La medalla econ¨®mica se le resiste a los Juegos Ol¨ªmpicos: ?ser¨¢n los de Par¨ªs rentables?
El evento deportivo m¨¢s importante busca la sostenibilidad financiera en la capital francesa. Se quiere atraer por ello a nuevas ciudades aspirantes a organizarlos, ahora reticentes por los altos costes
Par¨ªs tiene un gran reto y no es precisamente deportivo. La ciudad ultima los detalles para hospedar los trig¨¦simoterceros Juegos Ol¨ªmpicos de la historia. En apenas unos d¨ªas, la capital gala reunir¨¢ cerca de 10.500 deportistas de m¨¢s de 200 pa¨ªses en las casi tres semanas que dura las celebraciones. Desde el 26 de julio, la antorcha iluminar¨¢ el Sena como s¨ªmbolo de la apertura de la cita ol¨ªmpica. Par¨ªs fue elegida como sede en 2017 en Lima (Per¨²), en un encuentro m¨¢s bien at¨ªpico. No hab¨ªa otras candidaturas que aspirasen a hospedar los Juegos en 2024. ?El motivo? La elevada factura econ¨®mica que ha dejado esta celebraci¨®n tras su paso por los cinco continentes. Los ¨²ltimos juegos en Tokio, por citar un ejemplo, fueron unos de los m¨¢s caros de la historia, con un presupuesto final que lleg¨® a los los 13.600 millones de d¨®lares (cerca de 12.700 millones de euros).
¡°Garantizar la estabilidad de los Juegos Ol¨ªmpicos durante 11 a?os es algo extraordinario¡±, compart¨ªa un emocionado Thomas Bach, presidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI), durante el evento en la capital peruana. Se refer¨ªa a que, de paso, el Comit¨¦ hab¨ªa elegido a Los ?ngeles como la sede de los Juegos de 2028. Para Helen Lenskyj, profesora em¨¦rita de la Universidad de Toronto y autora de Resistencia de la industria ol¨ªmpica: desafiando el poder y la propaganda ol¨ªmpicos, el COI est¨¢ buscando ganar tiempo para encontrar una soluci¨®n a largo plazo.
Tras la clausura de los Juegos de Atenas en 2004, que seg¨²n informes posteriores, lleg¨® a costar el triple de los 6.000 millones de euros presupuestados inicialmente, The Economist publicaba un art¨ªculo que comenzaba con un tramposo ruego: ¡°H¨¢ganle un favor a Londres: concedan los Juegos a Par¨ªs¡±. Los de M¨²nich 72 y Montreal 76 hab¨ªan desembocado en un desastre financiero; en el caso de la ciudad canadiense, de 1.200 millones de d¨®lares (unos 6.180 millones de d¨®lares ajustado a la inflaci¨®n actual), que sus ciudadanos tardaron cerca de 30 a?os en tapar con impuestos especiales. Por el contrario, Los ?ngeles 84 y Se¨²l 88 ofrecieron abultados beneficios, lo que esparci¨® la leyenda de que estos macroeventos resultan, necesariamente, una buena inversi¨®n.
Para el profesor Andrew Zimbalist, un reconocido acad¨¦mico especializado en la econom¨ªa del deporte, profesor en el Smith College (EE UU), la cita celebrada en la ciudad angelina marc¨® un punto de inflexi¨®n entre el pasado y el presente del evento deportivo. Permiti¨® al COI aumentar las exigencias para la postulaci¨®n. A esto hay que sumar el peso de una galopante globalizaci¨®n. Cada vez m¨¢s espectadores encend¨ªan la televisi¨®n para ver a sus pa¨ªses competir por el oro ol¨ªmpico y cada vez m¨¢s personas tomaban un avi¨®n para vivir la experiencia ol¨ªmpica en carne propia, una afirmaci¨®n que el Comit¨¦ basaba tambi¨¦n en el ¨¦xito de Barcelona 92.
