Querellas literarias

¡°Escribir en verso libre es como jugar al tenis con la red en el suelo¡±, afirm¨® Robert Frost; otro poeta, Philip Larkin, dijo: ¡°La idea de expresar sentimientos en l¨ªneas cortas con sonidos similares al final me parece tan rid¨ªcula como la de que haya mangos en la Luna¡±. El enfrentamiento entre la poes¨ªa y la prosa es antiguo, y es improbable que alguien lo tome en serio actualmente. ¡°Todo lo que no es prosa es verso y todo lo que no es verso es prosa¡±, afirm¨® Moli¨¨re en 1671, zanjando el tema. En tiempos posteriores, la energ¨ªa destinada a la querella entre poes¨ªa y prosa se ha volcado en la resoluci¨®n siempre demorada de otros conflictos como la supuesta supremac¨ªa de la novela sobre el cuento y la del verso libre sobre la poes¨ªa rimada, que es de lo que hablaban Frost y Larkin.

Unos d¨ªas atr¨¢s, sin embargo, una noticia pon¨ªa en cuesti¨®n la afirmaci¨®n anterior: en la regi¨®n de Sverdlovsk, en Rusia, un hombre apu?al¨® a otro despu¨¦s de que este afirmara que ¡°la ¨²nica literatura verdadera es la prosa¡±. Al parecer, el asesino era un amante de la poes¨ªa; al parecer tambi¨¦n, ambos hab¨ªan bebido. Quiz¨¢ el enfrentamiento se debiese a los excesos et¨ªlicos de ambos hombres, tal vez fuese el resultado de la siempre insondable alma rusa. Aunque la noticia parezca sorprendente en tiempos en que la literatura ha perdido por completo su prestigio y su importancia en t¨¦rminos sociales, el hecho es que algunos pensamos que la literatura es una de las pocas cosas por las que vale la pena vivir y matar. No estamos solos: quienes desprecian la literatura olvidan a menudo que todas las grandes religiones y los principales movimientos pol¨ªticos han sido fundados y legitimados por libros, y que sus muertos son incontables y han muerto por cosas tan poco importantes como una pol¨¦mica literaria.