El juez rechaza las alegaciones de Camps y convoca el acto previo a sentarlo en el banquillo
El magistrado admite la prueba sobre la supuesta destrucci¨®n de pruebas en Forever Young para encubrir al presidente valenciano despu¨¦s de que Trillo se reuniera con el due?o de la tienda
El juez ha dictado un duro auto para la defensa del presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, que lo sit¨²a a las puertas del juicio por cohecho impropio, al haber recibido supuestamente trajes y regalos por valor de miles de euros de la trama G¨¹rtel. Unos hechos que el presidente siempre ha negado y que el ministerio fiscal quiere juzgar conjuntamente con otros siete delitos de corrupci¨®n.
El magistrado Jos¨¦ Flors desestima la mayor parte de las alegaciones de las defensas de Camps y los otros tres acusados contra la instrucci¨®n, y convoca la audiencia que precede inmediatamente (puede dictarla en el mismo acto) a la apertura o no de juicio oral.
El juez acepta, no obstante, que la fecha de la vista se se?ale una vez resueltas las apelaciones a la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia valenciano. Se trata b¨¢sicamente de recursos contra denegaci¨®n de diligencias dilatorias, una t¨¢ctica que el juez critica en el auto.
Dado el n¨²mero de pruebas que figuran en la causa y a la vista de los pasos dados por el instructor, fuentes jur¨ªdicas consideran que lo m¨¢s probable es que Camps, Ricardo Costa, V¨ªctor Campos y Rafael Betoret sean juzgados por los trajes. A menos que su situaci¨®n judicial empeore porque el tribunal atienda la petici¨®n de Anticorrupci¨®n, que quiere sentarlos en el banquillo por m¨¢s delitos. Entre ellos: cohecho propio, prevaricaci¨®n y financiaci¨®n ilegal de las campa?as electorales de 2007 y 2008.
El ministerio p¨²blico ha pedido unir las causas para preservar la visi¨®n completa del caso y no seguir troceando el mayor caso de corrupci¨®n de la historia democr¨¢tica, esparcido ya por cuatro comunidades aut¨®nomas. Anticorrupci¨®n considera que los supuestos delitos est¨¢n ¨ªntimamente conectados porque los regalos, la adjudicaci¨®n irregular de contratos en multitud de departamentos de la Administraci¨®n valenciana, y la financiaci¨®n ilegal del PP por parte de grandes constructoras son diferentes fragmentos de una misma e intensa relaci¨®n.
El fiscal ha pedido imputar a otros siete miembros de las c¨²pulas del PP y la Administraci¨®n auton¨®mica, incluidos Vicente Rambla, vicepresidente primero de la Generalitat, y la presidenta de las Cortes, Milagrosa Mart¨ªnez, a quienes los miembros de la red se refer¨ªan como El cadete y La Perla en las grabaciones intervenidas por la polic¨ªa.
El juez abre otra preocupaci¨®n para Camps y el PP al avalar la prueba aportada por Anticorrupci¨®n, que apunta a que la contabilidad de la tienda Forever Young fue manipulada para eliminar el rastro de algunos de los trajes de Camps. La destrucci¨®n de pruebas habr¨ªa tenido lugar despu¨¦s de que Federico Trillo, estratega judicial del PP en el caso G¨¹rtel, se reuniera con el propietario del establecimiento.
Los peritos de Hacienda que examinaron la contabilidad del caso el a?o pasado ya indicaron que los registros parec¨ªan haber sido alterados.
La teor¨ªa, apoyada en correos electr¨®nicos y extractos de ficheros inform¨¢ticos, fue aportada por el abogado del sastre Jos¨¦ Tom¨¢s. La fiscal¨ªa la hizo suya y el juez la admite ahora y convoca al sastre, al inform¨¢tico de la tienda y a la responsable que supuestamente le transmiti¨® a este la orden a la vista preliminar.
El acto deber¨¢ celebrarse en un plazo corto (la ley dice que el m¨¢s cercano posible) despu¨¦s de que la sala resuelva las apelaciones, referidas a cuestiones menores, seg¨²n consideran fuentes jur¨ªdicas. El argumento de fondo con el que la sala archiv¨® el caso hace dos a?os, en este preciso momento procesal, fue corregido con dureza por el Tribunal Supremo, de modo que no es probable que se repita.
Ahora, adem¨¢s, tampoco preside la sala, Jos¨¦ Luis de la R¨²a, de quien Camps dec¨ªa que era m¨¢s que un amigo, sino Pilar de la Oliva, m¨¢s propensa a limitar al terreno institucional las relaciones entre los poderes del Estado.
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