El ¡®Obamacare¡¯ vuelve a estar en serio riesgo

?Est¨¢ usted mejor que hace 14 a?os? Si es uno de los millones de estadounidenses que padecen una enfermedad preexistente y no tienen un trabajo que ofrezca prestaciones sanitarias, la respuesta es, en su inmensa mayor¨ªa, s¨ª.

?Por qu¨¦? Porque antes de la Ley de Atenci¨®n Sanitaria Asequible (ACA, por sus siglas en ingl¨¦s), tambi¨¦n conocida como Obamacare ¡ªpromulgada el 23 de marzo de 2010, aunque muchas de sus disposiciones no entraron en vigor hasta 2014¡ª, probablemente no habr¨ªa podido conseguir un seguro m¨¦dico. Hoy s¨ª, gracias a las disposiciones de la ley que impiden a las aseguradoras discriminar en funci¨®n del historial m¨¦dico y que subvencionan las p¨®lizas de seguro de muchos estadounidenses. (Estas subvenciones tambi¨¦n ofrecen a las personas sanas un incentivo para contratar un seguro, lo que mejora la mancomunaci¨®n de riesgos).

Y el presidente Joe Biden ha reforzado el programa, en concreto ampliando las disposiciones que eliminaban el ¡°abismo¡± que privaba de ayudas a muchos estadounidenses de clase media. Pero en un futuro pr¨®ximo, es posible que pierdan ese acceso que tanto les ha costado conseguir. En 2017, Donald Trump y los republicanos del Congreso trataron de destruir la ACA y casi lograron aprobar un proyecto de ley que, seg¨²n la Oficina Presupuestaria del Congreso, habr¨ªa dejado sin seguro a otros 22 millones de estadounidenses de aqu¨ª a 2026. Hay muchas razones para creer que, si el Partido Republicano gana el control del Congreso y la Casa Blanca en noviembre, una vez m¨¢s tratar¨¢ de hacer que vuelvan los malos viejos tiempos de la cobertura sanitaria. Y probablemente lo conseguir¨¢, ya que en 2017 fracas¨® solo gracias a una posici¨®n de principios de John McCain, algo poco probable que ocurra en el Partido Republicano actual, donde la obediencia servil a Trump es universal.

Antes de pasar a la pol¨ªtica, hablemos de lo que ha conseguido el Obamacare.

Durante la era de Obama, las voces de la derecha hicieron muchas predicciones funestas sobre sus efectos. Afirmaban que la ley no ampliar¨ªa realmente la cobertura, que ser¨ªa un desastre fiscal y una amenaza para el empleo. Ninguna de estas predicciones se cumpli¨®. El porcentaje de estadounidenses sin seguro m¨¦dico se ha reducido casi a la mitad desde 2010. El gasto federal en programas sanitarios, lejos de dispararse, ha crecido mucho m¨¢s despacio de lo previsto. En 2010, la oficina presupuestaria preve¨ªa que los desembolsos en los principales programas sanitarios obligatorios alcanzar¨ªan el 10% del PIB a mediados de la d¨¦cada de 2030 y ¡°seguir¨ªan aumentando a partir de entonces¡±; ahora pronostica que esa cifra ser¨¢ inferior al 7%. En cuanto a los puestos de trabajo, la tasa de empleo entre los estadounidenses en edad de trabajar est¨¢ en su nivel m¨¢s alto en m¨¢s de dos d¨¦cadas.

Y el Obamacare, inicialmente un lastre pol¨ªtico para los dem¨®cratas, es ahora bastante popular. De hecho, el intento republicano de recortar la ley, que fracas¨® por poco, probablemente desempe?¨® un papel importante en el ¨¦xito dem¨®crata en las elecciones de mitad de mandato de 2018.

Entonces, ?por qu¨¦ esta historia de ¨¦xito est¨¢ en grave peligro? En primer lugar, conviene recordar que Trump, am¨¦n de su actitud venenosa hacia los inmigrantes y sus instintos proteccionistas, ha demostrado que ni sabe ni le importan mucho los detalles de la pol¨ªtica. La semana pasada public¨® una diatriba sobre c¨®mo una ¡°invasi¨®n¡± de inmigrantes est¨¢ ¡°matando a la seguridad social y al Medicare¡±, que es lo contrario de la verdad, as¨ª como una demostraci¨®n de que tiene poca idea de c¨®mo funcionan incluso los programas gubernamentales m¨¢s grandes e importantes. Cuando estaba en el cargo, Trump era una marioneta en manos de los ide¨®logos econ¨®micos de derechas, que realmente saben c¨®mo redactar una legislaci¨®n que favorezca sus objetivos; pr¨¢cticamente sus ¨²nicas iniciativas presupuestarias importantes fueron un recorte de impuestos para los ricos y las corporaciones, que fue aprobado, y el intento de destruir el Obamacare, que se qued¨® corto.

Y lo que sabemos es que, aunque a Trump le guste presentarse como un populista, la ideolog¨ªa econ¨®mica de derechas sigue imperando entre los republicanos del Congreso, que est¨¢n tan ansiosos como siempre por destruir efectivamente el Obamacare. La semana pasada, el Comit¨¦ de Estudios Republicanos, que incluye a la mayor¨ªa de los miembros republicanos de la C¨¢mara de Representantes, lanz¨® una propuesta presupuestaria que presentaba muchas de las ¡°reformas¡± de 2017 que habr¨ªan provocado que millones de estadounidenses perdieran la cobertura sanitaria.

Lo que me llama la atenci¨®n de la propuesta presupuestaria es la manera en que sus autores abordan el hecho de que ninguna de las predicciones funestas que hizo la derecha sobre el Obamacare se ha hecho realidad. La respuesta es que se limitan a fingir que las cosas malas que predijeron, y que no sucedieron, s¨ª lo hicieron. Me sorprende, por ejemplo, la afirmaci¨®n de que el Obamacare ¡°intensific¨® dr¨¢sticamente el aumento insostenible del gasto sanitario estadounidense¡±. De hecho, en 2010, el gasto sanitario total de Estados Unidos era del 17,2% del PIB. En 2022, esa cifra hab¨ªa aumentado hasta el... 17,3% del PIB. As¨ª que la realidad del ¨¦xito del Obamacare no disuadir¨¢ a los republicanos que quieren destruirlo. En todo caso, el ¨¦xito de la ley no hace sino aumentar su determinaci¨®n de acabar con ella, porque demuestra que, en contradicci¨®n con su ideolog¨ªa, el Gobierno realmente puede mejorar la vida de los estadounidenses. Y Trump les seguir¨¢ la corriente, les azuzar¨¢, porque mejorar la vida de los estadounidenses no es su principal objetivo.

En ¨²ltima instancia, a la derecha le gustar¨ªa destruir toda la red de seguridad de Estados Unidos. Pero probablemente empezar¨¢n por el Obamacare; si arrasan este a?o, no me sorprender¨ªa que el programa desaparezca de hecho de aqu¨ª a 2026.

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