Los seis pasos esenciales que los padres deben conocer para combatir la obesidad infantil

El confinamiento de la pandemia ha disparado la obesidad de adultos y de ni?os. El sedentarismo se acentu¨® con la limitaci¨®n de movimientos, con no poder ir al colegio o hacer deporte. El aburrimiento en el hogar ha propiciado el consumo de pel¨ªculas y juegos, acompa?ado de la ingesta de todo tipo de chucher¨ªas. El resultado es que la obesidad infantil, seg¨²n los ¨²ltimos estudios en Espa?a, afecta a cuatro ni?os de cada 10 escolares, entre seis y nueve a?os, y es m¨¢s acusada en las familias con rentas bajas.

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Los dietistas y nutricionistas observamos con preocupaci¨®n que tenemos una pandemia silenciosa, la obesidad infantil, para la que no hay vacunas. El ¨²nico remedio es luchar para combatirla con medidas preventivas. Tenemos que evitar que nuestros hijos se conviertan en viejos prematuros, aquejados con enfermedades tan graves como la diabetes, la hipertensi¨®n arterial, infarto cerebral, la apnea del sue?o o la artritis. Seg¨²n la Fundaci¨®n espa?ola del Coraz¨®n, ¡°la obesidad hace que los ni?os que la sufren sumen 30 a?os a su salud vascular¡±.

En este tiempo de pandemia que nos toca vivir, el problema de la obesidad no solo favorece la infecci¨®n, sino que empeora el pron¨®stico del enfermo. El sedentarismo, la escasa actividad f¨ªsica, el estr¨¦s psicol¨®gico, las alteraciones del sue?o y excesivo consumo de az¨²cares, se ha comprobado que pueden comprometer el sistema inmune.

Medidas b¨¢sicas para combatir la obesidad infantil

No podemos olvidar estas seis medidas b¨¢sicas para combatirla.

1. La alimentaci¨®n. En todo el mundo, el consumo de dietas altas en grasas saturadas, az¨²cares e hidratos de carbono refinados, alto consumo de comidas de tipo fast food, alto consumo de bebidas azucaradas, dulces, pan y cereales refinados se asocia la mayor prevalencia de obesidad y diabetes tipo 2, y adem¨¢s aumenta el riesgo de enfermedad grave y de mortalidad relacionada con la covid-19. Las vacunas son menos efectivas en personas obesas. El consumo de alimentos saludables de la dieta mediterr¨¢nea es vivamente recomendable. La ingesta de verduras, legumbres y frutas; el aceite de oliva extra virgen; pasta, pan y cereales integrales; pescado y carnes de aves, bebidas no azucaradas; frutos secos; leche yogur y queso; junto con dedicar 150 minutos de ejercicio a la semana y dormir entre 7-9 horas.
2. El sedentarismo es otro de los factores riesgo. Se ha de evitar la exposici¨®n a las pantallas de ocio m¨¢s de dos horas al d¨ªa. La pr¨¢ctica de actividad f¨ªsica favorece un menor consumo de alimentos superfluos.
3. Numerosos estudios indican que la lactancia materna protege contra el desarrollo posterior de obesidad. Los beb¨¦s alimentados con leche materna se adaptan m¨¢s f¨¢cilmente a los alimentos saludables como las verduras. Espa?a tiene una prevalencia de lactancia materna muy por debajo de las recomendaciones. Las entidades cient¨ªficas aconsejan la lactancia exclusiva hasta los 6 meses cumplidos del ni?o (180 d¨ªas).
4. La educaci¨®n alimentaria en la escuela y en las familias es fundamental. El mejor m¨¦todo es el trabajo en grupo para que el escolar se sumerja en un ambiente que le permita mediante la acci¨®n-reacci¨®n aprender a identificar lo que es saludable de aquello que no lo es. La actitud de los padres y profesores. Nunca se debe prohibir sino ense?ar y persuadir sobre la importancia de mantener una alimentaci¨®n saludable. La hora del almuerzo y del bocadillo, son momentos propicios donde el ni?o puede concienciarse de lo que no es recomendable para su salud. La experiencia en otros pa¨ªses indica que lo m¨¢s adecuado es que el escolar considere la alimentaci¨®n como parte de su aseo f¨ªsico, igual que se peina y lleva unas zapatillas de moda.
5. Las administraciones p¨²blicas deben controlar la publicidad dirigida a menores y sobre los alimentos que se dispensan en las maquinas vending. El impuesto a las bebidas azucaradas ha logrado rebajar el consumo en muchos pa¨ªses.
6. La incorporaci¨®n del dietista-nutricionista en la atenci¨®n primaria favorecer¨ªa la disminuci¨®n de gasto sanitario en el tratamiento de la obesidad y sus patolog¨ªas derivadas. Por cada euro invertido en tratamientos nutricionales se ahorrar¨ªa tres euros en ahorro de costes sanitarios. En Espa?a se gasta unos 2.500 millones de euros en la obesidad y en las enfermedades derivadas.

*La doctora Nancy Babio, presidenta del colegio de dietistas-nutricionistas de Catalu?a (CODINUCAT)

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