M¨¢s de 90 investigadores ucranios van a ser acogidos en centros espa?oles
Las universidades del pa¨ªs son reputadas en ciencias exactas e ingenier¨ªas. Muchos de los cient¨ªficos tuvieron antes relaci¨®n con sus nuevos lugares de trabajo
La llegada de profesores y estudiantes refugiados de Siria (2015) y Afganist¨¢n (2021) qued¨® muy lejos de las expectativas de las universidades espa?olas, por eso en esta ocasi¨®n los campus, las comunidades aut¨®nomas y los ministerios implicados (Exteriores, Universidades y Ciencia) son cautos en las previsiones y tratan de contactar con investigadores ucranios ¨Dmujeres u hombres de m¨¢s de 60 a?os, el resto no puede salir del pa¨ªs¨D para que se establezcan en Espa?a y compartan su saber. Los cient¨ªficos ucranios son especialmente solventes en ingenier¨ªas y las polit¨¦cnicas est¨¢n siendo especialmente receptivas. Tambi¨¦n el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) contratar¨¢ a una treintena de investigadores desplazados y la cifra total superar¨¢ los 90, seg¨²n estimaciones de este diario.
El matrimonio Oleksandr y Marina Martinenko son los dos primeros profesores universitarios ucranios que han sido acogidos por la Universidad de Barcelona (UB). Ambos reflejan muy bien un patr¨®n que se repite: llegan cient¨ªficos a los centros espa?oles con los que se tuvo una relaci¨®n previa. Ella es catedr¨¢tica de Econom¨ªa y ¨¦l, de Medicina en la Universidad de J¨¢rkov. El matrimonio lleg¨® a Barcelona el 26 de marzo tras un largo periplo hasta la frontera polaca. Ambos mantendr¨¢n su trabajo, en modo telem¨¢tico, pero se incorporan al centro barcelon¨¦s como profesores visitantes, al menos, hasta finales de a?o. Oleksandr es especialista en el an¨¢lisis de datos m¨¦dicos para construir modelos y patrones que ayuden a prever el comportamiento cardiovascular. El profesor se ha integrado en la unidad de inform¨¢tica m¨¦dica del hospital Cl¨ªnic y dar¨¢ apoyo como docente en el grado y el m¨¢ster de Ingenier¨ªa m¨¦dica. Por su parte, Marina, que se ha incorporado al Departamento de Econom¨ªa Aplicada, est¨¢ especializada en el an¨¢lisis econ¨®mico de las organizaciones sanitarias para detectar las ineficiencias del sistema y solucionarla.
Su llegada a Barcelona ha sido posible gracias a la mediaci¨®n de Xavier Pastor, profesor de Medicina y jefe de Inform¨¢tica M¨¦dica del Cl¨ªnic. Pastor y Oleksandr coincidieron en 1998 en un estudio de pediatr¨ªa en internet, algo innovador teniendo en cuenta el estado de la red de redes en aquella ¨¦poca. Mantuvieron el contacto y en 2010 Martinenko estuvo en Barcelona como invitado de la universidad. De vuelta ahora a la ciudad, en un encuentro con la prensa, la pareja destac¨® la necesidad de sentirse ¡°¨²tiles¡±, as¨ª como la importancia de continuar con su tarea docente. ¡°El conocimiento es el futuro, es la esperanza para nuestros hijos¡±, sentenci¨® la catedr¨¢tica.
El CIEMAT va a acoger durante un a?o a dos expertos en fusi¨®n nuclear de avanzada edad
Adem¨¢s del matrimonio Martinenko, la UB prev¨¦ incorporar en breve ocho investigadores m¨¢s. Paralelamente, se ha abierto una l¨ªnea de colaboraci¨®n remota con docentes o investigadores que no han podido salir del pa¨ªs. En este caso, se les facilita la mentor¨ªa o cursos a distancia, adem¨¢s de su participaci¨®n en seminarios o encuentros.
