¡°No puedo estar todo el d¨ªa midiendo la distancia¡±: as¨ª ha arrancado la vuelta a las clases en plena pandemia
Arranca el curso entre el desconcierto de los padres y amenazas de huelga. Los centros organizan entradas escalonadas para evitar aglomeraciones y explican a los padres las normas b¨¢sicas
Son las 9.45 y es la hora de prevista de llegada para los alumnos del grupo B de primero de la ESO en el instituto p¨²blico Font de Sant Lluis de Valencia. La entrada escalonada es la primera norma a seguir en la vuelta a las aulas en la Comunidad Valenciana y ya hay dudas: unas ni?as no saben a qu¨¦ grupo pertenecen. Las caras de los 15 padres que est¨¢n reunidos en la entrada, a pesar de las mascarillas, expresan claramente la preocupaci¨®n que acompa?a a la vuelta a las clases en mitad de la pandemia. Uno de los padres en la puerta del Font de San Llu¨ªs pregunta t¨ªmidamente a la mujer que est¨¢ ordenando la entrada de los chavales c¨®mo van a mantener la distancia de seguridad en las aulas y en el recreo. ¡°Se?or, yo no puedo estar con una vara midiendo todo el d¨ªa la distancia. Ellos tienen que ser conscientes de que tienen que guardar un metro y medio, tanto dentro como fuera del centro¡±.
El inicio del curso m¨¢s dif¨ªcil ya est¨¢ aqu¨ª: Navarra comenz¨® el pasado viernes, este lunes le siguieron la Comunidad Valenciana, Cantabria, el Pa¨ªs Vasco, La Rioja y Arag¨®n, y en el resto de Espa?a el regreso a las aulas es inminente hasta completar el regreso a los centros educativos de los m¨¢s de 8,2 millones de alumnos espa?oles de ense?anza no universitaria, desde infantil hasta Bachillerato y FP. Y las im¨¢genes que dejan las primeras horas reflejan el desconcierto en el que todav¨ªa se mueven muchos profesores y buena parte de las familias, entre cifras de la pandemia que siguen siendo preocupantes y las amenazas y anuncios de huelga en varios territorios.
Se pudo ver desconcierto y preocupaci¨®n en la puerta del Font de Sant Llu¨ªs de Valencia, donde varias ni?as todav¨ªa no sab¨ªan a qu¨¦ grupo pertenec¨ªan el primer d¨ªa de clase. Y tambi¨¦n en el Pa¨ªs Vasco, donde algunos centros han hecho firmar a los padres una declaraci¨®n de responsabilidad en la que se comprometen a tomarles la temperatura antes de salir de casa y a no llevarlos si tienen fiebre. ¡°Esto es un poco desconcertante, dar apariencia de normalidad a algo que es excepcional a m¨ª me da miedo¡±, aseguraba este lunes Maialen Gil despu¨¦s de dejar a sus hijos Iker y Jon en el colegio p¨²blico Samaniego, en Vitoria, junto a unas l¨ªneas pintadas en el suelo.
Y muchas de las im¨¢genes que ofrecen las comunidades donde est¨¢n a punto de retomarse las clases tampoco son muy halag¨¹e?as. Por ejemplo, el colegio Miguel de Cervantes de Getafe (Madrid) comunic¨® a las familias del curso de ni?os de tres a?os ¡ªlos m¨¢s peque?os del centro¡ª con un escrito en su web que sus hijos no podr¨¢n empezar hoy las clases debido a la falta de personal.
De hecho, la llegada de los 39.000 profesores prometidos por las comunidades para reforzar la vuelta a las aulas es otro de los grandes desvelos de este inicio de curso. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha asegurado que casi el 60% de los profesores comprometidos no se ha incorporado a¨²n. ¡°Dec¨ªan que estaban preparadas, pero los datos no indican eso. Hoy est¨¢n realizando adjudicaciones en Madrid, Extremadura y Arag¨®n¡±, subray¨® ayer Mario Guti¨¦rrez, presidente del Sector Nacional de Educaci¨®n de CSIF.
