As¨ª se construye un parque e¨®lico
En la provincia de Zaragoza se trabaja para levantar 18 generadores, una obra que requiere una inversi¨®n de 100 millones
Desde lo alto de un cerro se divisan los meandros con los que los r¨ªos Cinca y Segre serpentean al confluir a su paso por Mequinenza. Un paisaje digno de una postal al que, adem¨¢s, acompa?an efem¨¦rides hist¨®ricas. En el t¨¦rmino municipal de esta poblaci¨®n zaragozana de 2.300 habitantes tuvo lugar la famosa batalla del Ebro durante la Guerra Civil y de la que quedan restos desperdigados por el monte. All¨ª se construyen dos parques e¨®licos promovidos por Energy Capital: Las Mareas I y II, que se extender¨¢n sobre unos terrenos con 9 kil¨®metros de longitud y cuya ejecuci¨®n corre a cargo de la ingenier¨ªa vasca GES, que ha invitado a EL PA?S a visitar el enclave.
Ambos parques tendr¨¢n 18 aerogeneradores con una potencia total cercana a 100 megavatios y requerir¨¢n una inversi¨®n pr¨®xima a los 100 millones de euros, explica el director general de la compa?¨ªa, Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Donoso. Ser¨¢n capaces de generar 300.000 megavatios hora (MWh) al a?o, suficientes para llevar electricidad limpia a unos 115.000 hogares cuando los trabajos est¨¦n terminados y la obra entregada, algo que prev¨¦ suceda los pr¨®ximos meses de marzo y mayo, respectivamente.
Pero hasta llegar aqu¨ª el proceso ha sido largo. Primero porque conseguir los permisos necesarios para poner en funcionamiento un parque e¨®lico es una tarea ardua. ¡°Desde el acceso a la red, que es el primer paso, hasta el final de obra, los permisos pueden tardar una media que supera los seis a?os¡±, sostiene Juan Virgilio M¨¢rquez, director general de la Asociaci¨®n Empresarial E¨®lica (AEE): ¡°La tramitaci¨®n es tediosa. Hay tr¨¢mites ambientales que exigen m¨¢s de dos a?os¡±, explica. Un h¨¢ndicap a la hora de cumplir el Plan Nacional Integrado de Energ¨ªa y Clima (PNIEC), que fija que Espa?a tiene que llegar a 62.000 MW instalados de energ¨ªa e¨®lica y e¨®lica marina en 2030 (al cierre del a?o pasado eran 31.000 los que estaban operativos en los 1.371 parques e¨®licos existentes, que ahora llegar¨¢n a 1.400). ¡°Nos quedan 26.000 MW en m¨¢s de cinco a?os. Es una cifra tremendamente complicada de conseguir, entre otras cosas porque los parques no se tramitan a la velocidad que impone el plan¡±, se queja M¨¢rquez. Por lo pronto, est¨¢ autorizada la construcci¨®n de 9.200 MW.
Arag¨®n es la comunidad aut¨®noma donde m¨¢s infraestructuras e¨®licas se est¨¢n levantando hoy en d¨ªa, seg¨²n el director general de la AEE. De hecho, GES est¨¢ construyendo cuatro en la regi¨®n y negocia la firma de otro. Tras la autorizaci¨®n de la construcci¨®n, prosigue M¨¢rquez, hace falta conseguir las licencias de construcci¨®n ¡°y ah¨ª se abre otro mel¨®n, pues muchos ayuntamientos no est¨¢n de acuerdo con instalar un parque en su t¨¦rmino municipal¡±. De hecho, estas infraestructuras se est¨¢n encontrando con una fuerte contestaci¨®n en Espa?a, tanto pol¨ªtica como ciudadana. Est¨¢ ocurriendo principalmente en Galicia, Asturias y Cantabria. Y es porque ¡°el despliegue de la energ¨ªa renovable no puede estar marcado por el retorno r¨¢pido de la inversi¨®n. No se est¨¢n respetando zonas de alto valor ecol¨®gico ni la proximidad a las poblaciones. Adem¨¢s de los beneficios, en los proyectos e¨®licos, deben regir criterios ambientales y sociales porque hay mucho territorio donde levantarlos¡±, apunta Crist¨®bal L¨®pez, portavoz de Ecologistas en Acci¨®n en Galicia, que considera que las administraciones regionales son ¡°un aut¨¦ntico coladero de proyectos¡±.
En Mequinenza los permisos, ¡°que son bastante complicados de obtener y tardan m¨¢s para un parque e¨®lico que para uno fotovoltaico¡±, se?ala Garc¨ªa Donoso, ya est¨¢n. Despu¨¦s de los estudios de ingenier¨ªa para detectar los movimientos de tierras y donde trazar los viales y situar las turbinas y la subestaci¨®n el¨¦ctrica, arranca la excavaci¨®n.
Camiones y excavadoras se afanan en delinear los caminos que servir¨¢n para llevar los materiales sobre un terreno muy escarpado. Ser¨¢n dise?ados con zahorra, aplanados con la moto niveladora, empapados con una cuba de agua y compactados con un rodillo. Los viales tendr¨¢n que soportar el peso de un transformador de energ¨ªa de casi 90 toneladas; la parte m¨¢s cara de la instalaci¨®n, seg¨²n Ferm¨ªn Pi?eiro, director del proyecto. Se trata del artilugio que permite que la tensi¨®n el¨¦ctrica llegue a 400.000 voltios en la subestaci¨®n el¨¦ctrica. ¡°Si falla este equipo, el parque no sirve para nada¡±, asegura. Por su parte, la subestaci¨®n el¨¦ctrica es lo m¨¢s complejo del proyecto, en el que trabajan actualmente 18 personas de la ingenier¨ªa y 70 de la constructora subcontratada (que llegan a 150 en momentos punta).
