La gran brecha auton¨®mica en los presupuestos de las universidades: de sobrevivir a contratar premios Nobel
En investigaci¨®n son competitivas las regiones que apuestan por una red de fundaciones sin las ataduras salariales de la Administraci¨®n p¨²blica


En pocos a?os casi todos los trabajos van a exigir una cualificaci¨®n superior, y los expertos insisten en que si Espa?a, volcada en el turismo y la construcci¨®n, no quiere perder comba en la sociedad del conocimiento, tendr¨¢ que invertir m¨¢s en educaci¨®n e investigaci¨®n. Hoy las diferencias de los presupuestos universitarios entre autonom¨ªas son abismales. Mientras la Universidad del Pa¨ªs Vasco pudo permitirse el pasado noviembre contratar para su campus de San Sebasti¨¢n a dos f¨ªsicos premios Nobel, otros campus se las ven y se las desean para contar con lo b¨¢sico para seguir investigando.
Carmen P¨¦rez-Esparrells, profesora titular de la Universidad Aut¨®noma de Madrid y experta en financiaci¨®n universitaria, opina que ¡°en Espa?a no hay universidades de primera y segunda en cuanto a la docencia, pero en investigaci¨®n hay universidades de primera, segunda y tercera¡±. Y prosigue: ¡°Los rankings universitarios, sobre todo los globales, llevan a?os potenciando la investigaci¨®n y los grupos de ¨¦lite. Todos los pa¨ªses necesitan universidades altamente competitivas, y eso implica mucho presupuesto. Los Gobiernos vasco y catal¨¢n han apostado por sus universidades porque son sus buques insignia. Est¨¢n haciendo pol¨ªticas de pa¨ªs¡±.
En 2013, durante la anterior crisis, el Gobierno (del PP entonces) forz¨® a las autonom¨ªas a subir el precio de las matr¨ªculas universitarias ¨Dy quienes m¨¢s lo hicieron fueron Madrid y Catalu?a, las menos damnificadas econ¨®micamente durante ese periodo¨D, pero esta recaudaci¨®n extra de un 31% no fue capaz de compensar la bajada del 27% de la financiaci¨®n p¨²blica entre 2009 y 2015, seg¨²n los datos oficiales. Incluso en 2017, con unas perspectivas econ¨®micas ya halag¨¹e?as, se invert¨ªa 192 euros menos por alumno que en 2012 pese a la inflaci¨®n.
El socav¨®n persiste. La Universidad del Pa¨ªs Vasco cuenta con un presupuesto de 437 millones (76% fondos auton¨®micos, el porcentaje m¨¢s alto junto a La Rioja) frente a los 297 millones de la Universidad de M¨¢laga o los 384 millones de la de Valencia, dos instituciones de tama?o medio (entre 30.000 y 40.000 alumnos). Pero solo con euros ¨Dcondici¨®n sine qua non¨D no es suficiente, se necesita un ecosistema de trabajo que seduzca a los grandes genios con medios, equipos e ilusi¨®n.
Competencia mundial
El funcionamiento de las universidades cada vez depende m¨¢s de la capacidad de obtener proyectos compitiendo en el mercado mundial. En la presentaci¨®n virtual de uno de los dos premios Nobel ¨Del estadounidense George F. Smoot; el otro que se ha incorporado es el franc¨¦s Albert Fert¨D, Jokin Bildarratz, consejero de Educaci¨®n del Gobierno Vasco, fue al grano: ¡°Que nadie piense que estas contrataciones son una cuesti¨®n de dinero, que se les ofrece un contrato y vienen. Cuando un investigador de este nivel apuesta por un proyecto, es porque valora el nivel cient¨ªfico e investigador que se le ofrece¡±.
El cient¨ªfico asturiano Hugo Guti¨¦rrez de Ter¨¢n, profesor titular de la prestigiosa Universidad de Uppsala (Suecia), vuelve ahora a Espa?a para ocupar un puesto de cient¨ªfico titular en un centro del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC). Pese a su extenso curr¨ªculum, solo hubiera podido opositar a una plaza en universidades de Catalu?a ¨Dcon su propio sistema de acreditaci¨®n de m¨¦ritos¨D porque no est¨¢ acreditado por la ANECA (Agencia Nacional de Evaluaci¨®n de la Calidad Investigadora), un paso que Guti¨¦rrez de Ter¨¢n considera un ¡°tedioso e imprescindible requisito¡±. El sistema, piensa el tambi¨¦n secretario general adjunto de la Red de Asociaciones de Investigadores y Cient¨ªficos Espa?oles en el Extranjero (Raicex), est¨¢ hecho a la medida de quienes investigan en Espa?a. Raicex calcula que hay entre 15.000 y 20.000 cient¨ªficos espa?oles fuera del pa¨ªs.
Para Guti¨¦rrez de Ter¨¢n, experto en Bioqu¨ªmica Computacional, el problema no solo estriba en contar con el dinero. Catalu?a, Pa¨ªs Vasco y Madrid disponen de unas fundaciones ¨DICREA, Ikerbasque e IMDEA, respectivamente¨D que pueden contratar a expertos sin las ataduras (sueldos tasados y categor¨ªas laborales muy r¨ªgidas) de la funci¨®n p¨²blica. ¡°La oferta p¨²blica de las universidades solo puede ser atractiva para gente que est¨¦ empezando y quiera volver a Espa?a. Pero con esas condiciones no regresa alguien que gana el doble, tiene un equipo de investigaci¨®n detr¨¢s...¡±, dice Guti¨¦rrez de Ter¨¢n. El Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y el Centro Nacional de Investigaciones Oncol¨®gicas (CNIO) sedujeron con esta v¨ªa paralela a dos de los cient¨ªficos espa?oles m¨¢s reconocidos en el mundo, Valent¨ªn Fuster y Mariano Barbacid, para que los pusieran en marcha.
