Las agrupaciones por niveles en los colegios ganan terreno como medida para reducir las ratios
La Comunidad de Madrid incluye en sus instrucciones de vuelta a las aulas la posibilidad de incorporar en Infantil y Primaria grupos de cursos diferentes, se suma as¨ª a Valencia, Cantabria y Catalu?a en incorporar la medida
¡°Es lo que hacen en las escuelas Montessori, y ten¨ªa que hacer grupos de refuerzo as¨ª que opt¨¦ por plantear grupos de alumnos por niveles, en lugar de por edades, as¨ª reduzco ratios a la vez que puedo trabajar mejor con los alumnos que m¨¢s dif¨ªcil lo han tenido¡±, de esta forma explica Bel¨¦n Mu?oz, directora del colegio madrile?o P¨ªo XII, c¨®mo reducir¨¢ las ratios para el curso que viene agrupando a alumnos de dos cursos diferentes. En su escuela, en concreto, har¨¢ tres nuevos cursos que unan estudiantes de Primero y Segundo, Tercero y Cuarto, y Quinto y Sexto de Primaria y les asignar¨¢ tres nuevos tutores. Llevaba pens¨¢ndolo desde junio y el pasado lunes cuando recibi¨® las instrucciones del director de ¨¢rea comprob¨® que la normativa de inicio de curso escolar confirmaba sus planes.
Madrid es la ¨²ltima comunidad en sumarse a la medida que prev¨¦ en las instrucciones de curso flexibilizar los grupos por edades. La circular recoge que ¡°un mismo grupo de convivencia estable pueda incluir alumnos de los diferentes niveles del segundo ciclo de Educacio?n Infantil y en el caso de Educacio?n Primaria, pueda incorporar alumnos pertenecientes a dos niveles consecutivos de dicha etapa en cualquiera de sus posibles combinaciones¡±. Es la primera vez que la Comunidad de Madrid permite agrupaciones permanentes de distintas edades en escuelas convencionales ¡ªya que las escuelas rurales tambi¨¦n lo contemplan¡ª. Y, aunque se permiten habitualmente las agrupaciones flexibles puntuales y desdobles, la novedad es hacerlo en todas las asignaturas el horario completo.
Desde la consejer¨ªa de Educaci¨®n madrile?a explican que han ofrecido esta alternativa ¡°a petici¨®n de centros y familias para que los alumnos en la medida de lo posible no tengan que utilizar otros espacios municipales en el caso de no tener hueco en el propio colegio. Es opcional y por tanto el centro decide si organizar as¨ª o no. Es una f¨®rmula que se utiliza en los centros rurales y funciona bien¡±, explican.
La medida beneficiar¨ªa la creaci¨®n de grupos de apoyo, como en este colegio, y ofrece soluciones para centros educativos que tengan una sola clase por curso. Este es el caso del colegio San Juan de la Cruz. La presidenta de la asociaci¨®n de familias explica que en su centro se estaba planteando esta medida para acoger a los alumnos de las clases que superaban los 20 alumnos. ¡°Ser¨ªa mucho mejor que fueran desdobles, es decir que redujera la ratio a la mitad y de cada curso salieran dos clases, pero eso supone el doble de profesores, as¨ª que lo aceptamos como medida excepcional aunque no es la ¨®ptima¡±, indica.
La Comunidad de Madrid ya preve¨ªa estos agrupamientos a finales de junio. El director del colegio Antonio Machado de Majadahonda, David Santos, explica que hizo su previsi¨®n con desdobles, pero el inspector de su zona le corrigi¨®. ¡°Nos sobraban 20 ni?os en Infantil sumando las tres etapas¡±, explica el responsable del centro. Su propuesta planteaba reducir la ratio en las que ten¨ªan y sacar un nuevo grupo por curso. ¡°El inspector me dijo que me olvidase, que lo m¨¢ximo que me iban a dar para infantil si me sobraban 20 ni?os era un docente. Les importaba poco si ese profesor asum¨ªa un grupo unitario combinando las tres edades, o c¨®mo escoger los integrantes del grupo. Somos n¨²meros. En ¨¦poca de crisis es lo que toca, soluciones extra?as para tiempos extra?os¡±, destaca Santos.
