¡°En Espa?a, la gente piensa que las personas negras acabamos de llegar¡±: ¡®Afromayores¡¯ o c¨®mo envejecer lejos de su tierra
La periodista Luc¨ªa-Asu¨¦ Mbom¨ªo Rubio y el fot¨®grafo Laurent Leger-Adame recogen en un proyecto audiovisual la memoria de las personas afro de la tercera edad: su d¨ªa a d¨ªa, sus historias migratorias, las trabas sufridas cuando llegaron y c¨®mo viven la jubilaci¨®n
![Personas afro tercera edad](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/XCHYXPFG3ZDO5DGM2LJ3GAZANM.png?auth=741285c4ae1e5a4b53e918b9fd35a5747c8dd29da1552ae8ebc29d660326676e&width=414)
![Silvia Laboreo Long¨¢s](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fauthor-service-images-prod-us-east-1.publishing.aws.arc.pub%2Fprisa%2F04d951e0-015e-40a3-b35b-96857042ae1c.png?auth=f23ec79954808e528635bd7f40014a6f54d4fddb2eeb2da3ab7d716f0863ed41&width=100&height=100&smart=true)
La periodista Luc¨ªa-Asu¨¦ Mbom¨ªo Rubio llevaba tiempo registrando las conversaciones con su padre, Jos¨¦ Mbom¨ªo, que lleg¨® a Espa?a para estudiar en 1966, como hac¨ªan otros j¨®venes de Guinea Ecuatorial. En estas entrevistas, grabadas con el m¨®vil, cab¨ªan desde historias de su familia hasta los recuerdos de c¨®mo fue mudarse a otro pa¨ªs y construir una nueva vida alejado de su tierra.
Pero un diagn¨®stico de demencia con cuerpos de Lewy hizo que lo que hab¨ªa empezado como una charla infinita entre padre e hija se transformara en algo m¨¢s. ¡°En un momento de desmemoria me parec¨ªa bonito poder hacer memoria¡±, cuenta Mbom¨ªo. La enfermedad reflot¨® una idea que la periodista ten¨ªa en la cabeza: entrevistar a personas mayores afro que vivieran en Espa?a y que, tras la jubilaci¨®n, no hubieran regresado a su pa¨ªs. Una reflexi¨®n a la que hab¨ªa llegado tras una charla con el artista Justo Aliounedine Pouye Nguema, quien le sugiri¨® visitar a gente africana que viviera en residencias y ¡°mirar m¨¢s hacia los afromayores¡±.
Ese observar d¨®nde y c¨®mo est¨¢n aquellos que nos preceden hizo que se pusiera en contacto con el fot¨®grafo reunion¨¦s Laurent Leger-Adame. Y de esa uni¨®n surgi¨® Afromayores, un proyecto fotogr¨¢fico y audiovisual que a¨²na las historias de vida y reconoce los aportes de la gente afro mayor de 65 a?os en Espa?a. Ahora, este proyecto autogestionado acaba de estrenar su segunda temporada, que puede verse en Instagram y YouTube.
¡°En Espa?a, la gente piensa todo el rato que las personas negras acabamos de llegar. No hay una memoria general con respecto a nuestros cuerpos en este territorio¡±, cuenta Mbom¨ªo, que explica que todav¨ªa le felicitan por lo bien que habla espa?ol, pese a tener casi 44 a?os y haber nacido en Madrid. ¡°Pero tambi¨¦n felicitan a mi padre, que habla espa?ol perfectamente por imposici¨®n colonial, porque al final su pa¨ªs fue Espa?a hasta 1968¡å, a?ade.
![El fot¨®grafo Laurent Leger-Adame y la periodista Luc¨ªa-Asu¨¦ Mbom¨ªo Rubio, creadores del proyecto Afromayores, posan en Espacio Afro, en Madrid, el 4 de febrero de 2025.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/NZBLPMSDFJBK5I7N7XEQS6K6AE.jpg?auth=996b92cffba30044bedf45d78447bfed9ca73ff78d7f0428cfa332f4a188dee0&width=414)
Para los creadores del proyecto, era importante hablar, entre otras cosas, de c¨®mo envejece alguien lejos de su casa. En los reportajes se cuenta la historia de hombres y mujeres de Marruecos, Guinea Ecuatorial, Uruguay, Colombia o Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo que vinieron a Espa?a con la idea de regresar a sus pa¨ªses en alg¨²n momento de sus vidas. Pero la vida, precisamente, se les cruz¨® y no volvieron. Ya sea porque tuvieron descendencia y los hijos hicieron de ancla, por los sistemas sanitarios, porque llevaban toda su vida cotizando y quer¨ªan disfrutar de su jubilaci¨®n o porque ellos cambiaron y sus pa¨ªses tambi¨¦n.