¡°Un poco extra?o y triste¡±
Mientras tanto, cientos de colegios e institutos empiezan a enfrentarse ya al inicio del curso m¨¢s complicado. En la Comunidad Valenciana, la Generalitat ha permitido a los centros organizar la entrada de forma escalonada durante toda esta semana. ¡°Vimos que era mejor que fueran entrando por niveles, porque este a?o tenemos muchas normas de acceso nuevas, y as¨ª tenemos tiempo para aprenderlas poco a poco; ellos y nosotros¡±, afirma Joaquina Barba, directora del colegio p¨²blico de la Font d¡¯En Carr¨®s, un municipio de Valencia, al que este lunes han vuelto los chavales de dos clases de infantil (las de tres y cuatro a?os) y de cuarto de primaria (nueve a?os). ¡°Ha sido un poco extra?o y un poco triste, la verdad. No hab¨ªa la alegr¨ªa habitual de la entrada del colegio. Han venido casi todos con mascarilla, incluso los m¨¢s peque?os, para los que no es obligatoria. Va a ser un curso diferente¡±, cuenta por tel¨¦fono.
Amparo Escudero ha llevado esta ma?ana a sus dos hijos ¨Duna ni?a de cinco y un ni?o de 10 a?os¨D al colegio Santa Mar¨ªa Marianista de Alboraia, en Valencia. ¡°Entraban escalonados por puertas distintas. Al mayor lo he dejado para que entrara solo a las 8.45 por la puerta lateral y he llevado a la peque?a a la principal. Cuando hemos llegado, hemos visto que hab¨ªan decorado el colegio como si fuera un d¨ªa de fiesta, con banderines y mensajes de bienvenida. Y han puesto las canciones que el curso pasado pon¨ªan al inicio de la jornada, que son muy optimistas. Los profesores de infantil estaban esperando en la otra parte del patio y han empezado a aplaudir a los ni?os cuando han entrado. Y ellos los saludaban levantando los brazos¡ Ha sido muy emotivo. Yo no suelo emocionarme con estas cosas, pero la verdad es que hoy se me ha puesto la carne de gallina. Antes de salir de casa les hab¨ªa dicho: ¡®?Sab¨¦is que hoy es un d¨ªa muy importante, volver al colegio despu¨¦s de tanto tiempo, verdad?¡¯. Y mi hijo me ha contestado: ¡®?Ah, s¨ª? Bueno¡¡¯ Ellos ten¨ªan ganas de volver, pero lo viven de otra forma¡±, afirma Escudero.
En la puerta del Font de Sant Llu¨ªs, la docente que recibe a los alumnos en la entrada sigue a¨²n explicando dudas a los padres. Les recuerda el estricto reglamento de requisar los m¨®viles y tranquiliza a algunos, preocupados por las actividades que antes se hac¨ªan en grupos grandes, como la clase de Educaci¨®n F¨ªsica. Es una de las dudas recurrentes. ¡°Ser¨¢n lo m¨¢s individuales posibles¡±, informa. Un grupo de madres comenta las medidas que han tomado desde casa y quedan para venir a recoger a sus hijos a las 13.00, ya que los menores tendr¨¢n horario reducido en esta primera jornada. ¡°Ten¨ªan muchas ganas de volver, tantas que el miedo del primer d¨ªa ha quedado camuflado¡±, relata una madre. Su mayor preocupaci¨®n, sin embargo, es el comportamiento y las medidas de seguridad que se tomen en el patio. Ha repetido hasta la saciedad a sus hijos en casa que guarden la distancia cuando est¨¦n en el colegio. ¡°Nosotros los adultos hemos ido a trabajar y hemos salido, pero ellos no ven a sus amigos desde hace cinco meses. Ten¨ªan mucha ilusi¨®n por volver¡±. A las 10.00, dos profesores salen y gritan al siguiente grupo: ¡°primero de la ESO, grupo C, que pasen¡±. Se pasa lista antes de entrar y se toma la temperatura de cada uno.
