?Qu¨¦ hemos aprendido sobre la educaci¨®n durante el confinamiento?
Env¨ªe su opini¨®n al debate que plantea el Foro de Educaci¨®n de EL PA?S
El curso escolar marcado por la epidemia del coronavirus termina con la advertencia de los expertos de que el cierre durante tres meses de los centros educativos va a tener graves consecuencias para el alumnado, especialmente para los estudiantes de entornos desfavorecidos, y que su profundidad no se acabar¨¢ de conocer hasta dentro de unos a?os. Al mismo tiempo, los especialistas en educaci¨®n aseguran que, con todos sus problemas, el periodo deja tambi¨¦n lecciones valiosas que pueden servir para mejorar el sistema.
El Foro de Educaci¨®n de EL PA?S plantea a sus lectores esa pregunta: ?Qu¨¦ hemos aprendido sobre la educaci¨®n durante el confinamiento? Si quiere participar, puede enviar su opini¨®n contando una sola conclusi¨®n, el principal aprendizaje que haya extra¨ªdo como profesor, padre, alumno u observador. En los pr¨®ximos d¨ªas publicaremos una selecci¨®n en este art¨ªculo.
¡°Se ha puesto en valor el papel compensador de la escuela¡±
El papel compensador de desigualdades de la escuela se ha puesto en valor, y al igual que pas¨® con la sanidad p¨²blica, nos ha hecho reflexionar por el modelo de escuela por el que queremos luchar. La escuela en colaboraci¨®n con servicios sociales y sanidad favorece sociedades m¨¢s justas d¨ªa a d¨ªa, desde el patio, desde las aulas, desde el contacto humano de toda la comunidad educativa. Ayudemos a proteger la escuela, porque protegerla, es proteger nuestra propia diversidad como sociedad.
Juanvi Bl¨¢zquez. Orientador educativo, Valencia.
¡°La importancia de una clase presencial¡±
Lo m¨¢s importante que he aprendido en mi profesi¨®n durante la pandemia es el valor de una clase presencial: lo importante que es la mirada de mis alumnos cuando explico, los saludos de buenos d¨ªas, las dudas del final, sus sonrisas ante un ejemplo gracioso.... la humanidad de la ense?anza se pierde con las clases online, si bien han sido esenciales para continuar con su aprendizaje.
Mar¨ªa del Mar Camacho. Profesora de Universidad, Madrid.
¡°Se ha demostrado qui¨¦n tiene vocaci¨®n y qui¨¦n es un bur¨®crata¡±
En esta crisis se ha demostrado qu¨¦ maestro lo es por vocaci¨®n y qui¨¦n es un simple bur¨®crata. Hasta que no se encuentre un modelo donde la vocaci¨®n est¨¦ ligada a la productividad y primadas ambas con reconocimiento econ¨®mico y social, estamos dejando la educaci¨®n de la generaci¨®n de los que nos guiar¨¢n en nuestra vejez, en manos de la ruleta rusa del funcionariado. Hemos ensalzado a los sanitarios, pero cuando nos vemos en la posici¨®n de ense?ar ( y digo ense?ar, porque educar es un trabajo que deber¨ªa hacerse en casa eminentemente) a nuestros hijos, es cuando nos damos cuenta del esfuerzo que hacen los miembros del sistema educativo. A¨²n as¨ª, deber¨ªamos repensar el sistema y no cargar en los excelentes, las tareas de los bur¨®cratas.
Carmen de Amores. Madre de alumnos, Santa Ux¨ªa de Ribeira (A Coru?a).
¡°La importancia del acompa?amiento del docente¡±
Hay dos conclusiones importantes que algunos hemos extra¨ªdo de esta situaci¨®n tan dif¨ªcil. La primera, la importancia del acompa?amiento personal. El docente no s¨®lo ense?a su materia, sino que acompa?a al alumno en el proceso de aprendizaje, jugando un papel important¨ªsimo la capacidad emp¨¢tica del ense?ante para poder realizar esta labor de acompa?amiento que a veces consiste en exigir m¨¢s, a veces en premiar los esfuerzos, e incluso en ocasiones en poner el hombro. La segunda, la imposibilidad de atender la diversidad del aula. La labor m¨¢s importante y la m¨¢s dif¨ªcil que tiene un educador en el aula, es ser capaz de enviar y hacer que llegue un mismo mensaje a 30 personas totalmente diferentes. Estas dos realidades del aula que son las que marcan la diferencia entre un profesor m¨¢s, y aquel docente que nos marc¨® la vida y con el que disfrutamos aprendiendo, se han vuelto extremadamente dif¨ªciles de entender a trav¨¦s de las ondas cibern¨¦ticas, y sencillamente han hecho que el proceso de ense?anza-aprendizaje pierda calidad.
Jos¨¦ Antonio Rodr¨ªguez. Profesor de secundaria, M¨¦rida (Badajoz).
