La segregaci¨®n escolar, un problema de todos
Combatir la separaci¨®n por origen social entre escuelas debe ser una prioridad, de lo contrario solo conseguiremos una sociedad m¨¢s excluyente e injusta
La l¨ªnea de investigaci¨®n sobre segregaci¨®n escolar cuenta con una amplia trayectoria, los primeros estudios surgieron con el objetivo de verificar el cumplimiento de la sentencia del llamado caso Brown, por el cual el 17 de Mayo de 1954 la Corte Suprema de los Estados Unidos declar¨® inconstitucional la segregaci¨®n por raz¨®n de color de piel en las escuelas p¨²blicas norteamericanas. Este no fue el ¨²nico, por ejemplo, el caso Griffin contra la Corte de Virginia de 1964 sirvi¨® para denunciar que el mandato del caso Brown no se hab¨ªa implementado en las escuelas aunque llevaba toda una d¨¦cada regulado. El apoyo a estas nuevas formas de entender la escuela motiv¨® que durante la segunda mitad de los a?os cincuenta comenzara una fruct¨ªfera l¨ªnea de investigaci¨®n que buscaba estimar la magnitud de la segregaci¨®n ¨¦tnica en las escuelas. Esta preocupaci¨®n por la desigual distribuci¨®n de los estudiantes en los centros educativos en funci¨®n de sus caracter¨ªsticas o su condici¨®n se traslad¨® al estudio de la segregaci¨®n por origen nacional de los estudiantes. Y en los a?os ochenta, al estudio de la segregaci¨®n escolar de car¨¢cter socioecon¨®mico.
En Espa?a, las investigaciones que estiman la magnitud de la segregaci¨®n escolar son muy recientes, de hace apenas 10 a?os, y se centran tanto en la segregaci¨®n escolar de car¨¢cter socioecon¨®mico y cultural como en la segregaci¨®n por origen. Entre los resultados de los estudios m¨¢s recientes, destaca la identificaci¨®n de que la segregaci¨®n escolar tiene un origen multicausal y, asociado a ello, de la dificultad de combatirla que ha puesto sobre la mesa en numerosas ocasiones el profesor Xavier Bonal, catedr¨¢tico de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, con sus an¨¢lisis internacionales y para Catalu?a y sus municipios. El pacto contra la segregaci¨®n escolar que han firmado en Catalu?a o el Mapa Escolar de Valencia son, sin lugar a dudas, dos ejemplos de acciones concretas para luchar contra estas situaciones desde los municipios. Tambi¨¦n destaca la estimaci¨®n, a partir de diferentes ¨ªndices, del valor de la segregaci¨®n escolar por nivel socioecon¨®mico y por origen nacional que se realiz¨® en 2018 por los profesores F. Javier Murillo y Cynthia Mart¨ªnez Garrido, as¨ª como sus trabajos posteriores que permitieron identificar que Espa?a y algunas de sus comunidades aut¨®nomas se sit¨²a a la cabeza de la segregaci¨®n escolar en toda Europa. Tambi¨¦n identificaron c¨®mo la crisis econ¨®mica vivida durante periodo 2008-2012 ha incidido en el aumento de la segregaci¨®n escolar en el pa¨ªs, rompiendo la tendencia a la disminuci¨®n desde 2000.
La preocupaci¨®n por la segregaci¨®n escolar, y el debate que ha surgido tras las investigaciones e iniciativas antes mencionadas, han llevado al Gobierno de coalici¨®n de izquierdas a legislar con el objeto de reducirla. La Lomloe [la ley educativa aprobada en 2020] la combate con medidas concretas c¨®mo, por ejemplo, repartir el alumnado desfavorecido entre la red p¨²blica y concertada [escuelas privadas subvencionadas], para que no se segregue con fondos p¨²blicos, prohibir los conciertos a los centros que segreguen por sexo y las cuotas ¡°voluntarias¡± con las que se exclu¨ªa al alumnado considerado ¡°indeseable¡±. Esto ha supuesto un conflicto con el sector de la concertada, que se ha opuesto, junto con la derecha, a la ley en nombre de la ¡°libertad de elegir¡± modelo educativo, aunque m¨¢s bien ser¨ªa la ¡°libertad de elegir¡± a los compa?eros de sus hijos.
