El sabor agridulce de la cumbre de Bak¨²

Dos d¨ªas despu¨¦s de lo inicialmente previsto, el 24 de noviembre, concluy¨® la COP29. Simon Stiell, secretario ejecutivo de la Convenci¨®n Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Clim¨¢tico (CMNUCC), reconoci¨® que las decisiones finales no han dejado satisfechas a todas las partes. Sin embargo, existen, por otro lado, elementos a destacar entre los avances logrados.

En esta cumbre, llamada informalmente la COP de las finanzas, se hab¨ªa planteado como objetivo actualizar el flujo anual de financiaci¨®n clim¨¢tica de pa¨ªses desarrollados hacia aquellos en desarrollo, desde los 100.000 millones de d¨®lares, acordados por la comunidad internacional en 2009, hasta 1,3 billones de d¨®lares. Despu¨¦s de un acalorado debate, puesto que en este tipo de foros las decisiones deben ser acordadas por consenso y no por mayor¨ªa, el acuerdo final fue lograr para 2035 una cifra de 300.000 millones de d¨®lares, que deber¨¢n ser movilizados anualmente.

Una cantidad que, sin duda, se queda corta, aunque con matices a destacar. Quedan hasta el momento indefinidas las contribuciones espec¨ªficas de cada pa¨ªs, incluso aquellos que han de contribuir, as¨ª como qu¨¦ partes ser¨¢n donativos y cu¨¢les pr¨¦stamos e inversiones p¨²blicas y privadas. A fin de incrementar las contribuciones en los pr¨®ximos meses, se ha establecido una hoja de ruta ¡°de Bak¨² a Bel¨¦m¡±, con miras a la COP30 a celebrarse el pr¨®ximo a?o en esa ciudad de Brasil. Adem¨¢s, hay esperanzas de que la cifra pueda aumentar, dado que por el momento China no se encuentra contabilizado como proveedor de financiaci¨®n para este objetivo.

Otro tema con avances importantes al inicio de esta COP fue el mercado de carbono, al establecerse reglas de operaci¨®n para el comercio internacional de reducciones de emisiones, tanto de manera bilateral como de forma centralizada. En ambos casos, este mercado puede significar un flujo adicional de financiaci¨®n, principalmente para econom¨ªas en desarrollo, siempre y cuando se cumplan criterios de integridad tanto t¨¦cnica, como tambi¨¦n salvaguardas en materia ambiental y social, complementando su uso con estrategias nacionales de mitigaci¨®n al cambio clim¨¢tico.

De esta forma, en febrero del a?o pr¨®ximo, los pa¨ªses tendr¨¢n que hacer entrega de una versi¨®n actualizada de su contribuci¨®n determinada nacionalmente (NDC, por sus siglas en ingl¨¦s), documento en el que se detallan las metas nacionales de reducci¨®n de emisiones y en el que deber¨¢n incrementar la ambici¨®n clim¨¢tica con horizonte a 2035. Con una COP a celebrarse en 2025 en el coraz¨®n de la selva amaz¨®nica, ?el caudal de acciones de la comunidad internacional estar¨¢ a la altura de lo que el mundo necesita o se perder¨¢ de nuevo entre las ramas de la inmovilidad?