¡°El Comit¨¦ organizador sosten¨ªa que incluso si hab¨ªa p¨¦rdidas en el corto plazo, habr¨ªa ganancias en el largo, porque modernizar¨ªas tu infraestructura y por toda la propaganda que recibir¨ªa la ciudad, como sucedi¨® en Barcelona. Por eso las ciudades empezaron a tomar el coste y el riesgo¡±, explica Zimbalist. En 1997 hab¨ªa 11 ciudades compitiendo por ser la sede de los juegos de 2004. Una de ellas era R¨ªo de Janeiro. En su discurso ante el COI en 2009, el entonces presidente del Banco Central de Brasil, Henrique Meirelles, sac¨® a relucir el s¨®lido crecimiento del pa¨ªs, el bajo desempleo y los nuevos descubrimientos masivos de petr¨®leo frente a las costas de R¨ªo que, seg¨²n Meirelles, ser¨ªan un baluarte contra cualquier problema imprevisto. El pa¨ªs ya se hab¨ªa ganado los derechos para albergar el Mundial de 2014; y ahora los Juegos Ol¨ªmpicos estaban destinados a ser la joya de la corona de un Brasil emergente.
Cuando R¨ªo de Janeiro finalmente sali¨® elegida frente a la candidatura de Madrid, miles de brasile?os se reunieron en la playa de Copacabana para bailar en un acto colectivo de celebraci¨®n. Pero la fiesta dur¨® poco. La ciudad necesitaba levantar pr¨¢cticamente desde cero todas las infraestructuras que demanda una celebraci¨®n de tal calibre: desde hoteles para los atletas, hasta piscinas ol¨ªmpicas, pasando por la renovaci¨®n de los sistemas de transporte. El anhelo ol¨ªmpico urg¨ªa de ingentes cantidades de inversiones en infraestructuras para poder cristalizarse. La ciudad present¨® grandes retrasos en la construcci¨®n desde el primer momento e incluso no lleg¨® a finalizar todos los planes previstos.
R¨ªo 2016 y el ocaso del modelo
La suma de todos estos factores hizo que los costes fueron dispar¨¢ndose desde los 4.400 millones de d¨®lares originalmente presupuestados por el COI hasta los 20.000 millones. Tambi¨¦n se denunci¨® que la construcci¨®n de los complejos se hab¨ªa hecho a costa de desplazar a familias desde zonas urbanas empobrecidas como las favelas. Estos traslados inclu¨ªan la falta de notificaciones o las demoliciones nocturnas, seg¨²n Amnist¨ªa Internacional. Los Juegos coincid¨ªan con un momento de convulsi¨®n pol¨ªtica en el pa¨ªs: se estaba gestando el proceso de destituci¨®n de la entonces presidenta Dilma Rousseff por lo que ¡°el contexto politizado ciertamente influy¨® en las cr¨ªticas a la gesti¨®n posterior al evento¡±, expone Joelson Sampaio, economista de la Fundaci¨®n Get¨²lio Vargas, quien recoge que, aun as¨ª, la sensaci¨®n general de la poblaci¨®n de Brasil actualmente es que el coste de los Juegos Ol¨ªmpicos fue demasiado elevado para el legado que dejaron. Critica especialmente el aumento de la deuda p¨²blica, el uso excesivo de recursos ¡°que podr¨ªan haberse invertido en ¨¢reas sociales cr¨ªticas¡± y la falta de un plan s¨®lido para el uso de las instalaciones despu¨¦s del evento.
