La excepcionalidad del r¨¦gimen foral
Navarra ha dispuesto desde el siglo IX de un gran nivel de autogobierno
Tengo que reconocer que cuando escuch¨¦ las manifestaciones de Pere Navarro, actual l¨ªder del PSC, en torno a la procedencia de extinguir el Convenio Econ¨®mico de Navarra, aunque no eran novedosas, me preocuparon especialmente porque el momento en que se realizaron es propicio para proponer demag¨®gicamente la extinci¨®n de todo aquello que se pueda presentar como privilegio inaceptable.
En ese contexto, pues, y solo en un intento de explicaci¨®n de lo que creo esencial en relaci¨®n con la conformaci¨®n de la posici¨®n institucional de Navarra, quiero efectuar las siguientes consideraciones.
1. Navarra viene siendo sujeto pol¨ªtico-administrativo y disponiendo por ello de uno u otro nivel de autogobierno desde el siglo IX de manera ininterrumpida. Es decir, cuando no exist¨ªa Espa?a como tal, Navarra ya estaba ah¨ª, y desde entonces no ha venido haciendo otra cosa que asistir al devenir de la configuraci¨®n de Espa?a y de su organizaci¨®n territorial a lo largo de la historia.
La relaci¨®n de Navarra con Espa?a se ha encontrado en permanente evoluci¨®n, pero esta ha tenido una constante: Navarra siempre ha mantenido una posici¨®n institucional propia y diferenciada. Y eso no hace que Navarra, ni su ciudadan¨ªa, sean ni m¨¢s ni menos que nadie, nunca lo hemos pretendido, ni desde luego lo pretendemos hoy. Ahora bien, habr¨¢ que ser conscientes de que, l¨®gicamente, esa realidad ha generado un acervo pol¨ªtico, administrativo, cultural e institucional que explica el permanente esfuerzo e inter¨¦s por disponer de un marco relacional espec¨ªfico, una de cuyas bases ha sido la financiera y tributaria.
Navarra fue reino independiente hasta 1512, momento en el que ¡ªa pesar de su conquista y anexi¨®n¡ª retuvo su naturaleza en leyes, territorio y gobierno. As¨ª hasta la primera guerra carlista, a cuyo final se aprob¨® la Ley de 25 de octubre de 1839. Tras esta, en 1841, la Diputaci¨®n de Navarra, negoci¨® la que ha sido conocida como ¡°Ley Paccionada¡±, y qued¨® establecido el nuevo marco de relaciones entre Navarra y el Estado, en virtud del cual mantuvo competencias en materias como Hacienda p¨²blica, Administraci¨®n local, obras p¨²blicas, ferrocarriles, salud, educaci¨®n, agricultura y ganader¨ªa, bellas artes, turismo, etc¨¦tera, y se dio cauce al Convenio Econ¨®mico.
As¨ª permanecieron las cosas, incluido el periodo franquista, hasta que en la configuraci¨®n del marco constitucional democr¨¢tico Navarra, desde el respeto y garant¨ªa de la unidad constitucional, se esforz¨® en recuperar una parte de las instituciones y competencias que hab¨ªa ostentado hasta 1839 y as¨ª, en el marco de la Disposici¨®n Adicional Primera de la Constituci¨®n, tom¨® forma en 1982 la Ley Org¨¢nica de Reintegraci¨®n y Amejoramiento del R¨¦gimen Foral de Navarra.
Esta sint¨¦tica rese?a pone de manifiesto que desde 1512 se han producido una serie de hitos que no corresponden sino a momentos de modificaci¨®n de lo que no dej¨® nunca de tener car¨¢cter originario, su r¨¦gimen propio. Y es que el r¨¦gimen foral de Navarra, a pesar de contar con el calificativo ¡°foral¡±, es sencillamente el conjunto de poder, competencias, y facultades propias, originarias, no derivativas, que ha ido pudiendo conservar, no lo que rey alguno le otorg¨® por servicios prestados y como privilegio respecto de terceros.
En cada momento se puede revisar la cantidad con la que debe contribuir a las cargas del Estado
Se entender¨¢, pues, que no nos consideremos titulares de privilegio alguno. Estimamos que, simplemente, Navarra ha conseguido preservar en cada momento una parte del autogobierno que tuvo.
As¨ª creo que siente y vive esto del ¡°r¨¦gimen foral¡± la mayor parte de la ciudadan¨ªa de Navarra, m¨¢xime hoy cuando, m¨¢s all¨¢ de interesadas interpretaciones y fabulaciones, las ventajas del r¨¦gimen tributario y financiero resultan ser realmente inexistentes.
2. No obstante, un socialista como lo es el firmante a lo que no se negar¨¢ nunca es a revisar la cantidad con la que Navarra debe contribuir a las cargas del Estado en cada momento. Y si ahora procediera hacerlo como en otras ocasiones, h¨¢gase, pero eso s¨ª, en el caso de que esa revisi¨®n pusiera de manifiesto que el cupo de Navarra debiera ser inferior a su aportaci¨®n actual, esta deber¨¢ reducirse. Por si hubiera sorpresas.
No vaya a ser que algunos de los que piden la extinci¨®n de este instrumento de nuestro autogobierno, porque creen que alberga beneficios, se encuentren con que no es as¨ª, y entonces pretendan decirnos que la revisi¨®n solo procede si es para mayor aportaci¨®n.
Y es que resulta un poco curioso observar que cuando Navarra era pobre casi de solemnidad y solo dispon¨ªa de agricultura, ganader¨ªa y bosques de dif¨ªcil explotaci¨®n ¡ªmientras otros aprovechaban su privilegiada posici¨®n estrat¨¦gica y disfrutaban de grandes oportunidades para comerciar y desarrollar su industria y sus infraestructuras de todo tipo¡ª y nuestro autogobierno se sosten¨ªa a base de una radical austeridad, no hab¨ªa problema, y que este venga a surgir cuando esta tierra, que siempre se ha esforzado en administrarse bien, le parezca a alguien que no va tan mal como cree que le corresponder¨ªa, y en ello aprecie privilegio y agravio.
3. Navarra se ha ido construyendo as¨ª, siempre interesada ¡°m¨¢s por el fuero que por el huevo¡±. M¨¢s por disponer de un r¨¦gimen propio y diferenciado, en el que poder gestionar lo propio, que por lo que en cada momento ello pudiera significar desde el punto de vista econ¨®mico.
Y con esa naturalidad, Navarra viene estando ah¨ª, discretamente, como sujeto pol¨ªtico, y conviene tenerlo presente, no vaya a acabar resultando que la que ya estaba ah¨ª cuando los dem¨¢s fueron apareciendo con sus pretensiones leg¨ªtimas, y se ocup¨® de mantener una presencia siempre respetuosa y colaboradora con todos, sea ahora la que molesta.
Estas son mis reflexiones, y no son de un navarro socialista, sino de un socialista navarro. Eso s¨ª, con min¨²scula, modestamente, como aqu¨ª nos gusta.
Fernando Mar¨ªa Puras Gil es abogado y afiliado al PSN/PSOE.
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