Un desaf¨ªo contra los desahucios
La Plataforma de Afectados por la Hipoteca ha introducido los desalojos en la agenda pol¨ªtica - El movimiento se manifiesta hoy en 50 ciudades
Una docena de personas colocan unos cartones en el suelo y con pinturas en espray y plantillas van dando forma a pancartas con el lema Stop desahucios. La escena se produjo el pasado viernes en la calle de Obradors de Barcelona. Es el ¨²ltimo "pinta y colorea" que preparan los organizadores de la manifestaci¨®n de hoy, convocada en 50 ciudades de toda Espa?a por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Las asociaciones reivindican un cambio legal que permita la daci¨®n en pago, que se detengan los desahucios y que las familias incapaces de pagar la hipoteca puedan quedarse de alquiler en sus hogares. Los reunidos pueden parecer pocos y su arsenal, inofensivo. Pero el movimiento articulado por la PAH es el m¨¢s audaz y efectivo desaf¨ªo lanzado hasta la fecha contra una de las consecuencias m¨¢s lacerantes de la crisis: las 15.491 familias que de enero a marzo de este a?o en Espa?a -m¨¢s de 150 al d¨ªa, seg¨²n datos del Consejo General del Poder Judicial- han sido expulsadas de su casa por no poder pagar las cuotas de la hipoteca. Los afectados, sin embargo, no solo han perdido su hogar. Los bancos, amparados por la legislaci¨®n y tras quedarse con los pisos, siguen reclam¨¢ndoles hasta la mitad del importe de los cr¨¦ditos que les concedieron.
La estrategia del grupo se basa en la "transparencia" y los mensajes directos
"Me met¨ª en esto al ver a tanta gente hecha polvo porque les echaban de casa"
La PAH ha conseguido paralizar en toda Espa?a, aunque principalmente en Catalu?a, 74 desahucios, en un movimiento que ha tomado fuerza en los ¨²ltimos meses. En total, hay unas 50 plataformas locales formadas por gente con escasos medios y coordinadas en min¨²sculos grupos, pero que con esfuerzo y un creciente apoyo popular han logrado que los desahucios se hagan un hueco en la agenda pol¨ªtica y social.
El movimiento naci¨® en Barcelona y los antecedentes se remontan a 2004, a?o desde el que varios colectivos con diferentes protagonistas y marcas alertan de los problemas de acceso a la vivienda. Miles de Viviendas se llamaba el movimiento nacido con el F¨®rum de las Culturas. Luego vinieron el Taller Contra la Violencia Inmobiliaria y Urban¨ªstica, y la Guerrilla de la Vivienda.
Pero la primera gran explosi¨®n del fen¨®meno fue V de Vivienda, que triunf¨® con su lema "No vas a tener casa en la puta vida" y con SuperVivienda, el superh¨¦roe que con el n¨²mero 47 a la espalda -el art¨ªculo de la Constituci¨®n que recoge el derecho a la vivienda- reventaba actos pol¨ªticos. Entre el verano de 2006 y el invierno de 2008 -cuando el Gobierno inyect¨® 30.000 millones de euros a la banca- se sucedieron sentadas y manifestaciones de hasta 20.000 personas en las grandes ciudades.
Ada Colau ha estado en todas las protestas. Activista desde la c¨²spide antiglobalizaci¨®n, en 2001, su figura sirve de hilo conductor en los sucesivos colectivos. Colau es adem¨¢s la cara m¨¢s visible de la PAH de Barcelona, quien suele hacer declaraciones, acude a los debates en los medios y tambi¨¦n se arremanga cuando hay que ir a dar la tabarra a un alcalde, un concejal, "o a quien haga falta". "Esta no es una lucha opcional, es por la supervivencia de miles de familias morosas de por vida, condenadas a la exclusi¨®n social y a vivir de los servicios p¨²blicos. Hist¨®ricamente, cosas que parec¨ªan imposibles se han logrado gracias a la movilizaci¨®n", defiende y celebra "que se est¨¦n pidiendo cambios legislativos desde el mundo acad¨¦mico, institucional y social. Los ¨²nicos que se muestran insensibles son los partidos", se desespera.Junto a Colau, el grupo de coordinaci¨®n de la PAH est¨¢ formado por media docena de personas que, adem¨¢s de celebrar una reuni¨®n semanal y asambleas quincenales, est¨¢n conectados las 24 horas del d¨ªa. "En los 10 minutos que llevamos hablando hay seis llamadas perdidas en el m¨®vil de la PAH". Quien habla es Luc¨ªa Mart¨ªn, el jueves de esta semana. Es el d¨ªa que le ha tocado atender el tel¨¦fono, que se van turnando los promotores de la plataforma. El n¨²mero aparece en la p¨¢gina web y el terminal gasta bater¨ªa como un poseso: "Nos llaman afectados, asociaciones de vecinos, ciudadanos que quieren ayudar, medios de comunicaci¨®n, gente de toda Espa?a que quiere montar una PAH", asegura Mart¨ªn, que es ingeniera y pas¨® de participar en las protestas a implicarse en V de Vivienda. "Me met¨ª en esto cuando comenc¨¦ a ver a tanta gente muerta de verg¨¹enza y hecha polvo porque les echaban de casa y no se libraban de la deuda", recuerda.
