El f¨²tbol modesto hace las maletas

¡°?Vas a pasar un fr¨ªo de muerte!¡± fue lo primero que dijo a Jorge Corella su familia cuando a finales de julio de 2013 lleg¨® la oferta del ??r¨®ttabandalag Akraness, equipo de f¨²tbol de la Primera Divisi¨®n de Islandia. Este centrocampista valenciano, de 29 a?os, que llevaba un mes en paro tuvo tres d¨ªas para hacer la maleta, arreglar sus papeles y dejar los 30 grados de Elche, donde viv¨ªa con su mujer e hija, rumbo a los ocho grados del verano de la isla del Atl¨¢ntico norte, entre el continente europeo y el hielo de Groenlandia. Aunque tuviera ofertas de equipos de Segunda Divisi¨®n B en Espa?a, econ¨®micamente la oferta del f¨²tbol island¨¦s era, seg¨²n el jugador, ¡°incomparable, m¨¢s que el doble de la espa?ola¡±.

Corella es uno de los m¨¢s de 300 futbolistas espa?oles que actualmente juegan en el extranjero. Un ¨¦xodo masivo que gan¨® portadas y titulares el verano de 2013, cu¨¢ndo un r¨¦cord de 33 espa?oles dejaron el f¨²tbol de Primera Divisi¨®n del pa¨ªs para jugar en el exterior. ?lvaro Negredo y Jes¨²s Navas han ido al Manchester City; Llorente a la Juventus, Soldado al Tottenham y Thiago, al Bayern de Munich, por ejemplo.

Pero detr¨¢s de las grandes estrellas que salen con contratos millonarios est¨¢ una inmensa mayor¨ªa de jugadores de clase media, que ven en el ¨¦xito internacional de la selecci¨®n espa?ola una oportunidad para escapar de una Liga plagada de deudas, bajos salarios y cientos de denuncias por impagos. El pasado verano fueron presentadas 240 reclamaciones de los jugadores frente a la Asociaci¨®n de Futbolistas Espa?oles (AFE), por una deuda de 2.328.567,45 euros por salarios atrasados. La estabilidad ya no existe y los futbolistas, como todos en la sociedad espa?ola, han tenido que adaptarse a la nueva realidad.

¡°M¨¢s de la mitad de mis clientes ya sufrieron impagos en Espa?a¡±, afirma ?lvaro Torres, director de f¨²tbol de la agencia You First Sports y representante de unos 100 futbolistas profesionales. ¡°Hemos tocado fondo y el resultado ha sido una reducci¨®n muy importante de los sueldos en comparaci¨®n a lo que se paga en otras ligas europeas¡±, explica Torres, agente de Jos¨¦ Alberto Ca?as, que dej¨® el Betis el pasado verano para fichar por el Swansea City, equipo gal¨¦s que tiene nada menos que nueve espa?oles en su plantilla.

Seg¨²n Torres, Ca?as ten¨ªa seis ofertas de clubes nacionales, pero ninguna llegaba a la mitad de lo que ofrec¨ªa el Swansea, un modesto club de la Premier, la primera divisi¨®n inglesa. ¡°Al final no es solo el salario, son los beneficios, la estabilidad y los impuestos, que llegan a ser un 11% m¨¢s bajos en Inglaterra¡±, explica. Pero la gran mayor¨ªa de los futbolistas que emigran est¨¢n lejos del glamour de la Premier.

Carlos Calvo es uno de los cuatro espa?oles en el Skoda FC, club de la Super Liga de Grecia. El interior derecho formado en las categor¨ªas de base del Atl¨¦tico de Madrid firm¨® el verano pasado por dos temporadas tras subir a Primera Divisi¨®n con el Almer¨ªa.

¡°Ten¨ªa ofertas para quedarme en Espa?a, pero me ofrecieron m¨¢s del doble para irme a Grecia, adem¨¢s de casa y coche¡±, explica el madrile?o de 28 a?os, que lleva seis meses jugando en el equipo de Xanthi, una ciudad universitaria en el noreste del pa¨ªs. ¡°La situaci¨®n econ¨®mica en Grecia es muy mala, es un pa¨ªs rescatado, pero el f¨²tbol sigue muy bien. Tenemos buenas instalaciones, nos pagan puntualmente y la vida es muy tranquila, parecida a la de Espa?a¡±, afirma. Jugando en el Xerez hace dos temporadas, estuvo seis meses sin cobrar.

