El colegio p¨²blico que remont¨® su matr¨ªcula con un nuevo proyecto educativo y explica los cambios del nuevo curso

El colegio p¨²blico Juan XXIII est¨¢ en una esquina del mapa de Catarroja, una de las poblaciones industriales situadas al sur de la ciudad de Valencia. Hace 15 a?os lo tiraron abajo, fue levantado de nuevo con un dise?o moderno y, a trav¨¦s de un proyecto pedag¨®gico que se adelant¨® a los cambios de la nueva ley educativa y de un plan de innovaci¨®n que ha buscado transformar la debilidad de estar en las afueras en la fortaleza de hallarse rodeado de verde, el colegio ha conseguido equilibrar la composici¨®n social de su alumnado, atrayendo a un mayor porcentaje de familias de clase media y convirti¨¦ndose en una de las escuelas m¨¢s demandadas del municipio, que tiene 28.500 habitantes. El Juan XXIII resume varios de los grandes procesos que marcar¨¢n el nuevo curso, en el que a partir de este lunes y hasta mediados de septiembre unos 8,2 millones de alumnos y 760.000 profesores volver¨¢n a las aulas: la sacudida demogr¨¢fica, el crecimiento del primer ciclo de infantil en la escuela p¨²blica, la implantaci¨®n del nuevo sistema de aprendizaje por competencias, y la adaptaci¨®n de los centros educativos al cambio clim¨¢tico y la subida de las temperaturas.

El jueves 1 de septiembre, a media ma?ana, un alba?il enluc¨ªa una pared de la nueva aula del Juan XXIII mientras comentaba, en lo que parec¨ªa un c¨¢lculo optimista, que el lunes toda la obra estar¨ªa terminada. La Comunidad Valenciana es uno de los 12 territorios donde una parte de los colegios p¨²blicos, que tradicionalmente han acogido a ni?os de 3 a 12 a?os (el segundo ciclo de infantil y la etapa de primaria) tendr¨¢n tambi¨¦n clases de 2 a?os (en 4 territorios habr¨¢, adem¨¢s, clases de ni?os m¨¢s peque?os). Andaluc¨ªa, Galicia, Baleares, Asturias y Navarra no cuentan con esas aulas.

El cambio viene impulsado por el plan lanzado por el Ministerio de Educaci¨®n con financiaci¨®n europea para crear 65.000 plazas p¨²blicas del primer ciclo de infantil (las clases de 0, 1 y 2 a?os). Una etapa con una tasa de escolarizaci¨®n baja (41,4%), que hist¨®ricamente ha tenido una oferta p¨²blica limitada y ha sido poco utilizada por las familias de bajo nivel socioecon¨®mico, pese a que las evidencias muestran que los ni?os de dichos entornos son los que m¨¢s se benefician de empezar a ir pronto a la escuela. La decisi¨®n de integrar las nuevas plazas en los colegios p¨²blicos responde a que en muchos de ellos sobra espacio de forma alarmante por la ca¨ªda de la natalidad. El segundo ciclo de infantil (3-6 a?os) y la etapa de primaria (6-12) han perdido 252.873 alumnos en cuatro cursos.

¡°Tener un aula de dos a?os en la escuela es una ayuda de cara a la matr¨ªcula¡±, afirma Consuelo Santa Balbina, la directora del Juan XXIII, ¡°y para las familias es atractivo por muchos motivos, como la gratuidad completa, el hecho de que los ni?os tengan acceso a la beca de comedor, y las condiciones con que se ponen en marcha, con 18 ni?os como m¨¢ximo y con una maestra y una educadora trabajando juntas en clase [la norma permite que haya hasta 20 ni?os en el aula con solo una educadora al cargo]¡±.

El equipo directivo y los docentes del colegio han preparado la llegada de unos alumnos m¨¢s peque?os de lo que est¨¢n acostumbrados a tener asistiendo a cursos del Centro de Formaci¨®n Innovaci¨®n y Recursos de la Generalitat, visitando escuelas parecidas a la suya que ya tienen experiencia con estas aulas, encargando el material necesario (incluidas una especie de hamacas para dormir la siesta), y reuni¨¦ndose con las familias para explicarles c¨®mo funcionar¨¢ la clase. ¡°Una de las preocupaciones era que muchos pensaban que al ser un colegio tendr¨ªan que venir ya sin pa?ales, y les explicamos que no. Nosotras les ayudaremos a ir quit¨¢ndoselo, dependiendo de la maduraci¨®n de cada ni?o y ni?a¡±. Lo m¨¢s engorroso, cuenta la directora, ha sido la obra, que despu¨¦s de algunas dudas ha consistido en reconvertir en clase el aula de psicomotricidad, aprovechando que su funci¨®n puede trasladarse al gran gimnasio que tiene el centro.

