Por qu¨¦ Trump sigue oponi¨¦ndose al Obamacare
El Partido Republicano moderno es hostil hacia cualquier cosa que ayude a los menos afortunados
Donald Trump no ha hablado mucho de pol¨ªtica en este ciclo electoral, excepto por algunas afirmaciones vagas de que, como sea, har¨¢ que vuelvan el bajo desempleo y la baja inflaci¨®n, lo cual, por cierto, ya ha sucedido. (El desempleo ha estado en el 4% o por debajo durante casi dos a?os. El informe del jueves sobre el gasto de los consumidores mostraba que el indicador de la inflaci¨®n subyacente preferido por la Reserva Federal se acerca a su objetivo del 2%). El expresidente parece dedicar la mayor parte de su energ¨ªa a la perspectiva de vengarse de sus adversarios pol¨ªticos, a los que promete ¡°erradicar¡± como a una ¡°plaga¡±.
No obstante, en los ¨²ltimos d¨ªas, Trump ha declarado que, si vuelve a la Casa Blanca, intentar¨¢ una vez m¨¢s acabar con la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible (ACA, por sus siglas en ingl¨¦s), la reforma que propici¨® un descenso significativo del n¨²mero de estadounidenses sin seguro m¨¦dico.
?A qu¨¦ se debe este nuevo ataque? ¡°?El Obamacare es una mierda!¡±, declaraba el ex y posiblemente futuro presidente. Para aquellos ofendidos por el lenguaje, estas son las propias palabras de Trump, y creo que les debo a mis lectores informar de lo que realmente dijo, no desinfectarlo. Trump tambi¨¦n prometi¨® ofrecer ¡°una atenci¨®n sanitaria mucho mejor¡±, sin dar detalles concretos.
As¨ª que hablemos de lo esencial. ?Es realmente una mierda el Obamacare? ?Podemos creer la promesa de Trump de ofrecer algo mucho mejor?
Respecto a esta ¨²ltima pregunta, recuerden que Trump y sus aliados estuvieron muy cerca de acabar con la ACA en 2017 y sustituirla por su propio plan, y la Oficina Presupuestaria del Congreso realiz¨® un an¨¢lisis detallado de la legislaci¨®n que casi se aprob¨®. La Oficina predijo que, hacia 2026, con el proyecto de ley republicano, 32 millones de personas habr¨ªan perdido el seguro m¨¦dico y las primas pagadas por los que adquieren su propio seguro (en lugar de obtenerlo a trav¨¦s de sus empresas) se habr¨ªan duplicado.
No hay, que yo sepa, ninguna raz¨®n para creer que a Trump se le haya ocurrido un plan mejor desde entonces, o que un nuevo an¨¢lisis de su proyecto ser¨ªa menos deprimente.
Pero, mientras que acabar con el Obamacare tendr¨ªa consecuencias nefastas, ?hasta qu¨¦ punto ha funcionado realmente la ACA?
El principal punto a favor del Obamacare es sencillamente el hecho de que el n¨²mero de estadounidenses sin seguro se redujo dr¨¢sticamente tras la entrada en vigor de la ley. Todav¨ªa estamos muy lejos de la cobertura m¨¢s o menos universal que ofrecen todos los dem¨¢s pa¨ªses avanzados, y el seguro m¨¦dico que tienen algunos estadounidenses sigue siendo insuficiente, pero la brecha se ha estrechado mucho.
Ahora bien, el ¨¦xito del Obamacare no ha sido exactamente el que esperaban sus defensores. La mayor parte del debate original sobre la reforma se centr¨® en la creaci¨®n de mercados en los que los particulares pudieran comprar su propio seguro. Y, en efecto, esa cobertura ¡°no grupal¡± se ha ampliado, pero la mayor parte del aumento de la cobertura se ha debido a la ampliaci¨®n de Medicaid (que ser¨ªa a¨²n mayor si algunos Estados rojos, como Texas y Florida, no siguieran neg¨¢ndose a aceptar fondos federales para ayudar a sus propios residentes).
Aun as¨ª, el ¨¦xito es el ¨¦xito, incluso si no ha sido el que uno vaticinaba. Y yo dir¨ªa que los mercados de seguros aportan importantes beneficios que van m¨¢s all¨¢ del n¨²mero de personas que los utilizan actualmente. Antes del Obamacare, los estadounidenses con enfermedades preexistentes que no ten¨ªan la suerte de obtener cobertura a trav¨¦s de sus empresas se encontraban en una situaci¨®n desesperada: las aseguradoras no les cubr¨ªan o les cobraban primas desorbitadas. He conocido a algunas personas que se quedaron en trabajos que odiaban porque ten¨ªan problemas de salud y tem¨ªan perder el seguro. Ahora las aseguradoras tienen prohibido discriminar en funci¨®n del historial m¨¦dico, y esto, sumado a las subvenciones que mantienen bajas las primas, ha dado a los estadounidenses una seguridad muy necesaria.
Pero ?y los costes? ?Fue Obamacare un desastre fiscal? Calcular los costes reales de la ACA es complicado, en parte porque la ley, aunque ofrec¨ªa amplias subvenciones, tambi¨¦n inclu¨ªa muchas medidas destinadas a reducir los costes sanitarios. Lo que me parece sorprendente es que el gasto federal en sanidad desde que se aprob¨® la ACA ha crecido mucho m¨¢s despacio de lo que pr¨¢cticamente todo el mundo preve¨ªa.
Por ejemplo, en su informe de 2010 sobre las perspectivas de los presupuestos a largo plazo, la Oficina Presupuestaria preve¨ªa que el gasto en los principales programas sanitarios en 2023 se situar¨ªa entre el 7,4% y el 7,9% del producto interior bruto. Ahora prev¨¦ que esa cifra ser¨¢ solo del 5,8%. Las predicciones de que el Obamacare conducir¨ªa a un gasto desbocado han resultado completamente err¨®neas.
Entonces, ?por qu¨¦ Trump sigue empe?ado en acabar con un programa que ha mejorado muchas vidas sin reventar el presupuesto? Gran parte de ello, sin duda, refleja la hostilidad general del Partido Republicano moderno hacia cualquier programa que ayude a los estadounidenses menos afortunados.
Pero resulta dif¨ªcil resistirse a la idea de que tambi¨¦n hay en juego algo personal. En sus incoherentes discursos, Trump a menudo da la impresi¨®n de creer que Barack Obama sigue siendo el presidente. Independientemente de que Trump est¨¦ realmente confundido al respecto, la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible fue el mayor logro de Obama. Y todo el mundo sigue llamando al programa Obamacare. ?Es Trump tan vanidoso y mezquino como para quitar la asistencia sanitaria a millones de personas simplemente para echar por tierra el legado de su predecesor? D¨ªganmelo ustedes.
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