En el caso del Centro de Investigaciones Energ¨¦ticas, Medioambientales y Tecnol¨®gicas (CIEMAT), emplazado en Madrid, tambi¨¦n ha primado la relaci¨®n anterior. Hay que remontarse a 1991 cuando en J¨¢rkov, durante una reuni¨®n cient¨ªfica, comenz¨® una exitosa colaboraci¨®n del centro con un grupo mixto de investigadores de ambos pa¨ªses. El CIEMAT va a acoger durante un a?o a dos expertos en fusi¨®n nuclear de avanzada edad. Ya han llegado y la ministra de Ciencia, Diana Morant, les visit¨®. La treintena de contratos del CSIC est¨¢ en ¡°fase preliminar¡±, seg¨²n su departamento de comunicaci¨®n, por lo que no se conocen m¨¢s datos.
Me he reunido con 2 cient¨ªficos ucranianos que ha acogido el @CIEMAT_OPI, con los que ten¨ªa una larga trayectoria de colaboraci¨®n.
— Diana Morant (@DianaMorantR) March 24, 2022
Seguimos impulsando iniciativas para apoyar a la comunidad cient¨ªfica y acad¨¦mica de Ucrania, formalizando contratos para que puedan venir a Espa?a. pic.twitter.com/eL9hVf0eVI
El reparto de investigadores por Espa?a es muy desigual, de forma que pese a su enorme tama?o, la Complutense de Madrid no acoge a ning¨²n investigador, mientras que en la Universidad de Vic, peque?a, ya se han incorporado ocho. La infrafinanciaci¨®n de las universidades ¨Dque perdieron un 20% de su presupuesto en una d¨¦cada¨D limita los movimientos de muchas instituciones, pero Javier Ramos, rector de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) en Madrid, reconoce que el dinero no es un problema en su caso, pues sus cuentas est¨¢n muy saneadas. Por eso han creado una partida de 250.000 euros para atraer a sus campus a 16 profesores y si la demanda se desborda har¨ªan el esfuerzo para llegar a los 32. Aunque existe un acuerdo de palabra con las otras cinco universidades p¨²blicas madrile?as de derivar investigadores si se necesita.
La URJC, emplazada en la zona m¨¢s pobre de Madrid, acoge este curso a 111 estudiantes ucranios cuyas familias se instalaron en la regi¨®n como inmigrantes. Los alumnos, ¡°muy trabajadores y motivados¡±, cuenta Ramos, se reunieron con el rector y le emplazaron a movilizarse y este, ¡°en shock¡±, acept¨® el reto. En paralelo, muchos profesores de la URJC comenzaron a recibir mensajes y v¨ªdeos pidiendo auxilio de cient¨ªficos ucranios con los que ten¨ªan relaci¨®n. La universidad ha expedido ya m¨¢s de una veintena de cartas de invitaci¨®n para que 16 acudan al menos hasta mayo en calidad de profesores visitantes ¡°con las mismas condiciones que viajan nuestros profesores fuera¡±. Los nueve cient¨ªficos que ya han llegado (ocho mujeres) residen en pisos o colegios mayores y reciben 1.500 euros al mes. Ramos insiste en que es un acto ¡°de solidaridad¡±, por lo que no hacen llamamientos para determinados campos de conocimiento o para tender puentes para fomentar la internacionalizaci¨®n de la URJC.
La Universidad Carlos III de Madrid ha lanzado en ingl¨¦s tres convocatorias distintas ¨Dprofesores visitantes, estancias de investigaci¨®n y ayudas para investigadoras¨D y est¨¢ tramitando nueve incorporaciones. Las ayudas a¨²n no se han fallado. La Universidad de Sevilla tiene un proceso abierto con 100.000 euros de presupuesto, y la Polit¨¦cnica de Catalu?a est¨¢ valorando la llegada de ocho. A la Polit¨¦cnica de Madrid ha vuelto otra cient¨ªfica que estuvo en el pasado.
