Comida insana en las m¨¢quinas de ¡®vending¡¯ de los hospitales
Bollos, palmeras de chocolate, galletas, refrescos, patatas fritas... La oferta de los puntos de venta de muchos centros sanitarios de nuestro pa¨ªs es insana. Lo analizamos y vemos posibles soluciones.
Cuesta creerlo, pero no hace tanto, los m¨¦dicos recomendaban fumar. A mediados del siglo XX no era raro, de hecho, ver al personal sanitario en anuncios o en las revistas estadounidenses alabando las supuestas bondades del tabaco: aliento fresco, una garganta menos irritada, una mejor digesti¨®n o hasta, incluso, propiedades curativas. Todo un desprop¨®sito que hoy, con la perspectiva que dan los a?os y, sobre todo, los estudios m¨¦dicos, hace arquear las cejas. Algo que, quiz¨¢s, dentro de medio siglo, les ocurra tambi¨¦n a los que sigan por aqu¨ª al comprobar c¨®mo actualmente es posible encontrar todo tipo de productos insanos en las m¨¢quinas de vending de algunos hospitales de Espa?a.
No es que los m¨¦dicos recomienden esos productos, pero mientras ustedes leen esto un cirujano saca una palmera de chocolate de uno de esos puntos de venta. O una bolsa de patatas fritas. O un batido. O una bolsita con gajos de manzana, si es que tiene suerte y encuentra algo de fruta. Porque es lo menos habitual de ver en estas expendedoras, que colapsan tambi¨¦n universidades y oficinas. Aunque, en ese caso, tendr¨ªa que pagar m¨¢s. Escama -y mucho- que toda esta barra libre de grasas, sales y az¨²cares est¨¦ pr¨¢cticamente 24 horas a disposici¨®n de profesionales o pacientes y sus familiares en centros, parad¨®jicamente, que deben velar por nuestra salud. Sobre todo sabi¨¦ndose lo que se sabe.
Un 60,9% de obesidad
En EE UU tuvieron excusa: hasta 1964 no se conoci¨® la incidencia real del tabaco. Mientras que aqu¨ª sabemos desde hace a?os la estrecha relaci¨®n que guardan esos pseudoalimentos omnipresentes en nuestra vida cotidiana con los problemas de obesidad de este pa¨ªs. El Estudio Nutricional de la Poblaci¨®n Espa?ola, que public¨® en 2016 la Revista Espa?ola de Cardiolog¨ªa, hablaba ya de un 39,3% de espa?oles que sufr¨ªan sobrepeso y un 21,6, obesidad. Es decir, m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n (60,9%) de entre 25 y 64 a?os. Y si ponemos el foco en los ni?os, la cosa no mejora: dos de cada diez tienen sobrepeso y uno de cada diez es obeso, tal y como se desprende de la ¨²ltima Encuesta Nacional de Salud.
Desde luego, poder escoger entre un donut con chocolate o uno con az¨²car, en todo momento, no ayuda a resolver este problema. Y engorda, de rebote, nuestro gasto sanitario.
Un coste de 19.908 millones de euros
El consumo regular y en grandes cantidades de estos productos est¨¢ detr¨¢s tambi¨¦n de una parte importante de los nuevos casos de diabetes tipo 2, me concretan desde la Federaci¨®n Espa?ola de Diabetes. Es decir, cuando el p¨¢ncreas se ve incapaz de producir la insulina suficiente para regular los niveles de az¨²car en sangre. Esto provoca, adem¨¢s, un coste de 19.908 millones de euros al Sistema Nacional de Salud, como revel¨® la Fundaci¨®n Mapfre en un informe de 2015. Hay que recordar que esta patolog¨ªa es evitable. Preguntar esto es casi insultante, pero, ?no deber¨ªan los hospitales promocionar otros alimentos m¨¢s saludables?
