Paseos did¨¢cticos por el ¡®Jard¨ªn de las Delicias¡¯, y (2)
David Hargreaves, gur¨² del cambio educativo en el Reino Unido, considera que la personalizaci¨®n del aprendizaje se realiza en "un aprendiz aut¨®nomo pero colaborador, con un alto control metacognitivo y de las habilidades gen¨¦ricas de aprendizaje, adquiridas mediante la participaci¨®n en experiencias educativas, con oportunidades y retos enriquecedores, y apoyadas por varias personas, material y tecnolog¨ªas de las informaci¨®n, unido al bienestar general y centrado esencialmente en el aprendizaje..." [*]
En el 'post' anterior, Javier Medina Dom¨ªnguez y Ana Robles Carrascosa, docentes del Instituto P¨²blico de Educaci¨®n Secundaria 'Alpaj¨¦s' de Aranjuez, expon¨ªan las claves que convert¨ªan los Paseos did¨¢cticos por el 'Jard¨ªn de las Delicias' - un proyecto de colaboraci¨®n interdisciplinar- en un proceso de innovaci¨®n pedag¨®gica, merecedor del Premio Especial al Mejor Trabajo en la XVIII Convocatoria de los Premios a la Mejora de la Calidad Educativa "Francisco Giner de los R¨ªos". En esta ocasi¨®n, <strong >explican la naturaleza de este trabajo con m¨¢s de detalle.
Cien alumnos y alumnas de 1? de Educaci¨®n Secundaria Obligatoria (ESO) y de 2? de Bachillerato, en las asignaturas de Lengua y Literatura espa?olas, Literatura Universal y Ciencias Naturales colaboraron en el desarrollo de un proyecto pedag¨®gico que pretend¨ªa desentra?ar los misterios y los c¨®digos "ocultos" de la obra "El Jard¨ªn de las Delicias" de El Bosco, pintada en una fecha incierta, cercana al a?o 1500.
De la mano de este proyecto, cruzamos juntos -estudiantes y profesorado- la barrera invisible que convert¨ªa una obra pict¨®rica en un "monumento cultural", destinado a ser admirado desde la distancia. Aprendimos a leer "entre l¨ªneas", a APRENDER (con may¨²sculas), uniendo este verbo al descubrimiento, la exploraci¨®n, la emoci¨®n y la satisfacci¨®n que genera caminar por senderos inesperados y sin l¨ªmites.
Las producciones generadas y los aprendizajes alcanzados las agrupamos en cuatro grandes secciones, que nos sirvieron de organizadores de nuestra p¨¢gina web (Paseos por el Jard¨ªn de las Delicias) 
y que, en esta ocasi¨®n, nos permiten ordenar este relato. ?
La primera de las secciones se titula: El Proyecto. Aqu¨ª se recogen los elementos did¨¢cticos m¨¢s relevantes de esta iniciativa pedag¨®gica: los objetivos, la secuenciaci¨®n de contenidos, la evaluaci¨®n... "Deseamos compartir esta visi¨®n del curriculum y de la ense?anza"-manifiestan Javier y Ana-.
La descripci¨®n que aporta esta secci¨®n virtual, permite a cualquier docente entender f¨¢cilmente las claves did¨¢cticas y metodol¨®gicas del trabajo desarrollado y acomodarlas a sus propios contextos, objetivos e intereses.
En la segunda secci¨®n, Leer el cuadro, se presenta al autor y su obra. Se muestra el an¨¢lisis de los elementos simb¨®licos y se presentan diferentes estudios descriptivos de aspectos relacionados con lo grotesco, la tortura, los l¨ªmites fisiol¨®gicos del ser humano, la localizaci¨®n y estudio de la flora y fauna que aparece en el tr¨ªptico, animales reales y fant¨¢sticos, animales inventados, etc.
En la tercera de las secciones, denominada La huella de 'El Bosco', se muestran las conexiones de la obra pict¨®rica 'El Jard¨ªn de las Delicias' con la Literatura, la M¨²sica, el Cine... con enlaces a p¨¢ginas web, una videoteca, una fonoteca...
En la ¨²ltima secci¨®n, que acordamos nombrar Ut Pictura Poesis, se recogen?la mayor parte de las producciones generadas (nos detendremos con algo m¨¢s de detalle en algunas de ellas). La denominaci¨®n de esta secci¨®n hace referencia a un verso de Horacio ('Ut Pictura Poesis') que significa literalmente "as¨ª como la pintura es la poes¨ªa".