Este ¨²ltimo es el caso de Marcos Suka-Umu Suma, mediador intercultural nacido en Guinea Ecuatorial de padres cameruneses. Suka vino a Espa?a a estudiar en 1974, en los 80 volvi¨® a Camer¨²n y tras 12 a?os dando clases de espa?ol en la Universidad de Yaund¨¦, regres¨® a Madrid con sus dos hijos. Ahora, ya jubilado y con 74 a?os, no se plantea volver. ¡°La nostalgia es bastante traicionera porque t¨² aqu¨ª est¨¢s pensando en cosas que cuando vuelves a Camer¨²n ya no las encuentras. O se hacen de otra manera. Quieres pasar por los lugares que conoc¨ªas y algunos ya no existen. Otros han cambiado. Tus amigos ya no son los mismos o se han desplazado tambi¨¦n. Algunos ya no viven¡±, explica. ¡°El pa¨ªs que t¨² conoc¨ªas ya no existe¡±.
![Retrato de Milagrosa Erib¨¦ Bokoso para el proyecto Afromayores.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/F52ZRIO57VASPLULGKLK2SUOFU.jpeg?auth=0cd79b4edee63f328176f0a711dafee4cd2aed820a41fed9b72708d7b510fdd2&width=414)
Para otros, como Milagrosa Erib¨¦ Bokoso fue la muerte de su marido lo que le hizo quedarse. En 1980, esta mujer ecuatoguineana envi¨® a su primer hijo a Madrid, aprovechando que una de sus t¨ªas ya viv¨ªa en el pa¨ªs. En los siguientes a?os traslad¨® al resto de sus ocho hijos a Espa?a. Despu¨¦s, en 1998, fue ella la que emigr¨® y se mud¨® con su familia al barrio madrile?o de Manoteras. Su hija fue clara: ¡°Mam¨¢, aqu¨ª se busca uno la vida¡±. Erib¨¦ trabaj¨® cuidando de ancianos, limpiando casas y de cocinera, siempre con la idea de regresar a su pa¨ªs natal cuando se jubilase. Pero su marido muri¨® en 2020 de un infarto cerebral y ella ya no volvi¨®. ¡°?Qu¨¦ hago yo sola en mi tierra? Tengo sobrinos y una hermana, pero todos mis hijos y nietos est¨¢n en Espa?a. No puedo pedirles que vayan conmigo, tienen su vida aqu¨ª. Y yo no me atrevo a mudarme porque no s¨¦ vivir sola¡±, explica a EL PA?S a sus 69 a?os en el sal¨®n de su casa en Parla.
Cuando eres negro en un colectivo, siempre tienes que dar el ¡®do de pecho¡¯. No es justoAnacleto Bokesa Cam¨®, enfermero ecuatoguineano jubilado
El d¨ªa del rodaje, el fot¨®grafo y la periodista compran el desayuno y van a las casas de los afromayores, donde, normalmente, ya les esperan con m¨¢s desayuno. ¡°Estamos un ratazo comiendo, no es un ¡®llego y te quito el alma, es un llego y vamos a hablar¡¯. T¨² me cuentas qui¨¦n eres, pero yo tambi¨¦n. Hay veces que echamos el d¨ªa entero¡±, explica Mbom¨ªo. Despu¨¦s llegan las fotos, otra de las partes centrales del proyecto. ¡°Queremos desmontar la idea de la vejez como algo que hay que esconder, algo feo o triste. Lo que ves en esas fotos es luz a tope, gente sonriendo, guap¨ªsima, afrofelicidad y afrogozo¡±, a?ade.
Cada v¨ªdeo es un homenaje, cuenta el fot¨®grafo, de 46 a?os, que explica que en muchas entrevistas tiene la sensaci¨®n de estar en su pueblo, escuchando a sus t¨ªos y abuelos contar historias. ¡°Y ellos, cuando se ven luego, se sienten escuchados y vistos en una sociedad en la que se les ha invisibilizado¡±, a?ade Leger.