Entrada ordenada
En el patio del colegio p¨²blico Samaniego, en Vitoria, la hilera de mascarillas superaba los 200 metros. La directora les iba recibiendo poco a poco y les colocaba con sus profesores para organizar la vuelta a clase. ¡°No se puede venir con patinete¡±, recuerda a uno mayor que quer¨ªa entrar montado y a toda velocidad. Los ni?os de cinco a?os se agarraban m¨¢s que nunca a las manos de sus padres. Iker y Jon prefer¨ªan algo m¨¢s s¨®lido y se aferraban a las piernas de su madre hasta casi inmovilizarla. Eran dos de los cerca de 200.000 alumnos de infantil, primaria y parte de secundaria que volv¨ªan a las aulas a partir de este lunes en el Pa¨ªs Vasco, despu¨¦s de seis meses de convivencia familiar forzada por la pandemia, desde que en marzo se suspendieron las clases presenciales. Lo hacen con preocupaci¨®n e incertidumbre en un contexto en el que el n¨²mero de positivos por coronavirus sigue subiendo en la comunidad aut¨®noma. Desde el pasado seis de julio hasta el 3 de agosto han fallecido en Euskadi 96 personas con la covid y se han contagiado 19.158.
En la calle Paz, en una de las paradas del autob¨²s escolar que recoge a m¨¢s alumnos para distribuirlos por los centros educativos vitorianos, la emoci¨®n est¨¢ contenida. Uno de los m¨¢s peque?os suelta una l¨¢grima cuando el autob¨²s arranca y deja atr¨¢s a su madre. ¡°Joder que pena¡±, farfulla ella tambi¨¦n sec¨¢ndose los ojos, ¡°pero tengo que ir a trabajar¡±, explica Mar¨ªa Jes¨²s Ortiz de Urbina, como si tuviera que justificarse. ¡°No s¨¦ qu¨¦ voy a hacer el martes de la semana que viene¡±, explica.
Huelga de profesores
El martes 15 de septiembre, todos los sindicatos de la ense?anza no universitaria han convocado una huelga en el Pa¨ªs Vasco para protestar por la falta de negociaci¨®n de los protocolos de seguridad que ha adoptado Educaci¨®n con los centros escolares y que consideran insuficientes. Los sindicatos creen que la vuelta a clase se ha hecho con falta de previsi¨®n y reclaman m¨¢s control en los centros. M¨¢s all¨¢ de las medidas generales, la obligatoriedad de las mascarillas desde los seis a?os, y la toma de temperatura en casa y a la entrada al centro, cada escuela e instituto ha dise?ado horarios escalonados, itinerarios de entrada y salida espec¨ªficos para cada clase y ha sometido a los alumnos a grupos burbuja, no solo en clase sino tambi¨¦n las horas de ocio en el centro. ¡°Han hecho recaer toda la seguridad sobre los hombros del profesorado y eso es injusto, el departamento tiene que dar un paso al frente¡±, critica UGT Euskadi.
La movilizaci¨®n de Euskadi se suma a la anunciada en otras comunidades. El sindicato de Estudiantes mantiene una convocatoria de huelga para mediados de mes, hay paros promovidos por los sindicatos docentes para los d¨ªas 22 y 23 en Madrid y en Andaluc¨ªa, la movilizaci¨®n sindical tambi¨¦n planea sobre las aulas. En esta comunidad, las asociaciones de padres y madres de Sevilla, M¨¢laga, C¨¢diz y C¨®rdoba han hecho un llamamiento a las familias para que desde cuelguen en los balcones las mochilas escolares como protesta. con el objetivo de exigir seguridad a la hora de que los menores regresen al colegio. Y la plataforma de padres que pretenden no llevar a sus hijos a las aulas ha insistido en que no cambia de postura, despu¨¦s de que la Fiscal¨ªa haya avisado de las posibles consecuencias judiciales a las que se enfrentan. ¡°No vamos a cejar en nuestra denuncia ni en nuestras intenciones de vaciar las aulas. Que haya m¨¢s o menos seguimiento de la protesta no invalida los motivos de la misma¡±, dice en un comunicado un colectivo que agrupa a padres insumisos, Escuelas de Calor.