Los Juegos de Tokio 2020 que se celebraron cinco a?os despu¨¦s, heredaron el modus operandi de un R¨ªo que hab¨ªa dejado un sabor de boca m¨¢s amargo que dulce. Inicialmente planificados en 6.800 millones de d¨®lares, los juegos en la ciudad nipona terminaron escalando, tras su aplazamiento durante un a?o debido a las restricciones del covid-19, a los 13.600 millones de d¨®lares, seg¨²n las cifras de AP. Aunque hay estudios que elevan esta cifra hasta los 30.000 millones. Solo el Estadio Nacional de Tokio lleg¨® a costar cerca de 1.300 millones de d¨®lares. La cita en el archipi¨¦lago, no pasar¨ªa a los anales del olimpismo ¡ªcomo hab¨ªa so?ado Thomas Bach¡ª como los ¡°Juegos de la recuperaci¨®n¡±, sino que ser¨¢n recordados como los primeros pospuestos, sin p¨²blico en las gradas y como uno de los m¨¢s caros hasta la fecha, seg¨²n las cifras oficiales.
Seg¨²n un estudio de la Universidad de Oxford, todos los Juegos desde Roma 1960 han tenido un sobrecoste promedio del 172%. Sin embargo, los de Jap¨®n podr¨ªan haber llegado al 244%.
Por eso, la burbuja explot¨®. En julio de 2017, durante la 130 sesi¨®n del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional, se decidi¨® adjudicar dos sedes de una tacada ante la retirada de ciudades como Hamburgo, Roma o Budapest del proceso de selecci¨®n para los juegos de 2024. En la 131, Par¨ªs y Los ?ngeles, las ¨²nicas supervivientes de las postulantes, fueron designadas ciudades organizadoras de los juegos de 2024 y 2028 sucesivamente. Jean-Loup Chappelet, profesor em¨¦rito de gesti¨®n p¨²blica en la Universidad de Lausana y directivo del COI entre 1982 y 1987, resta importancia a la circunstancia de elegir dos sedes de una vez porque ¡°Pierre de Coubertin [historiador franc¨¦s considerado como el padre de los Juegos modernos] ya lo hizo con Par¨ªs 1924 y ?msterdam 1928¡å y cree que el Comit¨¦ ¡°no quer¨ªa perder dos grandes candidaturas¡± aunque reconoce que ¡°no hab¨ªa suficientes ofertas¡±.
?C¨®mo hab¨ªa llegado el COI hasta esta situaci¨®n? Olalla Cernuda es directora de comunicaci¨®n de la Uni¨®n Internacional de Triatl¨®n y ha trabajado como consultora para varios Juegos Ol¨ªmpicos y Continentales. M¨¢s all¨¢ de las abultadas facturas que la antorcha ol¨ªmpica dejaba tras su paso, cree que organizar procesos de selecci¨®n que duraban entre tres y cuatro a?os es ¡°insostenible¡± para cualquier ciudad: ¡°Desde el punto de vista econ¨®mico eran unos procesos muy caros y, sobre todo, desde el punto de vista social, es muy dif¨ªcil justificar que tienes que hacer una inversi¨®n muy fuerte en algo que ni siquiera saber si vas a conseguir o no¡±.
Un sue?o frustrado y caro
En 2013, durante la reuni¨®n del COI celebrada en Buenos Aires (Argentina) ¡ªen la que se design¨® a Tokio como sede de los Juegos en 2020¡ª Madrid, que tambi¨¦n estaba en la terna, dej¨® dos momentos para la historia. El primero, el inolvidable ¡°relaxing cup of caf¨¦ con leche in Plaza Mayor¡± con el que la entonces alcaldesa, Ana Botella, vendi¨® los encantos de la ciudad. El segundo, que los 8.000 millones de euros con los que los madrile?os sufragaron tres candidaturas consecutivas ¡ª2012, 2016 y 2020¡ª, cosecharon sendas derrotas frente a Londres, R¨ªo y la ya mencionada capital nipona. Por poner estas cifras en perspectiva, el Comit¨¦ Organizador de Paris 2024 contar¨¢ con un presupuesto de origen privado mayoritariamente de 4.400 millones de euros.
