Zaire en autostop
Al desempolvar las fotos del r¨ªo Congo para el post de ayer record¨¦ el primer gran viaje que hice por el ?frica negra. Fue hace muchos a?os y el pa¨ªs que recorr¨ª ha cambiado tanto que ya ni se llama igual. Aquel viaje que hice a bordo de camiones de carga por un territorio tan virgen y poco evolucionado que parec¨ªa la selva de Tarz¨¢n se llamaba entonces Zaire , y lo gobernaba un dictador fantoche: Mobutu. Era un pa¨ªs gigantesco, cinco veces la extensi¨®n de Espa?a, con una ausencia total del estado en buena parte del territorio. En toda la zona este, la de los Grandes Lagos, lim¨ªtrofe con Ruanda, Burundi y Uganda, simplemente no hab¨ªa servicio alguno: ni transporte p¨²blico, ni correos, ni sanidad, ni alojamientos... cada uno de las apa?aba como pod¨ªa. Igual que cuando Livingstone y Stanley aparecieron por all¨ª.Hoy el pa¨ªs se llama Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo . Ha cambiado a Mobutu por la saga de los Kabila y la ausencia del estado sigue siendo igual de clamorosa que antes. Solo que ahora adem¨¢s el estado ha perdido el control de buena parte del territorio, en especial esa franja de los Grandes Lagos, desestabilizada tras las matanzas de Ruanda y Burundi de 1994 .Viajaba de la ¨²nica manera que se puede viajar por el Congo y por buena parte del ?frica negra: subido a la caja de los caminos de carga, los ¨²nicos que se atreven a moverse por las destartaladas pistas africanas. Me desplazaba por la ¨²nica carretera transitable en el este de Zaire: una pista de tierra de casi mil kil¨®metros de longitud entre Bukavu y Kisangani por la que discurre el escaso trafico rodado del pa¨ªs y que quedaba anegada en cuanto empezaba la temporada de lluvias. Dorm¨ªa encima del cami¨®n, en chozas a la vera del camino e incluso a veces en misiones protestantes o cat¨®licas donde cenaba caliente, pero me com¨ªan los chinches y las garrapatas.
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