La universidad se moviliza por los alumnos y profesores ucranios: ¡°La prioridad es que vean que no los dejaremos colgados¡±
La guerra deja a decenas de docentes y estudiantes de este pa¨ªs varados en Espa?a. Los campus salen a su auxilio y acogen campa?as de recogida de ayuda
El profesor Mykola Prikhodko, de visita una semana en la Universidad de Granada, ten¨ªa previsto volver a Kiev el pasado viernes, pero en la madrugada comenz¨® la guerra. ¡°Los rusos han invadido Ucrania y no puedo reunirme con mi familia. Tengo un pantal¨®n y una camisa y, gracias a la universidad, una residencia y pensi¨®n completa¡±, explica exasperado, en un perfecto espa?ol. Las universidades est¨¢n empezando a poner en marcha iniciativas de ayuda para estudiantes y profesores ucranios que se encuentran en alguno de los campus espa?oles de forma temporal y ven c¨®mo el conflicto ha truncado sus planes de volver a casa. Aunque no existe una cifra oficial de afectados, el intercambio de profesores y estudiantes entre ambos pa¨ªses es relativamente fluido: el Ministerio de Universidades calcula que unas 1.200 personas de la comunidad universitaria ucrania participaron en alguna actividad el pasado curso en Espa?a. Ucrania est¨¢ en el programa Erasmus como Estado asociado y muchos estudiantes se acogen a otro tipo de proyectos de movilidad.
Las universidades catalanas han sido de las primeras en activarse, con la puesta en marcha de un protocolo de emergencia para dar respuesta a las urgencias y necesidades de los afectados. El Departamento de Universidades de la Generalitat ha creado un comit¨¦ espec¨ªfico con las 12 universidades catalanas (p¨²blicas y privadas) para desplegar la ayuda. ¡°Teniendo en cuenta la experiencia con los refugiados de Siria y Afganist¨¢n, pensamos que no pod¨ªamos ir a remolque si estallaba otro conflicto. As¨ª que decidimos hacer un plan com¨²n con el departamento de Acci¨®n Exterior para facilitar el retorno de los estudiantes catalanes, atender los alumnos extranjeros que no pueden volver a casa y acoger a los alumnos o profesores refugiados que quieran venir¡±, explica el presidente del comit¨¦ y rector de la Universidad de Vic, Josep Eladi Ba?os. Ahora todav¨ªa trabajan en una primera fase para cuantificar el n¨²mero de afectados, que ronda el centenar. Y lo mismo har¨¢n con otros pa¨ªses b¨¢lticos y Polonia, adem¨¢s de Rusia y Bielorrusia, ¡°por si se extiende el conflicto¡±, admite.
Dos chicos tem¨ªan que les llamaran para coger las armas¡±, cuenta el vicerrector de la Universidad de Lleida
En el resto de Espa?a, aunque el ministerio est¨¢ recopilando datos, las universidades est¨¢n poniendo en marcha iniciativas individuales que van desde la recogida de material de ayuda y servicios de traducci¨®n, hasta intermediaci¨®n con los tr¨¢mites administrativos y la ayuda psicol¨®gica a los que no pueden volver a su pa¨ªs. Pero tambi¨¦n est¨¢n dando los primeros pasos para acoger a estudiantes y profesores refugiados.
La presencia de alumnos ucranios no es extra?a en la Universidad de Lleida (UdL), pr¨®xima a Guissona, donde vive la mayor comunidad de este pa¨ªs eslavo en Catalu?a. Acoge a una veintena de estudiantes de esta nacionalidad, seis erasmus, y el rectorado se reuni¨® con ellos la semana pasada. ¡°La m¨¢xima prioridad era que vieran que no los vamos a dejar colgados¡±, explica Antoni Granollers, su vicerrector de Internacionalizaci¨®n. ¡°Dos chicos tem¨ªan que les llamaran para coger las armas. Todos nos dijeron que quer¨ªan pedir asilo, ya que sus familias les han dicho que se queden aqu¨ª porque est¨¢n seguros¡±.
