Las peque?as grandes historias de L¨¦onora Miano
L¨¦onora Miano (Duala, Camer¨²n, 1973) tiene la voz tersa y grave y el hablar sereno. Luce vaqueros, botas y un sencillo jersey oscuro. Libera su cara de interferencias con un pa?uelo morado, que atrapa sus rastas y las dirige hacia los hombros y la espalda. Parapeta sus grandes ojos oscuros tras unas gafas de pasta negra. Las manos se mueven libres de todo ornamento, salvo por un sencillo anillo de plata. En sus pendientes, destaca un caur¨ª que recuerda al continente del que procede y contra cuyo nombre se rebela: ?frica.
L¨¦onora Miano pas¨® apenas 48 horas en Ag¨¹imes (Gran Canaria) durante el Festival del Sur. Era la protagonista del programa Letras Africanas, de Casa ?frica, y ven¨ªa a hablar de lo que le interesa y preocupa, empezando por su ¨²ltima novela, La saison de l'ombre (la estaci¨®n de la sombra). Es la s¨¦ptima que firma y se suma a dos libros de cuentos y una recopilaci¨®n de textos de conferencias, aparecidos todos durante los ¨²ltimos veinte a?os de su vida, que han transcurrido en Francia. Esta novela, precisamente, la hizo acreedora apenas unas semanas m¨¢s tarde del premio F¨¦mina, uno de los galardones literarios franceses m¨¢s prestigiosos, creado en 1904 por un grupo de periodistas mujeres cansadas de que el Goncourt recayese sistem¨¢ticamente en hombres.
L¨¦onora Miano explic¨® que su literatura naci¨® como expresi¨®n art¨ªstica, pero ha virado a trabajo de reivindicaci¨®n de una historia poco contada. Tambi¨¦n a sanaci¨®n de coinciencias. Para ella, los subsaharianos han conformado una percepci¨®n de s¨ª mismos degradada tras a?os de colonialismo y relaciones perniciosas con Occidente y es imperioso rehabilitar esa conciencia degradada. Recuerda que "el mundo que construimos es un reflejo de nuestra autoimagen".
La saison de l'ombre es -entre otras cosas- un viaje por la diversidad de la zona central del continente africano en pleno siglo XVIII, que pretende "restituir la vida de las comunidades subsaharianas frente a su encuentro con Europa". Espiritualidad, arquitectura, textiles, armas, objetos cotidianos, creencias y, sobre todo, las peque?as grandes historias de ausencia de los que escaparon a las razias negreras pero perdieron a seres queridos. Su trabajo de documentaci¨®n se desarroll¨® en museos y entre las p¨¢ginas de estudios de antrop¨®logos y otros expertos, lecturas que cruz¨® y compar¨® para crear un marco. Una vez dibujado el marco, anim¨® a sus personajes con sentimientos universales y sin fecha de caducidad. Novel¨® la p¨¦rdida y la resistencia. Tambi¨¦n la manera en que la historia que vemos en los libros afecta a las peque?as historias de la gente corriente. La saison de l'ombre no es una novela hist¨®rica: es un libro que habla del aspecto humano de la Historia.
"Para m¨ª, como subsahariana, es importante leer nuestra historia, pero que sea nuestra lectura -puntualiza- Tenemos que poner en valor sus figuras, elegir h¨¦roes, saber decir qui¨¦n es un h¨¦roe, a pesar de que la historia oficial no lo haya reflejado as¨ª. La historia de la trata negrera es dolorosa, porque cuesta destacar figuras heroicas. La saison de l'ombre no es una novela sobre el comercio negrero como tal, si no sobre la desaparici¨®n de un mundo tras el encuentro algo brutal con Europa. Tambi¨¦n sobre las posibilidades de renacimiento que existen. Siempre que quede alguien que sobreviva y recuerde, quedar¨¢ algo de ese mundo. Es una novela sobre las posibilidades de reinventarse".