P¨¦rez-Esparrells opina que ¡°sin figuras as¨ª, las universidades no tienen ni financiaci¨®n ni estructura legal para contratar investigadores de alto rendimiento¡±. ¡°En el futbol t¨² necesitas un Messi y un Ronaldo para competir en la liga mundial y, si tu limitaci¨®n presupuestaria no te permite contratarlos, tienes que buscar otra manera, porque si no te vas a quedar con clubs de f¨²tbol de tercera.¡±
Guti¨¦rrez de Ter¨¢n, que anteriormente trabaj¨® en la Universidad de Santiago de Compostela, sostiene que hay que contar tambi¨¦n con financiaci¨®n privada. En Suecia, por ejemplo, hay contratos de investigaci¨®n de seis a?os en los que gran parte del sueldo lo sufraga la fundaci¨®n familiar Wallenberg, y hay un compromiso de la universidad de sacar una plaza con ese perfil cuando acabe ese periodo. En Espa?a, con un tejido de peque?as empresas, los proyectos privados son aislados e infrecuentes. P¨¦rez-Esparrells dice: ¡°Las universidades espa?olas, y hacen bien, son reticentes a que los grandes mecenas condicionen sus l¨ªneas de investigaci¨®n¡±.
En Catalu?a, el espejo en el que el resto se ha mirado durante a?os, lleg¨® a desatarse el p¨¢nico cuando la Generalitat pas¨® de invertir 900 millones en 2010 a 760 millones en 2017. En 2019, los ocho rectores de las universidades de la comunidad reclamaron: ¡°Hoy decimos basta. Somos una parte esencial del pa¨ªs. Nuestra supervivencia est¨¢ en juego por falta de inversi¨®n¡±. Ahora las aguas parecen calmarse. En Catalu?a, el Pacto Nacional de la Sociedad del Conocimiento prev¨¦ llegar en 2024 a invertir 2.000 millones al a?o en financiaci¨®n b¨¢sica de las universidades y en I+D.

En Madrid ¨Djunto con Catalu?a y Andaluc¨ªa, el sistema universitario m¨¢s grande, como corresponde a las comunidades m¨¢s pobladas¨D, los seis campus p¨²blicos llevan a?os penando y la salida de Ciudadanos del Gobierno auton¨®mico, cuando estaba ultimando una ley para el sector, ha parado los planes de su Ejecutivo. La Comunidad de Madrid les ha devuelto los 325,8 millones que el Tribunal Supremo forz¨® a pagarles despu¨¦s de que Esperanza Aguirre incumpliese su Plan de Financiaci¨®n de las Universidades P¨²blicas 2006-2010, pero poco nuevo m¨¢s. Mientras, en Andaluc¨ªa la Junta ha probado un nuevo modelo de financiaci¨®n plurianual, de 2022 a 2026, que permite a las universidades ¨Dal borde de la ruina¨D que elijan a qu¨¦ destinan el 10% de los fondos.
No estar en la primera l¨ªnea no significa tener que abandonar la investigaci¨®n. Algunas universidades la focalizan en las necesidades locales. P¨¦rez-Esparrells pone como ejemplo que ¡°las universidades canarias y la de Baleares est¨¢n apostando por investigaciones relacionadas con el entorno, con la econom¨ªa del turismo, y en Extremadura se est¨¢n centrando en temas de ingenier¨ªa agraria¡±.
Sistema al borde de colapso
El presidente de los rectores y dirigente de la Universidad de C¨®rdoba, Jos¨¦ Carlos G¨®mez Villamandos, hizo un llamamiento de auxilio en la Comisi¨®n de Reconstrucci¨®n en junio de 2020: ¡°No les oculto que el sistema est¨¢ al borde del colapso y una situaci¨®n como la que se ha producido ahora [la pandemia] agrava mucho m¨¢s el escenario. La voluntariedad y la solidaridad tienen un l¨ªmite¡±. Aunque reconoci¨® que algunas autonom¨ªas ¡°est¨¢n aumentando una inversi¨®n en I+D¡±. Las comunidades m¨¢s generosas han sido, seg¨²n el rector, Castilla y Le¨®n, Pa¨ªs Vasco y Catalu?a.
Por suerte, Bruselas ha salido a socorrer a Espa?a con una lluvia de millones. Los primeros 400, para adaptar la docencia presencial a la pandemia, finalmente fueron a la educaci¨®n superior, aunque ¡°tres o cuatro comunidades¡± ¨DG¨®mez Villamandos no quiso detallar cu¨¢les¨D trataron de maniobrar para dedicar esos fondos a sanidad. Madrid utiliz¨® parte de estos fondos covid para sus becas universitarias, aunque ese no era el objetivo. Luego han llegado otros 387 millones para atraer 700 talentos de fuera y para estancias en el extranjero de 3.200 investigadores j¨®venes, y otros 142 millones para digitalizaci¨®n.
El Gobierno espa?ol invirti¨®, por otro lado, en 2020 unos 2.658 millones de euros en investigaci¨®n cient¨ªfica, desarrollo e innovaci¨®n (I+D+I) ¨Dcuya columna vertebral es la universidad¨D, casi un 42% menos que en 2009, seg¨²n los datos del Ministerio de Ciencia. En este 2021 la previsi¨®n es un 60% mayor por los fondos comunitarios, pero estos caducan en tres a?os. ?Y despu¨¦s qu¨¦?
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