¡°El d¨ªa empieza cogiendo el tel¨¦fono y viendo c¨®mo han ido los bombardeos y si la familia y los amigos est¨¢n bien. No me despego del tel¨¦fono¡±, relata Anastasia Onikiienko, estudiante de un m¨¢ster art¨ªstico en la Polit¨¦cnica de Valencia. ¡°Tengo la cabeza aqu¨ª, pero la mente all¨ª. Tengo que concentrarme en mis estudios, pero es muy dif¨ªcil¡±, a?ade. Lleg¨® hace tres semanas a Espa?a y espera quedarse hasta junio. Admite que es una ¡°privilegiada¡± porque luego seguir¨¢ el posgrado en Eslovaquia, donde tiene a parte de su familia. Yuliia Volianska, de 26 a?os, tambi¨¦n finaliza este a?o un m¨¢ster sobre paz y desarrollo en la Universidad Jaume I de Castell¨®n. Opt¨® por estos estudios porque sent¨ªa ¡°que hay demasiado miedo y odio en el mundo y en las redes sociales¡±. Ahora, admite sentirse ¡°impotente¡± ante lo que sucede en su pa¨ªs.
La Universidad de Salamanca es siempre polo de atracci¨®n de estudiantes extranjeros y eso explica que albergue a 17 alumnos ucranios. Como en Oviedo, Murcia o la Polit¨¦cnica de Madrid, los alumnos est¨¢n poniendo en marcha campa?as de recogida de enseres para mandar al pa¨ªs invadido. ¡°Los contactos en la frontera nos dicen que tienen muchas mantas y ropa, que sobre todo se necesitan medicamentos¡±, cuenta una estudiante en la treintena que pide anonimato. Lleg¨® hace 20 a?os de Ucrania y ya se siente espa?ola. Este jueves, ella ha contactado por primera vez con una alumna desamparada, Daria Talavira, de 22 a?os. Esta ¨²ltima fue tan feliz de erasmus en Almer¨ªa, que ahora cursa un m¨¢ster econ¨®mico en Salamanca. Orgullosa, cuenta que ha aprobado todo pese a ser la ¨²nica sin el espa?ol como lengua materna. ¡°Me gustar¨ªa estar all¨ª, pero mi madre est¨¢ feliz de poder despreocuparse de m¨ª¡±, cuenta. Su familia vive en una zona calmada, pero su novio ha sido llamado a filas en Kiev.
Nos pidieron que presionemos a los Gobiernos para que ayuden a su pa¨ªs a en el ¨¢mbito humanitario¡±
En la Aut¨®noma de Barcelona hay una treintena de estudiantes y profesores ucranios en programas de movilidad y se han reunido con ellos. ¡°Nos pidieron que presionemos a los Gobiernos para que ayuden a su pa¨ªs a en el ¨¢mbito humanitario y militar, con los tr¨¢mites administrativos, con los visados... y nos piden m¨¢s sensibilizaci¨®n en el campus¡±, asevera M¨¤rius Mart¨ªnez, su vicerrector de Relaciones Internacionales. Mientras tanto, se preparan habitaciones en la residencia de estudiantes.
El Servicio Espa?ol para la Internacionalizaci¨®n de la Educaci¨®n (Sepie) ha anunciado que se ampliar¨¢ la beca Erasmus a los ucranios que lo necesiten. Es el caso de un estudiante de un m¨¢ster de Ingenier¨ªa Inform¨¢tica en la Universidad de M¨¢laga al que suspendieron el avi¨®n de vuelta la pasada semana. Por el contrario, otros dos alumnos de ese posgrado acababan de llegar a la ciudad andaluza. Otros cuatro ucranios estudian en la Universidad de Vigo y quiz¨¢s en abril habr¨¢ que aplicarles la medida de fuerza mayor de Erasmus para que se queden. Mientras tanto, el rectorado les ofrece apoyo psicopedag¨®gico y la posibilidad de hacer llamadas a sus familiares.