Colectivos como Cambiando el vending ¨Cformado por siete estudiantes del grado de Nutrici¨®n humana y diet¨¦tica de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla- llevan tiempo haci¨¦ndose esa misma pregunta y constatando la oferta insana de esas m¨¢quinas en los hospitales de su provincia. Respaldados por las redes sociales y otros informes como el del consumo de alimentaci¨®n en Espa?a, seg¨²n el cual comemos anualmente m¨¢s fruta, que boller¨ªa o galletas. Y bebemos m¨¢s agua envasada, que bebidas refrescantes. Pero, claro, todo esto en casa. Fuera lo que hay, seg¨²n los datos que me facilita Ra¨²l Rubio, presidente de Asociaci¨®n Nacional Espa?ola de Distribuidores Autom¨¢ticos (Aneda), son 364.000 maquinas de este tipo. Y de ellas, unas 20.000 estar¨ªan en hospitales, seg¨²n c¨¢lculos aproximados de El Comidista. Lo que ya es m¨¢s dif¨ªcil de anticipar es cu¨¢ntos de esos productos insanos hay en los lineales. Porque s¨ª que es verdad que hay comunidades que, ante este paisaje, han empezado a arquear tambi¨¦n las cejas.
Murcia, Andaluc¨ªa o Euskadi
Murcia decidi¨® en 2017 vetar la boller¨ªa y los refrescos en las m¨¢quinas de venta de los hospitales. Mientras que Andaluc¨ªa va a obligar a los operadores de vending a instalar fuentes de agua potable, refrigerada y de acceso gratuito en centros sanitarios. El Pa¨ªs Vasco, entretanto, ha presentado un ambicioso plan de Iniciativas para una alimentaci¨®n saludable en Euskadi, que contempla que la mitad de los productos de esas expendedoras tengan que ser fruta y verdura. Algo que ya ocurre, por ejemplo, en el Hospital de Cruces, de esa misma comunidad.
Desde 2015, este centro ofrece en muchas de sus m¨¢quinas la mitad de productos saludables gracias a otra iniciativa, en este caso de la marca Gosasun, que se implant¨® para garantizar esa oferta m¨¢s sana. Aunque este hospital tambi¨¦n cuenta con otra expendedora de s¨¢ndwiches calientes de queso y tocino, de la que se hizo eco el fot¨®grafo Carlos Garc¨ªa Pozo, en Twitter, y que, al parecer, est¨¢ ubicada en la sala de espera de los quir¨®fanos de la unidad coronaria de este centro.
M¨¢quina de grasientos s¨¢ndwiches de tocino y queso en la sala de espera de los quirofanos de la unidad coronaria de @osakidetzaEJGV ( servicio vasco de salud). Incre¨ªble contradicci¨®n. pic.twitter.com/XOc8WvksfT
— Carlos Garc¨ªa Pozo (@CGarciaPozo) January 15, 2018
Fuentes de ese hospital vasco confirman que la m¨¢quina existe, pero matizan que est¨¢ en una de las salas de espera ¡°que hay cerca de la Unidad de Hospitalizaci¨®n Cardiovascular¡±. Y sobre lo que dispensa, exponen: ¡°Ofrece la oportunidad de tomar algo caliente cuando cierra la cafeter¨ªa o la espera es m¨¢s larga de lo habitual, porque en las otras m¨¢quinas solo hay productos fr¨ªos y, adem¨¢s, cada uno toma lo que quiere, ?no?¡±. Indudablemente, pero conviene recordar tambi¨¦n que las enfermedades cardiovasculares siguen siendo la primera causa de muerte en Espa?a.
Casademont, la marca que figura, desmiente cualquier relaci¨®n: ¡°No estamos vinculados al negocio del vending desde 2003. Las m¨¢quinas eran gestionadas por una empresa externa y Casademont se limitaba a suministrarle los bikinis que se vend¨ªan en esas m¨¢quinas, pero en ning¨²n caso era responsable ni de ellas ni de donde se ubicaban. La m¨¢quina que aparece en la fotograf¨ªa, de la que no ten¨ªamos constancia, debe ser un residuo de estas antiguas m¨¢quinas, pero el producto que se comercializa no procede ni es suministrado por Casademont¡±.
El caso de Madrid: diferencia entre hospitales privados y p¨²blicos
Con todo, ese hospital ofrece, al menos, una l¨ªnea de un 50% de productos m¨¢s saludables. Porque hay otros centros sanitarios que, directamente, son una invitaci¨®n a abrirse las arterias. En El Comidista recorrimos cinco hospitales de Madrid para verificar qu¨¦ tipo de productos hab¨ªa en sus m¨¢quinas. Y el resultado, ya se lo adelanto, no les sorprender¨¢. La elecci¨®n fue meramente casual, pero s¨ª quise saber si esa oferta variaba de un hospital p¨²blico a uno privado o concertado. As¨ª, visit¨¦: los hospitales p¨²blicos del Cl¨ªnico San Carlos y de La Princesa; el complejo hospitalario Ruber Juan Bravo y el hospital La Milagrosa, estos de gesti¨®n privada. Y la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz, hospital privado concertado con la sanidad p¨²blica madrile?a. Y s¨ª que hab¨ªa algunos matices rese?ables.