Hace pocos d¨ªas hemos sido testigos de un informe de la Fundaci¨®n Europea Sociedad y Educaci¨®n, escrito por Julio Caraba?a, que cuestiona la utilidad de combatir la segregaci¨®n escolar y la gravedad de sus consecuencias. Sin embargo, numerosas investigaciones han dejado constancia de la existencia de segregaci¨®n, concretamente para Espa?a, Murillo y Martinez-Garrido en 2021 estimaron el valor promedio de la segregaci¨®n escolar por nivel socioecon¨®mico es de 0,3847 medido a trav¨¦s del ¨ªndice de segregaci¨®n de Gorard. Cifra que dista mucho de la consideraci¨®n de Caraba?a de que ¡°la desigualdad de resultados debida a la segregaci¨®n social se podr¨ªa reducir, como m¨¢ximo, en una cuarta parte, algo as¨ª como el 0,4% de la desigualdad total¡±. El estudio de la magnitud de la segregaci¨®n exige contar con grandes muestras estad¨ªsticamente representativas. Quiz¨¢ por esa raz¨®n, las investigaciones realizadas se han centrado en estudiar la situaci¨®n del total estatal y, en la medida de la disponibilidad de los datos, de las comunidades utilizando las distintas ediciones del estudio PISA (en todas sus ediciones desde que las comunidades aportaron muestras determinantes: 2003, 2006, 2009, 2015 y 2018), o de Catalu?a, a partir de los datos del Departament d¡¯Educaci¨® de la Generalitat de Catalunya.
La tan brutal diferencia entre ambas consideraciones acerca de la importancia del valor de la segregaci¨®n derivan sustancialmente de consideraciones estad¨ªsticas y de un abordaje hol¨ªstico sobre la naturaleza del fen¨®meno. Efectivamente, ser¨ªa recomendable revisar algunos aspectos t¨¦cnicos del estudio basado en PISA, as¨ª como revisar los porcentajes de error asumidos para ciertas variables. Y es que no todo vale para conseguir que los n¨²meros apoyen nuestros argumentos. Por supuesto, el problema tambi¨¦n surge al olvidar un hecho que, como ya hemos mencionado, ha sido repetidamente planteado por autores de renombre: la caracter¨ªstica multicausal de la segregaci¨®n escolar.
La segregaci¨®n escolar es un problema complejo de naturaleza multifactorial, cuyas causas est¨¢n asociadas a factores ex¨®genos al sistema educativo, como la segregaci¨®n residencial o territorial, que es a su vez reflejo de los altos niveles de segmentaci¨®n social que afectan a la gran mayor¨ªa de los pa¨ªses. En el caso espa?ol, el problema es que la segregaci¨®n escolar es superior a la segregaci¨®n residencial. Por otro lado, este fen¨®meno est¨¢ tambi¨¦n asociado al dise?o de pol¨ªticas educativas sustentadas en modelos de cuasi-mercado, que han fomentado la privatizaci¨®n de la educaci¨®n, la competencia entre escuelas por resultados de aprendizaje y la libre elecci¨®n, favoreciendo incluso mecanismos selectivos de acceso seg¨²n criterios socioecon¨®micos, de rendimiento acad¨¦mico y procedencia ¨¦tnicocultural, que tiene su paradigma en la Comunidad de Madrid. Descontar el efecto de estas variables sobre la segregaci¨®n escolar es desnaturalizar el propio fen¨®meno de la segregaci¨®n y, sobre todo, supone olvidar que todas estas causas responden a posturas pol¨ªticas que, sin duda, han contribuido a generar una alta segregaci¨®n.
En su texto, el profesor Caraba?a reduce el problema de la segregaci¨®n escolar a un problema de tipo local. Sin embargo, las pol¨ªticas de admisi¨®n del alumnado aprobadas en diversas comunidades aut¨®nomas, como es el caso de Madrid, ponen en entredicho esta afirmaci¨®n. Tambi¨¦n sugiere en su an¨¢lisis que ser¨ªa in¨²til combatir la segregaci¨®n escolar porque el impacto que tendr¨ªa en el rendimiento acad¨¦mico del alumnado no ser¨ªa beneficioso para el total (ya que los mejores alumnos perder¨ªan m¨¢s de lo que ganar¨ªan el alumnado con peor rendimiento y de clase social m¨¢s baja). Sin embargo, realiza un an¨¢lisis donde junta la escuela concertada y la p¨²blica, que tienen perfiles distintos de alumnado, con el argumento de que los dos comparten criterios de admisi¨®n y legislaci¨®n comunes y forman parte de la red p¨²blica. Las denuncias continuas de los inspectores de educaci¨®n de diversas autonom¨ªas, la insistencia de la Lomloe en la ilegalidad de las ¡°cuotas voluntarias¡± y los distintos estudios que confirman y afirman que existen procesos de descarte de algunos tipos de alumnado por parte de la concertada hacen que la premisa sobre la que sustenta su estudio sea cuestionable. Adem¨¢s, Caraba?a no atiende a otros factores no menores, como la acumulaci¨®n de capital social, las cuestiones democr¨¢ticas evidentes o el fomento del negocio concertado-privado a costa de recursos que tanto necesita la escuela p¨²blica para atender a la complejidad del alumnado. Si no admitimos que a la gente se la segregue por cuestiones de sexo, con dinero p¨²blico, o por su color de piel, ?por qu¨¦ deber¨ªamos considerar l¨ªcito que se separe a la poblaci¨®n en la escuela por su nivel socioecon¨®mico?
