La farmac¨¦utica de Olot frente a sus secuestradores: "No tuve miedo a morir sino al sufrimiento"

"No tuve miedo a morir, sino al sufrimiento". Estas han sido algunas de las palabras que Maria ?ngeles Feliu ha pronunciado en el juicio contra los ocho acusados de su secuestro. La farmac¨¦utica de Olot ha declarado ante la mirada de sus secuestradores y ha recordado los detalles de un calvario de 492 d¨ªas.

A petici¨®n final de la farmac¨¦utica, la declaraci¨®n ha tenido lugar en la misma sala en la que se encontraban los acusados, a pesar de que se hab¨ªa preparado un circuito de audio para que evitara el encuentro.

Durante las tres horas que ha durado su comparecencia en la Audiencia de Girona Feliu ha hecho gala de una gran entereza al recordar c¨®mo fue su cautiverio. Tras lanzar una mirada desafiante a los acusados ha detallado las inhumanas condiciones en las que sobrevivi¨® todo ese tiempo en un peque?o habit¨¢culo.

La farmac¨¦utica de Olot ha recordado que estuvo cuatro meses a oscuras, sin ninguna luz, que hizo sus necesidades en un cubo, que dorm¨ªa sobre un colch¨®n mojado y que la martirizaban d¨ªa y noche con el sonido ininterrumpido de una radio.

Tambi¨¦n ha asegurado que pidi¨® a los secuestradores que no le cambiaran de carcelero, con el que ten¨ªa confianza, ha dicho, no debido al s¨ªndrome de Estocolmo, sino "porque era consciente de que mi supervivencia depend¨ªa de ¨¦l".

Tras la declaraci¨®n, el fiscal ha solicitado ante el tribunal el ingreso inmediato en prisi¨®n de los procesados, que se encuentran en libertad provisional. Sin embargo, el tribunal ha rechazado la petici¨®n del fiscal por considerar que no hay motivos de momento para ello. En cambio, ha emitido una resoluci¨®n en la que, sin embargo, advierte a los acusados que podr¨ªan volver a prisi¨®n si no cumplen

estrictamente con la obligaci¨®n de comparecer cada 15 d¨ªas ante los juzgados, al tiempo que les recuerda que deben notificar cualquier cambio de domicilio.

El fiscal pide para los secuestradores un total de 162 a?os de prisi¨®n por la detenci¨®n ilegal y las lesiones y secuelas f¨ªsicas y ps¨ªquicas irreversibles que le causaron.

Estos son algunos de los detalles de un secuestro que comenz¨® la noche del 20 de noviembre de 1992 cuando fue retenida en el garaje de su domicilio, hasta su liberaci¨®n el 27 de marzo de 1994. Un tiempo que pas¨® en un peque?o, h¨²medo y oscuro zulo practicado en el hueco de un armario empotrado en el s¨®tano de la casa de uno de los secuestradores.