El biling¨¹ismo escolar fracasa en su objetivo de generalizar el aprendizaje de ingl¨¦s
Una investigaci¨®n con un millar de centros de primaria en Andaluc¨ªa concluye que los programas para fomentar el conocimiento del idioma no mejoran la equidad, como se preve¨ªa al aprobarlos, sino que aumentan la segregaci¨®n educativa
Los programas escolares biling¨¹es en ingl¨¦s empezaron a implantarse a principios de siglo en Espa?a para mejorar el nivel de conocimiento del idioma entre la poblaci¨®n. Y, en buena parte de las comunidades aut¨®nomas lo hicieron tambi¨¦n con el objetivo declarado de incrementar la equidad, facilitando el conocimiento de la lengua a los estudiantes de hogares de menor renta, cuyas familias ten¨ªan menos posibilidades de pagar extraescolares y estancias en el extranjero. Un nuevo estudio, que ha analizado el caso de un millar de colegios en los 29 municipios andaluces de m¨¢s de 50.000 habitantes concluye, sin embargo, que el resultado est¨¢ siendo muy distinto. Los colegios biling¨¹es se concentran mucho m¨¢s en los barrios de clase media alta y alta, que en los de clase trabajadora y su presencia es aun menor, de hecho apenas existen, en los m¨¢s deprimidos. El programa biling¨¹e, que es voluntario para las escuelas, es adem¨¢s el doble de frecuente en los centros concertados (el 72%), que en los p¨²blicos (36%), cuando estos ¨²ltimos son los que acogen a la mayor parte de los chavales socioecon¨®micamente desfavorecidos.
¡°Lo que nos dicen los datos es que no solo no se estar¨ªa cumpliendo esta pretensi¨®n niveladora y equitativa, sino que se est¨¢ produciendo un efecto contrario¡±, afirma Alberto ?lvarez-Sotomayor, profesor de Sociolog¨ªa en la Universidad de C¨®rdoba y uno de los responsables de la investigaci¨®n, que public¨® en verano la revista Language and education, en un art¨ªculo que tambi¨¦n firman Ricardo Barbieri, del mismo centro acad¨¦mico, y Juan Miguel G¨®mez-Espino, de la Universidad Pablo de Olavide.
?lvarez-Sotomayor pide cierta cautela con la extrapolaci¨®n de los datos, porque cada comunidad aut¨®noma cuenta con su propio programa y este est¨¢ desarrollado en un grado diferente. Con datos comparables por territorios en este caso un tanto antiguos (del curso 2018-2019), Andaluc¨ªa figura en una posici¨®n intermedia en cuanto a la implantaci¨®n del biling¨¹ismo, en una clasificaci¨®n que encabezan Madrid y Navarra. Al mismo tiempo, sin embargo, los resultados de la nueva investigaci¨®n son coherentes con los hallados en otros estudios. Uno de ellos, publicado en 2019 y basado en los datos del informe PISA para estudiantes de la Comunidad de Madrid, concluy¨® que ¡°la probabilidad de estar inscrito en escuelas biling¨¹es est¨¢ significativamente influenciada por el nivel socioecon¨®mico y sociocultural de la familia, siendo mayor para los ni?os que provienen de un entorno social m¨¢s acomodado¡±. Y otro, realizado tambi¨¦n en Madrid y basado en entrevistas con familias, reflej¨® que el programa act¨²a como un elemento de atracci¨®n para determinadas familias y como un desincentivador para otras. Entre estas ¨²ltimas, uno de los problemas que destacaba el estudio era que los progenitores consideraban que para que sus hijos pudieran asistir a un centro biling¨¹e tendr¨ªan que pagar ¡°lecciones extracurriculares de ingl¨¦s¡±, lo que actuaba como barrera econ¨®mica de acceso y constitu¨ªa por tanto un ¡°factor de segregaci¨®n escolar socioecon¨®mica¡±.
La mayor parte de las investigaciones realizadas hasta ahora en torno al biling¨¹ismo se han concentrado en Madrid y se han enfocado sobre todo a cuestiones como el impacto acad¨¦mico de los programas o la opini¨®n de la comunidad escolar hacia el mismo, se?alan ahora los investigadores andaluces, habi¨¦ndose estudiado poco su efecto en t¨¦rminos de equidad.
El nuevo estudio muestra que las escuelas biling¨¹es est¨¢n ubicadas sobre todo en las ¨¢reas escolares ¨Dlas zonas en las que se divide un municipio a la hora de puntuar las solicitudes de matriculaci¨®n, premiando la cercan¨ªa al domicilio¨D con ingresos m¨¢s altos de las ciudades. Ocurre as¨ª en 26 de las 29 poblaciones andaluzas analizadas. En conjunto, ¡°el ingreso promedio de las ¨¢reas escolares de las escuelas biling¨¹es es un 15% m¨¢s alto que el de las escuelas no biling¨¹es¡±, concluyen los autores. El trabajo pone igualmente de relieve que los ni?os que viven en municipios con peores tasas de empleo y poblaciones m¨¢s envejecidas tambi¨¦n tienen menos probabilidades de asistir a una escuela biling¨¹e. No se est¨¢n cumpliendo, concluye ?lvarez-Sotomayor, los objetivos de justicia social que buena parte de la normativa del biling¨¹ismo recogi¨® para justificar su puesta en marcha, y que en el caso de la andaluza, aprobada en 2005, esperaba que sirviera para fomentar ¡°la cohesi¨®n social, la equidad y la solidaridad¡±.
Incentivos
El abismo entre la proporci¨®n de colegios p¨²blicos y concertados que se han sumado al programa biling¨¹e en Andaluc¨ªa requiere mayor investigaci¨®n, admite el soci¨®logo. ¡°Incluso comparando los centros p¨²blicos que est¨¢n situados en zonas socioecon¨®micamente menos acomodadas, no solo deprimidas, sino de clase media baja, con los concertados de las mismas zonas, estos ¨²ltimos ofrecen el biling¨¹ismo en mucha mayor medida. Tenemos que ver por tanto qu¨¦ incentivos tienen unos y otros para que esto suceda¡±. El estudio que acaban de publicar muestra que la existencia en un determinado de un colegio biling¨¹e aumenta las probabilidades de que los que se encuentran situados cerca de ¨¦l tambi¨¦n lo sean. ¡°Nuestra hip¨®tesis es que los concertados pueden haber tomado el programa como una forma de distinguirse dentro del mercado local en el que juegan, tanto en t¨¦rminos de captar o de retener alumnado, como de que este tenga un perfil socioecon¨®mico determinado¡±, dice.
Los investigadores tienen avanzando otro trabajo que, seg¨²n adelanta el soci¨®logo, muestra otro ¨¢mbito de desigualdad en torno al programa: la presencia de colegios biling¨¹es es mucho menos frecuente en zonas rurales que en urbanas. Lo cual, a?ade, parece vinculado con el hecho de que en el ¨¢mbito rural la escuela concertada apenas tiene presencia.
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