Tambi¨¦n asegura que los centros no tienen un impacto significativo en el rendimiento de sus alumnos y realiza una afirmaci¨®n curiosa: que los centros p¨²blicos y privados tienen instalaciones similares, atendiendo al gasto por alumno de dichas instituciones. Sin embargo, no tiene en cuenta que el gasto en la p¨²blica es levemente superior a la privada debido a los costes salariales (m¨¢s docentes y con mejores salarios), a que la primera tiene centros en zonas rurales con escaso alumnado y que en muchos centros privados existen ratios altas, por lo que los n¨²meros salen, por un efecto estad¨ªstico, superiores. Sin embargo, pasar por un instituto p¨²blico [del barrio madrile?o] de Usera y por uno privado en Majadahonda [municipio en la zona noroeste de la Comunicado] es suficiente para ver las diferencias de materiales e instalaciones con las que se trabaja. Por no hablar de que, durante el confinamiento, la p¨²blica tuvo problemas serios para pasar a la ense?anza online, mientras que la concertada y la privada lo hicieron sin m¨¢s problemas, tal y como se desprende de los estudios realizados en el Pa¨ªs Vasco.
El texto de Caraba?a invita a los legisladores de nuestro pa¨ªs a ignorar el problema de la segregaci¨®n escolar, debido a lo costoso que ser¨ªa combatirla y que no beneficiar¨ªa al conjunto de los resultados acad¨¦micos de Espa?a. Sin embargo, no propone alternativas para lograr reducir las desigualdades educativas y de oportunidades que se producen dentro del sistema, dejando en suspenso la igualdad de oportunidades. Las conclusiones a las que llega, que ¨¦l mismo considera que est¨¢n formuladas en negativo, son una defensa del status quo actual, y tienen un ligero aroma a las propuestas malthusianas d¨®nde ¡°en el opulento banquete de la naturaleza no hay cubierto para ¨¦l [los pobres]¡±, ya que, el permitir que estos se sentasen en la mesa acabar¨ªa por arruinar a todos los comensales. Mientras, fomenta el efecto Mateo: ¡°Porque a cualquiera que tiene, se le dar¨¢, y tendr¨¢ m¨¢s; pero al que no tiene, aun lo que tiene le ser¨¢ quitado¡±.
El actual estado de las cosas condena a la deriva, sin dar soluciones, al alumnado que sufre la concentraci¨®n en sus centros de alumnado desfavorecido, mientras que beneficia a aquellos que estudian en centros concertados o privados, en los que, insistimos, adem¨¢s de estudiar, se acumula capital social. Los ambientes escolares influyen en los resultados del alumnado, como los ambientes en los barrios en los que viven, e impactan, junto con las familias, en las oportunidades vitales y escolares que tendr¨¢n a su disposici¨®n. Romper los guetos y reducir la homogeneidad en las aulas favorecer¨ªa el aumento de la empat¨ªa, el reconocimiento social entre sus miembros, cohesionar¨ªa la sociedad, repartir¨ªa mejor el capital social y nos acercar¨ªa a un modelo m¨¢s parecido al de la igualdad de oportunidades. El coste de no actuar, como sociedad democr¨¢tica que aspire a unas m¨ªnimas dosis de justicia social, es mucho mayor.
Las escuelas donde hay mayor concentraci¨®n de estudiantes vulnerables tambi¨¦n son las que afrontan en su d¨ªa a d¨ªa mayores dificultades: movilidad del profesorado, claustros inestables donde es m¨¢s dif¨ªcil hacer un seguimiento, donde los retos que tiene el docente son mayores. Por lo tanto, los estudiantes vulnerables no solo est¨¢n en centros de alta complejidad, sino que aquellos donde su contexto les impide hacer mejor las cosas. No olvidemos que el estudiante no es vulnerable, es el contexto y la sociedad los que le hacen vulnerable.
Desde hace 20 a?os, Espa?a ha conseguido disminuir poco a poco su segregaci¨®n escolar hasta el inicio de la crisis econ¨®mica. A partir de ese momento, el aumento ha sido espectacular, llegando a niveles del siglo pasado. Es decir, el problema de la segregaci¨®n escolar debe considerarse una prioridad, tal y como hace la Lomloe. Es necesario tratar de construir un sistema educativo p¨²blico m¨¢s equitativo, garantizar la distribuci¨®n igualitaria de los estudiantes en situaci¨®n de vulnerabilidad, porque, si no es as¨ª, solo conseguiremos una sociedad m¨¢s excluyente, menos cohesionada, menos m¨®vil socialmente y m¨¢s injusta.
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