En el colegio tambi¨¦n se aprende a comer
Los buenos h¨¢bitos nutricionales se inculcan tanto desde la planificaci¨®n de los men¨²s escolares como desde las clases
Vivimos en un entorno que incita a comer mal. Productos azucarados, hipersalados, con grasas insanas, a precios relativamente bajos. Saben que gustan. Est¨¢n ah¨ª. En los pasillos del supermercado. En las fiestas de cumplea?os. A la entrada del cine. En la gasolinera. En el parque. En los anuncios que vemos y que escuchamos. Tambi¨¦n en la peque?a tienda que hay al lado del colegio. Por eso la infancia es el momento ideal para sentar las bases de la educaci¨®n alimentaria: porque solo as¨ª se pueden esquivar los cantos de sirena de aquello que convendr¨ªa no tener cerca cada d¨ªa. Varias veces al d¨ªa. ?No es cierto que la informaci¨®n es poder? Aqu¨ª tambi¨¦n, y es por eso por lo que algunos colegios se han tomado en serio la alimentaci¨®n de los ni?os y han trazado planes para educar tambi¨¦n en h¨¢bitos de salud. Brotes verdes en un terreno ¨¢rido.
¡°La infancia es el periodo donde se cimientan los h¨¢bitos de la edad adulta y por eso es tan importante instaurar h¨¢bitos saludables en la alimentaci¨®n. Esto nos permite, en gran medida, prevenir muchas de las enfermedades no transmisibles que tenemos hoy en d¨ªa, como la diabetes, la hipercolesterolemia o la hipertensi¨®n. Enfermedades que cada vez aparecen a edades m¨¢s tempranas y que se encuentran directamente relacionadas con los h¨¢bitos de vida¡±, explica Natalia Hospido, farmac¨¦utica, dietista-nutricionista infantil y una de las fundadoras del proyecto Nutricoles, desde donde trazan distintas actuaciones en centros escolares y familias para mejorar la educaci¨®n alimentaria.
Seg¨²n la nutricionista, si la alimentaci¨®n fuera parte importante y transversal del curr¨ªculo ser¨ªa m¨¢s sencillo que la educaci¨®n alimentaria llegara a los ni?os y al mayor n¨²mero de familias posibles. ?Qui¨¦n debe impartirla? ¡°Los nutricionistas deber¨ªamos formar parte tanto del sistema educativo como del sistema sanitario p¨²blico. Mientras eso llega, una forma r¨¢pida de atajar el problema ser¨ªa que los profesionales de la nutrici¨®n ofreci¨¦ramos formaci¨®n a los docentes. Tambi¨¦n ser¨ªa muy importante actualizar los libros de texto para que se dejen de hacer recomendaciones obsoletas¡±, responde la nutricionista.
Desde el curso 2013-2014, en los tres colegios de la Fundaci¨®n Educativa FUHEM se lleva a cabo un proyecto de cambio alimentario en el que no solo se tiene en cuenta el comedor, sino que la educaci¨®n alimentaria atraviesa el proyecto educativo. Para Luis Gonz¨¢lez Reyes, responsable de educaci¨®n ecosocial de ?FUHEM, la salud ambiental y humana son dos elementos estrechamente relacionados, por lo que los men¨²s de los centros tienen que ser saludables para las personas, pero tambi¨¦n para el entorno. As¨ª, los men¨²s no se quedan solo en las recomendaciones generales de la comunidad aut¨®noma, sino que los dise?a una nutricionista; que, adem¨¢s, elige los ingredientes bas¨¢ndose en tres criterios de sostenibilidad: los productos tienen que ser todos provenientes de la pen¨ªnsula Ib¨¦rica, de temporada y un d¨ªa a la semana no se come prote¨ªna animal (huevos, leche, pescado, carne), pero s¨ª vegetal (legumbres, soja).
Contenido curricular
La educaci¨®n alimentaria forma parte del trabajo educativo del colegio, no solo en el comedor: m¨¢s all¨¢ del contenido curricular que marca el ministerio, han desarrollado unidades que abordan este contenido con algo m¨¢s de profundidad, utilizan de forma pedag¨®gica el huerto escolar y han editado una gu¨ªa did¨¢ctica con procedimientos para el profesorado desde infantil hasta primaria, adem¨¢s de ofrecer recursos sobre este tema de forma peri¨®dica en un blog disponible para toda la comunidad educativa.
Formar parte del AMPA le ha servido a Agn¨¨s Moretones, nutricionista y responsable de la gesti¨®n del comedor del centro de educaci¨®n infantil y primaria Angels Alemany I Boris, de Lloret de Mar, para mejorar el servicio de comedor, tanto los men¨²s como el acompa?amiento de los monitores. ¡°Propuse como nutricionista hacer un cambio de los men¨²s: aumentar el consumo de verduras, legumbres, cereales integrales y disminuir los productos procesados, carnes procesadas y postres azucarados¡±. Reconoce Agn¨¨s que, cuando en septiembre se iniciaron los cambios, algunas familias se quejaron e ¡°hicieron mucho ruido¡±. Se ofreci¨® una charla explicando los motivos de las intervenciones y qu¨¦ implicaban, y tanto las familias como los alumnos se fueron adaptando.
¡°Por desconocimiento, muchas familias cre¨ªan que los cereales integrales est¨¢n relacionados con ¡°hacer dieta¡± o que comer verdura es aburrido y que es un castigo para los ni?os¡±, cuenta Agn¨¨s Moretones. Ella, junto con la nutricionista Carla Pitarch, tambi¨¦n ha elaborado el Programa MIHNI, que se imparte en cinco colegios de Lloret de Mar y que busca llevar la alimentaci¨®n saludable a trav¨¦s del juego tanto a ni?os como familias.
Natalia Hospido tambi¨¦n cree que es importante que la educaci¨®n alimentaria llegue a todas las familias a trav¨¦s del juego. ¡°Los ni?os no juegan para aprender, pero sin duda aprenden jugando¡±, dice. Desde Nutricoles, adem¨¢s de trabajar en la mejora de los comedores escolares, tambi¨¦n implican a las familias en la adquisici¨®n de h¨¢bitos porque consideran que son un motor de cambio esencial. ¡°Organizamos escuelas de padres y charlas en las que se proponen juegos y se dan claves para mantener una alimentaci¨®n saludable a largo plazo¡±.
La alimentaci¨®n saludable como algo normal
Aunque en las etapas de infantil y primaria son muchos los colegios que invitan a las familias a preparar un almuerzo saludable para el recreo, lo cierto es que no siempre se consigue. Algunos centros optan por que una familia sea la encargada cada día de aportar fruta para todos los niños de la clase, y así no abrir la puerta a otras posibilidades. Es el caso del colegio público Trabenco de Leganés o del colegio Siglo XXI de Madrid, en los que los niños toman fruta antes de salir al patio. Según Natalia Hospido, los niños que crecen comiendo verduras a diario o que toman fruta o un yogur natural sin azúcar para la merienda no están pensando si eso está bien o mal. “Simplemente lo comen y lo disfrutan porque para ellos es normal, y es más sencillo hacerlo así que cambiar al yogur natural cuando llevan muchos años comiendo yogures de sabores”.
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