El Supremo confirma la condena para el asesino de Ndombele

El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado hoy la condena de 17 a?os y seis meses de prisi¨®n que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) impuso el pasado mes de noviembre a Jos¨¦ David Fuertes por el asesinato de Ndombele Augusto Domingos en el pol¨ªgono Costa Polvoranca de Alcorc¨®n (Madrid) en 2002.

En una sentencia notificada hoy, el Supremo rechaza el recurso de Jose David Fuertes contra la sentencia del TSJM que rebaj¨® su condena a 17 a?os y medio de prisi¨®n despu¨¦s de que la Audiencia Provincial de Madrid le condenara a 18 a?os, tras el veredicto de culpabilidad emitido por un jurado popular en la repetici¨®n del juicio. Jos¨¦ David Fuertes present¨® un recurso de casaci¨®n ante el TS al considerar, entre otras razones, que se hab¨ªa vulnerado su derecho a no sufrir indefensi¨®n y a la tutela judicial efectiva.

El recurrente recordaba la existencia de contradicciones en las declaraciones de algunos testigos, que sirvieron para identificarle como la persona que apu?al¨® a Ndombele, y el rechazo de varias pruebas que hab¨ªa solicitado la defensa. La resoluci¨®n del TS, de la que ha sido ponente el magistrado Siro Francisco Garc¨ªa, estima que no existi¨® indefensi¨®n ni se vulner¨® el derecho a la tutela judicial efectiva, ya que las diferencias en las versiones de los testigos no tienen trascendencia "en el n¨²cleo del hecho enjuiciado, en sus circunstancias o en la prueba".

Le mat¨® "sin mediar palabra"

El suceso tuvo lugar sobre las cinco de la ma?ana del 20 de julio de 2002 cuando se inici¨® una discusi¨®n entre dos chicos y Ndombele, en las inmediaciones del pub Inn del pol¨ªgono Costa Polvoranca, en la localidad madrile?a de Alcorc¨®n. La sentencia del TSJM declar¨® como hechos probados que uno de los j¨®venes se fue a buscar ayuda a la puerta del pub y volvi¨® acompa?ado de varias personas, entre ellas el acusado, que sac¨® una navaja y asest¨® dos pu?aladas a Ndombele "sin mediar palabra, de forma sorpresiva, repentina e inesperada", ante lo que la v¨ªctima no tuvo posibilidad de evitar la agresi¨®n ni de defenderse".

El Supremo confirma que "no aparece ri?a mutuamente aceptada" entre Jos¨¦ David y Ndombele; y considera que existi¨® alevos¨ªa en la modalidad de "alevos¨ªa s¨²bita o ex improvissu", es decir que fue un ataque sorpresivo que "evita riesgos que puedan derivarse de la defensa que hiciere la persona atacada". Para el TS, "no importa que el agredido no fuera un ni?o, un anciano, un inv¨¢lido, un ciego, o que no estuviera dormido o inconsciente, porque nos hallamos ante otra modalidad de alevos¨ªa, la llamada de desvalimiento".

Aunque el recurrente consider¨® que deber¨ªa haberse valorado la inexistencia de antecedentes penales y el correcto comportamiento de Jos¨¦ David en el centro penitenciario, el TS no encuentra ninguna raz¨®n, ni en las circunstancias personales del delincuente ni en la gravedad del hecho, para no entender ajustada la condena impuesta. Adem¨¢s, condena al recurrente a pagar las costas, incluidas las de las acusaciones particular y popular.