Vamos a vender m¨¢s en invierno que en verano este producto¡±, comenta. ¡°Si lo hacemos bien, va a hacer mucho ruido¡±.

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