El dec¨¢logo del emprendedor
Dejar los miedos a un lado es fundamental para atreverse a acometer una empresa. Hay que actuar y olvidarse de excusas que solo paralizan nuestras capacidades y virtudes
La RAE define emprender como acometer y comenzar una obra, un negocio, un empe?o, especialmente si encierran dificultad o peligro. Seg¨²n la definici¨®n literal, todos somos emprendedores, en mayor o menor medida. Todos tenemos objetivos en la vida y sue?os, y muchos de ellos se iniciaron en una peque?a idea, una propuesta o una ilusi¨®n.
Cuando hablamos de emprendedores, fantaseamos con la imagen de un hombre apuesto, echado para delante, bien vestido y bien posicionado, con una mente brillante que le permite ser un gur¨² y anticiparse a las necesidades del mercado. Su imagen tambi¨¦n se asocia a la toma de decisiones fr¨ªa y calculadora, a la capacidad de invenci¨®n y de ser creativo. Una persona sin miedo al fracaso.
All¨ª donde hay una empresa de ¨¦xito alguien tom¨® alguna vez una decisi¨®n valiente¡± (Peter Drucker)
Porque emprender no solo es empezar, sino que todos lo asociamos a t¨¦rminos como miedo, fracaso, ¨¦xito, dinero o reconocimiento. Si decidimos emprender, deseamos triunfar. A nadie se le pasa por la cabeza la idea de acometer un negocio por el simple hecho de divertirse. La idea es que la propuesta tenga valor, se convierta en un medio de vida y, si todo acompa?a, en una futura empresa.
Los emprendedores exitosos son un espejo en el que mirarse y tambi¨¦n una fuente de envidia, porque ellos se atrevieron. ?Por qu¨¦ son especiales, por qu¨¦ ellos pudieron? La iniciativa no viene gen¨¦ticamente determinada, est¨¢ m¨¢s relacionada con la personalidad fruto del aprendizaje, la experiencia, la observaci¨®n de modelos y otros condicionantes.
Para conseguir triunfar
UNA FRASE
¨C ¡°Un hombre con una idea es un loco hasta que triunfa¡± (Mark Twain).
UNA PEL?CULA
¨C ¡®El aceite de la vida¡¯ (1992), de George Miller. Basado en hechos reales, no es un filme que ponga un valor una idea, pero s¨ª muestra la perseverancia de una madre para encontrar la soluci¨®n para curar a su hijo.
UN LIBRO
¨C ¡®Coaching para el ¨¦xito¡¯, de Talane Miedaner (Urano, 2002).
Como el emprendedor no nace, sino que se hace, y como adem¨¢s conocemos algunas formas de actuar y pensar que lo definen, ?por qu¨¦ no imitamos su manera de proceder, la adaptamos a nuestro estilo y aprendemos? El emprendedor, entre otros, se define como una persona:
Valiente. La valent¨ªa es esfuerzo, es ser capaz de asumir retos sin miedo. El valiente no es la persona temeraria que salta a una piscina vac¨ªa, sino aquella que valora una situaci¨®n, la analiza desde distintos puntos de vista y da un paso al frente. Pero adem¨¢s asume que el fracaso y la derrota son una posibilidad. No lo toma como algo negativo, sino como parte del juego. Lo que diferencia al valiente del que no lo es es su desasociaci¨®n entre fracaso y game over (fin del juego). El fracaso es aprendizaje: en caso de no conseguir un objetivo a la primera, hay que volver a intentarlo. La valent¨ªa no es cuesti¨®n de genes, sino de actitud y aprendizaje.
El emprendedor se siente motivado cuando sale de la zona de confort. No se trata de huir de lo f¨¢cil, de lo controlable, seguro y tranquilo, pero s¨ª de ser consciente de que ello puede impedir crecer por el miedo a lo desconocido. Nos gusta controlar, nos da poder y confianza, y por eso cuesta tanto dar un paso fuera de esa zona confortable, porque no es un paso en suelo firme. Sin embargo, un emprendedor asume que es incompatible querer crecer y superarse sin salir del recinto seguro.
Plantearse lo que se quiere. Hay que plantear un objetivo, ver qu¨¦ recursos hay para alcanzarlo, y por qu¨¦ es importante hacerlo. A partir de ah¨ª, hay que actuar, olvidando excusas que empiezan por ¡°y si¡¡± Si no actuamos, nadie lo har¨¢ por nosotros.
