El embrollo legal de vetar el acceso a las webs de adultos
El Gobierno quiere restringir el contenido porno a los j¨®venes, pero los juristas creen que es una cuesti¨®n delicada
Las plataformas digitales ya no tienen excusa para restringir la entrada de los m¨¢s j¨®venes a p¨¢ginas reservadas para mayores de edad. La Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de Datos (AEPD) y la F¨¢brica Nacional de Moneda y Timbre estudian un proyecto para impedir el acceso de los menores a los contenidos reservados para los adultos, concretamente la pornograf¨ªa. Y es que la situaci¨®n es grave, como ya advirti¨® la ONG Save The Children, el 20% de los j¨®venes afirma que ha visto porno por primera vez a los 12 a?os y la mitad de los menores reconocen consumir frecuentemente este contenido a los 15 a?os. Por ello, desde el Gobierno se han puesto manos a la obra para crear una herramienta que permita tanto a empresas como a p¨¢ginas web sacar la tarjeta roja a los usuarios que quieran acceder a un espacio restringido a mayores de edad.
Por ahora, el sistema de verificaci¨®n de edad es un proyecto piloto. Seg¨²n los pron¨®sticos de la AEPD, estar¨¢ lista para este mismo verano. Esta herramienta comprobar¨¢ ¨²nicamente la edad del usuario en base a un documento oficial facilitado por el mismo. Si el cibernauta tiene edad suficiente, se le autorizar¨¢ el acceso. Desde la agencia se subraya que el programa en ning¨²n caso almacenar¨¢ informaci¨®n personal relativa a la identidad del usuario. De este modo, la plataforma no dar¨¢ el chivatazo de que hay un usuario menor intentando acceder a una p¨¢gina porno, sino que se limitar¨¢ a autorizar el acceso a las personas que tienen la edad necesaria para ver los contenidos.
El sistema que propone la AEPD plantea varios desaf¨ªos legales de calado. Para empezar, y por lo que se conoce hasta el momento, la propuesta de la agencia para identificar al usuario no tendr¨ªa car¨¢cter obligatorio. Es decir, las empresas que comercian con contenido adulto pueden optar por implantar la herramienta de la agencia, pero tambi¨¦n otras. El hecho de que coexistan diferentes sistemas para verificar la entrada de los usuarios a contenidos restringidos multiplica la probabilidad de que haya problemas. En este sentido, los expertos advierten de los peligros de que se llegue a filtrar alg¨²n dato personal de los cibernautas.
El mayor riesgo potencial para los usuarios es que las plataformas revelen su identidad. En opini¨®n de Paloma Arribas, abogada experta en protecci¨®n de datos en Baylos, ¡°nos encontramos ante tratamientos de datos de alto riesgo para los derechos y libertades de los usuarios, tanto de los menores de edad que pretenden acceder a los contenidos como de los adultos que est¨¢n legitimados para entrar¡±. En caso de que el sistema no blinde la informaci¨®n de los cibernautas, indica la abogada, existir¨ªa ¡°una injerencia en el derecho a la intimidad, a la propia imagen y a la protecci¨®n de datos¡±.
Credencial oficial
En esta misma l¨ªnea, Mar¨ªa Gonz¨¢lez Moreno, socia de TMT en Ecija, concuerda en que los nuevos sistemas de verificaci¨®n deber¨¢n prestar especial atenci¨®n a los datos que los usuarios facilitan a trav¨¦s de los documentos identificativos, como el DNI. M¨¢s all¨¢ de la edad del ciudadano, la credencial oficial incorpora otro tipo de informaci¨®n personal como la imagen, la residencia o los datos de los padres de aquel que quiere entrar a la p¨¢gina. En caso de que alguno de estos contenidos salga a la luz ¡°podr¨ªa afectar a la privacidad de los usuarios y de los menores¡±, explica.
Otra derivada a tener en cuenta es que, en funci¨®n de c¨®mo se implanten estos sistemas de identificaci¨®n, apunta Santiago de Ampuero, abogado experto en protecci¨®n de datos y ciberseguridad de Hogan Lovells, existe un riesgo de que las empresas que ofrecen l¨ªcitamente contenidos para adultos ¡°vean disminuida la audiencia de usuarios mayores de edad que huyen hacia proveedores de contenidos m¨¢s relajados en cuanto a controles, simplemente para preservar su intimidad¡±.
No hay que olvidar que es muy dif¨ªcil ponerle puertas al campo. Internet es una red inmensa que no entiende de fronteras y de una u otra forma siempre se encuentra una v¨ªa de escape para acceder a los contenidos restringidos para los menores. Por ejemplo, los m¨¢s j¨®venes pueden buscarse las habichuelas para acceder a portales en pa¨ªses que tienen un control de entrada m¨¢s permisivo e incluso tienen la posibilidad de entrar al espacio m¨¢s oscuro de toda la internet: la Deep Web.
Esta plataforma aglutina un sinf¨ªn de p¨¢ginas web que los motores de b¨²squeda, como Google, no pueden identificar. Como advierte De Ampuero, sin restricciones que proh¨ªban el acceso al lado oculto de internet ¡°los menores tienen a mano contenidos incluso a¨²n m¨¢s perjudiciales¡±. Las barreras para acceder a los grandes proveedores de pornograf¨ªa pueden provocar un efecto migraci¨®n a portales menos controlados y potencialmente m¨¢s peligrosos donde se expone un amplio cartel de v¨ªdeos e im¨¢genes que no es apto para los menores de 18 a?os.
En definitiva, impedir el acceso de los menores a contenidos para adultos es una tarea, a priori, arduamente complicada. Seg¨²n Mar¨ªa Gonz¨¢lez, para que estos sistemas de verificaci¨®n funcionen, tambi¨¦n es necesario contar con la colaboraci¨®n de los padres, tutores y de toda la comunidad educativa pues ser¨¢n ¡°elementos claves en la exigencia y efectividad respecto de la implantaci¨®n de estas medidas¡± para evitar que los menores adquieran esa adicci¨®n a la pornograf¨ªa. Y tambi¨¦n, para concienciar a los j¨®venes de que esta clase de contenidos reservados para los adultos no representan un ejemplo de una relaci¨®n sexual sana.
Hace dos semanas, el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, anunci¨® la elaboraci¨®n de una ley org¨¢nica para proteger al menor de la pornograf¨ªa. Por el momento todav¨ªa se desconocen las medidas que va a impulsar esta normativa. Sin embargo, Paloma Arribas, abogada de Baylos, adelanta que el principal escollo que presentar¨¢ esta norma es su ¡°limitado ¨¢mbito territorial¡±. La letrada sostiene que es necesario un consenso internacional ya que hay empresas que operan fuera del pa¨ªs y solo as¨ª se podr¨ªa controlar de forma efectiva el consumo de contenidos para adultos. En consonancia, Mar¨ªa Gonz¨¢lez, socia en Ecija, considera ¡°esencial contar con el compromiso de los principales operadores tecnol¨®gicos¡±. Sin la participaci¨®n de estas empresas, coinciden las expertas, no se pondr¨¢ coto al consumo de porno entre los menores.
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