En La saison de l'ombre no se mencionan fechas, puesto que los protagonistas son subsaharianos que cuentan sus historias desde sus perspectivas. "Lo que no existe para ellos, no est¨¢ en el texto. No se definen como africanos o negros. Para ellos, eso no tiene sentido. Eleg¨ª el siglo XVIII porque se da una aceleraci¨®n del tr¨¢fico de esclavos y un cierto desorden y eleg¨ª la visi¨®n de un pueblo del interior que se ve embarcado en algo que no entiende y que le sobrepasa, algo que ya han vivido otros pueblos de la costa. La restituci¨®n de la realidad en ese momento es m¨¢s f¨¢cil que la del siglo XV, por ejemplo. Hay m¨¢s acceso a documentaci¨®n. Era un momento hist¨®rico m¨¢s sencillo para que yo pudiera represent¨¢rmelo y novelarlo".
L¨¦onora Miano aduce que la responsabilidad del novelista es inventar historias y reivindica para el escritor de ficci¨®n una libertad que no tienen los historiadores. Tambi¨¦n apunta con un dedo acusador a la trata, como germen de la situaci¨®n de desconfianza entre comunidades que ha perdurado hasta hoy y origen de diferentes conflictos. Adem¨¢s, afirma que su intenci¨®n con esta obra es hacer algo que no se hace normalmente en su continente: nombrar a los individuos y sus responsabilidades.
"Rara vez se habla de los que se quedaron en el continente -continua- Lo que me interesaba reflejar es c¨®mo la trata negrera influy¨® en la intimidad de la poblaci¨®n que la sufri¨®. C¨®mo se vivi¨® en el plano privado. El lector toma conciencia de algo que no se cuenta en los textos sobre la trata y que es evidente. Habla de la p¨¦rdida de seres queridos. Tambi¨¦n de las formas de resistencia que se opusieron a esta situaci¨®n. No de las armadas, aunque las hubo. Hablo de formas de resistencia individuales, quiz¨¢s m¨¢s fr¨¢giles pero igualmente poderosas para m¨ª. Del cautivo que se niega a caminar hacia la costa hasta saber por qu¨¦ le llevan. Del que se niega a alimentarse, arriesg¨¢ndose a perder la vida y desafiando las creencias de sus ancestros, que no aceptan el suicidio. De los que huyeron y tuvieron que refugiarse en tierra extra?a y reinventar su vida".
L¨¦onora Miano no disocia literatura y compromiso pol¨ªtico, como no disocia el futuro de ?frica de la experiencia de la Di¨¢spora entendida en su sentido m¨¢s amplio.
Pone su esperanza en los afroeuropeos, europeos de padres africanos e identidades m¨²ltiples, como su propia hija. Sobre todo, frente a la creciente ola de racismo y xenofobia que viven pa¨ªses como Francia. Opina que, cuando los afroeuropeos hagan su entrada (masiva y pr¨®xima) en el territorio de la pol¨ªtica, la realidad cambiar¨¢ para mejor. Fundamentalmente, porque pertenecen a dos espacios y comprenden que ambos necesitan prosperar juntos.
"Hay miedo al cambio en Europa. Es normal. Pero tambi¨¦n se olvidan los cambios que Europa ha provocado en otros continentes, en otros mundos. Las civilizaciones que desaparecieron. Las civilizaciones desaparecen y se reinventan. Estamos viviendo un retorno de la Historia. Hoy un europeo desayuna caf¨¦ o t¨¦ o chocolate, productos que le llegan de otros puntos del planeta. Las transformaciones son m¨¢s r¨¢pidas y grandes que antes y no se pueden parar. Se puede conservar algo de la identidad y acompa?ar la mutaci¨®n. Pero el cambio es inevitable", concluye.
M¨¢s informaci¨®n:
L¨¦onora Miano gana el Femina 2013 con una novela sobre la trata de negros
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