La justicia da la raz¨®n a una familia de Murcia que reivindica el derecho de sus hijos a estudiar religi¨®n isl¨¢mica en el colegio
El tribunal superior de la comunidad advierte de que la Consejer¨ªa de Educaci¨®n, en manos de Vox, est¨¢ violando el principio constitucional de libertad religiosa
La Consejer¨ªa de Educaci¨®n de Murcia, que dirige la pol¨ªtica de Vox Mabel Campuzano, est¨¢ violando el principio constitucional de libertad ideol¨®gica y religiosa de los ciudadanos y el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban formaci¨®n religiosa y moral de acuerdo con sus convicciones. As¨ª de contundente se muestra una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Murcia que ha reconocido el derecho de una familia a que sus hijos reciban clases de religi¨®n isl¨¢mica en un colegio p¨²blico de la comunidad. Esa asignatura no se imparte en ning¨²n centro murciano pese a que en la regi¨®n estudian unos 23.000 menores que profesan ese credo, seg¨²n los datos aportados por la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Espa?a.
La sentencia da la raz¨®n a una mujer de Cartagena, que prefiere no dar sus datos por miedo a represalias, y que lleva varios cursos pidiendo a la Consejer¨ªa de Educaci¨®n que ponga en marcha esas clases, que est¨¢n previstas en la ley a nivel nacional desde 1992. ¡°Basta con que haya 10 alumnos en un colegio que soliciten las clases y yo recab¨¦ casi 50 solicitudes¡±, explica la mujer a EL PA?S en conversaci¨®n telef¨®nica. No le sirvieron para nada, porque la consejer¨ªa nunca le dio respuesta, y al inicio del curso vio con sorpresa c¨®mo en el colegio donde estudian sus tres hijos se comenzaban a impartir clases de religi¨®n evang¨¦lica, adem¨¢s de las ya establecidas de religi¨®n cat¨®lica.
Decidi¨® entonces acudir a los tribunales: ¡°No solo por m¨ª, sino por toda la comunidad isl¨¢mica de Murcia [unas 140.000 personas], que est¨¢ esperando a que alguien se mueva, a que alguien reconozca su derecho como se reconoce el de las dem¨¢s religiones¡±, a?ade. Muchos, asegura, no pueden dar el paso por falta de recursos o de conocimientos, incluso por dificultades con el idioma. Este ¨²ltimo no es un problema para ella, ya que es espa?ola.
La sentencia del Superior de Murcia recuerda que la Constituci¨®n y la ley de cooperaci¨®n del Estado con la Comisi¨®n Isl¨¢mica, de 1992, establecen el derecho de las familias a que sus hijos reciban formaci¨®n religiosa conforme a sus convicciones. El tribunal destaca que esta madre ni siquiera solicitaba que las clases de religi¨®n se impartieran en un colegio determinado, sino en aquel donde ¡°se cumplan los requisitos acordados¡±. Relata tambi¨¦n que la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Espa?a envi¨® a la Administraci¨®n murciana un listado con posibles profesores para impartir esta asignatura, pero la Consejer¨ªa de Educaci¨®n no lleg¨® a publicar ninguna lista con los aspirantes ni hizo requerimiento alguno a la entidad isl¨¢mica para subsanar posibles errores.
Por todo ello, la sentencia advierte de que ¡°el derecho fundamental de los hijos de la recurrente a recibir ense?anza religiosa isl¨¢mica en los centros p¨²blicos que cumplan los requisitos en la Regi¨®n de Murcia no ha sido respetado dada la inactividad de la Administraci¨®n en cumplimentar el proceso iniciado para que se pudieran impartir clases de religi¨®n isl¨¢mica¡±. Condena adem¨¢s a la Administraci¨®n a pagar las costas del proceso.
El coordinador de la Comisi¨®n T¨¦cnica de Educaci¨®n de la Comisi¨®n Isl¨¢mica de Espa?a, Ihab Fahmy, explica por tel¨¦fono que esta situaci¨®n se ha venido repitiendo de manera recurrente desde 2014 en la Regi¨®n de Murcia, donde la comisi¨®n no ha logrado que se impartan clases de religi¨®n isl¨¢mica ni siquiera de manera piloto. ¡°Cada vez que pedimos una reuni¨®n con la Consejer¨ªa de Educaci¨®n, la respuesta es demorar esos encuentros. Y cuando nos reciben, es solo para despacharnos, pero no para colaborar. Nunca se han ofrecido soluciones ni propuestas, no se nos han dado alternativas¡±, lamenta. Pese a ello, insiste en que la Comisi¨®n Isl¨¢mica ofrece cada a?o a la consejer¨ªa un listado con posibles profesores, as¨ª como un curr¨ªculo para la asignatura, libros de texto y otros materiales, siempre sin respuesta o con contestaciones extraoficiales que apuntan a que los requisitos para la selecci¨®n de los docentes son diferentes a los del resto de Espa?a, aunque sin concretar cu¨¢les.
Mientras, cada a?o hay numerosos centros escolares que contactan con la Comisi¨®n Isl¨¢mica para preguntar si se impartir¨¢n esas clases por la alta demanda. ¡°Estamos hablando de unos 140.000 musulmanes que residen en la Regi¨®n de Murcia, de los que unos 23.000 est¨¢n en edad escolar. Son cifras muy importantes. Las clases de religi¨®n son la semilla de la integraci¨®n y la normalizaci¨®n de estos alumnos, para los que el mejor sitio de sus vidas deber¨ªa ser el colegio, pero no se sienten plenamente iguales¡±, advierte Fahmy, que insiste en que la actitud de la consejer¨ªa no le parece ¡°¨¦tica¡±: ¡°No estamos hablando de un privilegio, sino de un derecho¡±, se queja.
Un portavoz de la Consejer¨ªa de Educaci¨®n murciana explica que sus servicios jur¨ªdicos est¨¢n estudiando la sentencia y no han decidido a¨²n si la recurrir¨¢n. Achaca las ¡°trabas¡± que hasta ahora ha habido para impartir estas clases a la falta de un organismo regional equivalente al obispado de la religi¨®n cat¨®lica en el caso de la isl¨¢mica que pueda ¡°habilitar¡± a los profesores.
A la espera de la decisi¨®n que tome Educaci¨®n, la madre denunciante se toma la sentencia ¡°con alegr¨ªa y esperanza¡± de que el pr¨®ximo curso sus hijos puedan estudiar religi¨®n isl¨¢mica. ¡°La educaci¨®n es fundamental¡±, no solo para darles un futuro, sino para que se sientan ¡°identificados¡± y ¡°orgullosos¡± de ser espa?oles a la vez que musulmanes, explica. ¡°El islam no ense?a nada malo, se basa en la tolerancia y el respeto. Que nuestros ni?os lo aprendan en el colegio los ayuda a tener unos valores, pero tambi¨¦n a socializar, a evitar que se formen grupos, a tener una identidad¡±, asegura. E insiste en que ¡°los discursos de odio y racismo no benefician a nadie, tampoco a quienes los lanzan¡±, mientras que la educaci¨®n es clave para que esos ni?os ¡°en el futuro se levanten y quieran trabajar por su pa¨ªs¡±.
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