Nostalgia, racismo o la alegr¨ªa de la jubilaci¨®n
La mayor¨ªa de los testimonios empiezan con la llegada a Espa?a y c¨®mo fue lidiar con la nostalgia de su tierra. ¡°Ten¨ªamos nuestras reuniones que curaban la soledad¡±, explica en su v¨ªdeo Jos¨¦ Mbom¨ªo, de 86 a?os, maestro jubilado y padre de Luc¨ªa Mbom¨ªo. ¡°Cuando llegu¨¦ aqu¨ª la primera vez, no pod¨ªas escuchar m¨²sica africana en ning¨²n sitio. ?ramos pocos y la mayor¨ªa estudiantes, por lo que congeniamos f¨¢cilmente y cuando necesit¨¢bamos divertirnos un poco y salir bailar, lo hac¨ªamos generalmente en casas de amigos. All¨ª ten¨ªamos nuestra m¨²sica y comida¡±, recuerda por su parte Suka cuando recibe a este diario en su casa del Barrio de la Concepci¨®n.
Tambi¨¦n explican c¨®mo fue encontrar trabajo. Una tarea imprescindible y donde el g¨¦nero lo atravesaba todo. Las mujeres, muchas veces, no encontraban trabajos m¨¢s all¨¢ de la limpieza y los cuidados. ¡°Al principio no me sentaba bien lo de limpiar. Me dec¨ªa ?por qu¨¦ tengo que limpiar si puedo hacer otra cosa? Con el tiempo te vas acostumbrando, lo aceptas porque no te queda otro remedio¡±, resume en el v¨ªdeo Martha Kembia, una mujer nacida en 1951 en Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, que estudi¨® pedagog¨ªa en su pa¨ªs, trabaj¨® como maestra y en una multinacional estadounidense y en Espa?a solo encontr¨® trabajo en el sector de la limpieza. Kembia cuenta que cuando limpiaba en un concesionario de coches, era ella la que se encargaba de hacer las traducciones al franc¨¦s. Un d¨ªa sugiri¨® que le contrataran, pero le dijeron que no porque era un trabajo de cara al p¨²blico.
En los reportajes se entremezclan esos recuerdos m¨¢s duros, normalmente vinculados al racismo, la falta de oportunidades y los conflictos que asolan sus pa¨ªses, con otros m¨¢s cotidianos y luminosos, como los que hablan de lo que hacen despu¨¦s de haber alcanzado la so?ada jubilaci¨®n. ¡°El d¨ªa que la consegu¨ª, escrib¨ª en el estado de WhatsApp: ¡®He ganado la loter¨ªa¡¯. En mi tierra trabaj¨¦ sin estar dada de alta en la Seguridad Social. Entonces, para m¨ª, la jubilaci¨®n, fue como una loter¨ªa. Y todo el mundo me preguntaba: ?Qu¨¦ te toc¨®? ?La jubilaci¨®n!, les dec¨ªa yo¡±, recuerda entre risas Erib¨¦.
Este retrato poli¨¦drico responde a dos aspectos que la periodista y el fot¨®grafo ten¨ªan claros cuando abordaron el proyecto. El primero, mostrar un relato de las personas migrantes m¨¢s all¨¢ de los padecimientos y las dificultades que acarrea esta migraci¨®n. ¡°Quer¨ªamos luchar contra la narrativa del dolor¡± explica Mbom¨ªo. Y el segundo, batallar contra la llamada Black excellence (excelencia negra). ¡°Ese tener que ser siempre excelentes y si no, no existimos. La excelencia se mide por lo que t¨² eres, no por tus diplomas¡±, a?ade Leger. Como contaba Anacleto Bokesa Cam¨®, enfermero ecuatoguineano jubilado de 72 a?os, ¡°para estar al mismo nivel y que te considerasen como tus compa?eros, ten¨ªas que ser mejor¡±. ¡°Cuando eres negro en un colectivo, siempre tienes que dar el ¡®do de pecho¡¯. No es justo¡±, a?ad¨ªa.
Estos pilares siguen siendo centrales en la segunda temporada del proyecto, que tanto Mbom¨ªo como Leger hacen en su tiempo libre y cuya primera parte est¨¢ expuesta en Espacio Afro en Madrid. En esta nueva edici¨®n hay testimonios de mayores de Marruecos, Angola, Cuba, Cabo Verde y Nigeria. Siempre, como resume la periodista, con esa idea de reconocimiento a los que llegaron antes: ¡°Viniste para ac¨¢ y aguantaste carros y carretas, que ojal¨¢ no te hubiera tocado hacerlo, pero mira, aqu¨ª est¨¢s. Te queremos, te admiramos, no solo tus hijas y tus hijos, sino una comunidad entera que sabe que lo has hecho por quienes ven¨ªan detr¨¢s¡±.
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