La UPV ha preparado ya un mooc para ayudar en la futura restauraci¨®n de edificios y puentes en Ucrania¡±
La orientaci¨®n internacional que quiere tener la Universidad de Burgos (UBU), localizada en una zona v¨ªctima de la despoblaci¨®n, le ha hecho estar muy preparada para acoger alumnos y profesores ucranios, pues desde hace dos a?os tiene aprobado un protocolo de refugiados que incluye clases de espa?ol en su centro, alojamientos o asistencia psicol¨®gica. Las cuatro universidades de Castilla y Le¨®n (Salamanca, Valladolid, Le¨®n y Burgos) han pactado acoger cada una a 25 profesores o alumnos con financiaci¨®n de la Junta, cuenta Ileana Greca, vicerrectora de Internacionalizaci¨®n y Cooperaci¨®n de la UBU. Si logran m¨¢s fondos, se abrir¨¢n a nuevos llamamientos. Su universidad ten¨ªa lazos con Georgia y alg¨²n proyecto en marcha con Ucrania. Cuando la guerra acabe, pretenden ayudar a reconstruir el pa¨ªs, ¡°porque se construye lentamente y se destruye muy r¨¢pidamente¡±.
Un grupo experto en reconstrucci¨®n de la Polit¨¦cnica de Valencia ha preparado ya un mooc (curso por internet abierto y masivo) para ayudar en la futura restauraci¨®n de edificios y puentes en Ucrania. La relaci¨®n de la UPV con este pa¨ªs es ¡°hist¨®rica¡±, en palabras de su vicerrector de Internacionalizaci¨®n, ¡°en especial con Kiev y Odesa¡±. Jos¨¦ Monserrat explica que ¡°son universidades peque?as, pero tienen una buena formaci¨®n de la escuela rusa. Son particularmente buenos, solventes, en matem¨¢ticas. Tienen una formaci¨®n muy estricta¡±. Pero a su vez ¡°hay escasez de laboratorios y vienen doctorandos y profesores a Valencia a usar medios que no est¨¢n a su alcance¡±. Cuando estall¨® la guerra, no hab¨ªa en Ucrania ning¨²n profesor o alumno de la UPV, pero esta s¨ª ten¨ªa matriculados a 97 alumnos de grado o m¨¢ster y seis doctorandos. Tras el inicio del conflicto han llegado ocho alumnas y se espera a siete investigadoras con la idea de una estancia de tres meses. Hasta 122 personas de la universidad mostraron su intenci¨®n de acogerlas en sus casas.
Plataforma solidaria
Los profesores e investigadores que est¨¢n llegando a Espa?a lo hacen gracias a contactos previos con docentes de las universidades de acogida. Pero un grupo de voluntarios de decenas de pa¨ªses tambi¨¦n ha puesto en marcha la plataforma Science for Ukraine. En cada pa¨ªs cuentan con coordinadores nacionales, como Albert Palou, jefe de comunicaci¨®n del Centro Tecnol¨®gico Beta de la Universidad de Vic (Barcelona). ¡°Tras el inicio de la guerra, nuestro centro public¨® en las redes sociales plazas vacantes para investigadores ucranios. Despu¨¦s vimos que mucha gente estaba haciendo lo mismo y decidimos coordinarnos entre nosotros para ordenar las ofertas¡±, comenta Palou.
La plataforma funciona como una base de datos que recoge m¨¢s de un millar de plazas para estudiantes que puedan continuar sus estudios, para doctorandos o investigadores. Permite la b¨²squeda por ¨¢reas de conocimiento y por perfiles e incorpora el contacto directo con la persona que ha publicado la vacante. ¡°Ponemos nuestro grano de arena, dentro de nuestras posibilidades, ante la impotencia frente al conflicto. Al menos ves que est¨¢s ayudando y que estos investigadores pueden seguir trabajando y despu¨¦s volver a su pa¨ªs y colaborar en la reconstrucci¨®n¡±, remata Palou.
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