Castells pone coto a las universidades que act¨²an como meras academias
Los campus de nueva creaci¨®n deber¨¢n acreditar que van a investigar y transferir conocimiento, y los antiguos se tendr¨¢n que adaptar a estos requisitos, seg¨²n un decreto que prepara el ministerio
El n¨²mero de campus privados en Espa?a no deja de crecer ¨Dse han aprobado cuatro en Madrid en un a?o y medio, mientras la ¨²ltima p¨²blica, la Polit¨¦cnica de Cartagena, data de 1998¨D. El ministro de Universidades, Manuel Castells, quiere poner coto a las instituciones, tanto p¨²blicas como privadas, que act¨²an como meras academias que imparten docencia (en muchos casos muy buena), pero que no cumplen su funci¨®n como universidad, que debe ser tambi¨¦n la de investigar y transferir conocimiento. Por eso, el Gobierno ha elaborado un real decreto de creaci¨®n, reconocimiento, autorizaci¨®n y acreditaci¨®n de universidades, adelantado por El Mundo y eldiario.es, que fuerza a los nuevos centros a cumplir unos requisitos y a los antiguos a adaptarse en cinco a?os. Entre las privadas, solo la Universidad de Navarra, con una reputada cl¨ªnica universitaria, se cuela entre los campus espa?oles con unos ¨ªndices aceptables cient¨ªficos. En Espa?a hay en este momento 50 instituciones p¨²blicas y 36 privadas.
El Gobierno quiere que ocurra como en Estados Unidos, donde existen los college, que no investigan, pero no por ello no cuentan con una buena docencia, y las universidades. De modo que los centros que desprecien la investigaci¨®n, aunque sigan ofertando grados, tendr¨¢n que dejar de llamarse como tales porque ¡°su significado puede inducir a confusi¨®n¡±. Las universidades estar¨¢n obligadas a ofertar al menos 10 carreras ¨Den este momento son ocho ¡°titulaciones¡±, por lo que se puede incluir posgrados¨Dde tres de las cinco ¨¢reas de conocimiento (Ingenier¨ªa, Ciencia, Ciencias Sociales y Jur¨ªdicas, Humanidades y Ciencias de la Salud). La excepci¨®n ser¨¢n las polit¨¦cnicas.
En la actualidad, centros privados adscritos a una universidad p¨²blica que expide el t¨ªtulo, cuando logran establecerse como centros aut¨®nomos, hinchan su cat¨¢logo de carreras pero dentro de su propio campo de conocimiento. Generalmente son estudios de ciencias sociales (Derecho o Econ¨®micas), sin mucho coste y en los que la labor cient¨ªfica es casi nula. ¡°Deber¨¢ incluirse una programaci¨®n plurianual de la actividad investigadora, cuyas ¨¢reas cient¨ªficas deber¨¢n ser coherentes con las titulaciones de grado y de m¨¢ster y, especialmente, con los programas de doctorado que se desarrollen¡±, se explica en el decreto, que est¨¢ en fase de borrador. La conferencia de rectores (CRUE) acoge positivamente el texto: ¡°No se trata de cerrar universidades ni de frenar la creaci¨®n de nuevas, sino de que todas cuenten con unos requisitos m¨ªnimos. Estamos estudiando con detalle el borrador para trasladar nuestras propuestas al ministerio¡±, subraya su presidente, Jos¨¦ Carlos G¨®mez Villamandos, rector de la Universidad de C¨®rdoba.
Durante el mandato de Pedro Duque se redact¨® un primer borrador que no lleg¨® a salir a la luz, y Castells lo ha modificado. ¡°Es para universidades p¨²blicas y privadas. Una universidad tiene que tener una calidad m¨ªnima para llamarse tal. Otra cosa es que pueda ser un centro de estudios superiores. Los criterios van a ponerse m¨¢s estrictos, pero yo aseguro que una buena universidad privada en Espa?a los va a pasar¡±, asegur¨® el secretario general del ramo, Jos¨¦ Manuel Pingarr¨®n, en un acto reciente en la universidad online UNIR.
El texto fuerza a que al menos el 5% del presupuesto se dedique a incentivar la investigaci¨®n, que haya una producci¨®n cient¨ªfica equivalente a seis publicaciones firmadas por tres personas en el plazo de tres a?os, y se les obliga a presentarse anualmente a ¡°cinco proyectos de investigaci¨®n competitivos de ¨¢mbito regional, nacional e internacional¡±. El ministerio da por hecho que en un principio las nuevas universidades no los ganar¨¢n, pero s¨ª reclama que en cinco a?os hayan obtenido al menos cinco. Ello supone que las instituciones deben tener unas mejores instalaciones para investigar y que se recojan en una memoria.
El Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas (IVIE) edita para la Fundaci¨®n BBVA un ranking anual que distingue entre docencia, investigaci¨®n y transferencia (en la Universidad espa?ola se publica mucho, pero se comparte muy poco con el mundo de la empresa y la sociedad). Y tradicionalmente los campus privados ocupan los peores puestos en recursos, publicaciones y calidad de su ciencia, y especialmente los online. A la cola se posicionan la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid, la Udima (Universidad a Distancia de Madrid), la Cat¨®lica de Valencia y CEU-Cardenal Herrera. En este listado no aparecen a¨²n los hist¨®ricos centros adscritos CUNEF (de banca), Villanueva (ciencias sociales) y ESIC (marketing) a los que la Comunidad de Madrid ha aceptado como universidades y est¨¢n en el tr¨¢nsito.
No investigar penaliza en los rankings
Las clasificaciones internacionales tambi¨¦n castigan la falta de investigaci¨®n en las privadas. Entre las 500 mejores universidades del mundo, seg¨²n el ranking de Shangh¨¢i, el m¨¢s valioso, hay 13 espa?olas, y todas son p¨²blicas. Otros listados que se enfocan a la docencia s¨ª las sit¨²an mejor, en especial a las escuelas de negocios.
El ministro Castells habl¨® de estos nuevos campus en una entrevista en este diario: ¡°Las universidades madrile?as tendr¨¢n que pasar por los requisitos de esta ley, que son bastante estrictos y, por tanto, caros. Estoy muy a favor de las universidades privadas si son de calidad. Si alguien prefiere pagar una privada no garantizada por una tradici¨®n universitaria, por un cuerpo profesoral establecido, all¨¢ ¨¦l. Hay libertad en este pa¨ªs¡±. Madrid aprob¨® hace dos semanas la duod¨¦cima universidad privada de la regi¨®n, la Universidad Internacional de la Empresa (UNIE), del grupo Planeta, frente a las seis p¨²blicas. La decisi¨®n levant¨® ampollas en la oposici¨®n, pero el Gobierno de Isabel D¨ªaz Ayuso cree que es beneficioso ¡°para que la regi¨®n se convierta en un nodo global de educaci¨®n universitaria, capaz de atraer y mantener talento¡±. Catalu?a, que concentra la mayor¨ªa de las universidades m¨¢s prestigiosas de Espa?a, es sin embargo m¨¢s exigente en los requisitos para establecerse all¨ª. UNIE prob¨® suerte antes en Catalu?a sin ¨¦xito.
No cambia el porcentaje de doctores que debe haber en el claustro (50% en grado, el 70% en m¨¢ster y el 100% en doctorado), pero para evitar que los centros se especialicen en m¨¢steres (m¨¢s caros para el que se forma y econ¨®micos para quien los imparte), el 50% de los alumnos deben ser de grado.
Desde que se anuncia una nueva universidad, cuenta con dos a?os para ponerla en marcha y si no ocurre, sus fundadores deber¨¢n esperar otros dos a?os para volver a solicitar su creaci¨®n. Existen ejemplos de universidades que no han llegado a existir porque luego no han logrado la autorizaci¨®n del Gobierno auton¨®mico que aprob¨® la idea inicial.
En ese evento en el que habl¨® Pingarr¨®n este diario pregunt¨® a tres rectores de campus privados y todos coincid¨ªan en la necesidad de que una universidad investigue, pero pidieron que no se generalizase. ¡°Sin duda sin investigaci¨®n no hay universidad¡±, reconoci¨® Jos¨¦ Mar¨ªa V¨¢zquez, rector de la UNIR, pero record¨® que ¡°la investigaci¨®n en una privada dependen en buena medida de los ingresos con las matr¨ªculas de los estudiantes¡±. Todas las universidades pueden llegar a acuerdos de colaboraci¨®n con empresas o concursar a proyectos de investigaci¨®n del Estado o internacionales como hace la Universidad de Navarra.
Emilio Lora-Tamayo, que fue dos veces presidente del Centro de Investigaciones Cient¨ªficas y hoy es rector de la Camilo Jos¨¦ Cela, incidi¨®: ¡°Deber¨ªamos de desterrar ya de hablar de universidades p¨²blicas o privadas, tienen un objeto y unos deberes y entre ellos est¨¢ la calidad de la investigaci¨®n. La diferencia est¨¢ entre que unas tienen una gesti¨®n privada y otras no, y a partir de eso cumplirlo¡±.
¡°En Estados Unidos, que siempre se toma como referencia, no hay una dicotom¨ªa entre universidad p¨²blica y privada. Entre Berkeley, p¨²blica, y Stanford, privada¡±, a?adi¨® Rafael Puyol, que fue rector de la Complutense, p¨²blica, y hoy preside la UNIR. ¡°Si la universidad es buena, hace investigaci¨®n, y ese es el objetivo al que hay que dirigirse con esfuerzo, trabajo, emprendimiento y liderazgo, sea p¨²blica o sea privada. Tenemos que ver de verdad si queremos unas universidades que se merezcan ese nombre o se llamen centros o academias superiores¡±.
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