Se incorporan trabajos que tienen como punto en com¨²n: establecer relaciones entre pintura y poes¨ªa. Para transitar por este camino contamos adem¨¢s de con El Bosco, con la presencia de un??poeta, Rafael Alberti, cuya primera vocaci¨®n fue la de pintor; quiz¨¢ por eso, en el exilio, escribi¨® un libro de poemas llamado A la pintura, cuya parte tercera es una bella alabanza al Museo del Prado, -seg¨²n sus palabras- uno de los museos m¨¢s bellos del mundo.
Alberti, en este libro, vuelve su mirada al "diablo ratoneril y tierno del Bosco", que en el poema 17 se vuelve "diablo hocicudo, / ojipelambrudo, / cornicapricudo, / perniculimbrudo / y rabudo...", jugando as¨ª con los adjetivos y con los verbos, haciendo gala de un delirio verbal que parece corresponder a un delirio pict¨®rico [**].
De la mano de ambos genios hicimos una primera parada, que llamamos Jardines de creaci¨®n; se trataba de una invitaci¨®n a realizar un doble viaje, de reflexi¨®n y de creaci¨®n.
De reflexi¨®n porque, como hizo Alberti, queremos hacer conscientes a nuestros estudiantes de la idea de que pintura y poes¨ªa? son eternas, en su capacidad para emocionar al espectador o al lector; y fue en la emoci¨®n
en la que quisimos pararnos un instante, para iniciar el otro camino: el de la creaci¨®n.
Nuestros primeros "creadores" fueron los estudiantes de 1? de <strong >ESO, los m¨¢s peque?os del Instituto, quienes a sus doce a?os no hab¨ªan visitado, en su mayor¨ªa, el Museo del Prado, ni conoc¨ªan el tr¨ªptico del 'Jard¨ªn de las Delicias'. De esta forma surgieron los marcap¨¢ginas del proyecto, similares a los que aparecen en la imagen. El conjunto de todos los marcap¨¢ginas configura la mirada coral de dos grupos de 1? de ESO.
Con los estudiantes de 2? de Bachillerato, el nivel de exigencia fue mayor. Se les pidi¨® que buscaran un detalle del cuadro, que les pareciera lo suficientemente sugerente como para construir un texto literario, poema o no, en el que estuviera presente la funci¨®n po¨¦tica. Adem¨¢s, se les pidi¨® que acompa?aran su texto con im¨¢genes del tr¨ªptico de forma que estuvieran en perfecta relaci¨®n, embelleci¨¦ndolo.?
Otra de las tareas, a la que queremos referirnos, recibi¨® el nombre de "un poema encerrado en un tr¨ªptico". Se trataba de averiguar, como hip¨®tesis de trabajo, si poes¨ªa y pintura est¨¢n bien conectadas, o m¨¢s exactamente, si se podr¨ªa analizar un cuadro como si fuera un poema...
?Las conclusiones a las que llegaron se pueden visitar en la referida p¨¢gina web de Paseos por el Jard¨ªn de las Delicias!
Se les pidi¨®, tambi¨¦n, la realizaci¨®n de actividades de lectura y valoraci¨®n cr¨ªtica en las que deb¨ªan comparar o hacer una lectura paralela entre 'El Jard¨ªn de las Delicias' y las po¨¦ticas de Baudelaire y de Vicente Aleixandre.
Observar a nuestros alumnos y alumnas entusiasmarse con las diferentes propuestas did¨¢cticas, proponer las suyas propias y asistir a un proceso de aprendizaje compartido, es una de las 
experiencias m¨¢s formidables y gratificantes a las que hemos tenido la fortuna de asistir en nuestra vida profesional.
Estamos convencidos de que esta l¨ªnea de trabajo y las claves que hemos pretendido compartir, pueden aportar un soplo de aire renovado a nuestra Educaci¨®n Secundaria, que siempre anda tentada a mirar a su alrededor por "encima del hombro" desde un "pasado glorioso" que nunca tuvo lugar, salvo en la imaginaci¨®n de aquellos, que no entienden la educaci¨®n como un proceso que, orientado al futuro, mantiene los pies embarrados en el presente. Un presente habitado por estudiantes tan cambiantes como nuestra sociedad -abrumados por contenidos y tecnolog¨ªas que no pueden procesar sin ayuda- insolentemente sinceros y tan interesados en aprender, c¨®mo ni ellos mismos sospechan.
[*] Hargreaves, D. (2006). A new shape for schooling? Londres: Specialist Schools and Academies Trust (p.24)
[**] Patricia Marco. A la pintura de Rafael Alberti: exilio y celebraci¨®n de la belleza. En Hispanic Poetry Review. Vol. 4, n¨²m.2
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