En los hospitales p¨²blicos, por ejemplo, la oferta de ultraprocesados era mayor que en los privados. En La Milagrosa, directamente, escaseaban las m¨¢quinas de vending. Y las pocas que se ve¨ªan ofertaban, sobre todo, bebidas como botellas de agua o refrescos y, si acaso, alguna bolsa de patatas fritas. ¡°Tenemos tres o cuatro m¨¢quinas, no recuerdo, porque apostamos sobre todo por el servicio de cafeter¨ªa, que tiene un horario amplio: de 7.30 a 11 de la noche¡±, afirman desde este centro gestionado por el grupo Hospitales Cat¨®licos de Madrid.
En su hom¨®logo de la cl¨ªnica Ruber, de Juan Bravo, s¨ª que hab¨ªa m¨¢s de estos expendedores autom¨¢ticos. Pero tambi¨¦n fruta entera -dos piezas de manzana por 2 euros-; nueces a 1,40; paquetes de pechuga de pavo a 1,50; o zumos detox de remolacha, zanahoria, granada, manzana y lim¨®n a 2,40 euros, pese a la inutilidad de estos. Las lonchas de pavo tampoco es que sean la panacea, pero cuando visit¨¦ este hospital no vi ni bollos ni chocolatinas y s¨ª mucha barrita de muesli a 1,15 o snacks de frutos rojos por 1,20 euros, adem¨¢s de alguna bolsa de patatas fritas y refrescos por ese mismo precio. Nada que ver, ya les digo, con el panorama del hospital Cl¨ªnico y La Princesa.
All¨ª, las m¨¢quinas estaban a rebosar de patatas fritas, gominolas, bollos, chocolatinas, galletas, m¨¢s fritos o s¨¢ndwiches. Y sano, lo que se dice sano, poca cosa: en La Princesa encontr¨¦ un envase con gajos de mandarinas, trozos de manzana y coco, que sab¨ªa a corchop¨¢n y costaba 1,60 euros. Mucho m¨¢s caro que el Kit Kat, la sempiterna palmera de chocolate o las Ruffles sabor jam¨®n: todos a 1,10. Mientras que en El Cl¨ªnico, despu¨¦s de mucho rebuscar, lo m¨¢s liviano que encontr¨¦ fueron unas almendras por 1,20; esas mismas lonchas de pavo, tambi¨¦n a 1,50 euros. Y las botellas de agua a 0,65 euros. El resto: donuts y galletas Oreo o Doritos a 1 euro; o bolsas de MisterCorn con un tama?o XL a 90 c¨¦ntimos, por citar algunos de los mismos ejemplos que encontr¨¦, a su vez, en la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz.
Puntos de venta tupidos de productos insanos a precios irrisorios: por 1,20 euros pod¨ªas escoger entre Doritos, Cheetos, Donuts -de chocolate o de az¨²car-, unas gominolas de fresa o la consabida palmera. Y en la esquina inferior de la izquierda, muerta de risa, una exigua bolsita con gajos de manzana por 1,60 euros. Lo m¨¢s sano, a simple vista, junto con las nueces que, por supuesto, tambi¨¦n eran m¨¢s caras: 1,45. Pero eso de a simple vista es una frase hecha: obviamente, uno no va mirando al suelo, como me explica Elena A?a?os, directora del grupo de investigaci¨®n de psicolog¨ªa y comunicaci¨®n publicitaria de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona: ¡°Aunque depende de otros muchos factores, en principio, los productos que est¨¢n situados en la parte superior central y de la izquierda ser¨ªan lo que captar¨ªan m¨¢s nuestra atenci¨®n y as¨ª tendr¨ªan m¨¢s posibilidades de compra¡±. Es decir, esas chocolatinas y patatas fritas.