Todo ello a pesar de los constantes llamamientos institucionales a la tranquilidad de las ¨²ltimas semanas. ¡°No existe el riesgo cero, pero nuestros hijos e hijas, maestros y maestras, van a tener la garant¨ªa de estar en centros seguros¡±, ha asegurado este lunes el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, durante una entrevista en TVE. ¡°Hoy abren sus puertas muchas aulas en nuestro pa¨ªs. Con prudencia y determinaci¨®n, gracias al trabajo de estos meses. No podemos perder a una generaci¨®n que necesita ir a la escuela para tener un desarrollo formativo y emocional norma¡±, a?ad¨ªa en su cuenta de Twitter la ministra de Educaci¨®n, Isabel Cela¨¢.
De momento, lo que ya resulta bastante claro es que este a?o, m¨¢s que nunca, no hay una sola vuelta al cole. Y que ni siquiera van a ser 18, tantas como suman el Ministerio de Educaci¨®n, que ha elaborado unas recomendaciones de seguridad contra la pandemia, y las autonom¨ªas, que han desarrollado sus propios protocolos y est¨¢n actuando con distintos niveles de previsi¨®n y medios. Sino que habr¨¢ infinidad de vueltas al cole, dependiendo de la extensi¨®n de la enfermedad en cada zona y los entornos de los centros (en ¨¢reas urbanas, semiurbanas o rurales), incluso de las caracter¨ªsticas del profesorado y la implicaci¨®n de las familias.
No ser¨¢ lo mismo en localidades confinadas como Santo?a (Cantabria), donde el primer del curso apenas ha asistido a clase un 12% de los alumnos, que en los colegios de primaria de Teruel, con un n¨²mero medio de alumnos por aula en 2018-2019, muy por debajo de la media: 14,2 frente a 20,9. Muchos especialistas defienden que la heterogeneidad no es mala y que, de hecho, una de las claves para sacar adelante el curso ser¨¢ dar flexibilidad a los centros para que puedan desarrollar las medidas como mejor convenga.
En todo caso, habr¨¢ que esperar para evaluar c¨®mo afecta la pandemia en los colegios y c¨®mo responden estos, pues la transmisi¨®n del virus en los centros se ver¨¢ ¡°a finales de la pr¨®xima semana o a principios de la siguiente¡±, ha asegurado el director del Centro de Coordinaci¨®n de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Sim¨®n. El especialista tambi¨¦n ha admitido adem¨¢s que podr¨¢ haber episodios ¡°que se tarde un poco m¨¢s en controlar¡±.
Terminada la jornada, Ona Soler, de casi nueve a?os, alumna de cuarto de primaria del colegio p¨²blico Alejandra Soler de Valencia, hac¨ªa balance del primer d¨ªa. ¡°He llegado un poco nerviosa, hemos tenido poco tiempo para almorzar y casi todo el rato hemos tenido que llevar la mascarilla. Es muy diferente a c¨®mo era el a?o pasado, pero ha valido la pena. Lo mejor, aparte de conocer a la nueva profe, y de ver a los amigos, es tener ya la sensaci¨®n de que va a ser un curso divertido¡±.
Con informaci¨®n de Marta Pinedo, Cristina Salda?a, Jakub Olesiuk. Emilio S¨¢nchez Hidalgo y J. A. Auni¨®n.
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