¡°Era un sistema dif¨ªcil de digerir por la sociedad¡± remarca Cernuda. Parte del descenso de popularidad entre las ciudades interesadas reside en los contextos de crisis o incertidumbre econ¨®mica, ya que, para el COI, es muy importante el respaldo de la poblaci¨®n a la candidatura. ¡°Pregunta a cualquier ciudadano si quiere que el Gobierno se gaste millones de euros en sanidad o educaci¨®n o prefiere que se lo gaste en un proyecto del que no sabemos si nos lo van a dar y hay bastantes opciones de que no nos lo den. La respuesta est¨¢ clara¡±, zanja la dircom, que tambi¨¦n fue jefa de comunicaci¨®n de la candidatura Madrid 2020.
Los Juegos de Invierno no guardan un registro diferente. El caso m¨¢s emblem¨¢tico es el de Sochi 2014. El Comit¨¦ Organizador Ruso buscaba que esta peque?a ciudad ubicada al noreste de la ribera del mar Negro se convirtiese en ¡°un escaparate para Rusia¡±, seg¨²n las palabras de su presidente, Dmitry Chernyshenko. Sin embargo, el Comit¨¦ Ol¨ªmpico de ese pa¨ªs termin¨® ba?ado en cr¨ªticas cuando se desvel¨® que llevar los Juegos a la localidad hab¨ªa tenido un coste de 37.500 millones de euros, cinco veces m¨¢s de lo inicialmente planeado. Aunque hay informes que elevan el monto alrededor de los 51.000 millones de euros.
¡°Durante mucho tiempo los anfitriones han tenido que construir vel¨®dromos o pistas de esqu¨ª solo utilizables por deportistas de alto rendimiento y cuyo mantenimiento es muy elevado¡±, comparte Lenskyj, quien de todas formas admite que el paso de los Juegos ha mejorado sistemas como el transporte interurbano, aunque su argumento principal es: ¡°?Por qu¨¦ se toman esas decisiones solo por la llegada de los Juegos y no simplemente para mejorar la calidad de vida de la ciudad?¡±
A la elecci¨®n de la sede tambi¨¦n le ha perseguido el tufo de la corrupci¨®n en forma de compra de votos, como fue el caso en Brasil. Este ciclo de eventos han ido empa?ando la imagen de un evento que Lenskyj, remata: ¡°es m¨¢s bien una industria, porque no aboga principalmente por los deportistas, sino por las entidades internacionales y las constructoras¡±.
Par¨ªs pretende enterrar el pasado y marcar el inicio de un ciclo al que el COI ha puesto nombre propio: Agenda 2020, una hoja de ruta adoptada en 2014 y compuesta por 40 recomendaciones basadas en ¡°la credibilidad, la sostenibilidad y la juventud¡±, que busca promover que las ciudades candidatas presenten propuestas de organizaci¨®n m¨¢s responsables medioambientalmente y, principalmente, rentables. Adem¨¢s, desde enero de 2023, el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional ha roto con el modelo de elecci¨®n hist¨®rico y ha adoptado una estrategia que denominan Targeted Dialogue (di¨¢logo dirigido en espa?ol).
El di¨¢logo dirigido tiene en cuenta, como punto de partida, los contextos pol¨ªtico, ambiental, socioecon¨®mico, de desarrollo y derechos humanos de cada ciudad interesada en albergar los JJOO, adem¨¢s de explicar la visi¨®n detr¨¢s del proyecto y los beneficios que traer¨ªa a las comunidades locales. Fuentes del Comit¨¦ explican que cuando la organizaci¨®n detecta que una ciudad cumple los par¨¢metros, se entablan conversaciones para forjar una posible candidatura y, eventualmente, anunciar que ser¨¢ la futura sede de los JJOO.
Adicionalmente, el proyecto debe estar alineado con los planes locales de desarrollo socioecon¨®mico a largo plazo, utilizando principalmente las instalaciones deportivas existentes incluso si est¨¢n fuera de la regi¨®n anfitriona principal y construyendo solo nuevos recintos si existe un legado s¨®lido y un caso de negocio, en consonancia con las necesidades de la poblaci¨®n: ¡°Son muy pocas las instalaciones que se han construido en Par¨ªs, pero hay una piscina al lado del Stade de France cercana al barrio de Seine-Saint Denis pagada por las autoridades locales que, tras los Juegos, ser¨¢ gestionada por la municipalidad de Saint Denis¡±, explica Chappelet.