En otras comunidades aut¨®nomas
Las agrupaciones de edades distintas ya est¨¢ prevista en los protocolos de otras comunidades como Cantabria, Comunidad Valenciana o Catalu?a. En el departamento de Educaci¨®n de estas dos ¨²ltimas explican que en Infantil y Primaria tambi¨¦n se permitir¨¢ a las escuelas juntar grupos de diferentes cursos si es necesario para cumplir con las ratios y mantener la distancia de seguridad. Una portavoz del departamento catal¨¢n se?ala que las escuelas tienen autonom¨ªa para organizarse de esta manera, y recuerda que es una f¨®rmula que ya se daba en algunos centros, especialmente en entornos rurales, informa Josep Cat¨¤. En la Comunidad Valenciana la Consejer¨ªa lo anunci¨® a principios de julio para que los centros pudieran organizar con tiempo la planificaci¨®n del actual curso, informa Cristina V¨¢zquez.
En el caso de Cantabria o Asturias, sin embargo, aunque la medida est¨¢ prevista cuando se superen las ratios de 20 alumnos por clase, el 90% de las aulas de Primaria no superan esta ratio y en el caso de Infantil el 100% est¨¢ por debajo de los 20 estudiantes, informa Juan Navarro.
Juan Manuel Trujillo Torres, director del departamento de did¨¢ctica y organizaci¨®n escolar de Universidad de Granada, explica que estas agrupaciones por edades tienen ventajas e inconvenientes. ¡°Desde el punto de vista social aportan experiencias con un aprendizaje cooperativo, tutorizaci¨®n entre iguales, y en cuanto a convivencia la experiencia social mejora¡±, apunta el especialista. ¡°Desde el punto de vista pedag¨®gico puede presentar dificultades porque el contenido curricular no est¨¢ planteado para edades agrupadas porque cada curso tiene sus objetivos, as¨ª que las mayores dificultades las van a tener que asumir los docentes que tendr¨ªan que tener una formaci¨®n espec¨ªfica como en la escuela rural¡±, concluye Trujillo.
Santiago Alonso, director del colegio Mart¨ªnez Monta?¨¦s, no esta muy de acuerdo con la medida: ¡°Este a?o tenemos alumnos que no han alcanzado sus objetivos por curso y el desfase ser¨¢ mayor al juntarlos con estudiantes de otro nivel, como puede ocurrir con los que saltan de Infantil a Primaria y que habitualmente habr¨ªan aprendido a leer en el ¨²ltimo trimestre, pero eso lo perdieron y en Primaria los ni?os ya saben leer..., y si juntas alumnos de primero que no saben leer con los de segundo que ya lo dominan es un caos¡±, concluye. Desde la federaci¨®n de ense?anza del sindicato CC OO de Madrid, Isabel Galv¨ªn se opuso este martes a la medida: ¡°No es una regulaci¨®n pensada desde la perspectiva del alumno sino para escatimar recursos y hurtar al alumnado su derecho a la educaci¨®n respondiendo a sus necesidades. La soluci¨®n para evitarlo es flexibilizar las ratios y dotar a los centros del profesorado necesario para desdobles¡±, concluye.
¡°Los grupos mixtos son geniales para el aprendizaje entre iguales solo hay que cambiar la mentalidad¡±
En las dos clases del colegio de Jos¨¦ Antonio Quintana se mezclan alumnos de los 2 a los 9 a?os y de los 9 a los 12, y lo que podr¨ªa parecer una locura para cualquier maestro ¨¦l lo define como ¡°una oportunidad¡±. Es el director del colegio San Andr¨¦s de Luena desde hace 15 a?os, una escuela unitaria rural en Cantabria. La diferencia entre estas aulas y los grupos mixtos planteados durante la pandemia est¨¢ en las ratios. Mientras que en Madrid, Valencia o Barcelona pueden llegar hasta los 20 alumnos de dos edades distintas, las clases de la escuela rural de Luena cuentan con 7 y 8 alumnos. Aun as¨ª este profesor cree que los agrupamientos mixtos, aunque numerosos, tienen sus ventajas. ¡°Son geniales para el aprendizaje entre iguales, el trabajo colaborativo y cooperativo, pero los maestros tienen que cambiar de mentalidad y en vez de buscarle los inconvenientes sacarle partido a la riqueza de su aula y beneficiarse de la ventaja¡±, explica. Y da un ejemplo: ¡°Si hay ni?os que unos sepan leer y otros no, deber¨¢s convertir a los lectores en agentes del fomento lector y fomentarles que creen expectativas de lectura en los m¨¢s peque?os¡±, se?ala este director que se siente muy afortunado por poder trabajar en las mismas condiciones que siempre, tambi¨¦n en tiempo de pandemia porque su alumnado es pr¨¢cticamente un grupo de convivencia. Y concluye: ¡°Al que m¨¢s le va a costar es al profesor porque no est¨¢ acostumbrado, pero debe plantearse que no es un aula convencional, es otra cosa¡±.
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