Una l¨ªnea saludable no tan saludable
Esto, sin embargo, no fue lo m¨¢s chocante. Tanto en las m¨¢quinas de la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz como en las de la Princesa se promocionaba una supuesta l¨ªnea saludable que inclu¨ªa productos como galletas Digestive de chocolate, bizcochos de fruta, patatas o batidos Biofrutas. Si alguien se creyese que esos productos son, en efecto, mejores, ?qu¨¦ estar¨ªa tomando, realmente? Me responde Javier Garc¨ªa, tecn¨®logo de los alimentos: ¡°Ese batido es una mezcla de agua y edulcorantes, que no tiene matriz y que adem¨¢s te lo visten como saludable: como si estuvieras tomando leche y fruta. Pero la leche que lleva es desnatada. De modo que el poco alimento que pueda tener, lo desvisten y le quitan nutrientes¡±. ?Pero ese bizcochito de fruta y fibra parece muy saludable, no? ¡°El primer ingrediente que aparece es el jarabe de glucosa y fructosa, lo cual indica ya que hay much¨ªsimo az¨²car porque el primer ingrediente indica tambi¨¦n el porcentaje m¨¢s alto que tiene ese producto¡±. Pero, hombre, si tiene fibra. ¡°Pero muy por debajo de lo que es el principal ingrediente; con lo cual ese aporte de fibra no es significativo¡±.
?Y estas patatas que no est¨¢n fritas y lleva un 50% menos de grasa y cereales y soja? ¡°Menos alimento, tiene de todo. Es una mezcla homog¨¦nea de diferentes ingredientes refinados y depurados para que sean perfectos al paladar. El almid¨®n que se deshace en boca produce el mismo efecto del az¨²car, que a su vez con la sal y el glutamato provoca ese efecto de cuando haces pop ya no hay stop. Adem¨¢s s¨ª est¨¢n fritas en aceite de girasol, que es altamente refinado y rico en omega 6, que en un consumo excesivo causa alteraciones del sistema cardiovascular. Antes ese aceite se consum¨ªa en casa, pero ahora se consume m¨¢s porque va en todos estos ultraprocesados¡±.
Detr¨¢s de esas m¨¢quinas est¨¢n los operadores Easy Vending y Alliance Vending. El Comidista intent¨®, sin ¨¦xito, recabar la versi¨®n de este segundo, que se ocupa de las expendedoras del hospital de La Princesa. Easy Vending, que adem¨¢s de las m¨¢quinas de la Fundaci¨®n Jim¨¦nez D¨ªaz se encarga tambi¨¦n de reponer las del Cl¨ªnico y la Ruber de Juan Bravo, s¨ª nos respondi¨®: ¡°Esa l¨ªnea saludable abarca muchas formas de alimentaci¨®n: hay productos para celiacos, veganos, naturales, ecol¨®gicos, menos grasas, bajos en az¨²car¡¡±. Algo que le chirr¨ªa a nuestro nutricionista de cabecera, Juan Revenga: ¡°Los productos celiacos no tienen ning¨²n beneficio, en general, sobre la salud. Si acaso se podr¨ªa beneficiar un escaso porcentaje de la poblaci¨®n total que tuviera esa sensibilidad al gluten no celiaca. Una patolog¨ªa todav¨ªa indefinida y no bien aclarada en su origen ni en su tratamiento. Es como quitarte los cacahuetes de la dieta: si eres al¨¦rgico, vale, pero si no¡¡±.
Ultraprocesados por carburante
En cualquier caso, esa supuesta l¨ªnea m¨¢s saludable choca con una promoci¨®n que se ve en las m¨¢quinas de este operador: un sorteo de 5 euros de carburante a cambio de comprar un paquete de Mikado, otro de Milka o unas galletas Oreo. ¡°El proveedor quiere vender, ?te parece mal? Y, adem¨¢s, si te vas a cualquier supermercado encuentras ofertas de este tipo en Bollycaos¡±, responden al otro lado de ese operador de m¨¢quinas de vending. Y esto es cierto, pero un supermercado no es un centro hospitalario. El otro hospital al que este negocio surte ¨Cla cl¨ªnica Ruber de Juan Bravo- s¨ª que tiene, dec¨ªamos, una oferta m¨¢s saludable. ?Por qu¨¦ en los privados s¨ª y en los p¨²blicos no? ¡°Porque el cliente lo requiere as¨ª¡±, zanjan desde Easy Vending.
El grupo hospitalario que gestiona el Jim¨¦nez D¨ªaz y la Ruber es el Grupo Quir¨®n, que no contest¨® a nuestras preguntas. Mientras que la Consejer¨ªa de Sanidad de Madrid, quien se ocupa del Cl¨ªnico y de la Princesa, expone: ¡°Se supervisa que los productos sean saludables pero a¨²n no hay normativa al respecto. Pero en su mayor¨ªa s¨ª ofrecen productos saludables: productos sin az¨²car, bebidas sin cafe¨ªna, productos integrales. Algunos disponen de su propia l¨ªnea healthy¡±.