¡°Lo que consigue el COI con este modelo es evitar que las ciudades tengan que hacer esa inversi¨®n gigante en megacampa?as, en todo lo relativo a lobbies y diplomacia y, como la selecci¨®n depende directamente del Comit¨¦, te aseguras estar trabajando para acoger los pr¨®ximos JJOO, los siguientes o directamente ninguno, pero gastando tan solo lo estrictamente necesario¡± aclara Cernuda.
Fuentes privadas
De momento, el grifo de la financiaci¨®n, vital para llevar a cabo su cambio de paradigma, no ha menguado. Los canales de televisi¨®n y las grandes marcas siguen confiando en la visibilidad y la atracci¨®n que genera el evento a nivel global. El capital que recibe el Comit¨¦ tanto para sufragar gastos directos del COI, como para abonar una parte a la ciudad que hospede la celebraci¨®n, ha ido creciendo a lo largo de los a?os. En su gran mayor¨ªa proviene de fuentes privadas.
Tres cuartas partes de su presupuesto proviene de la venta derechos televisivos y marketing. El resto lo genera gracias a la venta de entradas. Los ingresos en el ciclo de 2017 a 2021 fueron de 7.600 millones de d¨®lares, frente a los 5.700 millones de d¨®lares del periodo anterior.
Seg¨²n la memoria anual del Comit¨¦, el programa de patrocinio mundial ¡ªal que se adhieren las marcas que quieren lucir las cinco anillas ol¨ªmpicas¡ª conocido como TOP por sus siglas en ingl¨¦s, gener¨® 835,6 millones de d¨®lares mientras que los derechos de transmisi¨®n televisiva generaron 3.100 millones de d¨®lares. Este a?o los principales patrocinadores ol¨ªmpicos son 15 marcas, entre las que destacan Airbnb, Coca-Cola, Intel o Toyota.
V¨ªctor Matheson, profesor experto en gesti¨®n deportiva de la Universidad de Minnesota explica que estos sponsors internacionales suelen generar un promedio de 1.000 millones de euros en total, mientras que los locales aportan con otros 1.000 millones. Del total de la recaudaci¨®n, explica Matheson, el COI comparte cerca de 2.000 millones con la ciudad que aloja los Juegos. En concreto, Tokio 2020 recibi¨® 1.892 millones de d¨®lares y los juegos de invierno en Pek¨ªn 2022, cerca de 970 millones, seg¨²n el COI.
Cuando se habla de ¨¦xito a la hora de organizar los Juegos Ol¨ªmpicos es inevitable recordar el caso de Barcelona 92. Un modelo que ha sido analizado y se ha intentado replicar, pero, seg¨²n Chappelet, ¡°fue fruto del momento de apertura que viv¨ªa Espa?a y el impulso de Barcelona de mostrarse m¨¢s fuerte que Madrid. Muchos pa¨ªses han intentado replicarlo sin ¨¦xito¡±. Lo cierto es que la celebraci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos marc¨® un punto de inflexi¨®n significativo en la historia de la ciudad condal y tuvo un profundo impacto econ¨®mico y social.
Barcelona recibi¨® inversiones masivas a trav¨¦s de un modelo de econom¨ªa p¨²blico-privada que, seg¨²n el profesor de la Universidad de Barcelona Ferr¨¢n Brunet, rondaron los 10.330 millones de d¨®lares, de los cuales un 83% fue destinado a mejorar infraestructuras urbanas y de transporte, mientras que solo un 9% fue destinado a las instalaciones deportivas, lo que da buena idea de cuan potente fue el impulso de los Juegos sobre Barcelona. El impacto econ¨®mico producido se tradujo en 20.007 millones de d¨®lares.