Trabajar con un punto de no retorno. Ejemplos de esto se encuentran en actividades deportivas como la escalada libre, en la que una vez iniciado el ascenso, dado que no va sujeto a ning¨²n punto de seguridad, no queda m¨¢s remedio que terminar la subida. No se puede bajar los brazos ni perder tiempo¡
No podemos trabajar con un punto de no retorno todo el d¨ªa, pero s¨ª tener el concepto en la cabeza a la hora de emprender. Nada ni nadie puede quitarnos la idea, porque es un sue?o.
Pensamiento orientado al ¨¦xito y optimismo. Las emociones y las conductas vienen en parte determinadas por c¨®mo nos enfrentamos a las situaciones. Hay que tener confianza, verbalizarlo si es necesario: ¡°Puedo hacerlo, estoy preparado, el que algo quiere algo le cuesta, ?qui¨¦n dijo que esto iba a ser f¨¢cil?¡±.
Si no queremos que algo ocurra, no pensemos en ello. Los mensajes que anticipan el fracaso aumentan la probabilidad de caer en la profec¨ªa autocumplida. As¨ª que un emprendedor no habla consigo mismo en t¨¦rminos t¨®xicos. Todo lo contrario. Su idioma emocional le dice que hay oportunidades, que existen soluciones y que tiene que intentarlo. Las personas optimistas procesan mejor la informaci¨®n negativa, eval¨²an y gestionan el riesgo con responsabilidad, tienen claridad mental para manejar la informaci¨®n compleja y por lo general suelen trabajan con mayor creatividad y nuevas ideas.
Fracasa r¨¢pido, fracasa pronto¡ y, sobre todo, fracasa barato¡± (An¨®nimo)
Creer en la buena suerte. Las personas que dicen tener buena suerte, como ha concluido Richard Wiseman en varios estudios, se orientan hacia ella. Viven en un mundo plagado de oportunidades que ellos mismos fabrican y de las que participan. Las personas que creen en la suerte, de alguna manera, la atraen. Creen que la vida les va a sonre¨ªr y si se encuentran con alguien, generan un contacto; si van a una entrevista, se venden bien; si tienen una idea, indagan todo para llevarla a la pr¨¢ctica. Invierten m¨¢s esfuerzo porque tienen claro que llegar¨¢n a su meta.
Estabilidad emocional. Un emprendedor no puede ser una persona con emociones tipo monta?a rusa. M¨¢s bien trata de manejar sus emociones. No se pone de los nervios cuando algo va mal, ni euf¨®rico cuando va bien. Mantiene una actitud serena y equilibrada que transmite paz a los dem¨¢s.
Saber sufrir. Al emprendedor nadie le dijo que ser¨ªa f¨¢cil. Sabe que se enfrenta a la burocracia, los obst¨¢culos y los errores, incluso a los que le copian la idea. El emprendedor cuenta con que tiene que invertir tiempo, dinero, realizar una labor comercial, mantener relaciones profesionales, comidas y cenas que muchas veces acaban en nada. Pero sabe que esta implicaci¨®n y este compromiso son la ¨²nica manera de dar valor a su idea y luchar por ella.
La vida es lo que ocurre mientras estamos ocupados haciendo planes¡± (John Lennon)
Tener control interno para interpretar el ¨¦xito y el fracaso. Cuando conquistamos o perdemos algo, ?a qu¨¦ lo achacamos? Si somos capaces de ver nuestras fortalezas, las podremos potenciar. No malinterpretemos la humildad. No se trata de pavonearse y alardear de nuestra inteligencia. Se trata de detectar qu¨¦ nos hace competentes, competitivos y eficaces. Las claves del ¨¦xito y el fracaso est¨¢n en nuestro interior.
Ser apasionados. Cuando perdemos la pasi¨®n, perdemos todo. Los profesionales de ¨¦xito son personas que se dedicaron a su vocaci¨®n, a lo que les apasionaba, sin pensar si conven¨ªa o no, si era una profesi¨®n con salidas o no lo era. Cuando se siente pasi¨®n, todo fluye y somos capaces de ser creativos e invertir energ¨ªa y tiempo sin el coste de la pereza.
Tener ideas es una labor creativa, ilusionante, pero solo es el primer paso. No deje que su idea tenga valor a trav¨¦s de otros, no llegue tarde. Un objetivo desafiante est¨¢ al alcance de todos. La diferencia est¨¢ en el esfuerzo, trabajo y perseverancia que invierten algunos para conseguirlo.
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