El caf¨¦ con hielo es una cuesti¨®n de Estado en Grecia (y su precio se ha disparado)

Si piensa usted en la gastronom¨ªa griega probablemente le vengan a la cabeza la musaka, el tzatziki, la ensalada con feta y el caf¨¦ frapp¨¦. Desde que se toma tierra en el aeropuerto de Atenas, resulta evidente la omnipresencia de caf¨¦ con hielo en vasos de pl¨¢stico de los que asoma una pajita. El taxista tomar¨¢ varios sorbos de ¨¦l en la autopista que va desde el aeropuerto al hotel. Es probable que la recepcionista del mismo tambi¨¦n reciba a los visitantes con su vaso sobre la mesa, sea la hora que sea. Gran parte de la gente con la que se cruce en la calle llevar¨¢ un caf¨¦. Le sorprender¨¢ la cantidad de motoristas que conducen con una mano para sujetar el vaso en la otra. Pero si tiene usted planeado viajar este verano a Atenas o a las islas debe conocer un secreto: en la actualidad, casi nadie, excepto los turistas, pide frapp¨¦. Eso con hielo que ha visto en todas partes no es frapp¨¦, es freddo espresso.

Aunque la preparaci¨®n es similar, la diferencia entre un frapp¨¦ y un freddo espresso es que el primero se elabora con caf¨¦ soluble y el segundo es de m¨¢quina. Antes de servirlo con abundante hielo, se pasa por una batidora para garantizar su caracter¨ªstica textura cremosa. El az¨²car, opcional, se a?ade durante el batido, por lo que al pedir se especificar¨¢ si es un freddo espresso sketo (sin az¨²car), un freddo espresso metrio (con poco az¨²car) o freddo espresso glik¨®. Habitualmente se preguntar¨¢ tambi¨¦n si es para tomar en el lugar o para llevar; de ello depender¨¢ si se sirve en vaso de cristal y el precio, que puede ser hasta el doble si no se lleva.

La generalizaci¨®n de las m¨¢quinas de caf¨¦ en Grecia es un fen¨®meno reciente. Sucedi¨® a principios del presente siglo. Hasta entonces solo hab¨ªa caf¨¦ griego, que se prepara en un briki, un peque?o cazo en el que se hierve, y se sirve, con poso. Es la misma bebida que en el pa¨ªs vecino se llama caf¨¦ turco. De hecho, en la actualidad, en las tabernas sigue siendo el ¨²nico tipo de caf¨¦; las m¨¢quinas de espresso solo se encuentran en cafeter¨ªas, panader¨ªas y gasolineras. Aunque nuevo, pronto se generaliz¨® hasta el punto de convertirse en un elemento de la identidad nacional. El 93% de los adultos griegos toma caf¨¦ de manera cotidiana. Aunque es m¨¢s habitual durante el verano, el freddo espresso se bebe tambi¨¦n en invierno.

Explosi¨®n tras la pandemia

La explosi¨®n final del consumo cafetero sucedi¨® hace cuatro a?os. Durante la pandemia de la covid-19, aument¨® un 10%, y a¨²n hoy la ingesta se encuentra cinco puntos por encima de los niveles prepandemia. Seg¨²n una encuesta realizada por Kapa Research para la Asociaci¨®n Hel¨¦nica del Caf¨¦, el 53% de los griegos consumen dos o m¨¢s caf¨¦s al d¨ªa y la mayor¨ªa se decanta por el freddo espresso. Seg¨²n la Autoridad Estad¨ªstica Hel¨¦nica (equivalente al INE espa?ol), el consumo de caf¨¦ alcanza las 510 tazas de caf¨¦ por persona y a?o. El consumo anual en Grecia es de 5.000 millones de tazas en total. Este pa¨ªs de apenas doce millones de habitantes consume 40.000 toneladas de caf¨¦ cada a?o, el 60% en el hogar y el 40% fuera. El valor del consumo en el hogar asciende a 400 millones de euros, mientras que el mercado fuera del hogar asciende a 3.000 millones de euros.

En Mitilene, Lesbos, Panagiotis prepara dos freddo espressos en el Caf¨¦ Pi, un c¨¦ntrico establecimiento regentado por una cooperativa. Panagiotis explica que para la cooperativa los caf¨¦s apenas aportan de beneficio. Con la inflaci¨®n disparada, si repercuten las subidas en el precio final ser¨ªan demasiado caros, por lo que cada vez tienen menos margen. Un freddo para tomar en una mesa cuesta tres euros, para llevar, dos. El coste para las cafeter¨ªas ha aumentado m¨¢s del 30% desde 2022. Seg¨²n una encuesta, el 14% de los consumidores se plantea por primera vez dejar el caf¨¦ por motivos econ¨®micos. Pero, en un pa¨ªs en el que todo el mundo bebe freddo, m¨¢s de un tercio reconoce que dejar este estimulante significar¨ªa reducir sus interacciones sociales.

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