Pero el conflicto no solo ha atrapado estudiantes. Tambi¨¦n ha sucedido con investigadores o profesores visitantes. Entre 1999 y 2007, Mykola Prikhodko, hoy profesor de la Universidad Nacional T¨¦cnica de Ucrania, imparti¨® clase de traducci¨®n de ucranio en el departamento de Lenguas Eslavas de Granada hasta que su asignatura desapareci¨®. ¡°Ahora solo se ense?a ruso, polaco y checo, una l¨¢stima¡±, se lamenta por tel¨¦fono desde el rectorado. A su lado, otros dos profesores compatriotas, que tambi¨¦n aterrizaron en Granada en el marco del programa Erasmus, aguardaban este jueves la llegada del ministro Joan Subirats, con el que se iban a entrevistar. La familia de Prikhodko espera cerca de Kiev a los rusos con voluntad de combatir. ¡°Hay defensa territorial con ca?ones, carros de combate...¡±, relata.
M¨¢s suerte familiar que Prikhodko ha tenido el treinta?ero Andrii Kravchenko, experto en Filolog¨ªa Inglesa de la Universidad Nacional Tar¨¢s Shevchenko de Kiev. Le despert¨® su mujer con el anuncio de la guerra cuando ¨¦l pasaba una estancia de una semana en la Universidad Granada con su hijo de 10 a?os. Organizaron r¨¢pido su salida y 48 horas despu¨¦s pudo reencontrarse con su esposa y su ni?a de dos a?os. El campus trata ahora de traer a la familia de Svitalana Fedoreko, tambi¨¦n varada en Granada.
Retornar¨¢ v¨ªa Polonia y su intenci¨®n es defender su pa¨ªs junto a los hombres de su familia¡±
A diferencia de estos investigadores, Vasyl Mamrai, jefe del departamento de Relaciones Internacionales de la Zhytomyr State Technological University, planea volver a su pa¨ªs al final de esta semana. Ten¨ªa que haberlo hecho el pasado domingo, tras pasar siete d¨ªas en la Universidad de C¨®rdoba. Retornar¨¢ v¨ªa Polonia y su intenci¨®n es defender su pa¨ªs junto a los hombres de su familia. ¡°No soy militar, pero hay todo un movimiento civil organizado y algo podr¨¦ hacer¡±, relata. En C¨®rdoba hay tambi¨¦n tres estudiantes pasando el trimestre que no se han movido.
Kateryna Hryhoryeva lleva desde 2018 en Barcelona, donde estudia un m¨¢ster en Internacionalizaci¨®n. En todo este tiempo, cada dos meses viajaba a Ucrania para ver a la familia. ¡°Ten¨ªa como dos residencias¡±, apostilla. La guerra le pill¨® con unos amigos en Dubai y ya ten¨ªa el billete para, de all¨ª, viajar a su pa¨ªs el s¨¢bado pasado. ¡°Mi familia me dijo que mejor no fuera, que no era un sitio seguro¡±. Entonces alquil¨® con una amiga ucrania un piso en Hungr¨ªa, cerca de la frontera. ¡°Decidimos venir aqu¨ª a esperar a los amigos que huyan de Ucrania; esta noche debe llegar una amiga¡±, cuenta por tel¨¦fono. El conflicto ha truncado su rutina, pero asegura que espera volver a Barcelona en un mes para acabar sus estudios. Despu¨¦s, sus planes pasan por hacer pr¨¢cticas en una empresa internacional. De momento, asevera, no tiene problemas econ¨®micos porque las transferencias bancarias funcionan bien. En todo caso, la Universidad de Barcelona ya ha contactado con ella ofreci¨¦ndole ayuda. ¡°Siento su apoyo, pero ahora mismo no me pueden ayudar. Lo que necesito es que la guerra termine¡±.
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