?Qui¨¦n est¨¢ realmente del lado de los trabajadores?
Trump es un farsante. Biden, en cambio, ha seguido un programa para beneficiar a los empleados estadounidenses
Se hicieron muchas conjeturas antes de las primarias presidenciales del martes en Michigan, pero los resultados reales no aclararon las dos cuestiones m¨¢s importantes: ?cu¨¢ntos votantes ¡°no comprometidos¡±, enfadados por la forma en que el presidente Joe Biden ha enfocado la guerra en la Franja de Gaza, se abstendr¨¢n en noviembre, a pesar de que Donald Trump seguramente apoyar¨ªa mucho m¨¢s a Benjamin Netanyahu que Biden? ?Y cu¨¢ntos obreros apoyar¨¢n a Trump en la falsa creencia de que est¨¢ de su lado?
Pero al menos podemos decir con certeza que Trump no est¨¢ ni ha estado nunca a favor de los trabajadores, mientras que Biden s¨ª lo est¨¢.
Naturalmente, no es as¨ª como Trump cuenta la historia. En septiembre, durante una huelga de trabajadores del autom¨®vil, Trump, dirigi¨¦ndose a los empleados de una f¨¢brica de piezas de autom¨®viles no sindicada de Michigan, declar¨® que hab¨ªa salvado a un sector del autom¨®vil que estaba ¡°postrado, exhalando su ¨²ltimo suspiro¡± cuando asumi¨® el cargo. En cambio, Biden, se hab¨ªa unido el d¨ªa anterior al piquete de los trabajadores sindicalizados.
Sin embargo, lo de Trump son puras fantas¨ªas de engrandecimiento personal. Cuando lleg¨® a la Casa Blanca, la industria automovil¨ªstica ya hab¨ªa recuperado la mayor parte del terreno perdido durante la Gran Recesi¨®n. Esta recuperaci¨®n fue posible porque en 2009 el Gobierno de Obama-Biden intervino para rescatar a las principales empresas del sector. En aquel momento, muchos republicanos se opusieron vehementemente a ese rescate.
?Y Trump personalmente? Primero apoy¨® el rescate y a?os m¨¢s tarde se puso del lado de la derecha republicana que lo denunciaba, afirmando: ¡°Podr¨ªan haber dejado que [la industria automovil¨ªstica] quebrara y se reconstruyera por s¨ª misma¡±. En una ocasi¨®n plante¨® la idea de que los fabricantes de autom¨®viles trasladaran la producci¨®n fuera de Michigan a lugares con salarios m¨¢s bajos y luego regresaran con el tiempo ¡°porque esos tipos van a querer recuperar sus puestos de trabajo, aunque haya menos¡±. Si no entienden bien lo que quiere decir, en realidad estaba insinuando acabar con los sindicatos del sector del autom¨®vil para que los trabajadores se vieran obligados a aceptar recortes salariales. ?Populismo!
Una vez en el cargo, Trump, que hizo campa?a como un tipo diferente de republicano, gobern¨® principalmente como un conservador convencional. Sus promesas de reconstruir las infraestructuras de Estados Unidos ¨Cque suscitaron el rechazo de los republicanos en el Congreso¨C se convirtieron en una broma recurrente. Su mayor logro legislativo fue una rebaja de impuestos que supuso un gran regalo para las empresas y los estadounidenses con rentas altas. Su intento de ¡°reforma¡± del sistema sanitario habr¨ªa destruido el Obamacare sin ning¨²n sustituto viable, lo que habr¨ªa provocado que millones de estadounidenses perdieran la cobertura de su seguro m¨¦dico.
Trump s¨ª se apart¨® de la ortodoxia del Partido Republicano al imponer importantes aranceles a las importaciones, con el supuesto objetivo de restaurar el sector de la fabricaci¨®n. Pero al imponer aranceles a insumos industriales como el acero y el aluminio, aumentando su precio, Trump hizo que las f¨¢bricas estadounidenses ¨Cy concretamente las f¨¢bricas de autom¨®viles¨C fueran menos competitivas, y probablemente destruy¨® puestos de trabajo netos.
Esencialmente, no hay nada que indique que Trump y quienes le rodean hayan aprendido algo de esa experiencia. En particular, el equipo de Trump parece seguir creyendo que los aranceles los pagan los extranjeros, cuando en realidad su carga recae sobre los trabajadores y consumidores estadounidenses. Todo hace prever que un segundo mandato de Trump estar¨ªa caracterizado por un aumento de los aranceles, tan mal concebidos como los del primero.
A pesar de todo, nuestra econom¨ªa estaba funcionando cerca del pleno empleo en v¨ªsperas de la pandemia de covid-19. Pero esto reflejaba principalmente el hecho de que los republicanos en el Congreso, que retrasaron la recuperaci¨®n de la crisis financiera de 2008 al restringir el gasto p¨²blico, aflojaron de repente las cuerdas del monedero una vez que Trump asumi¨® el cargo.
?C¨®mo es el balance de Biden en comparaci¨®n? Es cierto que durante su mandato se produjo un estallido de la inflaci¨®n, pero lo mismo les sucedi¨® a los l¨ªderes de otras econom¨ªas avanzadas, lo que deja muy claro que las perturbaciones relacionadas con la pandemia, y no la pol¨ªtica, fueron las responsables. Y la inflaci¨®n ha ido remitiendo, a pesar de algunos baches por el camino, sin el elevado desempleo que algunos economistas afirmaban que ser¨ªa necesario.
En lo que se refiere a la pol¨ªtica, Biden ha roto claramente con el conservadurismo de campo de golf de Trump. Ha cumplido en materia de infraestructuras. Ha promulgado dos importantes proyectos de ley para impulsar la fabricaci¨®n, uno en el campo de los semiconductores y otro centrado en la energ¨ªa verde. El empleo en las f¨¢bricas se ha recuperado totalmente de la crisis de la covid; la inversi¨®n en el sector se ha disparado.
No s¨¦ cu¨¢ntos estadounidenses se han enterado siquiera de estas iniciativas pol¨ªticas. O cu¨¢ntos se dan cuenta de que la era de Biden ha sido realmente buena para los salarios de los obreros. En general, los aumentos salariales se han mantenido por encima de la inflaci¨®n, y han sido m¨¢s r¨¢pidos para los trabajadores peor pagados. En consecuencia, los salarios de la mayor¨ªa de los trabajadores ajustados a la inflaci¨®n son m¨¢s altos que antes de la covid y de hecho est¨¢n por encima de la tendencia anterior a la pandemia.
En resumen, hay una raz¨®n por la que el sindicato Trabajadores del Autom¨®vil Unidos apoy¨® a Biden, aunque muchos de sus miembros votar¨¢n a Trump de todos modos, imaginando que est¨¢ de su lado.
Pero Trump no es un populista. Es un farsante. Cuando hizo pol¨ªtica real en lugar de discursos, b¨¢sicamente gobern¨® como Mitch McConnell, pero con aranceles. Biden, en cambio, realmente ha seguido un programa para beneficiar a los trabajadores ¨Cm¨¢s, posiblemente, que cualquier presidente desde Franklin D. Roosevelt¨C y ha dirigido una reducci¨®n significativa de la desigualdad.
?Cu¨¢ntos de nosotros votaremos bas¨¢ndonos en esta realidad? Supongo que lo averiguaremos.
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