Lo que m¨¢s se vende son bebidas calientes
Seg¨²n cifras de Aneda, la asociaci¨®n que representa a este sector, el negocio del vending factura unos 1.380 millones de euros anuales. La colocaci¨®n de estas m¨¢quinas en los hospitales, me explica su presidente, Ra¨²l Rubio, se hace por concurso p¨²blico. Los precios los fija el licitador. Y hay, empresas, asimismo, que para concursos y ofertas se apoyan en dietistas-nutricionistas para la valoraci¨®n de los productos exigidos. Del consumo de m¨¢quinas de vending, precisa Rubio, el 52% son las bebidas calientes. El 28%, las bebidas fr¨ªas, de las que el 70% es agua; y el 20% restante son comidas y snack.
Un canon por explotar el negocio
Fuentes de este sector, que prefieren mantenerse en el anonimato, sugieren que el principal problema que tienen ¨Cy la raz¨®n de que, apenas, haya productos saludables- es el alto canon que los operadores tienen que pagar por hacer negocio, dicen, en esos hospitales: "Como todas las empresas ofrecen lo mismo, al final gana la que m¨¢s dinero da al hospital¡±. Un hecho que me confirma Javier Zamora, periodista de Hostel Vending, la revista de referencia de este negocio. "No existen concursos homog¨¦neos y las condiciones var¨ªan, pero hasta ahora eso del canon ha funcionado como una cantidad que el operador tiene que pagar a la Administraci¨®n por la explotaci¨®n de sus m¨¢quinas. Esta puede ser fija y mensual o anual y variable (por n¨²mero de m¨¢quinas). Y puede ir desde los 100 euros a los 800 o 900, dependiendo". O, incluso, hasta los 1.650 euros, como se puede leer en esta licitaci¨®n de la Junta de Andaluc¨ªa.
La Consejer¨ªa de Sanidad de Madrid tambi¨¦n confirma este extremo: ¡°El pago del canon depende de cada tipo de contrato, y estos dependen de cada hospital¡±. Del Grupo Quir¨®n, en cambio, no obtuvimos respuesta tampoco sobre esto.
?Y por qu¨¦ los productos insanos son m¨¢s baratos que los saludables? Zamora resuelve: ¡°El que redacta el pliego, en el parte t¨¦cnica, fija los precios. Suele ser un umbral negociable, pero despu¨¦s de ganar la licitaci¨®n y siempre que la Administraci¨®n quiera negociar. Ellos te fijan el precio, que suele ser muy bajo. De modo que tienes poco margen para actuar y esto te obliga a meter muchos productos basura para tener algo de beneficio. Los productos saludables suelen ser menos rentables al ser perecederos y no tienen la misma demanda. El canon y los precios bajos son, en resumen, incompatibles con una oferta saludable. Y eso que, en estos pliegos, s¨ª que vienen requisitos que tienen que ver con la salud: un n¨²mero m¨¢ximo de grasas saturadas, que haya productos para gente al¨¦rgica o intolerante, de comercio justo... pero no se especifican productos concretos como, por ejemplo, la fruta¡±.
M¨¢quinas de 'vending' con fruta variada y alta demanda
Aunque siempre hay excepciones, naturalmente. Carlos M¨¦ndez y Gemma Sanz llevan cinco a?os al frente de Fruitube. Una empresa de Ajalvir, en Madrid, que vende fruta entera y fresca y que viene envasada en tubos. Como proveedores de esos operadores de vending y tambi¨¦n a trav¨¦s de las dos m¨¢quinas que tienen: en la Universidad Rey Juan Carlos, de M¨®stoles (Madrid), y otra en el colegio Khalil Gibran, de la localidad madrile?a de Fuenladbrada. Y, en su caso, no hay problema de demanda. ¡°Vendemos 3.000 tubos de fruta a la semana, en toda Espa?a, aunque los operadores nos piden m¨¢s bien poca y ellos s¨ª que tienen un mont¨®n de m¨¢quinas", lamenta M¨¦ndez.