¡°La implicaci¨®n de las familias en la ense?anza¡±
La implicaci¨®n de las familias en la educaci¨®n de los adolescentes ha sido fundamental para el ¨¦xito de los estudiantes, incluso para los que en el per¨ªodo presencial hab¨ªan abandonado. En una medida razonable, no deber¨ªamos perder ese logro.
Virginia Florent¨ªn. Profesora de secundaria. Alcala de Henares (Madrid).
¡°He aprendido a buscar una ense?anza menos memor¨ªstica¡±
He aprendido a buscar una ense?anza menos memor¨ªstica, m¨¢s activa, m¨¢s creativa, menos enfocada a la evaluaci¨®n objetiva (cuyo rigor no se ha podido garantizar en ning¨²n momento). Se ha impuesto el valor del aprendizaje en s¨ª mismo, la necesidad de mantener una conexi¨®n emocional con los alumnos y alumnas que les llevara a permanecer conectados, una vez minimizada la trascendencia de las notas obtenidas. He fortalecido la conciencia de pertenencia a una comunidad que constituye uno de los pilares de nuestra sociedad, la Escuela, cuya orfandad nos ha hecho repentinamente conscientes de su vital importancia como medio para combatir las desigualdades sociales. Me he sentido (y me siento) cargada de responsabilidad y muy orgullosa de ser docente.
Llanos Navarro. Directora del instituto Hist¨®rico Bachiller Sabuco, Albacete.
¡°Ha quedado en evidencia que hay educaci¨®n de primera y de segunda¡±
Ha quedado totalmente evidenciado que hay educaci¨®n de primera y de segunda, tercera y hasta cuarta... y ni?os de primera, segunda y hasta de cuarta. Colegios concertados y privados conectados a sus alumnos de promedio 4 horas al d¨ªa y con un seguimiento decente y docente. Y colegios p¨²blicos con maestros que ni han dado la cara, hablo por experiencia propia, no me lo han contado.
Aracelis Romar. Madre, M¨¢laga.
¡°La fragilidad del sistema¡±
La fragilidad estructural del sistema se ha evidenciado. Poca solidez en la gesti¨®n, poca coherencia en los equipos docentes, escasa transversalidad en los curr¨ªculos, debilidad de la acci¨®n tutorial, laxitud en la actitud profesional docente, exigencia de tareas al alumnado y exagerada dedicaci¨®n temporal de manera descoordinada, un uso similar de las tecnolog¨ªas en el aprendizaje que reproduce lo presencial, una evaluaci¨®n desacertada, un abandono de la administraci¨®n educativa general en su tarea de liderar...
Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez. Docente, Arteixo (A Coru?a).
¡°Con emoci¨®n se aprende mejor¡±
Si hay algo que he aprendido en esta etapa es que la tecnolog¨ªa nos ha servido como una herramienta ¨²til para hacer una labor decente, pero no como una soluci¨®n del todo eficiente para nuestro trabajo docente. A pesar de los mails y las videoconferencias, profesores y alumnos nos hemos echado mucho de menos. La ense?anza, que en el aula gira entorno a un di¨¢logo, pierde muchos matices si no es presencial. Los gestos, el tono, la paciente labor de embaucar para lograr ver la atenci¨®n en el brillo de sus miradas... Ese feedback que nos hace continuar seguros de que estamos consolidando bien el aprendizaje. Con emoci¨®n se aprende mejor, dice la neurociencia. Y las relaciones a distancia siempre fueron complicadas...
Sergio Villanueva. Profesor de Biolog¨ªa, Elche (Alicante).
¡°Las grandes desigualdades sociales, que en el aula se dilu¨ªan¡±
En esta crisis he aprendido que la educaci¨®n presencial es esencial para el desarrollo personal del alumnado, la pantalla nunca sustituir¨¢ al aula como lugar de aprendizaje e intercambio de experiencias. Me he visto hablando sola a una pantalla oscura llena de alumnos invisibles, sin ser capaz de ver si mis palabras les llegaban. He utilizado plataformas sin formaci¨®n previa, que me han supuesto mas problemas que soluciones. Muchos de mis alumnos se han visto sepultados en tareas, mientras otros se han mantenido indiferentes a contenidos poco motivadores. He vivido la panacea de las clases online, tantas veces pregonada, como una gran decepci¨®n. Una gran parte del alumnado se ha intentado aprovechar de la situaci¨®n y ha rozado la desfachatez del todo vale, poniendo con ello en evidencia su falta de ¨¦tica y valores, copia de lo que se ve en nuestra sociedad como algo normal. He visto grandes diferencias sociales entre nuestros alumnos, que mientras que en el aula se dilu¨ªan, quedaban de manifiesto en el confinamiento en sus casas, sin nadie a quien recurrir, sin medios para trabajar desde ellas.
Mar¨ªa Antonia Fern¨¢ndez del Viso. Profesora de secundaria, Avil¨¦s.
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