El Juan XXIII tiene unos 400 alumnos, frente a los 450 que lleg¨® a tener hace algo m¨¢s de una d¨¦cada, y de momento no ha perdido ninguna unidad, aunque el curso pasado estuvo a punto. La ca¨ªda demogr¨¢fica no ha tenido un impacto mayor en la matr¨ªcula (que ha ca¨ªdo un 11% frente a un descenso tres veces superior de los nacimientos en la Comunidad Valenciana en dicho periodo), porque ha ido en paralelo a una mejora de la imagen del centro debido a su proyecto pedag¨®gico y al plan para transformarlo en una ecoescuela, cree Santa Balbina.

Este a?o empieza a aplicarse en los cursos impares el nuevo modelo de ense?anza derivado de la ley educativa, la Lomloe, aprobada en 2020. El cambio preocupa menos, en general, a los centros de infantil y primaria que a los de secundaria, porque los docentes de los colegios tienen una mayor formaci¨®n pedag¨®gica y llevan tiempo avanzando hacia planteamientos m¨¢s competenciales, transversales y cooperativos que los de instituto. ¡°Aqu¨ª, el claustro de profesores ya se form¨® en el aprendizaje por competencias a?os antes de la pandemia. Y el hecho de que ahora tengamos que dedicar dos horas y media a la semana a desarrollar proyectos interdisciplinares no nos viene de nuevo, porque ya sabemos c¨®mo relacionar ¨¢reas¡±, dice la directora. Santa Balbina cree que la reforma educativa servir¨¢ para reducir ¡°el corte metodol¨®gico tan grande que existe ahora entre la primaria y la secundaria¡±.

Alumnos m¨¢s activos en clase

El retraso en la aprobaci¨®n de los nuevos curr¨ªculos educativos (los decretos que establecen qu¨¦ debe estudiarse en cada asignatura y c¨®mo evaluarlo) ha impedido al profesorado ¡°leerlos conjuntamente e ir planteando c¨®mo hacer la propuesta pedag¨®gica¡±, lamenta Mar¨ªa Candel, la jefa de estudios del Juan XXIII. ¡°Pero creo que el enfoque competencial est¨¢ muy bien. En el anterior curr¨ªculo se repet¨ªan muchos contenidos en los distintos cursos. Y los ni?os tienen que ser menos pasivos en las aulas, estar m¨¢s activos les motiva mucho. Tambi¨¦n es muy importante que se nos d¨¦ m¨¢s autonom¨ªa a los centros, porque cada escuela tiene sus circunstancias, su entorno y un tipo de alumnado¡±. El colegio ha recibido de la Generalitat el mensaje de tomarse la transici¨®n con calma, en l¨ªnea con lo que est¨¢n transmitiendo la mayor¨ªa de las autoridades educativas. Los docentes del Juan XXIII que den clase a los niveles por los que empieza la reforma dispondr¨¢n de todo el curso para elaborar las nuevas programaciones (el documento en el que tienen que plasmar qu¨¦ impartir¨¢n a lo largo del a?o, secuenci¨¢ndolo por sesiones), aunque en octubre deber¨¢n tener un primer borrador.

El Juan de XXIII, que est¨¢ rodeado en buena parte de su per¨ªmetro por un gran zona verde municipal, ha puesto en marcha un proyecto de innovaci¨®n educativa con objetivos ecol¨®gicos. De forma sistem¨¢tica, una parte de las actividades lectivas, como la lectura, se realizan bajo los ¨¢rboles del parque, donde la temperatura este jueves poco antes del mediod¨ªa es claramente m¨¢s fresca que dentro del colegio. El colegio ha plantado ¨¢rboles para aumentar la sombra en el patio (aunque a¨²n tardar¨¢n en crecer). Se ha fijado el objetivo de ir reduciendo el gasto de agua, luz y gas, y los alumnos van plasmando la evoluci¨®n del consumo en una pared del recibidor. El huerto escolar abastece al comedor, que utiliza productos ecol¨®gicos y de proximidad. Y las cubiertas del centro cuentan con placas solares, mientras ecopatrullas formadas por alumnos se ocupan de que no se queden luces encendidas y de que el sistema de reciclaje, que ha incorporado hace poco papeleras diferenciadas en el patio, funcione bien.

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