Para Adri¨¤ Alemany, V de Vivienda tambi¨¦n fue la entrada al activismo. "Le¨ª una convocatoria en el diario 20 minutos y tras las primeras sentadas me enganch¨¦". Economista de profesi¨®n, es un habitual en la paralizaci¨®n de desahucios. Siempre que puede graba las protestas en v¨ªdeo. La Red est¨¢ llena de testimonios del movimiento. Quien tambi¨¦n graba y monta los v¨ªdeos es Albert, un dise?ador y realizador freelance que prefiere que no aparezca su apellido. El ¨²ltimo que ha editado es la convocatoria de la manifestaci¨®n de hoy. En dos d¨ªas, recibi¨® 6.000 visitas. El v¨ªdeo, de tres minutos, se nutre de im¨¢genes de los ¨²ltimos desahucios parados, en los que los participantes gritan emocionados: "?S¨ª se puede!".
El montaje del ¨²ltimo v¨ªdeo ha servido a Albert para darse cuenta del volumen de material gr¨¢fico que almacenan. "El trabajo hecho en dos a?os y medio es enorme", subraya y explica que a menudo las televisiones le piden material. El realizador recuerda que en la protesta por el desahucio de Llu¨ªs, un vecino del Pened¨¨s, lleg¨® a intercambiar im¨¢genes con los periodistas de la cadena Al Jazeera. Otro de los v¨ªdeos de la Plataforma, tituladoEl ADN de la burbuja inmobiliaria, realizado en 2009, fue seleccionado por el festival In Motion.
Internet es una herramienta clave para la PAH. Adem¨¢s de en la web, el colectivo cuelga todos los v¨ªdeos en You Tube y a golpe de clic su eco se multiplica en minutos. Luc¨ªa Delgado es la encargada de alimentar las cuentas de Twitter y Facebook: "Las ¨²ltimas noticias, convocatorias, avisos de la publicaci¨®n de v¨ªdeos...". La Red sirve adem¨¢s, explica, para que cualquiera pueda descargarse material para difundir folletos, pegatinas o carteles.
Para la PAH, la comunicaci¨®n es fundamental y son partidarios de la "transparencia m¨¢xima". Abren las asambleas a los medios y su estrategia pasa por lanzar mensajes breves y directos -"Stop desahucios, hipoatracados"-, positivos antes que basados en la queja -"somos vuestra crisis"; "sin casa, sin trabajo, sin miedo"; y "s¨ª se puede"- y con sentido del humor, como la colecta Una monedita para el sector financiero, hecha en 2008 cuando las entidades financieras recib¨ªan ingentes cantidades de dinero p¨²blico mientras segu¨ªan echando a las familias de sus hogares.
En ocasiones, esl¨®ganes que parecen salidos de una empresa de asesores surgieron de multitudinarias asambleas. Documentado est¨¢, por ejemplo, el intenso debate que en 2006 se celebr¨® en la plaza del Rei sobre la conveniencia de utilizar el "No tendr¨¢s casa en la puta vida". Los recelos al uso de esta expresi¨®n acabaron diluy¨¦ndose ante el clamor popular: no hay en la calle una expresi¨®n m¨¢s gr¨¢fica.
Las tecnolog¨ªas no han sido obst¨¢culo, con todo, para que las plataformas de hipotecados hayan colaborado con cl¨¢sicos de la lucha ciudadana como las asociaciones de vecinos, para quien el problema de los desahucios ha sido un revulsivo. En Barcelona, la PAH tiene su sede y celebra las asambleas en los locales de la Federaci¨®n de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB). "Preocupados", en palabras del vicepresidente de la entidad, Llu¨ªs Rabell, "por la respuesta de los poderes p¨²blicos a la demanda social que es parar los desahucios y por el hecho de que se destinen m¨¢s recursos a la represi¨®n de la protesta que a dar respuesta", la FAVB ha puesto en marcha un servicio de atenci¨®n a los afectados.
Lo lleva la abogada Montse Hernando, otra integrante del grupo de coordinaci¨®n. Su trabajo consiste en recibir afectados, asesorarles, "e intentar por todos los medios posibles posponer los desahucios". "Alegando procedimientos formales, pidiendo informes sobre la situaci¨®n de las familias a los servicios sociales para incluirlos en los expedientes, escribiendo a los jueces...", explica. Reciben casos de todas partes, porque las 20 PAH que hay en Catalu?a no llegan a todo.
El grupo coordinador de Barcelona lo cierra Ernest Marco, profesor de la UAB que se sum¨® al movimiento desde la oficina de derechos sociales del Ateneu Candela, un centro social de Terrassa al que en 2008 comenz¨® a llegar una avalancha de gente amenazada de desahucio. Terrassa tiene otra de las plataformas m¨¢s activas. Es la ¨²nica, por ahora, que ha conseguido que el Ayuntamiento cree una mesa de mediaci¨®n entre afectados y bancos. Otro centenar han aprobado mociones en las que instan al cambio legislativo. "El de la vivienda es uno de los derechos menos protegidos y m¨¢s mercantilizados. La crisis lo ha agudizado mientras en Espa?a sigue siendo el gran tema pendiente en la legislaci¨®n", remacha Colau. Las administraciones no se pueden excusar en competencias, el momento es excepcional y tienen que ser valientes y creativas".
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