Granadas sin detonar
Ellos han encontrado balas y granadas sin detonar en las trincheras que se levantaron para la batalla del Ebro. ¡°La Guardia Civil nos ha pedido acotar la zona¡±, dicen en GES, que cuenta con un arque¨®logo en sus instalaciones; tambi¨¦n con una brigada de bomberos en verano por el riesgo de incendios.
Seg¨²n se hacen los viales se va excavando y en los puntos donde ir¨¢n las turbinas e¨®licas se ha de cimentar el terreno, ferrallarlo y hormigonarlo. Se trata de una superficie de 22 metros de di¨¢metro que requerir¨¢ 60 toneladas de acero. Es lo que m¨¢s tiempo lleva. Los obreros van colocando list¨®n a list¨®n el hierro que soportar¨¢ los aerogeneradores de 104 metros de altura (el equivalente a 35 plantas de un edificio; de hecho, tienen ascensor en su interior), antes de cubrirlo con 500 metros c¨²bicos de hormig¨®n durante 10 horas seguidas. La plataforma donde se instalar¨¢ la gr¨²a que colocar¨¢ las palas de los aerogeneradores es el punto cr¨ªtico del parque, indica Pi?eiro. ¡°Hay que colocarla con precisi¨®n milim¨¦trica para evitar que los costes se incrementen¡±. Es un espacio proyectado para aguantar 5 kilos por cada cent¨ªmetro cuadrado.
Mientras, se allana la zona denominada playa o plataforma de montaje donde se colocar¨¢n las palas de las turbinas, de 70 metros, antes de instalarse. ¡°Luego estas ¨¢reas se eliminan y reforestan al fin de la obra y en la huella definitiva quedan solo los viales y los aerogeneradores¡±, se?alan en GES. Y se van excavando los tres metros de profundidad que acoger¨¢n los grandes tubos de cableado que recorren el terreno hasta la subestaci¨®n el¨¦ctrica y la l¨ªnea de evacuaci¨®n.
GES es la antigua ingenier¨ªa de Gamesa hasta que la vendi¨® al fondo de capital riesgo 3i, con cuya propiedad acab¨® en concurso de acreedores, lo que facilit¨® al grupo CL Industrial su compra en 2017. Desde 2020 obtiene resultados positivos, seg¨²n Garc¨ªa Donoso, que se?ala que tienen un 38% del mercado e¨®lico y un 18% del fotovoltaico. En 2023 su facturaci¨®n fue de 158 millones de euros con un ebitda de 4,2 millones. Este a?o pretenden que el volumen de ventas ascienda a 240 millones gracias a los 4 parques e¨®licos aragoneses y al que construyen en Chile con unos 420 MW en total. Y a los 7 parques fotovoltaicos que est¨¢n levantando en Andaluc¨ªa, Arag¨®n, Castilla-La Mancha y Navarra con m¨¢s de 500 MW. ¡°Tenemos proyectos en previsi¨®n hasta 2028 y su rentabilidad suele oscilar entre el 5% y el 8%¡±, se?ala el director general de GES, que asegura que est¨¢n reforzando su actividad de almacenamiento y las l¨ªneas de alta tensi¨®n porque son las actividades que llegan con fuerza.
?C¨®mo se desmantelan las instalaciones?
Los dos principales factores que condicionan la aprobación de un parque eólico son el impacto sobre la avifauna de la zona y el impacto paisajístico, señala Juan Virgilio Márquez, director general de la AEE. Pero, una vez construida, ¿qué pasa cuando la vida útil de la infraestructura finaliza? Su promotor tiene la facultad de desmantelarlo, dice Márquez, pero es algo que no ha ocurrido todavía. "Los parques eólicos más antiguos de España cuentan con 30 años y las máquinas han envejecido muy bien", indica. De ahí que sus dueños intenten extender su funcionamiento todo lo posible. Primero optan por mimar la máquina con sistemas de sensorización, con la modificación de algún equipo o realizando una extensión de módulos en las palas. Cuando esto ya no es suficiente, prosigue el directivo, el promotor decide repotenciar el parque, desmantelando el antiguo.
La repotenciación implica que en lugar de 60 aerogeneradores pase a haber 8 o 10 en el parque, señala José Luis García Donoso, director general de GES, "pues en 10 años su potencia se ha multiplicado por 10. Son más grandes y más altas; ocupan menos, pero se ven más". "Con la misma potencia puede generar el doble de energía con las nuevas máquinas", apoya Márquez. Y, dependiendo el estado de los aerogeneradores antiguos, cuando se desmantelan se intentan vender en el mercado de segunda mano, o valorizar para incorporarse a otros ciclos económicos o se trituran para convertirse en material con el que construir carreteras, explica. "El sector se ha comprometido con que ninguna pala vaya al vertedero a partir de 2025", afirma, de hecho, existen seis proyectos industriales en ciernes para reciclarlas.
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