Ofertan desde manzanas, peras, uvas, mandarinas o melocotones, a albaricoques, kiwis, nectarinas, paraguayas, cerezas, picotas o fresas. ¡°Si t¨² vas a una m¨¢quina y solo tienen manzanas, pues un d¨ªa comer¨¢s manzanas. Pero, al cuarto d¨ªa, ya estar¨¢s harto y te comer¨¢s una chocolatina. De esta forma, nunca te aburres porque tienes para elegir¡±, razona este especialista.
Su precio tambi¨¦n ayuda: la fruta entera cuesta 1,50 y los frutos secos, que tambi¨¦n los venden, como almendras, nueces, pistachos o anacardos, 1,80. Por si no se quieren manchar: las manzanas, peras, nectarinas y melocotones llevan una toallita biodegradable elaborada con agua y con aroma de plantas arom¨¢ticas para lavar la fruta antes de consumirla. "Aunque suele venir prelavada de los agricultores, pero en frutas grandes s¨ª metemos la toallita y en el caso del kiwi, adem¨¢s, una cuchara-cuchillo¡±.
Seleccionan ellos mismos el g¨¦nero y suelen meter dos piezas -o hasta tres- en cada bote. Y por si se lo preguntan: su fruta dura unos 15 d¨ªas. ¡°Las m¨¢quinas que usamos son de refrigeraci¨®n y est¨¢n entre 7 y 9 grados. Y luego, aparte, cada bote lleva unas aberturas laterales para que se conserve mejor la fruta¡±, explica el due?o de Fruitube. Lo que se conoce como atm¨®sfera controlada, puntualiza Beatriz Robles, tecn¨®loga de los alimentos. ¡°De esta forma, el envase es permeable selectivamente a determinados gases de forma que se puede controlar la respiraci¨®n de las frutas haciendo que duren m¨¢s. Esto se consigue reduciendo la cantidad de ox¨ªgeno disponible para la fruta y aumentando la concentraci¨®n de CO2. As¨ª solo entra la cantidad de ox¨ªgeno que nos interesa y que sustituye al que la fruta va gastando en la respiraci¨®n y as¨ª se controla la velocidad de las reacciones¡±.
?Por qu¨¦ no hay m¨¢s fruta en los hospitales?
Con estos antecedentes, cabe preguntarse por qu¨¦ no hay m¨¢s fruta as¨ª en los hospitales. Nuestro experto lo tiene claro: no interesa. ¡°Pero no es una cuesti¨®n de demanda, lo que nos ha ense?ado el hecho de instalar nuestras propias m¨¢quinas es que si hay fruta, se consume. Pero fruta fresca y de calidad. Pero, claro, es m¨¢s f¨¢cil vender coca colas o patatas fritas: productos no perecederos y que no tienes que andar reponiendo cada dos semanas". ?Y el tema del canon influye? "Nosotros, desde luego, no podemos pagarlo. Porque, adem¨¢s, luego tendr¨ªamos que subir nuestros precios y as¨ª no incentivas el consumo de fruta. En nuestro caso, no queremos hacernos ricos, lo que queremos es que la gente coma m¨¢s fruta, que es que adem¨¢s est¨¢ buena".
?Un plan en condiciones o un parche?
A comienzos de mes, el Ministerio de Sanidad present¨® el Plan de colaboraci¨®n para la mejora de la composici¨®n de los alimentos y bebidas y otras medidas 2017-2020, con el objetivo de reducir el contenido de sal, az¨²car y grasas en m¨¢s de 3.500 productos. Al respecto, el presidente de Aneda, Ra¨²l Rubio, garantiza: "Nuestro compromiso es incorporar los productos reformulados a medida que est¨¦n a su disposici¨®n, ampliar y mejorar la presencia y visibilidad de los mismos, de manera que la presencia de productos que ayuden a mantener h¨¢bitos de vida saludable supere el 35% y reducir en un 15% el az¨²car m¨¢ximo a?adido, antes del 2020".
Una iniciativa que no convence, sin embargo, al nutricionista y autor de la web de Realfooding, Carlos R¨ªos: ¡°El problema sigue siendo el mismo. Aumentar un 30-50% la presencia de productos reformulados no mejora la calidad de la oferta, porque los que demandamos los profesionales de la salud es que se incorporen m¨¢s frutas, frutos secos naturales, agua, l¨¢cteos sin az¨²cares, etc. Eso s¨ª transmite h¨¢bitos de vida saludables y no los productos con menos az¨²cares, con m¨¢s edulcorantes, menos grasa saturada, pero con m¨¢s aceite de girasol refinado¡±.
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