El esqu¨ª capea el temporal (y no de nieve)
Las principales estaciones esperan una buena temporada y aceleran inversiones para contener los efectos del cambio clim¨¢tico
Escuchar el crujido seco de la nieve virgen bajo los pies es una de las sensaciones m¨¢s agradables para los amantes de la monta?a. La nieve, el episodio meteorol¨®gico g¨¦lido que lleva dos semanas activando los avisos de riesgo en varias provincias, est¨¢ dando un empuj¨®n a la cuenta de resultados de la treintena de estaciones de esqu¨ª nacionales. No todas est¨¢n abiertas, pero s¨ª la mayor¨ªa ¡ªcasi todas las de Pirineos, las del sistema Ib¨¦rico y Sierra Nevada, que solo ha tenido cierres intermitentes por tiempo adverso¡ª. Incluso estaciones con espesores de nieve muy justos, como Fuentes de Invierno o Valgrande-Pajares en Asturias, han abierto algunas jornadas de las ¨²ltimas semanas.
La temporada, seg¨²n varias empresas consultadas, es prometedora, con excepciones en el sistema Central y la cordillera Cant¨¢brica. Y cruzan los dedos porque este sea un a?o como los de antes. Despu¨¦s de un pico de visitantes pospand¨¦mico inaudito en la temporada 2021/2022, en el que se batieron r¨¦cords (5,9 millones), las ganas de subirse a un remonte se mantienen m¨¢s o menos inalterables diga lo que diga el cambio clim¨¢tico: en la pasada temporada se registraron 5,5 millones de esquiadores a pesar de que las temperaturas fueron inusualmente altas, hasta 10 grados por encima de la media, lo que forz¨® que tuviesen una media de 101 d¨ªas h¨¢biles frente a los 125 de la anterior. Quiz¨¢ nunca se revalide el invierno glorioso de 2008/2009, en que 6,59 millones de personas compraron su forfait, pero los ingresos por esquiador, al menos, se mantienen: entre 2020 y 2023 crecieron un 12%, al mismo ritmo que lo hizo la inflaci¨®n.
Las estaciones en Espa?a se gestionan bajo una variedad de modelos y su tama?o es dispar. Algunas han sido promovidas o rescatadas con dinero p¨²blico y otras est¨¢n dirigidas por grupos privados, a menudo encargados de los servicios adicionales de alojamiento, restauraci¨®n o alquiler de material deportivo. Las situadas en cotas m¨¢s bajas sufren por la ausencia de nieve y en lo alto hay dos reinas de la monta?a: Baqueira Beret, propiedad de la familia Serra Farr¨¦ (Catalana Occidente) y la p¨²blica Sierra Nevada.
Jes¨²s Ib¨¢?ez, gerente de Cetursa ¡ªsociedad p¨²blica que gestiona la estaci¨®n granadina¡ª y presidente de la patronal Atudem, que agrupa a la pr¨¢ctica totalidad de los complejos invernales, explica que las enormes inversiones realizadas en los ¨²ltimos tiempos, junto con las que est¨¢n por llegar gracias al dinero europeo (en su caso, de 25 millones el a?o pasado), les har¨¢n m¨¢s eficaces y productivos. ¡°Estamos innovando, con pisadoras el¨¦ctricas de pistas, las mejores instalaciones de remontes, nuevas telecabinas, telesillas o con adaptaciones de las pistas para dar la mejor experiencia al turista de nieve¡±. Describe el suyo como un sector din¨¢mico que hace tiempo que se prepara para inviernos m¨¢s calurosos. ¡°La instalaci¨®n de ca?ones de nieve que a Europa lleg¨® en los setenta por Italia se ha extendido a la gran mayor¨ªa de las instalaciones. Dependiendo de la altura, la humedad o el viento son sumamente ¨²tiles para apoyar la nieve que nos cae o sustituirla cuando la temporada es mala¡±.
En conjunto, las estaciones facturaron el a?o pasado 153 millones, con 720 empleos fijos y otros 2.600 estacionales, y seg¨²n Atudem, la inversi¨®n del conjunto de los complejos ascendi¨® a unos sorprendentes 74 millones de euros.
Cetursa, con un consejo de administraci¨®n de 20 personas, lleg¨® a tener un fondo de maniobra negativo en la temporada 2014/ 2015. ¡°La situaci¨®n fue totalmente revertida, llevamos dando beneficios los ¨²ltimos a?os. Tenemos m¨¢s de nueve millones de fondos propios y hemos invertido 90 en los ¨²ltimos cinco a?os¡±, explica su gerente. Con unos ingresos de 43 millones en su ¨²ltimo ejercicio, seg¨²n datos de Insight View, la estaci¨®n andaluza dice generar el 2,2% del PIB de la provincia por los efectos inducidos. ¡°Cada euro de un forfait genera seis o siete para la zona rural donde est¨¢ la estaci¨®n¡±, abunda Ib¨¢?ez.
La otra gran estaci¨®n espa?ola, la exclusiva Baqueira Beret, aprob¨® el mes pasado sus cuentas, pero no las comparte con los medios de comunicaci¨®n. El Registro Mercantil recoge las de un a?o antes, donde la facturaci¨®n se elev¨® a 63 millones y los beneficios a 13,8. ¡°Fue una temporada r¨¦cord¡±, recuerdan en la empresa cabecera de un grupo formado por agencias de viajes, hoteles y hasta una peque?a radio local en el Val d¡¯Aran. ¡°Este a?o tuvimos suerte, la estaci¨®n se abri¨® cuando tocaba y en Navidad tuvimos un 12% m¨¢s de visitantes¡±. Con un precio de 66 euros diarios por pase para sus 114 pistas repartidas por 170 kil¨®metros de bajadas, su principal cliente es, por este orden, madrile?o, catal¨¢n y franc¨¦s. El a?o pasado registraron 990.000 esquiadores en 136 jornadas, su segunda mejor marca de los ¨²ltimos tiempos.
El tercero de los grandes grupos, Aram¨®n, creado a iniciativa de Ibercaja y el Gobierno de Arag¨®n en 2002, con centros invernales en Cerler (en el valle de Benasque), Formigal-Panticosa en el valle de Tena, y Javalambre y Valdelinares en el sistema Ib¨¦rico turolense, espera superar esta temporada el 1,1 mill¨®n de esquiadores que logr¨® la pasada. Sus ingresos entonces llegaron a los 61 millones con 10,9 millones de beneficio neto.
El futuro
El fr¨ªo invernal no borra el hecho de que el futuro est¨¢ lleno de interrogantes para el sector. Los ca?ones de nieve artificial se han vuelto un complemento indispensable. ¡°El cambio clim¨¢tico es una realidad¡±, repiten en las estaciones. Oscar Balsells, de la consultora Resneige y profesor del m¨¢ster de Gesti¨®n de ?reas de Monta?a en la Universitat de Lleida, lo resumen en una frase: ¡°El esqu¨ª es menos esqu¨ª¡±. El negocio est¨¢ evolucionando y cada vez pesan m¨¢s los servicios complementarios que demanda el esquiador, como una buena restauraci¨®n o las actividades paralelas. Cree que las estaciones deben acostumbrarse a sufrir m¨¢s de lo que ya est¨¢n sufriendo y a trabajar en condiciones de estr¨¦s, con un replanteamiento de servicios y actividades en cotas m¨¢s altas. Y alerta de que las estaciones con problemas continuos de falta de nieve corren el riesgo de convertirse en estaciones fantasma.
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