Peor lo ha pasado el gaditano Abraham Paz, de 34 a?os, jugador del Bnei Sakhnin, en Israel. El defensa central ha tenido problemas de impagos tres veces en su carrera de futbolista en Espa?a, en tres clubes diferentes. Dos de ellos, en temporadas seguidas.

¡°Cuando jugaba en el H¨¦rcules y en el Cartagena dej¨¦ de cobrar desde febrero hasta el final de la temporada, casi un 70% de mi salario anual,¡± afirma Paz, que sobrevivi¨® gracias a los ahorros. ¡°Tuve compa?eros que no ten¨ªan como pagar el alquiler o la hipoteca, una situaci¨®n dram¨¢tica¡±. Paz cuenta que conoce por lo menos a 80 futbolistas de Segunda Divisi¨®n que est¨¢n en el paro y que a siete de cada 10 jugadores que conoce les gustar¨ªa irse al extranjero.

En 2013 le lleg¨® la oferta del Bnei Sakhnin, equipo ¨¢rabe de la liga israel¨ª y, aunque tuviera una temporada m¨¢s de contrato con el Sabadell, no se lo pens¨® dos veces. Con 34 a?os era la oportunidad de jugar en un equipo de Primera Divisi¨®n y de ser protagonista.

Caso parecido es el de Paco Gallardo, de 33 a?os, los ¨²ltimos tres en Hungr¨ªa. El excentrocampista del Sevilla, internacional en categor¨ªas inferiores, jug¨® las primeras dos temporadas en el Di¨®sgyori VTK, donde recibi¨® ¡°un cari?o que nunca he tenido en Espa?a¡±. M¨¢s que por el lado econ¨®mico, Gallardo destaca el estatus que el futbolista espa?ol ha ganado los ¨²ltimos a?os, gracias al ¨¦xito de La Roja. ¡°Yo sal¨ª buscando estabilidad y encontr¨¦ m¨¢s que eso, una realizaci¨®n profesional, una valoraci¨®n que los jugadores espa?oles no tienen en su propio pa¨ªs¡±, explica el sevillano, hoy futbolista del Pusk¨¢s Akad¨¦mia FC.

¡°Los sueldos en Espa?a han bajado a la mitad, en muchos casos incluso m¨¢s que eso. En Segunda B hay jugadores mileuristas y el f¨²tbol no es para toda la vida¡±, afirma Jorge Corella, que ha logrado irse a Islandia despu¨¦s de ganar con Espa?a el campeonato europeo de selecciones para jugadores en paro, en Holanda, organizado todos los veranos por la Federaci¨®n Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPro).

Desde el 2010 la AFE organiza dos veces al a?o campamentos para futbolistas sin equipo. Corella es uno de los cerca de 200 jugadores que consigui¨® encontrar nuevos clubes gracias a esa iniciativa de la AFE, que el ¨²ltimo verano recibi¨® 120 pedidos de inscripci¨®n.

¡°Los jugadores que no somos internacionales y estamos en equipos peque?os tenemos claro que vamos a tener que trabajar cuando acaben nuestras carreras como futbolistas¡±, recalca Calvo, del Skoda Xanthi. Para el madrile?o, el cambio en el estilo de vida y en una conciencia m¨¢s ahorradora y responsable es fundamental para los futbolistas. ¡°El dinero que ganamos ya no llega para vivir el resto de la vida¡±.

Como el invierno es ¨¦poca de vacaciones en las ligas del norte de Europa, por el fr¨ªo, Corella actualmente disfruta del sol y unos d¨ªas de ¡°calor¡± en Elche mientras medita si sigue en el f¨²tbol island¨¦s o si acepta ofertas para irse a Noruega o Finlandia. Seguro, solo tiene que seguir¨¢ jugando al f¨²tbol en el norte del continente. ¡°Mi mujer est¨¢ embarazada de ocho meses y tengo que pensar en el futuro de mi familia. Mientras las cosas sigan as¨ª, no pienso en volver a jugar en Espa?a.¡±