Adem¨¢s, los JJOO posicionaron a Barcelona en el mapa mundial, impulsando el turismo de manera espectacular. La ciudad pas¨® de recibir 1,7 millones de turistas en 1990 a m¨¢s de 15,6 en 2023. El aumento del turismo trajo consigo un crecimiento en la industria hotelera, gastron¨®mica y de servicios, generando empleo y dinamizando la econom¨ªa local, recoge Brunet en el informe Mosaico Ol¨ªmpico.
Las mejoras en infraestructuras y servicios p¨²blicos elevaron significativamente la calidad de vida de los barceloneses. La ciudad gan¨® en accesibilidad, con nuevas l¨ªneas de metro y una red vial m¨¢s eficiente. Los Juegos Ol¨ªmpicos sirvieron como catalizador para la renovaci¨®n de barrios enteros, especialmente en ¨¢reas previamente degradadas. La Villa Ol¨ªmpica es un ejemplo paradigm¨¢tico de esta regeneraci¨®n urbana, transformando los antiguos terrenos industriales del Poblenou en una zona residencial moderna y atractiva.
Aunque con un contexto totalmente diferente, Londres tambi¨¦n utiliz¨® los Juegos Ol¨ªmpicos como catalizador para el desarrollo urbano y econ¨®mico, en este caso, del este de la ciudad. El ¨¢rea de Stratford, donde se sit¨²a el Parque Ol¨ªmpico, gener¨® ingresos significativos a trav¨¦s del turismo y la inversi¨®n extranjera y hoy es el segundo centro financiero de la ciudad por detr¨¢s del todopoderoso Canary Wharf.
Para valorar la repercusi¨®n definitiva de Par¨ªs tendr¨¢n que pasar todav¨ªa unos meses. Por el momento, hay proyecciones que hablan de un impacto econ¨®mico de entre 6.700 millones de euros y 11.100 millones de euros, seg¨²n el estudio del Centro de derecho y econom¨ªa del deporte de la francesa Universidad de Limoges, cuyos datos abarcan desde 2018 hasta 2034. El escenario intermedio del informe valora la contribuci¨®n econ¨®mica en 8.900 millones de euros, bastante m¨¢s de lo previsto por el Tribunal de Cuentas franc¨¦s. El turismo representar¨¢ un 30% de la cuant¨ªa total esperada, gracias a la visita de entre 2,3 millones y 3,1 millones de turistas, dejando a su paso un gasto estimado de 2.600 millones de euros seg¨²n la Oficina de Turismo de Par¨ªs. El 42% restante procede de los ingresos previstos por la organizaci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos y Paral¨ªmpicos.
Desde el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional sacan pecho por el modelo de financiaci¨®n de Paris 2024 con una sonora afirmaci¨®n: ¡°Los Juegos se financian a s¨ª mismos¡±. Revisado en 2022, el 96% del presupuesto destinado a la organizaci¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos y Paral¨ªmpicos de Par¨ªs 2024 ¡ª4.400 millones de euros¡ª procede del sector privado, es decir, del COI, la taquilla de entradas de los Juegos y la concesi¨®n de licencias ¡ª2.600 millones en total¡ª, as¨ª como las empresas asociadas ¡ª1.100 millones de euros¡ª y otros ingresos no detallados por el Comit¨¦ ¡ª200 millones de euros¡ª. El 4% restante, de origen p¨²blico, est¨¢ destinado a la organizaci¨®n de los Juegos Paral¨ªmpicos.
Para el COI, Par¨ªs 2024 ser¨¢ toda una declaraci¨®n de intenciones, la primera aplicaci¨®n real de la Agenda 2020 y un precedente para la supervivencia ¡ªo no¡ª del macroevento deportivo por antonomasia. Oro, plata o bronce econ¨®mico: pronto sabremos en que puesto queda la ciudad de la luz.
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